Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡De vacaciones! por Big Rabbit

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen a mí sino a su autora. 

Notas del capitulo:

¡Hola! 

El primer capítulo fue originalmente un OS llamado "Día de playa", una comedia romántica protagonizada, cómo no, por los nostálgicos. Se me ocurrió publicarla en Wattpad y en FanFiction, y esta última página personalmente no me gusta. Así que hoy se me ocurrió entrar ahí, en FF, dispuesta a borrarlo... y me encuentro con que unas pocas personitas lo habían agregado a sus favoritos. 

Por lo tanto, hoy publicaré este primer capítulo, y el segundo ;) 

Un sábado de verano, aproximadamente las ocho de la mañana. En el apartamento 1202 de cierto edificio se encontraba un castaño durmiendo profundamente, agotado después de una larga y dura semana de trabajo. ¿Hemos dicho profundamente? Pues no duraría mucho.

 

Alguien estaba llamando insistentemente a su puerta, pero ese chico castaño, de nombre Onodera Ritsu, decidió ignorarlo.

 

Ya se cansará, sea quien sea. A estas horas y en sábado, yo no me levanto por nadie...

 

Escondió la cabeza debajo de la almohada en un intento de volver a dormir. Ya lo estaba consiguiendo, cuando ¡pum! Empieza a sonar su teléfono móvil. Ritsu no mira ni quién es, se siente demasiado cansado como para levantarse a apagarlo, así que simplemente lo deja sonar. Pero el estridente y molesto sonido no para, no para... y Ritsu se pone de mal humor.

 

¿Quién diablos será a estas horas? A ver si es algo importante...

 

-¿Diga?

 

-¡Abre de una buena vez! ¡Llevo un cuarto de hora llamando a la puerta y otros 10 minutos más llamándote por teléfono!

 

Takano-san...

 

En efecto, no podía ser otro. Su jefe, vecino y ¿Amante? A saber qué quería ahora.

 

No tengo más remedio que abrirle. Si no lo hago, es capaz de mandar una patrulla a mi casa...

 

Así que Ritsu se dirigió a la puerta, arrastrando los pies y con una impresionante cara de sueño.

 

-¿Qué quieres? -Preguntó de manera hostil.

 

-¿No me invitas a pasar? He traído desayuno. Venga, arréglate y come algo, nos vamos.

 

-¿A dónde? -Ritsu aún estaba procesando esas palabras.

 

-A la playa.

 

-¿Y por qué?

 

-Porque yo lo digo. -Será idiota...

 

-Lo siento, tengo planes... -Ritsu ya le iba a cerrar la puerta en las narices, pero Takano se había adelantado y había puesto un pie dentro para evitarlo.

 

Así que ahora se encontraban Onodera y Takano dentro del coche de este último, en dirección a la playa.

 

-Oye, y ¿por qué salimos tan pronto?

 

-Es fácil. Primero, porque quiero aparcar gratis. Segundo, porque si vamos demasiado tarde la playa se llenará de gente y no tendremos sitio para dejar nuestras toallas. Y tercero, porque me da la gana.

 

Con este tipo no se puede hablar, pensó Ritsu girándose a mirar por la ventana durante el resto del trayecto.

 

Llegaron a la playa, tuvieron suerte pues encontraron dónde aparcar fácilmente y pudieron dejar sus toallas y demás trastos bastante cerca del mar.

 

El resto de la mañana no estuvo tan mal, la pasaron bañándose y construyendo un gran castillo de arena como si fueran niños. Cuando llegó la hora de comer, fueron a uno de los restaurantes que había por la zona, estaban tranquilos hablando de cosas sin importancia, pero se sentían felices de estar en su mutua compañía.

 

Al terminar, dieron un pequeño paseo hasta volver a la playa, donde se tumbaron ambos a tomar el sol y a descansar un rato. Tan bien se sentían, que se quedaron dormidos...

 

...............................................................................................................

 

-Onodera, despierta. Hay que regresar a casa, ya casi son las ocho de la tarde...

 

-¿Eh...? Takano-san... ¿¡En serio he dormido tanto!? ¿Por qué no me despertaste antes? -Takano ya estaba vestido y arreglado para irse.

 

-No me he despertado hace tanto tiempo... además, me gusta verte dormir.

 

Ritsu se sonrojó y finalizó bruscamente la conversación.

 

La vuelta a casa fue corta. Cuando llegaron a sus respectivos apartamentos, Ritsu ya estaba sacando las llaves de su casa, cuando fue conducido súbitamente al piso de al lado.

 

-Vamos a la bañera. He visto que tienes unas leves quemaduras en los hombros, y esto hay que tratarlo. Conociéndote, no te habrás dado ni cuenta.

 

Ritsu se sentía tan cansado que obedeció sin rechistar. Además, en el fondo quería disfrutar unas horas más de la compañía de Takano.

 

En la bañera sólo hubo simples tocamientos. Ambos se sentían demasiado cansados como para hacer el amor, así que se limitaron a enjabonarse mutuamente y poco más. Takano fue el primero en salir de la bañera, ahí Ritsu se dio cuenta de algo.

 

-¡Takano-san! ¿Tú te has mirado al espejo? -Lo hizo, y descubrió unas grandes quemaduras que ocupaban toda su espalda, y parte de sus brazos y piernas. Era de esperarse, Takano tenía la piel más pálida que Ritsu, por lo que era más propenso a quemarse.

 

-No me di cuenta... Pero ahora que lo dices, empiezo a sentirme mal...

 

-Descansa, Takano. Voy a hacer la cena, ¿quieres algo? ¿una pastilla para el dolor? -Sí Ritsu, eres toda una buena esposa.

 

La cena estaba lista. Ritsu la puso en una bandeja y se dirigió a la habitación. Takano estaba tendido boca abajo en la cama y seguramente no podía moverse. Con dificultad, se sentó en la cama y comió algo.

 

-Lo siento, no tengo mucha hambre... Además esta noche no podré satisfacerte, así que puedes irte si quieres.

 

-Eso no importa. Para mí, es suficiente tu compañía...

 

-¿En serio? - A Takano le brillaban los ojos. Ritsu se dio cuenta de lo que había dicho. Pero no podía echarse atrás.

 

-Sí...

 

-Entonces, ¿te puedo pedir un favor? -Takano quiso aprovechar que tenía a Ritsu tan atento y cooperativo.

 

-Adelante, lo que quieras.

 

-¿Me puedes dar crema en la espalda? -Ritsu enrojeció, pero no se echó atrás.

 

-Claro... voy a buscar el after-sun.

 

Ritsu volvió con el bote de crema. Takano ya estaba tendido otra vez en la cama y Ritsu procedió. Vertió un poco de crema y empezó a dar un suave masaje.

 

-¿Está bien así?

 

-Sí, Ritsu... muy bien...

 

Al cabo de un rato Ritsu se dio cuenta de que Takano se había quedado dormido. Entonces se desvistió, apagó la luz y se acostó a su lado.

 

Soy un idiota bocazas, pero esto me gusta, pensó Ritsu.

 

Si fueras así todos los días, pensó a su vez Takano.

 

 --- 

Takano se había quedado dormido hacía ya algunas horas. El día de playa había estado bien, pero había terminado con algunas quemaduras que lo hicieron sentirse incómodo... Y obligar a Ritsu a que le hiciera un masaje y se quedara con él.

Por desgracia, a mitad del masaje se quedó dormido... Qué lástima... Un día que Ritsu estaba receptivo y amable.

Mientras tanto, Ritsu estaba acostado al lado de Takano. Aunque estaba cansado, no había podido dormirse ya que seguía pensando en aquel día, en lo que le había gustado cuidar de Takano, y en lo mucho que lo amaba... Se giró a verlo dormir. Mostraba una expresión relajada y Ritsu no podía dejar de mirarlo. Sin darse cuenta, bajó la cara para besarlo suavemente en los labios...

-Qué forma tan buena de despertar... -Se oyó una voz grave y baja. 
-Ta... Takano... san ¡¿Qué haces despierto?! 
-Cualquiera despertaría al ver al idiota de Onodera mirándolo de esta forma. Pero tengo que admitir que no me esperaba que te hubieras quedado... Y menos el beso... ¿Ya vas a aceptar que me amas? -Dijo un Takano bien despierto.
-No... Esto... Yo... (¡esto no es amor!) 
-¿Sabes...? Se me ocurre la forma perfecta de terminar el día... -Susurró Takano al oído de Ritsu, poniéndole la piel de gallina y con unas intenciones más que claras. 
-Pero... Takano-san... Las quemaduras... 
-No me duelen, gracias al masaje de alguien... -Había atrapado sus labios y lo besaba de manera insistente, pidiendo acceso al interior de su boca. Ritsu se lo negaba, pero Takano fue más allá y le mordió el labio, obteniendo lo que quería. Mientras, le fue subiendo la camiseta hasta quitársela, cuando liberó su boca un segundo. 
-Takano-san... No... Para... 
-¿Por qué? Si has empezado tú... -Ya le había quitado la camiseta y se encontraban los dos en ropa interior. Masamune volvió a atacar la boca de Ritsu mientras enpezaba a estimularle los pezones con las manos. Cuando les faltó el aire, el mayor bajó hasta el sensible punto detrás de la oreja y lo besó y chupó hasta que a Ritsu le dieron escalofríos. Después, bajó por su cuello, donde dejó algunas marcas para no perder la costumbre, y tomó uno de los pezones de Ritsu en su boca mientras estimulaba el otro con la mano. Ritsu empezaba a respirar entrecortadamente y Takano sabía que aquello le gustaba... Así que decidió ir un paso más allá y bajar la mano hasta cierta parte de la anatomía del menor, encontrándola muy en forma, y se dedicó a acariciarla por encima de la ropa, mientras no dejaba de morder y pellizcar sus pezones, ya muy rojos e hinchados.

Takano quería divertirse un poco más, y los gemidos que oía de Ritsu le indicaban que estaba haciendo lo correcto. Bajó con la lengua hasta el ombligo del castaño, y el borde de la ropa interior. Ritsu ya lo estaba anticipando... Y la boca de Takano se desvío hacia sus muslos y la cara interna de sus ingles, donde empezó a dar suaves besos y mordiscos.

Ritsu había perdido la cabeza. Ya no oponía resistencia al ataque de su amante, y cuando este último lamió su miembro por encima de la ropa interior, emitió un largo gemido que lo incitó a seguir...

Pero Takano también empezaba a estar en su límite, y mecesitaba su propio alivio, así que lo que hizo fue quitarle la ropa interior a su amante y luego quitarse la suya. Unió ambos miembros, y empezó a masturbarlos mutuamente. Aquella práctica les gustaba mucho ya que podían sentir placer los dos a la vez, y encontrándose tan excitados, no tardaron en correrse entre gemidos mutuos.

Takano no perdió el tiempo y utilizó la "esencia" que ambos habían derramado para empezar a preparar la entrada de Ritsu, quería que la unión fuese placentera para los dos, por lo tanto debía dilatarlo a conciencia.

Metió el primer dedo lentamente. Ritsu se removió y se quejó en voz baja, pero Takano empezó a besarlo para distraerlo mientras metía y sacaba el dedo. Cuando le pareció, metió el segundo y empezó a moverlos en el interior de Ritsu simulando unas tijeras. Éste ya había dejado de quejarse, pero Takano no dejaba de besarlo, era adictivo.

Llegó la hora de meter el tercer dedo, Takano empezó a simular embestidas y a insertar y enroscar sus tres dedos hasta tocar cierto punto que hacía temblar de placer a su amante. 

Ritsu gemía con desesperación y Takano ya no aguantaba más... Pronto sus dedos fueron reemplazados por su miembro, muy duro, grande y caliente, abriéndose paso en el interior de Ritsu, que por un momento sintió que lo partían en dos y mordió el hombro de Takano hasta dejarle una bonita marca.

Pronto el placer dominó al dolor y Takano empezó a moverse, arrastrando a Ritsu con él. Las embestidas, rápidas y certeras, aumentaban de velocidad hasta que el mayor decidió cambiar de posición... Y Ritsu quedó sentado encima de su miembro, autopenetrándose.

Los dos se encontraban en su límite y sabían que durarían muy poco, Takano volvió a masturbar el miembro de su amante y en pocos minutos llegaba al orgasmo, derramando su esencia en la mano del primero, que se corrió dentro de Ritsu un instante después.

Cuando se hubieron tranquilizado un poco, Ritsu se incorporó y se acostó al lado de Masamune. 
-¿Estás... Bien? 
-Mejor que nunca. Deberíamos hacer esto todos los días. Ya casi he olvidado el dolor de las quemaduras... -Dijo Takano abrazando a Ritsu. 
"Takano... No tienes remedio" 

 

FIN

Notas finales:

Publico enseguida el segundo capítulo, protagonizado por... ;) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).