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Teléfono Extraviado | Yoonmin | por NanTaeGi

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Yoongi está casi seguro que ha dejado su teléfono sobre la mesa de la cafetería donde esta mañana estaba tomando su café, pero al regresar unos 15 minutos después al percatarse que no llevaba su celular con él y regresar al lugar, no encontró nada, tampoco obtuvo muchas respuestas de la mesera que estaba limpiando la mesa cuando volvió.

 

-Namjoon va a matarme- suspiró un Yoongi casi al borde de un colapso por sobre estrés.

 

-Hyung ¿estás seguro?, ¿en verdad estas cien por ciento seguro de haberlo dejado en la mesa?- el pelirrojo cuestionó mientras se sentaba en el pequeño sillón que estaba en una esquina del pequeño estudio de su Hyung.

 

-Hoseok-ah vuelve a intentar marcar por favor- junto sus manos en un gesto de rogar que volviera a hacer el intento de llamar y es que Yoongi todavía tenía esperanza que por casualidad alguien contestará su teléfono y lo devolviera a él. En ese teléfono estaba toda su vida y tabajo.

 

Jung Hoseok estaba realmente preocupado por su Hyung, temía que volviera a tener que ir a urgencias una vez más por culpa del estrés causado, además había visto como Yoongi estaba tan preocupado por su nuevo proyecto que no lo había visto comer ni dormir bien en los últimos días puesto que la fecha límite de entregar la canción en la que estaba trabajando se había adelantado y además era un muy importante trabajo para un artista que en ese momento era la sensación en Corea.

 

Hoseok trató una vez más de marcar pero no fueron tan buenos los resultados pues como las anteriores cinco veces la operadora lo mando a buzón con su amable voz. Cuando el pelirrojo colgó y casi volvía a intentar marcar recibió una llamada de su jefe, que sin demora contestó.

 

"Jung Hoseok-ssi ¿Dónde diablos esta Min Yoongi? Si está contigo dile que sin demora se presente en mi oficina"

 

Después se escuchó solamente como colgaban sin dejar que Hoseok dijera una palabra.

 

-Era Namjoon, te quiere en su oficina ahora-Comunicó el pelirrojo a su amigo que al escuchar eso solto un quejido seguido de maldiciones.

 

Con la poca cordura y fuerza que le quedaba en su cuerpo se paró de la silla para tomar camino al ascensor que lo llevaría directo a su fin.

 

Cuando subió al ascensor estaba vacío lo cual agradeció porque así podría pensar tranquilamente que le diría a Namjoon, por lo mientras sólo inhalaba y exhalaba aire para poder tranquilizarse pues podía sentir como una pequeña molestia se comenzaba a expender en su cabeza la cual sabía terminaría en un dolor insoportable.

 

Se abrieron las puertas del ascensor y con pasos lentos salió de él.

 

-Bien Min Yoongi tu puedes explicarle que estas cosas pasan- se dijo a sí mismo.

 

<< Pero el te dira que por qué no guardaste un respaldo de información >> susurró su mente.

 

-¡Aaahhh tonto!- gritó un poco alto.

 

-Señor Min Yoongi el CEO lo está esperando, por favor entre- escucho a su costado izquierdo la voz de la secretaria de su jefe.

 

 

No se había percatado de cuando sus pies lo llevaron hasta la puerta de la oficina de su jefe, pero estaba ahí, bajo la atenta mira de la secretaria que esperaba entrará y eso hizo entró en un respiró.

 

-Yoongi-ssi tardaste- recriminó su jefe cuando puso un pie en la oficina.

 

El de cabello negro hizo una pequeña reverencia en forma de saludo mientras tomaba asiento frente a su jefe pero este no lo miró pues su mirada estaba atenta en unos papeles que firmaba.

 

-Yoongi-ssi tienes tres días lo sabes, ¿No?.

 

-Sí, lo sé y realmente estoy poniendo todo mi empeño pero~ -alargó la última palabra para poder armarce de valor y decir su situación.

 

-Sé que te he presionado, pero lo hago porque se que eres uno de mis mejores productores, tu trabajo es excepcional y esa es la razón por la que no quiero que caigas en un confort y tu trabajo decaiga- Lo interrumpió Namjoon con su explicación antes de que pudiera decir lo que tenía que decir.

 

- CEO Kim yo realmente tengo que decirle algo- Cuando Namjoon escuchó el tono formal de Yoongi lo miró para saber qué era eso que tenía que decir.

 

 

Mientras tanto del otro lado de la ciudad un chico de cabello rubio corría apresuradamente para poder llegar a su trabajo de medio tiempo.

 

A Jimin no se le hubiera echo tarde si no fuera porque de buen samaritano, buena persona y amable alma que era, hubiera intentado devolver el celular que encontró esa mañana sobre la mesa de la cafetería que frecuentaba todas las mañanas.

 

Sus intentos fueron en vano porque cuando pregunto a casi toda la cafetería si el celular pertenecía a alguien presente o si había visto a una persona en esa mesa, sus respuestas fueron "No".

 

Pensó en mantener el teléfono encendido por si su dueño llamaba para reclamar el objeto perdido pero justo cuando salía de la cafetería este se apagó. Jimin en ese momento no llevaba su cargador y lo único que podía hacer era esperar hasta la noche que llegara a su casa para poder encender el teléfono.

 

Llegó justo a tiempo por obra del destinó a su trabajo de medio tiempo en la tiendo de víveres y se puso si uniforme para ponerse justo unos minutos después detrás del mostrador para atender a los clientes hasta que su jornada laboral terminara y  tuviera que correr a su siguiente trabajo.

 

 

-¡JIMIN-AH!- se escuchó el grito del dueño.

 

-¿Si jefe?- respondió para después escuchar los reclamos del jefe de que tenía que estar minutos antes de su entrada laboral.

 

 

Yoongi fue severamente regañado por Namjoon al escuchar horas atrás que no tenía su trabajo listo y que ni siquiera podía mostrarle un adelanto adecuado de su nuevo material. Al volver a tener calma Namjoon pensó la situación y al tener consideración de su productor estrella le dio tres días adicionales de los días que ya tenía.

 

De esa forma Yoongi y Hoseok que decidió ayudar a su amigo se pusieron a trabajar primero que nada en la composición de la canción que Min recordaba. El tiempo voló y dieron las 12:00 p.m de la noche en Seúl cuando Hoseok dijo que ya era tiempo de regresar a casa.

 

Yoongi no se opuso a regresar a su apartamento pero sin embargo estaba tan agotado como para tomar un autobús que lo llevará a su hogar que decidió dormir allí en el pequeño sofá de su estudio.

 

 

 

Jimin al volver a su apartamento conectó el teléfono que no era de su pertenencia.

 

-¿De quién es ese teléfono?.- cuestionó su mejor amigo y compañero de departamento.

 

-Lo encontré esta mañana.

 

-¿Te lo has quedado jimin-ah?.

 

-No, bueno si, pero es sólo por hoy. Cuando trate de devolverlo se apagó y no tuve con que cargarlo, así que mañana que encienda y el dueño hable lo devolveré- explicó el rubio a su amigo.

 

-Oh~, eso es más realista jajajaja- río Taehyung pues sería increíble que su amigo de alma pura no devolviera algo que no era suyo.

 

 

 

A la mañana siguiente Jimin encendió el teléfono ajeno, el cual  en la pantalla bloqueada de fondo tenía a un cachorro color cafe con pelaje esponjoso pero después de unos segundos las notificaciones sonaron tanto que Jimin se asustó y cuando el teléfono tuvo calma notó que tenía 20 llamadas perdidas de distintos números, 78 mensajes de Kakaotalk y otras notificaciones de aplicaciones. Sin embargo el teléfono no volvió a sonar en todo el día.

 

 

Min Yoongi realmente trabajo duro los siguientes tres días para poder compensar el trabajo que creía había perdido ya que el día de ayer encontró entre sus archivos parte del trabajo que creía extraviado, eso le dio ventaja a terminar el resto de la canción que le faltaba la cual ya casi tenia totalmente cubierta y al parecer sus días estaban mejorando un poco pero  ciertamente sin su teléfono distrayéndolo lo ayudó a concentrarse mucho.

 

 

De esa manera sin su teléfono llegó el día de la fecha límite en la cual no tuvo ningún problema con su trabajo por lo cual decidió ir a la cafetería que era de su preferencia y tomar un café mientras comía un postre, eso no sonaba tan mal también estaba reconsiderando el comprar otro teléfono porque indispensablemente lo ocupaba.

 

 

Cuando llegó a la cafetería noto que estaba vacía y no llena como normalmente lo estaba, pero para el mejor ya que de esa manera no habría ruido que lo molestará. Pidió su orden y cuando la recibió fue a sentarse en una mesa junto a al ventanal que daba una bonita vista hacía la calle que era adornada con luces alusivas a la navidad ya próxima.

 

 

De pronto la puerta de la cafetería se abrió pero Min Yoongi no volteó ya que estaba más entretenido viendo lo que sucedía detrás de la ventana.

 

 

-¿En serio? ¿Nadie?- cuestionó Jimin.

 

-Sí, nadie ha preguntado, creo que realmente ya nadie lo reclamara- dijo la joven cajera a Jimin.

 

Jimin había estado yendo todos los días después del trabajo a esa cafetería a preguntarle a la cajera si tal vez ese día el dueño había vuelto y preguntado por su teléfono pero como los otros días su respuesta era una negativa.

 

-Bueno tal vez vuelva mañana, ahhh- suspiró con cansancio.

 

-¿No deseas ordenar algo ya que estas aquí?.

 

-Uhmmm creó que pediré un ice Americano.

 

Pagó para después ir hacia la salida pero justo cuando estaba por tomar la puerta de salida Taehyung le mando un mensaje diciendo que no llegara por el momento al departamento pues estaba en algo importante con alguien ósea todo se resumía a Jungkook. Así que decidió tomar asiento en una de las mesas donde otro cliente estaba y se puso a revisar su Kakaotalk.

 

 

El destino realmente estaba presente en ese momento pero ¿Qué es lo que haría? Todo estaba a solo un paso de ser juntado o separarse totalmente pero al parecer el destino ya había tomado su decisión.

 

Una llamada entró al teléfono que no era propiedad de Jimin lo cual lo asusto ya que no había sonado nunca desde que lo tuvo con él.

 

Yoongi tardo unos segundos en reconocer ese particular tono de llamada pues como no lo iba a reconocer si era una creación suya. De ese modo volteó a todos los lugares de la cafetería y encontro justo a unas dos mesas atrás a un chico rubio el cual sin exagerar era muy hermoso que hasta por unos segundos logro hacer que Yoongi olvidará lo que estaba buscando.

 

Yoongi se paró y se dirigió hasta la mesa de aquél apuesto chico que le había robado su atención pero también se percató que de el provenía el sonido de su celular el cual el chico rubio sostenía.

 

-Ese es mi teléfono- fue lo primero que el de cabello negro pronunció a Jimin cuando se acercó a la mesa.

 

El otro chico se asustó un poco ya que el tono usado fue ligeramente severo además que ese chico de cabello negro ante Jimin parecía intimidante.

 

-Oh, ¿Enserio?, yo realmente he estado buscando al dueño ya que nadie ha vuelto a hablar y yo he venido y preguntado y, y...- balbuceos salieron de la boca de Jimin pero el contrario sólo se quedó fascinado por la voz de ese chico rubio.

 

-Realmente me alegra encontrar el dueño, aquí tiene su teléfono, lamentó no poder haberlo encontrado antes- Jimin se paró y le entregó el teléfono con sus dos manos mientras daba una sonrisa.

 

-No te disculpes- Yoongi realmente no era de muchas palabras así que solo tomo el teléfono y se quedó allí sin saber que más hacer esa situación se estaba tornando incomoda.

 

“pregunta su nombre idiota”  le gritó su mente a Yoongi.

 

-Tu nombre- su tono salió más intimidante de lo que hubiera querido.

 

-Park Jimin- dijo mientras hacía una leve reverencia que Yoongi contestó de igual manera.

 

Jimin estaba realmente atemorizado por ese chico que tenía buen aspecto, era atractivo pero su mente sólo le decía que se fuera de allí antes que se metiera en problemas sin embargo sus pies no se movían pero tenía que hacerlo.

 

-Yo tengo que irme, me alegra haberle devuelto su teléfono.-hizo una reverencia ligera en forma de despedida mientras tomaba sus cosas para salir por la puerta de la cafetería.

 

Yoongi se quedó ahí sin saber cómo detener a ese chico pero cuando su mente reaccionó y corrió fuera del local para seguir al rubio este ya no estaba por ningún lado de la calle.

 

 

-Qué bueno Jimin que hayas encontrado al dueño.-dijo Taehyung mientras servía la cena a Jimin y Jungkook.

 

-¿Y cómo era?- quiso saber Jungkook.

 

-Pues era intimidante, realmente me asustó su forma de hablar.

 

De esa manera término la plática sobre la situación del celular y el dueño ya encontrados.

 

Paso una larga semana en la que todo siguió su transcurso sin ningún cambio en la rutina de Jimin o Yoongi pero lo curioso es que no se llegaron a encontrar más en la cafetería que solían frecuentar.

 

 

-Ya paso una semana Hyung, supera lo- dijo Hoseok a Yoongi.

 

-Es que no puedo, trato pero no puedo sacar de mi mente su rostro y voz- contestó a Hoseok mientras entraban en una tienda de víveres que estaba cerca de la empresa donde trabajaban.

 

- Yoongi Hyung, ¿Vas a querer ramen o sólo tomaras esa asquerosa bebida que sueles tomar?

 

-Esa bebida me gusta no la critiques y si toma dos ramen también lo que quieras yo pago- dijo Yoongi ya que se sentía en deuda con su amigo que siempre lo escuchaba y aguantaba.

 

 

Hoseok se acercó a la caja mientras Yoongi se quedaba un poco atrás mientras le decían cuanto tenía que pagar pero al escuchar esa voz se acercó rápidamente, haciendo a un lado a su amigo.

 

-¿Sería todo?

 

Jimin al ver a el tipo intimidante de nuevo sólo se quedó sin habla tampoco sabía que más hacer o decir estaba muy nervioso.

 

-Si.- respondió Min y pagó lo que le dijo Jimin.

 

-Gracias por comprar vuelva pronto- despidió Jimin sin embargo solo Hoseok salió de la tienda pues Yoongi se quedó allí de nuevo sin saber qué hacer.

 

“tonto habla, pensara que eres raro si solo lo sigues mirando”  la mente de Yoongi sí que lo animaba.

 

-Min Yoongi- fue lo único que dijo.

 

-¿Qué?- preguntó confundido Jimin.

 

-Ese.... Es mi nombre.... Yoongi.

 

Yoongi realmente estaba quedando en vergüenza delante del lindo rubio que sólo lo analizaba pero se relajó cuando escuchó su risa.

 

-Jajajaja yo soy Jimin, bueno ya se lo había dicho.

 

-Si lo recuerdo.- mencionó Yoongi.

 

-¿Vive por aquí?- preguntó Jimin.

 

-Oh, háblame informal, y no yo solo trabajó por aquí- sonrió solo un poco el pelinegro mientras Jimin considero algo lindo esa sonrisa.

 

-Será algo incómodo hablar informal, yo no lo conozco.

 

-¡Salgamos!- imprudentemente salieron las palabras de su boca.

 

Jimin se avergonzó por tan repentina propuesta, no sabía cómo responder además no sabía bien aún quien era ese hombre llamado Yoongi.

 

-Yo, no sé.

 

-No tienes que decir que si, si no quieres tal vez me apresure- dijo nerviosamente Yoongi, para después salir corriendo de la tienda.

 

 

Yoongi después de eso evitó por todos los medios esa tienda o sólo la evitó mientras fuera el turno de trabajo de Jimin. Se estaba comportando como un niño y eso lo estaba molestando.

 

Jimnin sin embargo al ver esa nueva faceta nerviosa y tímida del chico Yoongi intimidante cambió su perspectiva al ver que no era tan intimidante y que si sonreía ligeramente podía ser muy tierno pero desde ese día no lo volvió a ver, sin embargo por alguna razón siempre esperaba verlo por la tienda cada vez que alguien abría la puerta para entrar.

 

Fue hasta dos días después que se volvió a topar con Jimin pero esta vez las cosas fueron diferentes. Yoongi estaba tomando su café tranquilamente mientras revisaba unas pistas de sonido en su teléfono cuando la silla frente a él se movió y justo allí se sentó Jimin eso hace que casi escupa su café.

 

-No molesto, ¿verdad?-pregunto con una sonrisa Jimin. Estaba contento de volver a ver a ese chico.

 

-No claro que no.

 

-Sabes creó que la última vez no me dejaste responder a tu pregunta.

 

-Soy tu Hyung, dime Hyung.-lo interrumpió antes de que siguiera.

 

-Oh, ¿y cómo sabes eso? ¿Qué tal si el hyung aquí soy yo?- cuestionó con una tierna sonrisa que derritió a Yoongi.

 

-Eso es imposible, porque tu rostro luce muy joven- explicó Yoongi casi sonriendo pues Jimin le estaba contagiando su sonrisa.

 

-Yo parezco lucir joven pero soy un adulto.

 

-Tengo 25 años- soltó de repente mientras reía al ver la cara de sorprendido que puso Jimin.

 

-Oh Hyung, enserio si tengo que llamarlo así.

 

-¿Tu cuántos años tienes?

 

-21 Hyung.- Yoongi agradeció que si estuviera entre los parámetros de lo legal pues jimin se veía muy joven.

 

- Yoongi Hyung salgamos otro día- esta vez fue Jimin quien lo invitó.

 

-Si... Salgamos.-contestó con una sonrisa nerviosa.

 

Tal vez el perder ese día el teléfono no fue tan malo ya que ese evento lo llevo a conocer a Jimin el chico más lindo que nunca antes haya visto en su vida y no lo decía por exagerar ya que eventualmente mientras más se fueron conociendo más descubría el bello ser humano que era Jimin el cual lo tenía a sus pies y más que enamorado pues descubrió que besar, abrazar y tocar a Jimin era la cosa más parecida a lo que su mente podría llamar cielo o paraíso. A veces un evento no tan afortunado se puede convertir en el más afortunado como lo fue para Yoongi un chico muy enamorado de Jimin.


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