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La biblioteca por kailu

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Notas del fanfic:

Gracias a Cid por su ayuda, siempre inspirandome a hacer a un Camus tan genial. 

Notas del capitulo:

Saludos. 

Había despertado más tarde de lo normal, el entrenamiento y el cansancio de vigilar constantemente a ese invitado seguramente le habían pasado la cuenta. Se froto los ojos y se puso de pie para ir a asegurarse de que su Templo, y sobre todo su biblioteca siguieran en pie. 

 

 —¿Qué has hecho? —  Camus de Acuario observaba su biblioteca con una expresión tranquila pero su cosmos dejaba claro que la tranquilidad no era algo que estuviera sintiendo en ese momento pues parecía estar conteniendo las ganas de congelar todo a su alrededor. 

 

 — Le di felicidad a esos libros, algunos no había sido tocados en años —  Garuda sonrió observándole, en su mano tenía un libro que seguramente había estado leyendo mientras le esperaba ahí, sobre esa silla de la que siempre se quejaba. 

 

— Tenían una ubicación especifica para ayuda del Patriarca, deben estar en su posición inicial. — Camus le miraba algo desesperado y no se había dado cuenta de que su acento francés volvía a salir a flote, como siempre que el Espectro lograba sacarle de sus casillas. 

 

 — Ese viejo ya solo tiene una ayuda posible: El descanso eterno. — Garuda tomo el libro para continuar con su lectura, no compartía con él su preocupación por el orden especial de los libros. 

 

— … pero, mientras eso no suceda, todo debe estar en su posición inicial… — 

 

— … Pues suerte con eso. —  Garuda había buscado la manera de apoyarse en la mesa para estar un poco más cómodo, cambió la página del libro que leía cuando escuchó de nuevo la voz del francés y ese acento que dejaba claro que de verdad le estaba molestando… 

 

— … Por favor… — 

 

 El espectro sonrió al escucharle y dejo el libro sobre la mesa para mirarle —  ¿Qué me das a cambio de mi ayuda?— Acuario alzó una ceja, al parecer no estaba de acuerdo en que aquello fuera una “ayuda” después de todo el culpable de aquel “desastre” era él, y su deber debería ser reparar aquello que había arruinado… 

 

— Evitar que seas el que ayuda al Patriarca en la próxima lectura estelar… dudo que sea tu panorama para un viernes por la noche. — 

 

 Garuda alzó una ceja y  se encogió de hombros — Suena interesante —sonrió y volvió a sujetar el libro para continuar con su lectura. Acuario permaneció en su sitio un momento pensando en algo mejor que ofrecer a cambio de que el espectro le ayudara a restablecer el orden de su amada biblioteca. 

 

— … En francés… — lo escuchó suspirar — Te leeré en francés un párrafo de tu elección, poema, mito, narración, lo que quieras… — 

 

La sonrisa de Garuda de amplió — trato hecho —  Acuario se acercó a él, finalmente tenía bajo control su cosmos y le pedía que le explicara cómo había movido todo para ayudarle, entre ambos debían terminar más pronto con aquel trabajo.  Aiacos asintió con la cabeza y comenzó a explicarle el orden en el que había ido acomodando algunos libros. Camus asentía y escuchaba con atención, conocía todos sus libros pero cada que quiere llevar un libro a su lugar se topa con que hay más libros ocupando aquel espacio. — Si deseas puedo hacerlo solo — sonrió viendo al Santo que exasperado iba de un lado a otro cargando libros. 

 

— No, parte de esto es mi responsabilidad. — Camus buscaba los libros de acuerdo al orden que recordaba, Aiacos se los pasaba y con sumo cuidado el santo llevaba aquellos viejos pergaminos a sus respectivos lugares.  

 

— Algunos de esos ya deberías tirarlos, Camus. — 

 

—  No puedo, algunos son títulos originales, otros tienen anotaciones de los primeros dueños… — observa los libros que le va entregando el espectro — esté tiene anotaciones del anterior caballero de Piscis, anotaciones medicinales, datos importas… — 

 

 — Nada de eso sirve si el papel se rompe, o si en el peor de los casos nadie en el Santuario, aparte de ti, usa esta biblioteca. — Sonrió mirando al Santo de Athena — podrías tener una colección gigante de porno y nadie se daría cuenta.— 

 

 —  El papel se romperá tarde o temprano, pero no será por descuido. — Aiacos sonrió al escucharle — el paso del tiempo acá es más lento — Camus le veía fijamente para evitar que hiciera alguna broma al respecto — La ubicación de cada estante impide que  se dañen por con el sol, y la temperatura aquí esta regulada por mi cosmos… En este lugar no alcanzamos 16 grados centígrados y no bajamos de 12 — acomodo otro de los textos con cuidado —  Además no espero que el resto venga a leerlos, los que vienen son los pocos en los que confió. 

 

 — Gracias por el cumplido — sonrió y le pasó otro par de tomos — algunos de ellos estoy seguro que no te sirven pero bueno… conservados estarán.  Deberías cambiarle el nombre a museo de Acuario. —

 

 — Cuando muera, mi sucesor sabrá que eliminar. —  el espectro abandono el tema y siguieron acomodando aquellos libros hasta que finalmente todo estuvo en su lugar, y él pudo ir en busca de aquella colección de poemas, buscó en el indice y luego la página donde estaba aquello que daría a leer al Santo. 

 

 Acuario se sacudía el polvo de las manos cuando el libro le fue entregado, le señalo la página y luego de un momento Camus asintió con la cabeza y le pedía que le siguiera, caminaron hasta la sala donde tomaron asiento y el francés volvía a buscar la página con aquel poema que debería leer. — bien… —  Camus alzó la mirada un momento para asegurarse de que el espectro le ponía atención, se acomodo en el sofá y comenzó a leer aquel texto en su idioma natal, sabía que el espectro le entendía por lo que no podría cambiar palabras.  Leyó con calma a pesar de las insinuaciones del contenido. 

 

 

 

 

 

"Cuarto poema secreto a Madelaine" – Guillaume Apollinaire (1880 -1918)

 

 

 

"Mi boca tendrá ardores de averno,

 

mi boca será para ti un infierno de dulzura,

 

los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón,

 

mi boca será crucificada

 

y tu boca será el madero horizontal de la cruz,

 

pero qué boca será el madero vertical de esta cruz.

 

Oh, boca vertical de mi amor,

 

los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas,

 

los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo,

 

tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto,

 

tus ojos entonces se cargarán

 

de todo el amor que se ha reunido

 

en las miradas de toda la humanidad desde que existe.

 

 

 

Aiacos permanecía serio observando su rostro mientras leía aquellas lineas que podía leerle sin problema en su idioma natal, llegó hasta el final del párrafo  pero continuó con su lectura hasta el final de aquel poema, consiente de que era observado y escuchado con mucha atención. 

 

 

 

Amor mío

 

mi boca será un ejército contra ti,

 

un ejército lleno de desatinos,

 

que cambia lo mismo que un mago

 

sabe cambiar sus metamorfosis,

 

pues mi boca se dirige también a tu oído

 

y ante todo mi boca te dirá amor,

 

desde lejos te lo murmura

 

y mil jerarquías angélicas

 

que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan,

 

y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava,

 

 

 

 

 

y me da tu boca Madeleine,

 

tu boca que beso Madeleine".

 

 

 

Garuda permaneció en silencio a pesar de que había notado el que Acuario continuaba con la lectura, lo observo cerrar el libro y dejarlo con cuidado sobre su regazo. —  Creo que vale la pena desordenar algo cuando vengo.  —  

 

 —  Desde tu llegada, solo ha cambiado aquello que has desordenado y nada más … —  

 

 Aiacos sonrió escuchándole — A mi me parece que también tú has tenido que cambiar forzosamente, o no habrías accedido a leer para mi. —  

 

El Santo de Athena lo contemplo en silencio un momento. —  La opción de golpearte hasta que acomodaras todo no era muy efectiva que digamos.  —  

 

Aiacos rió escuchándole y tomo el libro que Acuario mantenía sobre sus piernas — cierto, pero me hubieras podido ofrecer otro tipo de combate cuerpo a cuerpo — le hizo un guiño y abrió el libro para ojearle. 

 

— Te gusta abusar de tu condición de invitado de Athena… —

 

Garuda seguía ojeando aquel libro, apenas y alzó un poco la vista para contestarle — Más me gustaría abusar de otras cosas. — sonrió de lado y volvió su vista al libro. 

 

— Te agradecería que la próxima vez no incluyeras mi biblioteca en tus planes. — 

 

Aiacos asintió con la cabeza y le sonrió — pero puedo incluirte a ti,¿Verdad? — se puso de pie y le despeino el cabello, sujeto su nuca y robo un beso de sus fríos labios antes de apartarse — iré a dejar esto en su lugar antes de que te enojes conmigo. — Acuario lo observo alejarse con el libro en mano, prefirió confiar en que no haría ningún otro desastre en su biblioteca y se quedo ahí… acomodar todos sus libros lo había dejado cansado y sus discusiones con el Espectro siempre lo dejaban pensando cosas extrañas… Toco sus labios con los dedos y se quedo ahí, al menos hasta que tuviera que ir de nuevo a asegurarse de que todo estaba en orden. 

Notas finales:

Gracias 


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