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El secreto del bosque por elenaa

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Notas del fanfic:

Este One Shot es parte del #Reto_Literario_Y_Artistico del grupo de face:

https://www.facebook.com/groups/824144584299407/?ref=bookmarks

Es un sasunaru corto espero que sea de su agrado.

Mis palabras fueron: 

Inmarcesible, Serendipia y Acendrado

Todos los personajes pertenecen a Kishimoto.

La luna se alzaba imponente y lo veía divertida recorrer su errante camino a través del oscuro bosque, llevaba ya tantos años vagando sin rumbo que habia perdido la cuenta.

En aquella penumbra su única compañía era la luz de la descarada luna, su vieja flauta y sus fieles cadenas siempre atadas a sus pies; como recordatorio del peso de sus pecados.

Arrastraba el frio acero por la tierra, cuando el sonido de un ligero llanto, lo detuvo. Sin poder evitarlo lentamente se fue acercando hacia aquel sollozo.

Para cuando fue consiente de si, el pequeño cuerpo de un bebé se encontraba ante sus ojos. Fijo su mirada en aquel infante, y este detuvo súbitamente su llanto a la par que abría sus ojos y lo miraba anhelante aun con sus ojos humedecidos por sus lágrimas.

La imagen de aquel desprotegido y acendrado ser, lo conmovió por completo.

 

 

El bosque era un lugar peligroso para los niños, eso era lo que siempre le decían sus padres, cada vez que lo veían con intenciones de acercarse a este.

Sin embargo en aquella ocasión, se olvidó por completo de las palabras de estos y decidió adentrarse en el frondoso bosque.

Estaba disfrutando tanto de las diferentes tonalidades de la vegetación y de los sonidos propios de la naturaleza que no se fijaba en lo mucho que se alejaba. Y para cuando fue consistente del largo recorrido que habia caminado miro asustado todo a su alrededor, intentando recordar como habia llegado hasta ahí.

Se habia perdido y no sabía cómo regresar a su hogar, intento buscar un camino que seguir, pero eso solo lo perdió más a su parecer. Triste por haber desobedecido a sus padres, se sentó bajo la sombra de uno de los muchos árboles y escondió su cabeza entre sus manos, esperando que sus padres o alguno de sus hermanos lo encontraran.

Estaba a punto de soltar lágrimas; cuando un ligero y frio viento le rozo el brazo, asi que rápidamente levanto su rostro, solo para ver como una pequeña llama azul aparecía frente a él. Abrió muy ampliamente sus azules ojos, para después frotarlos, no muy seguro de lo que veía.

No obstante la flama azul era tan real, que empezó a bailar, al mismo tiempo en que más llamas aparecían y danzaban a su alrededor.

Ver aquellas pequeñas llamas girando a su alrededor, por alguna extraña razón lo hicieron sentirse protegido, y sin pensarlo mucho se levantó e intento tocar una de ellas. Pero las flamas no dejaban de moverse impidiéndole tocarlas, hasta que finalmente logro tocar una y contrario a quemarse, lo único que sintió fue un cálido y reconfortante calor emanar de la misteriosa flama danzarina.

Sonrió instintivamente y apareció en él; el deseo de bailar al compás de las flotantes llamas, por lo que asi lo hizo, giro y giro al ritmo de estas hasta que noto que el melodioso sonido, de una flauta también lo acompañaba.

La meliflua cancion era tan bella, que no le importo saber de dónde provenía esta ni las llamas que aun danzaban junto a él.

Perdido por la musica y las azules flamas, no se dio cuenta que dejo de girar, y empezó a seguir la luz azul de estas por el bosque. Hasta que el sonido de unas voces gritando su nombre lo sacaron de su ensoñación.

Parpadeo un par de veces y a la lejanía, pudo ver la imagen del negro cabello de su padre y hermanos acercándose hacia él. Por lo que salió corriendo para alcanzarlos. Pensando que las llamas azules y la musica, solo habían sido fruto de su más pura imaginación.

En cuanto tuvo a su familia frente a frente, noto como los ojos grises de estos se posaban sumamente preocupados en él, asi que les abrazo de uno en uno, prometiendo no volver a entrar en el bosque solo.

Los siguientes días, todas las noches mientras dormía, no podia evitar despertarse en medio de la oscuridad y mirar desde su ventana hacia la dirección en la que se encontraba el bosque, habia prometido no adentrarse a este. Pero la melodía que habia escuchado en aquella ocasión parecía llamarle desde lo más profundo.

Conforme el tiempo pasaba la musica del bosque, le perecía sonar triste y cada vez más y más sutil hasta que una noche y la que le siguieron a esta dejo de escucharla por completo. Aunque algunas veces mientras dormía, tenía la sensación de que alguien lo vigilaba desde la ventana.

 

 

La mañana del cumpleaños número dieciséis de su hermana, se levantó con una inefable corazonada. Y sin hacer mucho ruido salió de su hogar en busca de unas hermosas flores para esta, la chica le habia regalado un hermoso collar en su cumpleaños también dieciséis y él quería darle las flores más bellas que pudiera encontrar.

Estuvo buscando por un largo tiempo las flores perfectas para su hermana, pero ninguna le convencía, hasta que mirando en dirección al bosque, cruzo por su cabeza la idea de ir a buscar flores en este.

Habían pasado ocho años desde que se habia perdido en el bosque, y desde aquella ocasión las veces que habia entrado en este eran contadas y siempre iba en compañía de unos de sus padres o con sus hermanos.

No obstante ya no era un pequeño niño, y creía firmemente que no se perdería esta vez. Por lo que muy decidido, se encamino hacia el bosque y se adentró en este; dejándose guiar por los llamativos colores y los cantos de las aves, siempre poniendo mucha atención en el camino por donde pasaba.

Habia encontrado unas flores perfectas para Hinata, cuando el sonido de una melodía conocida para él se hizo presente.

Agudizo su oído y lentamente se dejó guiar por la meliflua melodía de la flauta.

El sonido lo llevo hasta un gran y frondoso árbol, en el cual se encontraba sentado un hombre cubierto de la cabeza a los pies por una negra capa.

Y apenas dio un paso hacia aquel sujeto, este dejo súbitamente de tocar y levanto un poco su rostro, dejándolo ver un níveo rostro casi igual de joven que el suyo. Rápidamente sus azules ojos se posaron en los negros como la noche del chico, para después viajar hacia la flauta de este.

—Perdón por interrumpirte, pero es que tu musica es muy hermosa— soltó, pensando en que habia incomodado aquel joven.

El chico sonrió ligeramente y continúo tocando.

Asi que se sentó al lado de este y se dejó inundar por el sonido de las melodías, olvidando que tenía que llegar a su hogar para entregarle las flores a su hermana.

Cuando fue consiente del tiempo la tarde habia llegado, asi  que sin más se levantó y dio unos pasos dispuesto para volver por donde habia venido; Tan solo le dio la espalda unos segundos al misterioso joven y justo cuando se giró para preguntarle por su nombre este ya no estaba.

Le pareció sumamente raro lo rápido que este habia abandonado el lugar, puesto que ni ruido habia hecho, pero dejo a tras sus cavilaciones, notando el largo tiempo que perdió. No obstante a mitad del camino no pudo evitar notar que aquel encuentro con el misterioso joven habia sido una serendipia sumamente agradable.

Una vez que fue de noche por acto reflejo se paró frente a su ventana y miro hacia el lejano bosque en espera de escuchar la melodía de la flauta de aquel joven. Que inefablemente lo reconfortaba. Habían pasado muchos años desde la última vez que la habia oído casi mágicamente, pero a él, le parecía un sonido conocido de toda la vida.

Estuvo un largo rato en espera de la dulce melodía, pero esta nunca llego, en su lugar solo le pareció ver, como una parte profunda del bosque, se tornaba de un leve azul, que también le era muy familiar.

Los siguientes días se vio tentado a ir al bosque en la búsqueda de aquel joven, pero siempre se detenía antes de entrar y por las noches, siempre le parecía ver el bosque teñido un ligero azul. Lo veía e inevitablemente venían a su memoria las llamas danzarinas que habia visto y atribuido su presencia a su imaginación; solo que ahora ya no estaba tan seguro de haberlas imaginado.

Pensando en eso, noto que de toda su familia él era el único que escuchaba la sublime melodía que provenía del bosque, ya que Hinata, Neji y sus mismos padres, nunca se habían despertado o mencionado el oír esta, todo le parecía tan misterioso.

Apenas apareció en el firmamento la luz que antecede al amanecer, se levantó de su cama y se adentró al bosque, esperando encontrar al misterioso joven, tenía muchas cosas que preguntarle.

Después de vagar un rato entre los frondosos árboles, el sonido de la flauta se hizo presente. Siguió la melodía hasta que llego a donde se encontraba el joven.

Pero este apenas se dio cuenta de su presencia, dejo de tocar y dedicándole una triste mirada desapareció ante sus ojos.

Sin embargo contario a asustarse por lo visto, solo soltó un leve suspiro y regreso a su casa, pensando una y otra vez en la mirada triste del chico, no sabía porque pero esta le habia dolido. Sin embargo esa misma noche en cuanto vio el bosque teñirse de azul. Se puso una capa y salió rumbo al bosque.

No tardó mucho en llegar al lugar que irradiaba aquella luz y al acercarse solo un poco, fue capaz de ver al joven tocando la flauta mientras pequeñas llamas azules danzaban a su alrededor siguiendo el ritmo de la musica.

Lentamente se fue acercando más y cuando estuvo lo suficientemente cerca del chico y de las flamas sin más pregunto— ¿Qué eres, no eres humano verdad?

—No, no lo soy.

— ¿Eres un hada?

El joven sonrió ligeramente y mientras negaba con la cabeza, levanto un poco su túnica dejando al descubierto sus pesadas cadenas.

—Soy un ser inmarcesible, condenado a vagar por toda la eternidad.

—Pero tú me ayudaste esa vez en el bosque hace ocho años, tú me cuidaste y me enseñaste con tus llamas el camino a casa.

— ¿Tu siempre me has cuidado verdad?, ¿porque huiste en la mañana de mí?

—Claro que siempre he cuidado de ti, lo hago desde que eras un bebé, pero tú no tendrías que haberte enterado de mi existencia nunca.

—Pero si todo este tiempo me has estado llamando, tu musica siempre me llamaba; yo a veces podia sentir la tristeza y soledad dentro de ti, tu querías que te encontrara. Y ahora por fin lo he hecho.

El joven sonrió y acercándose lentamente, coloco una mano en su mejilla acariciándola suavemente antes de unir sus labios en un suave roce.

—No me puedo quedar a tu lado Naruto, no me busques más— dijo una vez que termino el beso.

—Aunque sea dime cuál es tu nombre— soltó antes de que el joven desapareciera, con los ojos acuosos, apenas llevaba unos cuantos días de conocer personalmente al chico frente a él y aún más allá del saber que este siempre habia sido su ángel guardián, en su corazón sentía que le conocía de otra vida.

—Sasuke— escucho en un susurro al mismo tiempo en que este desaparecía.

 

 

Los siguientes años se pasó de bosque en bosque, buscando en el dia y en la penumbra el sonido de la flauta de su amado en esta y otra vida pasada. Hasta que finalmente una noche encontró el sonido que llevaba tres años anhelando.

Encontró a sasuke sentado en el borde de un tronco con los ojos cerrados aferrado a su fiel flauta.

Asi que se acercó lentamente al oído de este y le susurro— Para ser un ser inmarcesible, pareces un poco cansado y aún no ha salido ni el sol, mi amor. Antes de depositar un beso en la mejilla de este.

Fin

Notas finales:

Espero que les haya gustado


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