Capitulo 1: Sobre conocer a personas nuevas.
Por quinta vez en este día Katsuki Bakugou había visto pasar a un tipo con cajas entre las manos, en frente de la cafetería Contact. Parecían estar repletas de documentos y objetos personales. Algunas personas lo comentaban mientras le veían también. En su su mente del muchacho, al igual que el resto, ya identificó de quien se trataba. Ese sujeto iba a ser el nuevo vecino del bajo B. Se reía mentalmente del sujeto, conocía al tipo que había vivido con anterioridad en aquel apartamento, el tipo nunca hizo una reforma. Seguramente el nuevo vecino se gastaría mucho dinero en reformas, incluso más de lo que le haya costado el piso. Tomó nota de reírse de él después.
Salió de la cafetería sin pagar, nadie le dijo nada. No es que fuera una mala persona sino que era la "afortunada" persona de poseer una cuenta en la cafetería Contact, en la que haces un único pago al mes. Admitía que era cómodo cuando se le olvidaba la cartera en el piso. Llega al vehículo de donde el nuevo vecino estaba sacando las cosas. ¿Cómo en la vida un coche tan diminuto podía tener tantas cosas en su interior? Katsuki se puso un cigarrillo en la boca mientras esperaba que el dueño del vehículo saliera de nuevo.
Ahí está.
— Perdone, ese es mi coche. —Agita su mano en frente de su cara para evitar que el humo del cigarrillo le llegue del todo.
— Lo he notado. —Katsuki estaba apoyado en la puerta trasera impidiendo que pudiera sacar las cosas del coche.
— Podría apartarse, —¿Quien hoy en días utiliza el usted para hablar con una persona que es de su edad?— por favor —añade al rato.
En la cabeza del rubio surgieron dudas. Dudas del tipo: "¿Qué demonios? ¿Cuantos años tienes? Mejor dicho, ¿De qué año vienes? Tienes un gusto horrible en la moda." Pero su madre le enseñó a ser medianamente educado con los desconocidos y no decir lo mal que visten en público.
— Claro. —se quita de en medio y apaga el cigarrillo aplastándolo contra el suelo. El chico de cabellos verdes vuelve a cargarse con una caja del coche y dirigirte al viejo edificio 19B de la calle Switch.
— ¿Qué demonios? —katsuki se alegró de que el chico nuevo supiera maldecir— ¿Por qué me está siguiendo?
— Te estoy ayudando, ¿no lo ves? —en sus manos llevaba una pequeña caja que podría tener simplemente una lampara por su poco peso—. Tienes un montón de cajas metidas en esa T.A.R.D.I.S.-coche. Y de paso me presento, soy tu vecino de en frente Katsuki Bakugou. Llámame "K"
—No necesito su ayuda. — se gira para tenerlo de cara— creía que en este edificio sólo vivía la señora Recovery.
El edificio 19B de la calle Switch, contaba solo con dos plantas, con dos apartamentos en cada una. En esa calle los edificios no eran tan altos como en el centro de la ciudad. El edificio más alto y nuevo contaba sólo con cinco plantas, fue construido a principios de los años noventa.
—Sí, ella vive en el piso de arriba. No sé para que quiere tanto espacio si parece que pasa todo el tiempo que está en su casa en la sala. Es mayor para saber lo que hace con su vida. Tu nombre.
—¿Vive ella sola? ¿Para que quiere saber mi nombre?
—Tiene una vida más activa de la que aparenta. Me gusta saber el nombre de las personas con las que me podría acostar.
En ese momento el chico de cabellos verdes no supo que responder. Así que siguió su camino a su apartamento ignorando al rubio.
—¿Eso es un no? —Katsuki le siguió.
A las puertas de su apartamento el chico nuevo se cae al tropezarse con una de las cajas de la entrada. Se pone de rodillas para buscar sus gafas, parecía que tenía la vista limitada sin ellas ya que aun estando a su lado las buscaba a tientas para saber donde estaban. Katsuki decidió mirar como proseguía la escena. Quería ver hasta dónde llegaba la torpeza de esa persona. Agarró una cosa del suelo y se la intentó poner a la cara pero resultó ser un separador de libros para estanterías en forma de gafas.
Tenía que hacer algo.
—Aquí tienes, Deku —le dijo mientras le colocaba las gafas no vaya a ser que si se las entregara en su mano se le caigan y se rompan.
—Gracias —se pone en pie y se sacude su ropa, el suelo no estaba precisamente limpio— ¿Deku?
—Significa "bueno para nada" en japonés. Me parece un buen nombre para ti. En los minutos que te he conocido parece que te pegaba bastante bien.
—¿Es japonés?
—¿Qué parte de "Katsuki Bakugou" te pareció occidental?
—Yo... no... me refiero —Deku se puso a tartamudear porque el rubio le puso en evidencia.
—El nombre te viene que ni pintado. —Katsuki le ignoró y miró el estado del piso. Sorprendentemente sólo parecía estar lleno de polvo y tener muebles viejos. A simple vista no había desperfectos. —Bonito piso.
—Gracias, era de mi abuelo. ¿Le conoció? Era el señor que vivía aquí antes.
Y eso puso fin a burlarse de las reformas que tendría que hacer, o no.
—Sí. Un viejo-enano-cascarrabias que nunca hizo una reforma. —soltó sin cortarse un pelo.
—Eso lo describe bastante bien. Al menos el piso no me costó nada y podré hacer reformas a mi gusto. Si hubiera comprado el piso y hecho reformas hubiera sido una risa el dinero que me gastaría. —Deku se rió sólo de su chiste.
Katsuki no estaba seguro si quitaba toda la gracia a burlarse de una persona o la añadía.
—Sí... una gracia. Ja-ja —no sé notó nada que una risa fingida, nada. Era un maestro de la interpretación.
—Ya se puede ir. No necesito su ayuda pero le agradezco el gesto —le empujaba a la salida con una sonrisa en el rostro.
Para sonreír tanto se comportaba como un impertinente. Encima que le ayudaba a traer sus cosas al piso. Bueno, fue una caja pero eso era una caminata menos en su mudanza. El chico rubio se dejó arrastrar hasta la entrada.
—¿Por qué no me dejas quedarme? ¿Es por lo de antes? Podríamos tomarlo como una broma que podría ser una proposición seria más adelante.
—¿Qué? ¡No! Eso no... sabes que...—Deku se puso a farfullar mientras se comenzaba a sonrojar por segundos.
Katsuki descubrió su vergüenza. Le avergonzaba hablar sobre el sexo. Posiblemente antes se sonrojó porque estaban cerca. Claro, todo tenía sentido. Deku parecía la típica persona nerd que nunca tuvo contacto con una persona diferente a la que es él. Seguro que nunca se le acercó alguien como él. Entiéndase guapo, tatuado, con perforaciones en sus orejas, que vestía de una forma genial y con un carácter exótico como decía su madre. No es que se estuviera tirando flores encima sino que por comparación con el otro chico Katsuki lo veía así. ¡Vamos! el chico llevaba puesto una camiseta y pantalones de pana, o al menos parecían de pana. No sabía que esas cosas se seguían fabricando. A lo mejor había mercado para las personas mayores y los hipsters, quien sabe.
Cuando el chico de cabellos verdes acabó de farfullar le cerró la puerta en la cara, o al menos lo intentó porque aun estaba la caja con la que se tropezó en medio. La puerta rebotó y la dejó más abierta que antes.
—Adiós Deku —le había hecho sonreír. Más bien aguantaba la risa. Sin duda un tipo interesante.
Estaba vez el chico cerró la puerta con calma y quitando la caja.
—Adiós Kachan —escuchó desde el otro lado de la puerta. ¿Acaso le había puesto un diminutivo a su nombre? ¿Eso era un apodo?
Se fue riendo por la experiencia que acababa de tener, esto se lo tenía que contar a alguien, menos mal que hoy era día de fiesta con sus amigos.