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La historia de mi vida por punke

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Notas del fanfic:

Hola, ya se que diran me desaparezco por un par de años y regreso con otra historia sin continuar las otras, soy lo peor pero en verdad no tengo la intensión de abandonarlas. Lo prometo.

Mi motivo ahora con esta historia es porque actualmente estoy teniendo muchos cambios en mi vida, estoy realizando mis practicas finales de la carrera y donde estoy me consume tanto que he dejado de lado muchas cosas que me gustaban, como el rolplayer, por ejemplo. No se si todos esten familiarizado con el termino pero a mi entender se trata de la intepretación de un personaje de tu gusto (manga, anime, series, peliculas, comic, etc) con otras personas. 

Cuando inicie en el rol tenia 16 años actualmente tengo 24, en los 8 años que llevo he usado al mismo pobre personaje que es Kakashi entonces ahora si que juntos hemos vivido muchas cosas y conocido a grandes personas; la historia ya esta terminada (porque nadie más se va a quedar esperando(°n°)9) y adaptada a lo que sera mi ultimo rol con él, porque como dije antes, ya es cada vez más dificil para mi poder hacerlo. 
Otro detalle, la historia va a ser un crossover intenso de personajes así que espero no sea tan raro como creo que es pero bueno les comento en el rol, en la epoca que me toco iniciar, te encontrabas de todo.

Creo que no tengo nada mas que agregar, espero les guste.

Notas del capitulo:

Los personajes aqui presentes no me pertenecen mas que a sus respectivos autores y las actitudes de cada personaje fue de cada partner que lo interpreto.

 

¡Gracias por leer!

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Capitulo uno: Kakashi Hatake


 


 


Mi nombre es Kakashi Hatake tengo 34 años, soy policía, trabajo en las Oficinas de investigación Criminal de Japón en la tercera división encargada del control de sustancias y crimen organizado, por igual hago mi participación en el centro de ciencias forenses, pero solo es ocasional y cuando me habla bonito el supervisor del departamento a quien he nombrado y bautizado como “Mi chica”; ya les hablare de ella más adelante.


 


Mi vida actualmente goza de una estabilidad que nunca espere encontrar, mirando hacia atrás por el camino que he recorrido hasta ahora me doy cuenta de cuantas veces me caí, con cuantos baches tropecé, pero más importante me di cuenta de cuantos estuvieron ahí para levantarme o simplemente darme la motivación para que continuara y es a partir de eso la razón por la cual quiero documentar parte de mis vivencias es por el hecho de que temo tanto olvidar a las personas que hicieron o marcaron una diferencia en mi vida, fuera por la razón que fuera, no quiero dejar de recordar momentos que me dieron alegría o tristeza porque eso me hace apreciar mi presente (lo cual hago), y aun con nostalgia agradecer a la vida por haberme cruzado con ellos en el camino; solo por algunos.


 


Sin querer ser tan extremo al hablar de mi vida seré lo más breve que pueda: nací en Sendai, capital de la prefectura de Miyagi el 15 de septiembre del 85. Mi padre Sakumo Hatake provenía de una familia de abogados con gran prestigio en Tokio y mi madre Mei Xue ascendía de inmigrantes chinos que al llegar a Japón se metieron al negocio de bares de Shibuya, razón por la cual la familia Hatake se negó a reconocer el matrimonio de mis padres; no es que mi madre haya sido parte de ese negocio ella se dedicó a estudiar, se recibió en la universidad de Tokio en la carrera de lengua y cultura. Por parte de mi padre el continuo con la tradición de ser abogado y trabajo en sus primeros años en el buffet de la familia Hatake pero como ya he mencionado al ver que ellos no apoyaban su matrimonio busco suerte en otra empresa de nombre Konohagakure; que se dedicaba a dar apoyo legal y social a las personas mayores, niños, familias de bajos recursos y migrantes, a pesar de que iba recomendado por uno de los hijos del fundador de la empresa el apellido Hatake tuvo más peso y no tuvo problemas en ser aceptado.


 


Con mi padre trabajando toda la semana, la mayor parte del día, recuerdo el estar; en mis primeros años; siempre al lado de mi madre, ella había dejado de trabajar dos años después de tenerme porque se le detectó una enfermedad degenerativa que termino con ella cuando solo tenía 28 años, para entonces yo tenía 6 años, la perdida de mi madre fue un golpe muy duro para Sakumo ya que lo sumergió en una profunda depresión de la cual nunca pudo librarse hasta que se suicidó 7 años después. Pero antes de morir, en su testamento dejo estipulado que a falta de él mi custodia seria dada a su discípulo y gran amigo, Minato Namikaze, quien se convertiría en mi tutor legal junto con su esposa Kushina Uzumaki, ambos eran abogados del buffet de la empresa donde trabajo mi padre y dado que estaban especializados en casos infantiles no hubo forma de que la custodia no fuera respetada por la familia Hatake. Para ese momento yo contaba con 13 años. Minato y Kushina son de las personas más generosas que he conocido y siempre estaré agradecido con ellos por haberme querido incluir en su pequeña familia ya que cuando llegue a ella ya tenían a un pequeño niño llamado Naruto, quien sin quererlo se convirtió en mi pequeño hermano.


 


Quisiera hablar más de mi niñez y adolescencia, pero no hay mucho que contar la perdida de mis padres tal vez si me hizo un poco retraído del mundo, más aun cuando fui yo quien encontró a Sakumo muerto (tuvo una sobredosis de píldoras para dormir, nada dramático), pero Kushina y Minato lograron que no fuera tan un bicho raro al meterme a diversas disciplinas para que supiera relacionarme, como clases de piano donde también el profesor me prestaba la guitarra para aprender a tocarla y si él hacía algún cover de las canciones de Louis Armstrong yo era quien tocaba la trompeta. Por la escuela secundaria también me motivaron a meterme a una disciplina y elegí el Judo, no es por presumir, pero era bastante bueno tanto que llegué a ir a torneos y en los tres años de preparatoria los hice campeones.


 


El único problema con el que tal vez hice sufrir un poco a Kushina-amate-del-ramen es que yo era muy estricto sobre los alimentos que me gustaba comer y cuáles no,  ya que de niño al ver que mi madre siempre estaba bajo estrictas dietas debido a su enfermedad, el que yo comiera algo que ella no, a pesar de que ella no me lo prohibiera hizo que me reusara a comer cualquier golosina o comida “basura” por el simple hecho de no querer que mi madre se sintiera mal o así lo veía, y cuando ella murió, me forcé a odiar aún más esas comidas, se podría decir que tenía miedo de que si no comía como era debido también me enfermaría y aun ahora que entiendo más de lo que es el lupus sigo sin ser fan de la comida basura.


 


En marzo del 2003 que termine la preparatoria y fui aceptado en la carrera de Criminología en la universidad de Tokio, fue Minato quien me llevo personalmente a las instalaciones, se quiso encargar de arreglar mi estadía encontrándome un lugar en los dormitorios para evitar que tuviera que rentar un departamento e incluso justo antes de partir me volvió a preguntar si estaba seguro con clara preocupación que supongo tendría cualquier padre al dejar a su hijo en un lugar lejano, o eso quiero pensar que habría sentido Sakumo... pero no apostaría a ello.


 


Realmente creo que mi padre no tenía ese instinto paternal, no dudo que me haya amado pero por lo que he comentado de los motivos de su muerte sé que no me amo más de lo que amaba a mi madre y está bien, hace tiempo que supere eso, es solo que actualmente veo a mis propios hijos y si amo a mi esposo, es el amor de mi vida pero si él me faltara yo no tendría el corazón para dejar a mis niños y también sé que él no me lo perdonaría… pero en fin, sigamos.


 


El punto principal para resaltar también es que Kushina y Minato hicieron un gran trabajo conmigo, me cuidaron, lograron hacerme sentir amado, me enseñaron a ser independiente, a ser cuidadoso, un buen ciudadano siguiendo las reglas y normas estrictas de Japón que Sakumo ni mi madre pudieron enseñarme. Cuando me vi solo ya en el campus de la universidad conociendo lo que parecía un mundo nuevo para mi me di cuenta de que mis tutores nunca se habían preocupado por hablarme o enseñarme de que hacer ante aquella cosquilla que le da a uno por relacionarse con alguien que le parece atractivo.


 


Obviamente fui a la escuela y sabía que era el sexo, pero lo que no entendía era la razón del porque encontraba más atractivo el cuerpo de mi compañero de cuarto al de cualquier chica de la universidad, y hay que decir que mi compañero no era ninguna hermosura. Todo lo que no había experimentado en mis años de adolescente lo comencé a desarrollar en la universidad, y nunca lo lograre entender, aunque supongo que inconscientemente al vivir con los Namikaze me programe para causarles el menor de los problemas. Incluso cuando en la escuela las chicas me dejaban presentes el 14 de febrero trataba de esconderlos antes de que Kushina me viera, ya que sus burlas y chistes sobre a qué chica le correspondería me incomodaban hasta el punto de avergonzarme; Naruto era el único que salía ganando de ello ya que se encargaba de comerse algún que otro chocolate o galleta.


 


Entonces en universidad cuando empecé a comprender más lo que sucedía y era consciente de cómo era visto por los demás fue que aquel ser malvado que había mantenido encerrado en lo más profundo de mi cabeza salió; la libertad de la que gozaba entonces no hizo que fallara en la escuela, se podría decir que seguía siendo de los mejores estudiantes solo me afecto en que me lleno de ego hasta el punto de volverme insolente.


 


Mi primera experiencia sexual que tuve fue con mi compañero de dormitorio Obito Uchiha, un chico de mi edad que empezaba por igual la carrera, he olvidado como y en qué momento surgió lo nuestro, pero como ya dije todo fue por la curiosidad que sentía cuando lo veía desnudo, no tengo mucho que decir de él más que me era desesperante pero fue por el que conocí al primer sujeto por el cual si sentí una verdadera atracción.


 


Madara Uchiha; si, familiar de Obito, recuerdo que era su primo y aunque era maestro en la universidad no pasaba de los 27 años, enseñaba la materia de “policiología” a los de primer semestre y fue por Obito que lo trate más allá de las clases ya que era un hombre un poco difícil cuando se trataba de su trabajo, había algo en el que me gustaba y él lo noto, así que no podía evitar caer en sus coqueteos cuando me lo encontraba en el campus fuera del horario escolar, me parecía un hombre bastante interesante y atractivo o igual yo solo era un mocoso y me deje deslumbrar, pero tampoco llegue a mencionarle nada de mi aparente relación con su primo, que no había nada definido, solo solía meterme a la cama de Obito o él a la mía cuando nos sentíamos aburridos en las noches.


 


Pero eso se acabó después de un evento escolar que se realizó en el gimnasio, Madara me pidió que me quedara ayudarlo a limpiar y eso hicimos pero también me invito a beber, yo era más que un novato en ello pero también era orgulloso e idiota que no quería quedar como un niño inexperto frente al hombre que me interesaba, así que estando en el comedor de la cocina de los profesores donde nos fuimos a meter para beber y hablar, reímos, bromeamos, bebimos más, tanto que al final no sé de qué forma empezó pero si sé que termine involucrándome sexualmente con él, fue algo así como mi primera vez ya que a pesar de que con Obito empecé nunca me había tocado ser quien recibiera, aunque pareciera que el abuso de mí no fue así, yo si quise que se diera aunque no fuera la mejor de las condiciones.


 


Al día siguiente y próximas semanas, no esperaba que Madara cambiara su actitud hacia mí pero tampoco que me ignorara, cuando lo enfrente solo me reclamo del porque había dejado que pasara lo de esa noche si yo salía con su primo, hasta ahora ignoro del cómo se enteró Obito pero nunca volvió a hablarme y poco después de iniciar el segundo semestre se fue de la universidad y como no queriendo yo volví a Madara aunque no era de siempre el tener sexo si solíamos salir y fue así hasta que tomo un posgrado de un año en el extranjero.


 


En mi segundo año en la academia me hice amigo de otro Uchiha, Itachi este llego a ocupar el lugar de Obito en mi habitación, nada sexual con él…no al inicio al menos, Itachi estudiaba el primer año de psicología y se convirtió en mi compañero también de salidas nocturnas los fines de semana.


 


En esas salidas conocimos a un par de chicos que estaban en último año de la carrera de criminología Deidara e Hidan, quienes se nos unían en fiestas o reuniones, así también como un subordinado mío, llamado Gaara. Por ese tiempo también tuve un noviazgo con un chico llamado Ren Ichimoku, conocerlo fue casi casualidad porque si no mal recuerdo fue en una tarde en la que salí de los dormitorios para ir a comprar artículos de limpieza personal y en el centro comercial lo vi teniendo dificultades para llevar sus bolsas, así que le ayudé a llevarlas hasta su departamento que no quedaba tan lejos de donde lo había encontrado. Para entonces era el 2004 y los celulares empezaban a ser tendencia, así que nos compartimos el número, correo electrónico y así nos manteníamos en contacto ya que él estudiaba leyes y era difícil que estuviera libre pero bien podía irme a quedar a su departamento e ir a la universidad al siguiente día sin problema, en si nuestra relación fue muy de chicos adolescentes debido a que éramos “muy tiernos” y lo que me gustaba de él era tal vez su delicadeza al tratarme, me parecía alguien frágil a quien debía de cuidar y no sé cómo suene esto pero me recordaba un poco a mi madre.


 


Acá hay algo que quiero decir porque creo que no lo he comentado pero mi madre era una bella mujer de la que puedo resaltar dos cosas que me gustaban y no solo a mí, sino que también a mi padre, una era su cabello negro, este lo llevaba desde que la recuerdo por debajo de la cintura y era extremadamente lacio; la segunda, era un bonito lunar bajo el ojo derecho que solo hacían resaltar más sus ojos color jade. En la repartición de genes que se me heredo mi padre gano conmigo por obvias razones, pero si tengo algo que me recuerda a mi madre es el lunar que herede no tal cual, en el mismo sitio, pero creo que acentúa mi belleza, así como lo hacía con ella el suyo.


 


Si, me desvíe un poco, pero era solo para explicar que en ese tiempo tuve cierta inclinación por los de cabello negro, inconscientemente, y no es que tuviera el complejo de Edipo, es solo que cuando pensaba en un rasgo que debería tener alguien para gustarme se me venía a la mente el cabello negro y viendo que prácticamente me metí con todo el clan Uchiha, parece que si era algo que me gustaba. Ren que por cierto tenía el cabello negro y ojos verdes podría decirles que muchas veces me pase de sobreprotector con él y aunque nuestra relación de 8 meses no termino por el fantasma de mi madre fue porque tuvo la oportunidad de irse de intercambio a España y la distancia no siempre es buena si el sentimiento no es del todo sincero. No sufrí por él, tranquilos.


 


Algunos meses después de terminar con Ren, volví a mi costumbre de salir de noche con Itachi, los superiores ya se habían graduado y a veces nos acompañaban, pero en si solo éramos el Uchiha y yo, prácticamente solo íbamos a bares a conocer personas, tal vez acostarnos con alguien y si no solo nos embriagábamos. A mediados del tercer año de carrera Madara había regresado, aunque no estaba dando clases si estaba presente como para dar tutorías de ciertas materias, retomamos lo que habíamos dejado y todo parecía indicar que nosotros podríamos tener algo serio así que fui disminuyendo mis salidas nocturnas con Itachi reduciéndolas a solo ir a beber con él.


 


En una de aquellas salidas que Itachi realizaba solo con Deidara donde ya no los acompañaba porque yo pasaba la noche con Madara, me comento haber conocido a un sujeto, Dante Sparda era su nombre y digo “era” esperando que ya esté muerto porque aún hoy sigue encabezando mi lista negra de seres desagradables. A Dante lo había conocido tiempo atrás en un bar, incluso intentamos llegar a más, pero ninguno quiso ceder el puesto de pasivo, así que no y no es por eso que lo odie (ya se darán cuenta después del verdadero porque). El caso aquí es que Itachi se creyó los cuentos de fantasía que le echaba Dante de sentirse atraído por él y no sé qué más ridiculeces le dijo para llevárselo a la cama cuanto quiso, todo habría seguido así hasta que el muy idiota le confeso que su novio, o sea el oficial, se mudaría a la cuidad y que lo de ellos no podía seguir, dejando así a un herido Itachi que lo primero que hizo fue contarme sobre lo sucedido pidiéndome que hiciera algo porque digamos que “se la debía” ya que antes le había frustrado su relación, nada sana por cierto, con Sasuke del que tuve que demostrarle que hasta la tabla del 1 se ofende ante la facilidad de su hermano. Entonces le prometí que haría algo, lo mejor que se me ocurrió fue decirle que me haría cargo de la pareja de Dante, tenía la errónea idea de que cualquiera que se metiera con ese payaso seguramente sería igual a él, así que con solo hablarle bonito al tipo y por ser yo, obvio, esa persona cedería.


 


Por Zeus, que imbécil era. 


 


Continuara…


 

Notas finales:

Gracias por llegar hasta el final, espero les haya gustado, aqui pondre algunas referencias de los personajes en caso de que no les parezcan conocidos.

Mei Xue: Es el nombre inventado de la madre de Kakashi en mi actual rol.

Kakashi, Sakumo, Itachi, Madara, Obito, Sasuke...Creo que si han de conocer a los personajes de Naruto .n.

Ren Ichimoku: Personaje del anime de "Jigoku Shoujo"

Dante y Nero: Personajes de la saga del videojuego "Devil May Cry".

Policiología: Puede ser definida como la ciencia que estudia los fundamentos, el arte, los medios policiales y las funciones que desempeña la Policía, como órgano del Estado.

Bien sin más que agregar, pasen un gran día, hasta el proximo capitulo.


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