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El regalo de Loki por rurouni-kaze

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Notas del fanfic:

Advertencia: Este es un fanfiction M/M (amor entre dos hombres) así que si no te gusta, por favor no lo leas.

Algunas aclaraciones antes de leer esta historia: 

1) El Midgard descrito, no es el mismo que nosotros conocemos.  Esta es una tierra inhóspita y desértica, muy diferente en adelantos y cultura. El porque, será explicado en la historia

2) Tomar en cuenta que todo sucede similar al arco de la primera película, excepto que Loki nunca va a la tierra a decirle a Thor acerca de la “muerte” de su padre,  ni tampoco envía ‘El Destructor’ tras él. Thor encuentra una forma alternativa de hacerse digno y sólo se encuentra nuevamente con Loki en la batalla final de Bifrost.

3) Loki nunca encuentra a los Chitauri (debido a que se estrella en la tierra en su lugar), y por lo tanto no suceden los acontecimientos de la segunda película en los cuales Thor debe volver a la tierra para protegerla.   

Capítulo 1: Aterrizaje inesperado

 

(1) Gungnir: Lanza que utilizaba Odín

(2) Ergi: Vocablo nórdico que significa literalmente afeminado o impropio del varón 

(3) All-Tongue: Es un lenguaje en el cual lo que se dice, es entendido por cada especie en su propio idioma nativo 

 (4) Silvertongue:  Apodo que recibe Loki gracias a su dominio de la retórica y la habilidad que demuestra al saber siempre que decir en una situación determinada.

 

_____________________________________________

 

 

Obscuridad, era todo lo que Loki podía ver. Era tan espesa que lo consumía todo, y tan profunda que ya no sabía donde comenzaba él y terminaban las tinieblas.

 

Cuando Loki se soltó de Gungir, había estado preparado para morir, pero lo que no predijo, era que su magia lo mantuviera vivo, condenándolo a deambular por el espacio entre los mundos, cayendo en una moción interminable. 

 

El era un monstro, y su sentencia la dictaminó aquel vacío; el iba a ser consumido poco a poco, hasta que todo lo que quedara de él, no fuera más que un atisbo de vida, la carcasa de lo que alguna vez fue un hombre.

 

Calló por tanto tiempo que incluso éste perdió su significado. Fue en ese vacío que pensó había perdido la poca sanidad que le quedaba. Hasta que olvidó que alguna vez hubo luz, tacto o felicidad. 

 

Aquel que ya no tenía nombre o alma se preguntó ¿cómo había llegado a este punto? ¿Cómo era que todo había ido tan mal?

 

Ya habiendo pedido toda esperanza, de repente algo cambió.

 

La velocidad de su caída, la cual había sido una constante durante todo este tiempo, comenzó a acelerarse y un calor insoportable golpeó sus sentidos, cuando antes había percibido solo un frío gélido. 

 

Luego vino el golpe, uno tan fuerte y estridente que creyó por fin haber muerto.

 

Una luz intensa y dolorosa penetró sus ojos. Ellos no estaban acostumbrados a nada más que no fuera tinieblas.

 

Fue ahí que se dio cuenta seguía vivo, todavía podía sentir dolor, y la muerte, él había supuesto, habría acabado con su suplicio. 

 

¿Dónde estoy?Pensó.

 

Cuando recuperó su visión, pudo vislumbrar un gran cráter rodeándolo, y por fuera el atisbo de un páramo arenoso.

 

Se quedó tendido en ese lugar un largo rato, todavía aturdido por el golpe.

 

Cuando sintió la delgada bruma que cubría sus pensamientos dispersarse, se sintió más capacitado para evaluar su situación.

 

Le llamó la atención descubrir que no podía sentir nada debajo de su cuello. Era como si los músculos y piel que alguna vez configuraron parte de su  cuerpo, ya no existieran más.  Aún así trató de moverlos, sólo para reafirmar su completa inutilidad.

 

Sabía lo que eso significaba, debía de haber roto su espina. No sentir partes de tu cuerpo nunca ha sido una buena señal. 

 

Se dio cuenta que no le aterraba la idea de haberse quedado paralítico, como debería de haberlo hecho ¿Quizás la caída había afectado sus nervios también?

 

Siguiendo con su análisis, recordó que llevaba consigo un bolso de provisiones atado a su cuerpo, pero rápidamente comprendió que el no ser capaz de alcanzarlos, era lo mismo que no tener nada. 

 

Bueno, el sustento no es una posibilidad entonces–Pensó Loki.

 

Sin tener nada mejor que hacer, se concentró nuevamente en su entorno. 

 

Según su posición, tenía una visión directa hacia cielo, el cuál se percató, era de una atmósfera azulada. 

 

Supongo que tengo suerte–Pensó –Podría haber aterrizado en algún lugar peor, alguno sin oxígeno por ejemplo…–

 

Trató de adivinar el nombre del reino en el que se encontraba. 

 

¿Vanaheim quizás? No, la fuerza gravedad no es la misma ¿ Svartalfheim? No, el tipo de suelo es diferente

 

A lo lejos, casi fuera de su ángulo de visión, pudo vislumbrar algo de vegetación. Estaba lejos de ser abundante y estaba casi seca, pero la reconoció sin lugar a dudas como Midgardiana.  

 

¡Que ironía! Aterrizar en el mismo planeta al que mi hermano fue desterrado…

 

Su tren de pensamiento inevitablemente se desvió a aquel lugar que alguna vez había llamado su hogar y a las personas que en otra vida fueron su familia. 

 

Nadie nunca me va a encontrar aquí. Seguramente piensan que estoy muerto…

 

No era como si esa reflexión lo acongojara. La verdad, era que Loki no tenía deseos de verlos, sentía que por fin, había acabado con ellos. Aunque pudiera volver, no sería bienvenido, aquel nunca fue su hogar para empezar. 

 

Cuando Loki soltó Gungnir(1), había tomado la decisión de morir porque creía que ya no quedaba nada más para él en Asgard. Toda su vida había tratado de encajar, ser aquello que su padre y su gente esperaban, pero su naturaleza invariablemente se interpuso en el camino. Siempre supo que había algo malo con él, solo que no tenía certeza de lo que era. 

 

Nunca pudo alcanzar su expectativas y muchos lo despreciaron por ello. El trató de cambiar, de ser como la mayoría, pero más tarde que temprano, se dio cuenta de que no importaba cuanto se esforzara, en sus ojos, él siempre sería diferente. 

 

Esa revelación, despertó una intensa aversión contra su gente. Se propuso a si mismo hacer pagar a todo aquel que lo había menospreciado. Iba a demostrarles a todos que él no era alguien que se pudiera tomar a la ligera, no iba a aguantar ser la burla de nadie.

 

Su personalidad entonces cambió. Comenzó a retraerse en sí mismo y en sus estudios de magia. Por fuera, adquirió la fachada de alguien controlado y distante, pero por dentro, era alguien receloso y desconfiado. Convirtió la retórica en su arma contra cualquiera que se le enfrentara y planeaba discretas venganzas contra aquellos lo suficientemente valientes como para convertirse en su enemigo. 

 

Pronto, rumores comenzaron a esparcirse. Lo llamaron de muchas formas, entre ellas dios del engaño, dios de la mala suerte, e incluso Ergi(2) 

 

El problema en este tipo de situaciones, es que si a una persona se le dice algo por un tiempo suficiente,  llega un punto en donde inevitablemente una parte de ella comienza a creer lo que se está afirmando. Y Loki a pesar de toda su apatía, no fue indiferente a esta regla. Él se convirtió en su reputación.

 

Y entonces, comenzó a interpretar un papel, siempre fue bueno en eso. Sin embargo, ¿a donde acababa la actuación y comenzaba el verdadero Loki? El ya no lo sabía. Después de un tiempo, el papel era ya parte de su personalidad.

 

Llegado a este punto, incluso la cercana relación con su no-hermano se vio afectada. 

 

Thor era alguien brillante y querido por todos, todo lo que Loki nunca sería y eso hizo que se ganara su más completo rencor. Él no quería ser sólo una sombra, la parte oscura que se proyectaba de toda esa luz. 

 

Thor en cambio, a pesar de todas sus virtudes, era en realidad una persona ciega. Nunca vio el verdadero origen del odio de su hermano y al verse enfrentado a su cambio negativo de personalidad, simplemente se alejó. 

 

Todo este resentimiento, decantó finalmente en el día de la coronación y en todos los hechos que después se desencadenarían. 

 

Loki reconoció a si mismo, que cuando descubrió su verdadero origen, él había estado completamente fuera de sí. Sintió un odio tan profundo contra el mundo y contra si mismo, que incluso había llegado al extremo de querer exterminar toda una raza, sólo para  probar que él no era uno de ellos. 

 

Bueno, ya no tenía caso seguir pensando en aquello. Esas eran reminiscencias de alguien más, una persona que se había perdido para siempre en el vacío

 

Se quedó ahí tirado un largo tiempo, en ese páramo olvidado. Esperaba que ya para ese entonces su magia lo hubiera curado, pero no fue así. La sintió revolotear, pero no podía llamarla, era como si simplemente se estuviera negando a hacer su aparición. 

 

Quizás mi magia, al igual que yo, no ve ningún propósito en curarmeReflexionó –Es posible que piense incluso, que al no hacerlo, le está haciendo un favor al universo. 

 

Debí de haber muerto en aquel vacío. En realidad, debí haberlo hecho mucho antes, en Jotunheimen, en aquel templo en donde fui dejado por Laufey para pudrirme. Todo debió de haber terminado allí. Hubiera sido un destino adecuado para un monstro como yo

 

 

_____________________________________________

 

 

 

Loki perdió la noción del tiempo,  paró de contar las veces en que el sol se ocultó en el cielo y volvió a surgir. Su tiempo lo pasó entre espacios consiente y momentos desvanecido en sueños, tanto así que le costaba diferenciar cuando estaba durmiendo y cuando esta despierto.

 

¿Cuánto tiempo me demoraré en morir sin agua ni comida?Pensó divagando. Pero lejos de tener miedo, sus elucubraciones no eran más que una curiosidad mórbida.

 

Bueno, no tiene importancia, la única certeza que tengo es que voy a morir, ese es el único destino que me espera

 

La inevitabilidad del final, le hizo pensar en su propia vida y en los caminos que lo llevaron a su situación actual.

 

Al principio, al analizar sus circunstancias, él había culpado a su familia de su caída al abismo, el creía que debido a sus engaños e injusticias, sus acciones habían desencadenado en que él perdiera toda esperanza y decidiera soltarse.  

 

Ellos en realidad, fueron los que me lanzaron al abismo–Había pensado.

 

Pero después de tanto repetirlo en su cabeza, ese argumento comenzó a perder peso, hasta que algo en su corazón le dijo que esa no era toda la verdad. 

 

Bueno, si voy a morir, sería bueno que por una vez, pudiera mostrarme honesto... aunque sólo fuera conmigo mismo

 

La verdad, ya era hora de dejar de justificarse. Ya él no era un niño como para continuar cargándole su fracaso a los demás.

 

Es cierto que en un principio el desprecio y odio de los demás lo llevaron por malos caminos, pero al final del día, fueron sus propias decisiones las que trazaron su destino. Él era el responsable de sus actos, nadie más.

 

Que extraño sentirme divagando de esta manera... En Asgard, nunca me di el tiempo de analizar así mis sentimientos. Que ironía que haya tenido que quedarme paralítico para poder encontrar la calma necesaria, que me permitiría darle algo de sentido a esta maraña de pensamientos–Dijo Loki con un dejo de humor.

 

 

 

_____________________________________________

 

 

 

Los días se amontonaban unos tras otros, cuando lo vio. De soslayo percibió la silueta de un hombre, un Mirgardiano que lo observaba escondido desde uno de los surcos del cráter. 

 

¿Habrá venido a matarme?Pensó Loki Bueno, no estaría mal, al contario, sería acelerar un proceso que de los contrario sería agonizantemente lento

 

Pero el hombre sólo se quedó observándole de lejos, analizándolo. 

 

Después de lo que pareció ser un largo tiempo, por fin pareció reunir su valentía y salió de su escondite, parándose sin mayores preámbulos enfrente del cuerpo inerte de Loki. 

 

Una vez en su línea directa de visión, Loki pudo tener un mejor vistazo de su apariencia. El Midgardiano, llevaba un primitivo atuendo compuesto de pieles y cueros. Su torso se encontraba desnudo, pero una espléndida capa cubría sus hombros,  seguramente de un animal que él mismo había casado. Sus botas estaban amarradas con lazos que llegaban hasta las rodillas, y en su cinto llevaba una daga que parecía hecha de hierro, la cual agarraba del mango, sin esgrimirla, como si estuviera indeciso de si debiera usarla o no.  

 

El hombre y Loki, se miraron mutuamente con curiosidad y luego, para sorpresa del segundo, el Mirgardiano extendió su mano.

 

–Hola, mi nombre es Tony del clan Stark. No se quién eres y la verdad no creo que seas de por aquí por tus ropajes ¿Por qué has estado ahí tanto tiempo sin moverte? ¿Eres un Dios? ¿Un demonio? Hace varios días vi que algo calló del cielo, y escuché un gran golpe ¿fuiste tú? ¿Puedes entender siquiera alguna palabra de lo que estoy diciendo?–

 

Gracias al All-Tongue(3), Loki podía comprenderlo perfectamente, sin embargo, se le quedó mirando un tanto aturdido. Después de haber pasado días en el más completo silencio, sus sentidos no agradecieron el aparente talento que poseía este hombre (Stark, su cerebro proveyó), de expulsar tal sarta de palabras en lo que pareció tan solo un segundo.

 

Cuando hubo recuperado su ingenio, Loki escogió una de las preguntas y contestó.

 

–No soy ningún Dios, quizás en algún tiempo lo fui, pero esa persona ya no existe más. Si vienes a matarme, no te detendré, al contrario, me harías un gran favor– Dijo Loki en un tono neutro.

 

–¿Matarte? ¿Por qué habría de hacerlo?– Dijo Tony con extrañeza –Tú no me has hecho nada. A no ser que… Dime, ¿eres una amenaza?–Dijo con suspicacia.

 

Una risa amarga y resignada se hizo camino por su garganta –Aunque quisiera, no podría. Estoy paralizado por completo, no puedo moverme y dudo que alguna vez vuelva a hacerlo–

 

Tony se quedó en silencio un momento.

 

–¿Y si pudieras?–Le dijo finalmente

 

–¿Si pudiera qué?–Le espetó Loki confundido.

 

–Si pudieras hacerme daño ¿Lo harías?–

 

Loki lo miró desconcertado –Si tuviera completo dominio de su cuerpo y fuerza ¿Lo atacaría? ¿mataría a aquel que había sido testigo de su debilidad? ¿acabaría con esa persona sin mayores miramientos, como si sólo se tratase de un insecto molesto? Quizás la persona que era antes no lo habría pensado dos veces, pero ahora…

 

–No… no lo haría–  Respondió, después de una larga pausa.

 

Tony entonces lo miró, escrutando su rostro con ojos penetrantes. Buscando aquella verdad que creía las palabras podían eludir.

 

–Está bien, te creo–Dijo después de haber terminado su examen.

 

Loki se estremeció como si alguien le hubiera dado una bofetada en la cara. Nunca nadie antes le había soltado aquellas palabras con tanta ligereza. Él se había ganado el título del Dios de la mentira y se había acostumbrado que todo lo que saliera de su boca, fuera puesto en duda. Que una persona le entregara su confianza así de fácil, no era algo que estuviera acostumbrado a experimentar. 

 

Tony por su parte, permaneció indiferente a la gran sorpresa de su interlocutor. El haber podido dejar sin palabras al famoso silvertongue (4), era una hazaña de la que permaneció completamente ignorante. 

 

–Bueno, “ex-Dios”–Dijo Tony –¿En algún momento me vas a decir tu nombre? Si no lo haces no importa, tengo un talento para los sobrenombres y con solo mirarte ya tengo varios preparados…–

 

–Es Loki–Dijo éste interrumpiéndolo. Estaba seguro que cualquiera de estos “sobrenombres” serían por lo bajo, exasperantes y/o humillantes. 

 

–Un gusto en conocerte. Así que... cuéntame ¿cómo es posible que hayas caído del cielo?–

 

Loki estuvo tentado a simplemente decirle que aquello no era de su incumbencia. Siempre había sido una persona reservada y este hombre esperaba que con sólo preguntar, él estaría dispuesto a contarle cada uno de sus secretos. Pero simplemente estaba muy cansado… y además, el solo hecho de pensar en una batalla de retórica con este hombre, hacía que su cabeza palpitara.

 

Y entonces con un suspiro, Loki le contó acerca de sus orígenes y de su caída, para luego explicar cómo, por completa casualidad, había terminado colisionando con el planeta tierra. Fue un breve y poco detallado resumen de los hechos, hablado en un tono desinteresado, casi mecánico. 

 

Sin embargo, obviando cualquier reticencia por parte de Loki, Tony no se abstuvo de interrumpirlo con preguntas de todo tipo, las cuales Loki respondió obviando olímpicamente toda inquisición acerca de las razones que habían desencadenado su caída en primer lugar.

 

Tony mostró especial curiosidad acerca de su cultura extraterrestre, y entonces Loki accedió a contarle de Asgard, de su gente y adelantos. Habló de sus costumbres y descubrimientos. Trató de describir aquellos paisajes únicos y al hacerlo, fue como si él estuviera allí de nuevo. Su relato adquirió entonces un tono algo melancólico, y la sombra de una gran tristeza amenazo con envolverlo, pero luego, al vislumbrar el rostro maravillado de su espectador, con asombro, se dio cuenta que aquellos sentimientos comenzaron a retroceder. 

 

–¡Guau!–Dijo Tony –¡Todo esto es increíble! ¡Otros planetas! ¡Aquello que llamas tecnología! ¡magia! Me cuesta imaginarlo. ¿Sería posible que los humanos alguna vez alcancemos tales adelantos? Espero que si.

 

Verás, yo soy un inventor. A través de mis creaciones, he tratado de forma infructuosa de mejorar el estatus de vida de mi tribu, pero la verdad, no es mucho lo que puedo hacer cuando nos estamos muriendo de hambre y sed. 

 

Hace mucho tiempo que mi gente y yo hemos estado luchando por nuestra sobrevivencia, pero me apena decir que las cosas no se ven favorables para nosotros. Enfermedades, falta de alimento y agua, mantienen a mi tribu al borde de la desaparición                             

 

Pero, supongo que no debo quejarme,  en todos lados es lo mismo, hay personas con incluso peor suerte a la de nosotros…–

 

Aquella última frase sorprendió a Loki. 

 

–¿Por que dices que en todos lados es lo mismo? ¿Acaso la tierra está pasando por un periodo de crisis?–

 

Periodo de crisis… Es una forma de ponerlo– Dijo Tony sentándose a su lado como si de repente un gran peso se hubiera posado sobre sus hombros –No se si te has dado cuenta, pero no estamos parados precisamente en un terreno muy fructífero. Por donde mires es seco y estéril, pero el tema, es que no es sólo aquí. Por más lejos que he llegado, o por más exploradores a los que he preguntado, es lo mismo en todos lados, sólo hay escasez.

 

Con mi tribu, hemos llegado a la conclusión que estamos presenciando la muerte de nuestra tierra. Los ancianos, dicen que con cada generación es peor, ellos aseguran que llegará un momento en que todo se seque por completo, lo que significará la extinción de la vida, animales y humanos por igual. 

 

Acongojado por la inevitabilidad de aquella predicción, he dedicado mi vida a tratar de encontrar una solución a este problema, pero todavía no he dado con nada.

 

Buscando información, en uno de mis viajes, encontré unos escritos antiguos. Ellos hablan de la tierra de antes, una rebosante de agua y alimentos, un mundo en donde la gente tenía sus necesidades cubiertas y una cultura cuantiosa.

 

En sus registros, se puede ver precisamente cuando las cosas comenzaran a cambiar. Se produjo un fenómeno que ellos llamaron “calentamiento del globo”, una sequía generalizada que comenzó a extenderse por todos los rincones.

 

Una vez hubo comenzado, no pudo detenerse y pronto la humanidad presenció un proceso que aunque lento, dejó solo muerte a su alrededor. 

 

Pronto, lo que quedaba de la humidad comenzó a entrar en pánico. Guerras se desencadenaron por la supremacía de los pocos recursos que habían, sólo logrando que más personas perecieran.

 

Los escritos terminan ahí, abandonados.

 

Mi teoría es que después de las guerras, poco fue lo que quedó. La humanidad sobrevivió pero apenas, y aquellos que quedaron, tuvieron que comenzar de nuevo, crear una nueva sociedad con los restos. Es por eso que, si es que alguna vez tuvimos tecnología como la que describes, ésta ya no existe más–

 

Al escuchar esto, Loki sintió una punzada de dolor visceral en el pecho. Le tomó varios momentos desconcertantes identificarlo como empatía. 

 

–Yo… no lo sabía–Fue todo lo que pudo decir.

 

–Tranquilo, no es tu culpa–Dijo Tony.

 

¿Pero no lo era? Loki había sido un príncipe de Asgard, eso significaba que había jurado proteger a todos sus reinos vasallos. Esto desde luego, incluía a la tierra. 

 

¿Cómo era posible que no se hubiera enterado antes de su situación? No era como si le hubiera importado mucho en ese tiempo, pero no había escuchado a nadie de Asgard siquiera mencionar el asunto. 

 

¿Acaso Odín sabía?  Parecía improbable que se mantuviera ignorante ¿Por qué no había echo algo entonces? –Quizás simplemente no le importaba–Susurró una pequeña voz dentro de su cabeza.

 

El que por supuesto habría sabido, era Thor. Cuando fue desterrado, tuvo que haber testigo de la situación de los humanos. Pero no es como si hubiera discutido con Thor de su experiencia en la tierra. Después de su exilio, sólo se vieron nuevamente en el Bifrost, y no precisamente para hablar, si no para enfrentarse en aquella batalla final, cuyo resultado lo llevó a soltarse de Gungir y caer al vacío. 

 

Pero no valía la pena pensar en eso ahora. Nada bueno podía venir de  revivir el pasado, ni de hacerse preguntas que probablemente nunca tendrían respuesta. Decidió entonces focalizarse en su situación actual.

 

Todavía sentía esa persistente sensación de empatía molestándolo. No era común que él sucumbiera a aquella emoción, nunca fue un impulso que viniera de forma natural en él y sin embargo ahí estaba, aguijoneándolo directo en el pecho.

 

Debía hacer algo al respecto, se estaba volviendo realmente insoportable… Y en ese momento lo recordó.

 

–Stark, dijiste que tu tribu está muriendo de hambre ¿verdad? ¿Ves un bolso que se encuentra atado a mi cadera? Ahí dentro encontrarás algunos alimentos. Creo recordar que hay verduras y algunos panes. Aquel pan es uno especial, está diseñado para hacer que un Asgardiano recupere su fuerza y así pueda mantenerse por varios días, sospecho que para un humano sería incluso más tiempo. No es mucho, dado que está pensado para un solo individuo, pero me parece que podría ayudar–  

 

El rostro de Stark se ilumino de repente lleno de alegría, pero luego miró a Loki y su expresión cambió a una de aprensión. 

 

–¿Y que hay de ti? Dijiste que no te podías mover, así que eso significa que no has comido nada ¿verdad? Espera, te alcanzaré algo…–

 

–No–Dijo Loki, con una voz dura que lo detuvo en seco –Sería un desperdicio. Podrías alimentarme ahora pero ¿de que serviría? solo sería prolongar lo inevitable. Si no puedo moverme ¿cómo voy a valérmelas por mi mismo? ¿Cómo voy conseguir sustento en un reino que ya de por si es austero? No… es mejor que lleves toda la comida a tu gente–

 

–¡Oh no! ¡No voy a tener nada de eso! Ahora mismo voy a sacar una porción de aquel pan y yo mismo te voy a alimentar con el. Y si no quieres voy a… a picarte en la cara con un palo hasta que te canses y termines cediendo. Si esto se transforma en una batalla de desgaste, tengo todo para ganar, tengo todo el tiempo del mundo. Puedo quedarme hasta que termines rindiéndote sólo por lo exasperante que puedo llegar a ser–

 

Loki no lo planeó, simplemente se escapó de su boca, una fuerte carcajada que hizo se sintiera mareado. Aquella no fue una risa irónica como la que usualmente le dedicaba a la gente de la corte en Asgard, si no una sincera, en su estado más puro. Un sonido rico, que en ese momento le resultó imposible de contener. 

 

¿Cuándo había sido la última vez que había reído así? Sinceramente no lo recordaba. 

 

Cuando se hubo recuperado de su exabrupto, trató de componer su rostro en uno de seriedad, pero todavía podía notarse una tenue y traicionera  luz de diversión que danzaba en sus ojos.

 

–Tengo la sensación que eres alguien que no está acostumbrado a recibir negativas ¿me equivoco?–

 

–Si recibo negativas, es sólo que decido no prestarles atención–Dijo Tony con una sonrisa petulante en su rostro.

 

–Muy bien Stark–Dijo Loki después de un momento –Dejaré que me alimentes por esta vez si es que así lo deseas, pero no he cambiado mi opinión al respecto, todavía sostengo la futilidad de este acuerdo–

 

Stark procedió entonces con cuidado, a retirar los alimentos y a depositar porciones de comida en los labios agrietados de Loki.

 

Cuando hubo terminado, se retiró donde su tribu, pero no sin antes entregarle a Loki la vehemente promesa de su retorno.  

 

Después de aquel inesperado encuentro, Loki se sintió aturdido, con una sensación extraña en su cara, un ligero hormigueo, especialmente en los lugares en donde Tony lo había tocado. Podría ser que estuviera…. ¿contento? Lo consideró y luego movió su cabeza –Tonterías sentimentales–Pensó.

 

Notas finales:

¿Qué piensan? ¿Debería continuar? Por favor comenten o agréguenme a favoritos. Sus comentarios me alegran el día y me alientan a seguir escribiendo :)


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