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The time was not enough. por NirahGasai

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Notas del fanfic:

Advertencia


Este es un fic sin ánimos de lucro

Dragon Ball, Dragon Ball Z, Dragon Ball GT y Dragon Ball Súper 

Son propiedad de FunAnimation, ToeiAnimation, Shueisha y Akira Yoriyama

Por favor apoya el producto original.

 

 

 

Notas del capitulo:

Hello!!

Aquí les traigo un nuevo fic!

No ando con mucha inspiración por lo que tal vez el final se vea un poco forzado. Mil disculpas pero los profesores no nos quieren y nos dan exámenes y trabajos para hacer en la última semana antes de las vacaciones de inverno. 

Nota: Behind The Race será actualizado la semana que viene a más tardar."


Espero que les guste esta temática y apoyen esta historia mucho mucho. <3

Sin más dilaciones. ¡Lean!

Chapter I. Why am I here?

Capítulo I. ¿Por qué estoy aquí?

Luego de que el gran dragón Shen Long lo dejara. El hombre en un descampado alejado de todo, caminaba tranquilamente tocando con sus pies el suave pasto. El viento movía sus largos cabellos despeinándolo más de lo que ya estaba. Su cola de mono bailaba detrás de él jugando con las corrientes de viento que pasaban a saludar. Sin embargo, la tranquilidad del lugar cesó cuando el hombre escuchó un grito a la lejanía, con velocidad corrió hasta donde el grito se escuchaba. Una anciana estaba atrapada entre una enorme roca y unos feroces lobos que la acorralaban. Corrió más rápido cuando vio árboles rodeando la gran roca, con un salto sus pies dejaron el suelo y con sus manos se agarró de una de las ramas que asomaban entre la espesa cúpula de hojas. Con agilidad se trepó a las ramas quedando justo encima de la pobre anciana. Avanzó un poco más pero justo la siguiente rama estaba quebrada y por consecuencia su equilibrio se perdió cayendo al duro suelo asustando a los lobos que huyeron despavoridos.

— ¡Oh! ¡Por favor no me hagan daño, solo soy una pobre anciana! — La mujer al ver que tan solo era un hombre preguntó. — ¿Quién es usted joven? — asustada la anciana se acercó despacio al hombre caído.

Con una risa nerviosa el hombre se levantó quitando con sus manos las hojas y ramas pequeñas que se quedaron enganchadas en su alborotado cabello.

— Lo siento señora, no quería asustarla. — se disculpó el hombre sacudiéndose.

— Tranquilo joven, gracias por salvarme. Creí que no salía viva de allí. — dijo alegre la mujer juntando unos frascos que se le habían caído en el ataque. Amablemente el hombre la ayudó guardando las cosas en un bolso que la fémina llevaba a cuestas. — Muchas gracias joven. — dijo la anciana alejándose lentamente de él.

— Oiga, quiere que la ayude en algo más, no tengo nada que hacer. — se ofreció caminando a la par que la anciana. —

La anciana aceptó la ofrenda y ambos caminaron a la casa de la fémina. Unos pocos minutos después el hombre divisó una deteriorada casa de madera entre dos árboles sumamente enormes que parecían que estaban tragándose a la pobre casa. Ingresaron al humilde hogar que se veía igual o peor de deteriorado que afuera.

— Las apariencias engañan jovencito. — dijo la mujer dejando el bolso en una mesa de madera gastada. — Dime, ¿Qué haces aquí? Por lo que veo no eres un humano. — la sorpresa cayó en el rostro del hombre como un balde de agua fría.

— ¿Cómo lo sabe? — preguntó sorprendido.

— Eso no tiene importancia joven hombre. — dijo la mujer sonriéndole con perspicacia. — Responde a mi pregunta, por favor. — pidió con gentileza.

— Bueno… La verdad es que ya nadie debe saber que existo, por lo que me oculto de la sociedad… Es triste pero así lo prometí. — dijo decaído, su cola quedó quieta entre sus piernas.

— Que triste lo que me cuentas… — una sonrisa extraña se formó en los labios de la mujer. — ¿No te gustaría ver a alguien en particular? — preguntó.

— Me encantaría… Pero no puedo… —

— Yo puedo concederte ese deseo. — dijo sonriente la anciana.

— ¿Cómo? — interrogó con gran curiosidad.

— Soy una hechicera después de todo. — con este último dicho, de una caldera empezó a salir vapor, las luces se encendieron y los libros sobre la gastada mesa se abrieron. — Dime… ¿A quién quieres volver a ver? —

— No pierdo nada haciéndolo… Es un amigo… Me gustaría volver a verlo para decirle algo muy importante. — dijo con sus manos juntas sentnadose en una de las sillas mirando a la anciana.

La mujer comenzó a echar polvos y líquidos en la gran olla dándole colores y olores nuevos. Tomó un cuchillo y le cortó un poco en el brazo al hombre sacándole sangre que recogió y tiró a la caldera.

— ¿Cómo se llama? — preguntó la bruja acercando al hombre a la olla.

— … Vegeta… — la mujer tomó con un tarro grande el contenido de la olla y se la echó hirviendo al hombre quien gritó adolorido, palabras extrañas escuchó detrás suyo, la mujer estaba dando un conjuro y a su alrededor el lugar comenzó a temblar, su vista se volvió borrosa y su equilibrio se perdió.

— Tu deseo ya está concedido. ¡Espero que lo disfrutes! — comentó con felicidad acariciando su mejilla derecho fuertemente. — Por cierto, nunca volverás a tu forma normal y no podrás salir de allí jamas… — rió la mujer tirando del pelaje colorado. — De nada… Goku… — sus ojos se cerraron luego de oír esas palabras.

 

#*#*#*#

 

Todo estaba oscuro, su cuerpo dolía horrores. Sentía el frío suelo terroso tocar su desnudo pecho. Escuchaba estruendos a lo lejos, en sus oídos retumbaban haciéndole doler la cabeza. Con dificultad se levanto quedando arrodillado. Abrió los ojos segado por la luz del lugar. Frente a él había una estructura muy extraña donde se escuchaban alarmas.

— ¡Ahí esta! ¡Atrápalo! — escuchó gritar.

Un alienígena verde con cuernos en su cabeza se acercaba con malas intensiones. Junto al sujeto verde venía uno lila con la cabeza más estirada en la nuca y manchas amarillas por todo su cuerpo.

Desesperado corrió a ocultarse en una cueva cercana. Le dolía el brazo izquierdo demasiado como para mantener su peso, giró su rostro para ver su brazo. La sangre salía lenta por una herida manchando su pelaje colorado.

— ¡Ese animal esta ahí dentro de esa cueva, no escapará! — gritó el alíen morado apuntando con un arma.

Los enemigos apenas tocaron una piedra que estaba descansando en la entrada de la cueva, una red fue disparada desde el arma del extraño verde capturando al hombre herido.

— ¡Basta, no! ¡No soy un animal! — gritó desesperado el hombre tratando de quitarse la red sumamente pesada que se iluminaba por donde era tocada.

— Lo llevaremos con el señor . ¡Vamos Rukú! — ordenó el hombre de piel lila sujetando por uno de los extremos la red que tenía retenido al hombre.

Su compañero asintió tomando el otro extremo de la red llevando a rastras al prisionero.

— ¡¡Suéltenme!! — rugió furioso como un león defendiendo su territorio expulsando su ki.

— Duermelo Cui. — dijo el hombre verde haciendo una seña.

— ¡Suéltenme! — volvió a gritar con debilidad ya que su ki estaba siendo absorbido por la red.

— Callate, animal. — fue lo último que escuchó para luego todo volverse borroso y oscurecer.

 

#*#*#*#

 

En el centro del gran cuarto, una nave portadora se mantenía estática. Un ser de rosada piel con negros cuernos en su cabeza, una cola larga rosa con la punta violeta, degustando de una bebida seguramente alcohólica miraba con falsa gratitud a uno de los soldados que tenía a su poder. Junto a él otros dos soldados se mantenían a su lado observando con soberbia.

— Lord Freezer, disculpenos. No se volverá a cometer. — dijo tembloroso un lagarto rojo con la armadura destrozada, arrodillado a los pies del emperador.

— Lo siento Lizar, pero sabes muy bien que no está permitido el trafico de productos ilegales en esta nave. — dijo con elegancia el emperador moviendo el líquido de la copa. — No me dejas otra opción que mandarte al “Cubo”. Soldado Zarbon, indíquele a los soldados Kuron y Mitahe que lo acompañen. — ordenó fríamente observando como los ojos de su subordinado se expandían con temor.

El soldado de nombre Zarbon hizo una reverencia acatando la orden. Con seriedad chasqueó los dedos indicándole a los nombrados llevarse al lagarto quien no tuvo la oportunidad de defenderse. La pequeña nave giró dejando a la vista del emperador el espacio mismo.

Las puertas se cerraron dejando en el olvido la confesión que el soldado cometió por error contándole casi la vida. En el recinto, el soldado Dodoria y el soldado Zarbon se quedaron con su superior. Del rastreador del hombre gordo rosado sonó una señal de llamada, aceptó la llamada que le informaba que habían capturado al sujeto.

— Bien, traiganlo ante el Señor Freezer ahora mismo. — ordenó tajante cortando la señal de la llamada. — Mi señor, los soldados Rukú y Cui atraparon al sujeto. — comunicó respetuosamente mirando a su superior.

— Muy bien soldado Dodoria. Esperemos que sea comunicativo con nosotros. — comentó cínicamente bebiendo de la copa.

Un pitido se escuchó cerca de la puerta del lugar, el hombre de cabellos verdes se acercó a la compuerta tecleando en una pantalla táctil.

— Señor, el soldado Otur solícita darle información. — dijo mirando al emperador quien contestó con un simple movimiento de mano.

El ser de verde piel desbloqueó el abrir de las puertas dejando pasar un anciano pulpo de piel violeta con largos bigotes blancos.

— ¿Qué sucede Otur? — preguntó con serenidad Freezer sin girar la nave en la que estaba sentado.

— Los Saiyajines acaban de aterrizar. — informó con debido respeto acariciandose los bigotes.

— Estupendo. Díganle que los quiero aquí de inmediato. — ordenó con elegancia levantando la copa de alcohol que estaba medio vacía. El pulpo asintió haciendo una reverencia saliendo del lugar. — Los monos ya terminaron su patética misión, deben de estar cansados. — una risa irónica salió de su boca mirando a sus soldados alternadamente quienes rieron en aprobación.

— Siete días tardaron es hacer esa estúpida purga. — comentó con gracia el hombre rosado con púas en todo su cuerpo.

— El joven príncipe está cada vez más fuerte. Y más orgulloso e insoportable. — añadió el hombre de verdes cabellos acomodándose la trenza.

Unos minutos más tarde por la puerta entraron dos soldados junto a un cuerpo atrapado en una red aparentemente inconsciente.

— Lord Freezer. — saludaron al unísono los alienígenas reverenciandose.

La máquina flotante del emperador giró para mostrar de frente al ser cuernudo. Con un leve movimiento de cabeza Freezer aceptó el saludo. Las puertas se cerraron detrás de ellos dejándolos sin salida.

— ¿Qué es eso? — preguntó curioso Dodoria acercándose a la red.

El emperador se acercó disimulando la curiosidad de sus ojos.

— Parece un animal. — dijo Zarbon rodeando al hombre capturado que seguía dormido.

— Despiertenlo. — ordenó el superior a los soldados quien trajeron al hombre.

Sin pensarlo mucho el soldado Cui acercó lo que parecía ser una picana a la espalda del hombre dándole un choque eléctrico erizando todos los vellos de su cuerpo. Su cola se movió errática por el choque, abrió los ojos alarmado levantando su cabeza. Su cola fue pisada haciendo que largara un chillido de dolor obligándolo a bajar la cabeza.

— Una cola sensible… si no fuera por el pelaje que tiene diría que es otro de esos monos Saiyajin. — dijo el hombre de cabello trenzado soltando la cola.

— Basta… — pidió en un susurro el hombre arrodillándose.

— Saquenle la red. Al parecer habla… — ordenó Dodoria a los soldados de menor rango señalando al hombre en el piso.

Sumisamente los hombres quitaron la red, el hombre herido sacudió su cabeza junto con todo su cuerpo quitándose lo que sea que le molestase. Levantó la cabeza arrodillado quedando entre en emperador y sus soldados de alto rango.

— ¿Cuál es tu nombre? — preguntó

 Con debilidad se arrodilló quedando cara a cara con un hombre de cabellos en flama que recién entraba al cuarto y estaba tan sorprendido como él ahora mismo.

— ¡Vegeta! — dijo débilmente avanzando con dificultad, pero se le fue negada por un agarre de su negro cabello que lo devolvió al duro y frío suelo.

— ¿Lo conoces joven Vegeta? — preguntó con elegancia el emperador diciendo con una seña que soltasen al hombre de colorado pelaje.

— Nunca en mi vida. — respondió con seriedad el joven adentrándose al recinto junto con otros dos hombres más altos que le seguían el paso.

El hombre capturado quedó arrodillado estupefacto. Su mejor amigo decía que nunca lo había visto es su vida, ¿Cómo era eso posible? Levantó la vista para ver con ojos confusos al príncipe. Su vestimenta era su típico traje azul petróleo, con guantes y botas blancas junto con su armadura ¿Destrozada? ¿Por qué se veía más joven? ¿Qué hacía Freezer ahí? En un destello de luz la verdad se le presentó. La anciana lo había enviado a ver a Vegeta, pero la maldita lo engaño, añadiendo de que su cuerpo estaba en su última transformación, el súper Saiyajin cuatro. “— Por cierto, nunca volverás a tu forma normal y no podrás salir de allí jamas… De nada, Goku… —“ esas fueron las últimas palabras que escuchó luego de caer inconsciente.

— ¿Ve… Geta? — dijo extrañado al ver como príncipe lo ignoraba y hacía una leve reverencia.

— Señor Freezer, terminamos la misión con éxito. El planeta fue purgado y esta listo para ser vendido. — comunicó reincorporándose mirando con seriedad.

— Tardaron siete días. Es un plazo largo para purgar un planeta con ese calibre de dificultad. — dijo observando con superioridad a los Saiyajines recién llegados.

— Tuvimos dificultades con una de las naves. — dijo con normalidad el príncipe clavando la vista en los ojos rojos del emperador.

— ¿Por qué no fue informado? — interrogó con una pizca de molestia en su voz.

— No lo vimos necesario, no era una emergencia, solo un error de programación. — su voz sonaba retenida de ira.

La faz del emperador se tranquilizó, o eso aparentaba ser. Freezer con un movimiento de mano indicó que sujetasen al hombre de largos cabellos alborotados quien no se dio cuenta al estar con su vista enfocada en el cuerpo del joven príncipe. Con rapidez, Zarbon encadenó del cuello al hombre que rugió salvaje mostrando su blanca dentadura.

— No soy un hombre que goza de paciencia por lo que te pediría que me digas tu nombre. — dijo el emperador reteniendo en su voz el enojo.

— Mi nombre es Goku. Y exijo que me suelten. — dijo con odio mirando al ser, su cuerpo se sentía fatigado.

Con su risa elegante el emperador se alejó del grupo dejando a su mano derecha con los Saiyajines y el hombre encadenado.

— Tu no estas enjaulado, todo fue un mal entendido. — comentó dejando su copa de licor en una mesada blanca cerca de la enorme pantalla de control. — Soldado Vegeta… — llamó al príncipe, este automáticamente adoptó una postura rígida esperando su próximo decir. —… Tu escuadrón tardó más de lo acordado; sin embargo, el planeta está en perfectas condiciones… — giró su máquina quedando enfrentando al grupo de Saiyajines. —… Te daré como regalo a este magnifico ejemplar con un poder de pelea de cincuenta mil… — informó con una cínica sonrisa.

— ¿Cincuenta mil? Señor Freezer con todo respeto. El poder de pela de Jeice es de cincuenta mil. ¿Cómo es posible que un animal tenga ese poder? — preguntó atrevido el soldado rosado señalando al hombre arrodillado.

— ¿Dudas de mis palabras, soldado Dodoria? — preguntó fríamente virando su rostro al hombre gordo.

Podía jurar que lo vio temblar unos momentos cuando esas palabras salieron de los oscuros labios del malvado emperador. Goku, quien no salía de su asombro, trataba de asimilar todo lo sucedido. A su lado estaba el príncipe hace unos largos años atrás con sabe quien cuantos años. Delante de él estaba el malvado icejin que había derrotado más de una vez. Y por último su cuello era abrazado por una ajorca de un material metálico que tenía como correa una larga cadena del mismo material. Su energía estaba débil por lo que no podía zafarse.

— Tal vez los rastreadores indicaron mal el poder de pelea de este mono. — comentó serio el hombre de verdosa piel tirando un poco de la cadena haciendo levantar la cabeza al guerrero arrodillado.

— Desactiva el collar. — ordenó dándole poca importancia al mandato mirando con aburridos ojos al hombre. Del dicho al hecho, Zarbon tocó un zócalo que dentro tenía varios botones diminutos. Al hacerlo el hombre de alborotados cabellos sintió como todo su ser se relajaba y su energía drenaba por todo su cuerpo. — Muéstranos que tan fuerte eres. Goku. —

— (No debo aumentar mucho mi ki, solo un poco) — con este pensamiento, el guerrero elevo su poder levantándose de su lugar.

— Veinticinco cuatrocientos quince. — comunicó el rosado soldado leyendo los números que indicaban en su rastreador.

— Debió ser una equivocación. — dijo el otro soldado volviendo a activar el collar disminuyendo el poder al mínimo.

— Mis queridos monos. Ahora este nuevo mono es suyo. — dijo con falsa felicidad sonriendo con burla.

— Gracias señor. — dijo el príncipe con fingida amabilidad.

— Retírense. — ordenó dándole la espalda a los guerreros.

Con asco, el soldado de cabello trenzado le entregó al joven de seria mirada la cadena. Los tres Saiyajines se reverenciaron saliendo del cuarto del emperador.

— ¿Qué demonios hacemos ahora? — preguntó con alteración el Saiyajin de largos cabellos mirando con inseguridad al hombre adulto encadenado.

Por suerte el príncipe dejó que él mismo los siguiera dejando que la cadena quede en sus propias manos. Todo le maravillaba, nunca había estado en una nave de Freezer en perfectas condiciones. Podía observar como su viejo amigo y rival hablaba con sus compañeros delante de él en un idioma poco conocido, Saiyan.

— (Espero no meter la pata. Tengo que ocultar mi verdadera identidad, no pueden saber que vengo del futuro… No por ahora…) — pensó determinado el guerrero mirando las espaldas de su hermano y príncipe.

Caminaron por largos pasillos hasta que al final llegaron a las habitaciones… El interrogatorio ha comenzado...

 

To be continued...

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. 

Pobre Goku, lo tratan como si fuera un animal... 

PREGUNTA:

Les gustaría que el fic sea serio y dramático, como lo era DBZ en sus principios. Así con violencia, malas palabras. Que no hayan tantas bromas y tenga más seriedad.

Ustedes díganmd.

Los fics se actualizan lento por que sino los cap serían muy cortos, como de 1500 palabras como mínimo. Por eso tardo en traerles cap, quiero que sean largos y entretenidos. 

¡A Goku lo van a matar a preguntas! Pobresito... 

NO OLVIDEN COMENTAR, QUE ME AYUDA MUCHO!! 

Y nos vemos en el siguiente cap de Behind The Race!

Bye bye!!

 


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