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Campus Heroica por JG_Scriven

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Notas del fanfic:

  Hola a todos los lectores. Este es mi primer projecto personal que quiero concluir este año. Es un Crossover que junta varios de mis personajes favoritos de diversos universos ficticios en un AU Escolar (por qué todo tiene que pasar en una escuela, como buen fanfic). Es un proyecto que realizo simplemente por diversión y que me encanta escribir. Espero que a ustedes les agrade y divierta también como a mi.

  ¿Que encontraran? Acción, fantasía, comedia, drama, situaciones absurdas ¿y romance tal vez?

  ¿Parejas? Un montón. Como se puede intuir en el resumen, el protagonista es Damian Wayne. Así que dence una idea de a donde va el asunto (¿o tal vez no?).

  ¡Disfruten de su estadía aquí, en Campus Heroica!

Notas del capitulo:

¡Disfruten!

  “…Campus Heroica satisface todas las necesidades que un joven estudiante pueda tener: áreas de recreación, salones de estudios, bibliotecas, cafetería, centros comerciales, un estadio olímpico (por qué siempre pensamos en grande), albercas; tu nómbralo y nosotros lo tenemos. Campus Heroica se enorgullece en ser el campus número uno más incluyente del mundo, nuestra avanzada tecnológica en traducción permite la comunicación instantánea entre estudiantes y maestros de cualquier parte del mundo ¡Sin importar la lengua o dialecto que hablen!

 

Campus Heroica, Construyendo a los jóvenes de hoy en los héroes de nuestro mañana. ¡Inscríbete ya¡

 

—Bueno… ese es el spot universitario más largo que he visto en mi vida.

—Aun no entiendo el motivo de hacernos perder el tiempo viendo publicidad, padre.

 

  En la oficina principal de la mansión Wayne, Bruce Wayne se encontraba frente a dos de sus hijos. Saco dos sobres sellados y las puso en el escritorio frente a él. Damian agarro el sobre sellado y lo abrió sin cuidado.

 

“Felicidades joven Wayne, Damian., Ha sido aceptado en nuestro prestigioso Campus Heroica. Favor de acudir a las instalaciones el día 29 de Julio para recibir el tour del campus.” ¿Padre?  ¿Qué significa esto?

—Significa que te he inscrito a la escuela. A partir de mañana, empezaras a asistir a clases en el Campus Heroica.

—¡¿Pero por qué?! —el claro sentimiento de molestia se reflejaba en el rostro del joven Wayne.

—Clark y yo tuvimos un acuerdo. Los índices de criminalidad en Gótica así como en Metrópolis han sido… sorprendentemente bajos. No ha habido ningún ataque a gran escala durante los últimos 6 meses.

—Pero padre, eso no es excusa. Es obvio que es una trampa, para que bajes la guardia. Aparte, el alien no tiene ningún derecho de opinión sobre lo que pasa en Gótica.

—Damian —dijo Bruce en un ligero tono de regaño— Creo que ya hemos hablado acerca de nuestra relación con la familia Kent. Y aún si todo fuera una trampa, he preparado medidas para contener cualquier tipo de situación que pueda presentarse en Gótica.

—Pero…

—Sin peros, Damian. Asistirás a la escuela. Junto al chico Kent.

—¡¿Qué?! ¡¿El también irá?!—

—Es parte del acuerdo que Clark y yo hicimos.

—Perfecto —dijo sarcástico, cruzándose de brazos. Damian dirigió su mirada hacia su hermano mayor—Grayson, has estado inusualmente callado. ¿Por qué?

 

  Dick le tendió su carta a Damian, y este la leyó.

 

—Al parecer, a partir de ahora me llamaras Profesor Grayson.

 

  En efecto, la carta que Bruce le había dado a su hijo mayor, decía que había sido aceptado como profesor de gimnasia y educación física. Damian no dijo ni una palabra.

 

[…]

 

  Damian estaba pensando liberar a todos los villanos del asilo Arkham, si con eso se libraba de tener que ir a una insufrible escuela. Todo en pro a que el superscout había convencido a su padre que lo mejor para sus hijos, era que tuvieran una infancia “normal” (énfasis en normal). A mala gana, Damian metía varios conjuntos de ropa a un par de maletas que su padre le había dado. Toda la situación era insoportable. Y como cereza del pastel, su padre le había dicho que no quería ningún problema con la escuela. Ya había sido presentado oficialmente como el “legítimo heredero” de la familia Wayne. Cualquier cosa que hiciera mal, podría manchar el prestigioso nombre de la casa de los Wayne.

 

  Como si Todd no lo hiciera con su solo presencia. Pensó. Desde que su padre había decido el “revelar” (tras varios rumores y chismes que circulaban de boca en boca) la existencia de sus 4 hijos (de diferentes esposas, por supuesto), la Casa Wayne no había dejado de ser el centro de atención de todas las cámaras de revistas, periódicos y todo aquel cuyo trabajo dependiera de acosar a la multimillonaria familia.

 

  A Damian le daba igual toda la atención obtenida, sin embargo, sus hermanos eran una historia diferente. “El Modelo, El Rebelde y El Geek”. Esos eran los apodos que identificaban a sus hermanos.

 

—Amo Damian, le informo que su transporte lo está esperando en la puerta. — Alfred se había parado al pie de la habitación, alzando una ceja al ver como una montaña de ropa sobresalía de la maleta.

—No he acabo de empacar.

—No se preocupe, yo me haré cargo de terminar su labor. El amo Bruce me encargo que no llegará tarde a su cita con el campus.

—Tt. Está bien.

 

  Damian sentía como todas las fibras de su cuerpo querían golpear algo. Era completamente ridículo que haya accedido a algo así. Y para el colmo, el niño Kent igual iría. Entendía eso de patrullar juntos. Lo había aceptado. Pero ahora tenía que convivir con él. Compartir parte de su vida con Kent. Algo en eso le incomodaba, pero no sabía qué. La limosina negra lo esperaba a las puertas de la mansión. Si tendría que ir a sufrir su vida en algún campus de niños ricos y pretensiosos (aunque el igual entrará en la categoría), lo haría en toda comodidad. Lástima que el helicóptero no estuviera disponible.

 

  […]

 

  Damian le daba créditos a los encargados del marketing del campus. Poner un lugar como Tivanburgo (una ciudad olvidada por toda Pensilvania) en el mapa era algo que ni siquiera las Industrias Wayne podrían lograr hacer. Les tomo dos horas de viaje el llegar a la ciudad. A pesar de todo lo que había investigado del campus y de la ciudad, Damian no tenía las palabras exactas para describir lo que observaba.

 

  Desde la ventana de la limosina, la renovada ciudad de Tivanburgo se hacía notar. Era como si toda la ciudad hubiera tenido una reconstrucción completa. Si Damian comparaba las imágenes que había visto en Google con lo que ahora veía, las coincidencias serían de un 0%. Cualquiera diría que la ciudad había sido moldeada y adaptada al campus, en vez de ser a la inversa.

 

—¿Sorprendido, amo Damian? —Pregunto Alfred desde el asiento del conductor.

—Tengo que admitirlo. Estoy impresionado. No esperaba esto.

—¿Qué cosa?

—Todo. Pareciera que la ciudad ha sido remodelada desde cero. Investigue, y no puedo encontrar ninguna referencia de todos los puntos guía del lugar.

—La ciudad fue remodelada. —Afirmo Alfred. —Junto a la llegada del campus, el filántropo que donó todo el dinero para que se construyese el campus, hizo lo mismo con la ciudad. Su padre estuvo siguiendo paso a paso la obra. Incluso dono un par de millones para acelerar los procesos y trámites necesarios.

—¿Mi padre donó dinero? Qué caritativo de él.

—Lo hace con el afán que todo estuviera listo para que usted iniciara su educación aquí, como cualquier joven de su edad.

—Sigo sin verle el punto a todo esto, Pennyworth.

—Es simple en realidad. Su padre quiere que tenga una juventud plena y feliz, amo Damian. Una infancia alejada de todo lo que han vivido hasta ahora. Algo como lo que él nunca tuvo.

 

  Las última oración de Alfred fue más un susurro que otra cosa, pero Damian pudo captarlo perfectamente. Se limitó a guardar silencio.

 

—Hemos llegado a nuestro destino.

 

  La limosina paró frente a un portón enorme de rejas negras. Damian bajó del vehículo, se acomodó la corbata de su traje y procedió a la caseta que se encontraba cerca de la puerta.   Una señorita, vistiendo uno de los uniformes del campus y cuyo rubio cabello caía en su hombro izquierdo en forma de trenza; se acercó con intención de saludarlos, llevando con ella una carpeta agarrada en ambas manos.

 

—Buenos días. Soy Damian Wayne, vengo por el tour del campus. —Damian hablo primero. Tendió la invitación a la señorita, la cual sin siquiera leer, metió la carta a la carpeta.

—Lo estábamos esperando, joven Wayne. Mi nombre es Arlene y yo seré la encargada de darles el tour por el campus. —dijo tendiéndole la mano con una sonrisa. Damian guardo sus impulsos de rodar los ojos. Aquel saludo interesado era por demás falso. Pero había que mantener la compostura. Al menos al principio.

 

  Damian empezaba a exasperarse un poco. Era evidente como Arlene se comportaba tan complaciente con sus invitados para no dejar mal a la institución. Muestra de ello era el interés de que Pennyworth tomara el tour con ellos, cosa que este rechazo educadamente. Aquella sonrisa que llevaba en el rostro seguía prendida en ella, pero solo era una parte más de la decoración del lugar. Damian dio un suspiro antes de comenzar con el tour.

 

  […]

 

  A pesar de estar en la entrada oficial del campus, se requirió otros cinco minutos de recorrido en un carrito de golf para llegar al campus debidamente. Arlene tomo este tiempo para explicarle a Damian la filosofía, reglas, derechos y obligaciones que tenían los estudiantes con y para la institución. Damian solo fingió escucharla mientras veía más a fondo el lugar. Habían pasado ya una especie de glorieta con una estatua que recordaba un segmento de ADN formando este a su vez un ocho. El camino que tomaron fue casi recto, con pequeñas curvas aquí y allá. El lugar era impresionante, tenía que admitirlo. El pasto al lado del camino parecía recién rociado y de un verde casi artificial. Los árboles se encontraban dispersos por todo el campus y ayudaban a señalar el camino. Más que una escuela, pareciera la entrada a una zona residencial.

 

—¿Alguna pregunta hasta aquí? —Pregunto Arlene al terminar de dar su cátedra.

—No.

—Excelente. Estamos a punto de llegar al primer punto de encuentro. Ahí nos juntaremos con el grupo al cual fuiste asignado.

 

  Un sarcástico “wiii” salió de la boca de Damian. Fue lo único que necesito para borrar aquella sonrisa falsa de Arlene.

  Al llegar al final del recorrido, Damian bajo del carro sin molestarse en esperar a su guía. Vio al grupo de adolescentes que ya se había formado en el lugar y se dirigió justo a la dirección contraria.

 

—¡Damian! —grito alguien entre la multitud. Su voz era más que reconocible para él. Damian volteo a ver a Jon, viendo que venía a saludarlo con una energía tan propia de él. Pero no estaba solo. Un chico venía caminando detrás de él.

—Jon — Dijo, sin quitar la mirada al acompañante de Jon.

—Pensé que te perderías el tour. ¡Este campus es grandísimo! ¡No puedo creer que una escuela sea tan genial! —Damian solo alzo la ceja ante tal energía y entusiasmo que el menor presentaba.

—Esto solo es un campus glorificado por el marketing. He visto cosas mejores. —Damian intentaba sonar maduro frente a su compañero. No iba a admitir públicamente que el campus si le había dado una especie sorpresa y satisfacción, por así decirlo.

—Entonces me gustaría saber en dónde más has visto un reactor de energía múltiple. Si dices mi casa, no cuenta.

—¿Y tú eres?

—Déjame los presento. —Interrumpió Jon —Damian, te presento a Thomas Stark. Tom, él es Damian Wayne. Es del amigo que te hablaba. Thomas extendió su mano hacia Damian.

—Encantado de conocerte. —Damian ignoro completamente el saludo.

—¿Stark? ¿Cómo en Industrias Stark?

—Esa es la compañía de mi padre. —Afirmo Thomas con orgullo, disimulando el sutil rechazo de Damian. —Creo que eso nos hace algo así como rivales ¿no? Así como nuestros padres.

—Tt, lo dudo. Comparar la compañía de tu padre con la del mío, es lo mismo que comparar un vendedor local con una multinacional.

—¡Damian! —grito Jon para detenerlo.

—Tranquilo, Jon. Tiene razón. —dijo Thomas, sacándole una sonrisa a Damian. —Comparar las compañías de nuestros padres no tiene sentido. Todos saben que Empresas Wayne no es nada afuera de Ciudad Gótica. Stark es el rey—La sonrisa de Damian desapareció. Jon contuvo una risa al ver como alguien retaba a Damian.

—¿Disculpa? Industrias Stark es solo una compañía dirigida meramente por un hombre cuyo enriquecimiento provino de la venta de armas. Las cuales por cierto, se usaron en una guerra en el medio oriente.

—¿Y Empresas Wayne está libre de culpa? Su compañía se fundó a base de la venta de esclavos por allá del siglo XVII.

—Traer hechos de un sucesos hace tres siglos no te hará ganar una discusión.

—Lo mismo se aplica para ti.

—Ok, ok. Calmados los dos —Jon los interrumpió interponiéndose entre ellos y separándolos hacia los lados. Damian no dejo de mirar a Thomas con algo de enojo.

—Ahora veo por qué dices que tiene pocos amigos. Menos de cinco minutos y ya se ganó el enojo de un desconocido.

—¿Te suena a alguien de tu familia? —dijo Damian mordaz.

— Suficiente ¿quieres pelea chico Wayne? Venga.

—¡Muy bien chicos, el tour está por comenzar! Regresen con el grupo —De la nada, Arlene había aparecido detrás de los muchachos agarrándolos por los hombros a ambos.

 

   Damian había quedado estupefacto por un momento. ¿En qué momento se había acercado a ellos? Él nunca la escucho, ni si quiera la sintió. Era como si hubiera aparecido de la nada.

 

—Si señorita Arlene. —contesto Jon. —Damian vamos. Lo siento por todo Tom. Te juró que no siempre es así. Tiene sus días.

—Pues debe serlo, no creo que alguien como tú lo soporte por tanto tiempo.

—Créeme. Ni yo sé cómo le hago. —Damian iba a reclamar acerco de eso último pero un fuerte apretón en su muñeca le impidió decir algo. —Nos vemos al finalizar el tour.

 

  Damian siguió a Jon, siendo que este no le dejaba muchas opciones. Era ir con él o perder la muñeca. Ya tomaría acciones luego, por ahora, era tiempo de conocer este extraño y lujoso lugar.

Notas finales:

Última nota: actualizaciones.

  Capitulo nuevo cada fin de semana. (Entre sabado y domingo). No hay horá prometida, pero si serán en esos dos días.

  !Dejen reviews y comentarios para saber su opinion¡ Este viejo sabueso se retira.


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