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El caso de Alois Trancy por moyashi-2013

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Notas del fanfic:

ok ok ok, es la primera ves que escribo sobre este anime, espero no cometer tantos errores con los personajes, espero que les guste.

Como cada 2 años la mansión Phantomhive se llena de colores alegres, comida elegantemente preparada, música romántica e invitados importantes para la reyna y Ciel como el cabecilla de la família tubo que hacer de anfitrión tal y como en el pasado lo fueron sus padres, todo parecía normal más sin embargo la razón principal fue el nuevo caso que la Reyna le encomendó.

Resulta qué hace aproximadamente un mes el conde Trancy falleció por razones aún desconocidas dejando como único heredero a su hijo adoptivo al cuál nunca había visto pero los comentaristas aseguraban qué era sumamente bello, hasta ahi todo normal, un viejo conde murio y dejo al mando a su hijo pero más tarde el hermano del conde fallecido Arnold Trancy pidió a la Reyna una investigación profunda sobre él fallecimiento de su hermano ya que según sus palabras el antiguo conde gozaba de buena salud y no había un motivó aparentemente valido para dejar de cabecilla a un simple hijo adoptivo en lugar de a su hermano, Ciel acepto el caso porqué la reyna comento en un escrito que el señor Arnold Trancy aseguraba que existe una gran posibilidad de que el actual conde fuese quién asesino a su hermano.

_ Recuerda Sebastián, si vez al tal actual conde Trancy me informas en seguida y lo invitas a tomar el te conmigo algún día, asi podremos investigarlo mejor_ Susurró un chiquillo de aproximadamente 13 años vestido con un elegante traje a medida negro con detalles plateados en el los bordes y botones, el pantalón era de un largo completo pero su chaqueta parecia mas una elegante gabardina entallada que juegaba muy bien con la bien planchada camisa azul índigo que era adornada con un lazo blanco y unos zapatos negros para terminar su conjunto.

-Yes my Lord-  Sebastián vestía su típico esmoquin negro debidamente planchado mientras hacia una reverencia a su pequeño amo. Según algunas personas que lo conocen aseguran que es una persona preciosa pero no eapecifican ningun rasgo en particular Agrego dandole una rápida mirada a los invitados ya que aunque todos lucían elegantes ninguno sobresalía del resto por su belleza eran simples mortales bien vestidos.

-chc lo se, pero tenemos qué esforzarnos ni siquiera nos dijeron su edad solo que era muy joven pero eso no nos dice mucho-  Se quejo pero decidió integrarse a la fiesta para ver mejor a las personas.

Camino tranquilamente divisando a su prometida la cual vestía un llamativo vestido amarillo y un tocado del mismo color, no le tomo importancia y siguio caminando hasta chocar con alguien a quién por accidente derribó al suelo.

Se apresuro a disculparse pero se petrifico al observar a quien había tirado, un niño aproximadamente de su edad, con un cabello rubio demasiado sedoso, unos enigmáticos y grandes ojos azules que lo dejaron sin aliento, su figura era pequeña y esbelta, no tanto como el pero si poseía unas sensuales piernas largas y lechosas, se sonrojo al observar bien su vestimenta ya que en la parte superior portaba una bella camisa blanca conjuntada con un sofisticada chaqueta blanca con detalles plateados y un gran moño rojo pero en la parte de abajo solo traía unos ajustados y corticimos shorts blancos que dejaban al descubierto sus suaves muslos ya que también poseía unas largas calcetas blancas y botas grises para terminar el conjunto, parecía un angelito ahí tirado y sonrojado con esa expresión que dejaría sin aliento a cualquiera.

-Señorito, esta bien?- Ciel volvió en sí cuándo un hombre tan alto y elegante cómo el mismo Sebastián pero con gafas se apresuraba a levantar al niño ganándose varias miradas por parte de los invitados que solo veian al joven rubio o mejor dicho sus desnudos muslos inluyendolo a él.

_ Mmm_ El joven ojiazul dio un lijero gemido de dolor ganándose aún más miradas expectantes incluyendo a Sebastián, el Bisconde, Elisabeth entre otros, el más joven no pudo evitar enojarse cuando se percató de que no eran solo miradas expectantes sino que esos ojos estaban desnudando al nuño rubio que no se daba cuenta debido a su incomodidad fue ahí cuando noto una tenue mancha carmesí en la bota derecha del chiquillo sintiéndose culpable por lastimatlo. -Me duele- Ciel estaba por intervenir pero el hombre de lentes se apresuró a cargarle estilo nupcial saliendo de su campo de visión.

Enseguida se escucharon múltiples murmullos sobre la angelical imagen del niño rubio pero no les tomo relevancia y fue en busca de aquél joven ya que si sus sospechas eran ciertas se trataba del nuevo conde Trancy pues hasta ahora era por mucho el invitado mas lindo de toda la fiesta.

Al final del largo pasillo pudo ver al sospechoso sobre uno de los rojos sillones resaltando aun mas por el contraste de colores, con su pierna herida y ahora desnuda siendo atendida por el que sospechaba era su mayordomo personal.

-Buenas noches, soy el anfitrión e esta fiesta, el conde Ciel Phantomhive lamentó tu accidente-  Se presentó él menor con una tos fingida ya que los veía muy concentrados en su propia charla.

-mmm- El chico de blanco elevó su mirada con algo de desinterés y fastidio por aquel que osaba interrumpir su charla con Claude. -No hay problema conde... Los accidentes ocurren-  Y aunque mientras decía la frase tenía una magnífica sonrisa en su rostro no pudo evitar sentir escalofríos por el tono usado.

-Aún asi me gustaría compensarlo_  Se acercó aun mas viendo con detenimiento aquélla sensual pierna blanca, lechosa y besable sonrojandose con sus pensamientos.

Alois noto la mirada que él mas chico le dirigio lo cual lo enfureció pero no lo externo, ya muchas veces había sentido aquella repugnante mirada hacia su ser ocasionando no mas que enfadó y náuseas.

-Insisto no fue nada-  Volvio a mostrar su blanca y perfecta sonrisa para que aquel intruso se fuera, la unica razón por la cual había asistido al dichoso baile es porqué según au mayordomo ahí se encontraba Sebastián y su contratista del cual aun no conoce el nombre pero ansiaba poder ver para poder llevar a cavo su venganza.

-Mi majestad, si me permite iré en busca de un vendaje para su pierna-  El mayor de los tres interrumpió con propiedad y elegancia, queria ver a Sebastián pero por el momento el travieso Alois era su prioridad, si llegaba a la mancion con Alois en ese estado de seguro recibiría una reprimenda de Hanna y los trillizos no pasarían de fastidoarlo. Por lo que opto por buscar el vendaje en los sanitarios retirándose con una leve relvencia.

Una ves solos Ciel se sento junto al rubio aspirando sonoramente su sedoso cabello llenando sua fosas nasales con un delicioso aroma a jazmín y vainilla y llenando a Alois de asco y un mal sabor en la boca recordando quién hacía justo eso antes de violentar su cuerpo.

-Lo noto tenso conde...-   Dejo las palabras en el aire dando a entender qie aun no se habian presentado.

-Trancy, mi nombre es Alois Trancy susurro alejándose un poco del chico del parche maldiciendo a Claude por abandonarlo con un acosador en pptencia.

-oh! Ya me lo imaginaba-  hizo una pequeña inclinación como todo buen caballero extendiedo su mano. -Eh escuchado mucho de usted es aun más joven y hermoso de lo que decían-  Le regalo una de sua afamadas sonrisas de esas que nunca fallan cuando quoere manipular a alguien y para agregarle un Plus le beso el dorso de la mano con galanteria, un arma infalible ya antes usada para sabar información y otras cosas...

El mayor de los dos lo miro reprobatoriamente, esa sonrisa era falsa y valla que el sabía de sonrisas falsas cuándo su asqueroso padrastro vivía tenía que poner la misma tonta sonrisa que el conde Ciel ponía justo ahora.

-Gracias por sus alabanzas, significa mucho viniendo del famoso y prestigioso perro guardian de la Reyna-  Sonrio calidamente o almenoa eso intento. No soportaba esa actitud tan hipocrita, phantomhive no fue el único en informarce sobre los invitados, Hanna personalmente le había dado una pequeña introducción de las personas mas destacadas que asistirían al dichoso evento, resaltando obviamente el Perro Guardián aunque si le sorprendía que fuese tan joven se veía aun mas chico que el mismo. Pero no toleraba que fingiera con tal magnitud, su sirvienta informo que el chico era conocido por su actitud fría, distante, calculadora y por su increíble inteligencia e intuición sin duda una persona de la cual cuidarse pero no temer.

-Con que entonces ya me conocía eso es aun mejor, no cree? Digo es mejor que los jovenes condes nos mantengamos unidos en este mundo lleno de condes mayores-

-Supongo que tiene razón, si le soy sincero es mucho mas joven de lo que crei, espero no se ofenda-

-No me ofende pero por favor tuteeme... Después de todo tenemos la misma edad-   Fue ahi cuando Ciel haciendo uso de sus viejos trucos de seducción y unos cuantos mas que aprendió de Sebastián y el Vizconde empezo a acariciar sugerentemente la pierna expuesta de Trancy llegando casi al borde de sus pequeños pantalones.  - No es muy comun ver a un varón con un pantalón corto pero no creo que a nadie le moleste... Sino todo lo contrario-  Se acerco un poco más quedando arrodillado frente al muslo blanquecino ya tocando el short con una sonrisa coqueta intentando persuadir al joven de bellos ojos azules.

El rubio suspiro e intentó sonar amable pues sabia que si el tonto y famoso Perro Guardian se le habia acercando no era solo por su apariencia como le intentaba hacer creer sino porqué su tío Arnold estaba metido en esto. _ Joven Ciel no sabia que usted fuera tan atrevido_ Sostuvo la mano del mas chico con la suya obligándole a acercar aún más sus cuerpos y por ende sus rostros mirándose fijamente el uno al otro. -De dónde yo vengo tocar a alguien de ese modo sin su consentimiento es una falta de respeto-  A propósito desvío sus ojos azules hacía los temblorosoa labios del azabache, le enseñaria a no jugar con fuego al cachorro o saldría quemado... Tal como el mismo.

El menor intento guardar compostura teniendo presente la imagen de su galante mayordomo,  Perdón pero es que usted es muy tentador -  Ambos adolescentes enrojecieron brutalmente y Ciel maldijo en 3 idiomas distintos a Sebastián, eso sono demasiado comprometendor.

-mm yo, me tengo que ir -  Intentó levantarce olvidándose por completo de su tobillo por la vergüenza qué sentia y la intimidante situacion en la que se encontraban, ni Hanna ni ningun reporte o diario nacional habían mencionado jamás lo pervertido aue era la cabecilla phantomhive.

 Y él ya no quería saber nada de individuos pervertidos quizo seguirle la corriente para asustarlo pero no se esperaba tal declaración haciendo recordar a cierto pedófilo que tanto odio le ocasionó.

Tan apresurado eataba que olvido su tobillo ocasionando que se cayera pero justo antes de tocar el suelo sintió unas pequeñas manos alrededor de su pequeña figura acariciando sutilmente.

-Debería tener cuidado conde, no queremos tener mas accidentes esta noche-   Ciel aún convencido de qué era la via correcta para la extracción de información y olvidando su vergüenza se sento en el amplió sillon con Alois en sus piernas al cual aun sujetaba de aquélla cintura que enviaria hasta la propia Lyzzi. -Creo que es mejor que descanse un poco- Esta vez intentó subir de nivel tocando la entre pierna del contrario pues aunque no le gustará presumir sabía que apesar de su edad era un chico bastante galante, no por nada Elisabeth o cualquier otra niña se derretian cuando les aonreia, algunos principes ya se le habian insinuado con anterioridad incluyendo al vizconde y el propio Sebastián en más de una ocacion le recordo lo sexy que era, y aunque nunca le gustará recurrir a esa arma admitía que esta ves se sentia inspirado.

Lo que nadie jamás le dijo al joven conde es que una cosa ea un sensual coqueteo y otra acoso sexual y Alois ya bastante familiarizado con lo segundo hizo aun lado su farsa angelical y sumisa y con todas sus fuerzas le propinó al Pero Guardian la única bofetada recibida en su vida sacándole algo de saliba y sangre en el acto.

El menor lo miro rencoroso aun sin soltarlo visiblemente herido de orgullo -Para ser tan joven eres demasiado invasivo-  Ciel no cambió su semblante nadie nunca habia osado rechazarlo y menos de una manera tan violenta

Estaba por contestar cuando inoportunamente llego Claudo con las famosas vendas visiblemente enojado.
-Disculpen la interrupción, pero tengo una herida que curar- Una ves mas tomo en brazos a Alois y si no fuera por la intervención de una cuarta persona ya estaría bien lejos de esa incómoda situación.

-Yo te puedo ayudar con eso Claudo-  Sebastián entró elegantemente con un pequeño botiquín de primeros auxilios destensando solo un poco el lugar.

-Creo poder encargarme de esto yo solo Sebastián pero gracias por tu preocupación-  Hace tiempo que no veía al demonio Cuervo y aunque no le disgustara reencontrarce su priorodad seguia siendo Alois el cual se veia realmente tenso... Y eso solo ocurria cuando alguien se sobrepasaba en sus coqueteos cosa que solo logro enojarlo aún mas.

Ustedes dos se conocen? Preguntó Ciel bastante extrañado de que esos dos se hablarán tan casualmente lo cual sería una gran ventaja para investigar el caso de Alois.


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