Terminaron las clases, Taehyun se había quedado esperando en el pasillo a Jimin para volver juntos a casa. La escuela ya estaba casi vacía y justo la mala suerte hizo que Jungkook pasara por delante de él.
-Maldita sea… -Dijo Taehyun, mientras hacía contacto visual con Jungkook, divisando una pequeña sonrisa en su rostro como diciéndole “¿Qué pasa? ¿Nervioso?”.
Durante la escuela secundaria corrió el rumor de que Taehyun estaba muy enamorado de Jungkook, el rumor había sido esparcido por su ahora ex mejor amigo, Jin, y a pesar de que todo -incluido Jin- había quedado en el pasado, Jungkook aún se burlaba indirectamente de Tae, porque de una forma u otra sabía que el rumor era verdad, y a leguas se veía que seguía enamorado de él. Taehyun rodó sus ojos y ya fastidiado entró de nuevo al salón.
-Rayos Jimin ¿Por qué tardas tanto?
Jimin miró a Taehyun intrigado, traía una carta abierta en la mano.
-Encontré esto, al parecer le gusto a Lara Jean y quiere saber si estoy dispuesto a salir con ella. –Comenzó a arrugar la carta hasta hacerla una bola deforme y la tiró a la basura. –Qué tontería que las chicas hagan este tipo de cosas.
-Eres de los más guapos de la escuela. Casi todas están locas por ti. Deberías estar acostumbrado ya a ese tipo de cartitas y regalos que te ofrecen.
Jimin se acercó a Tae y le dio un beso en la boca, pequeño, tierno y cariñoso. –El único que quiero eres tú, no me importan los demás.
Taehyun soltó una risita y rodeó el cuello de Jimin con su brazo -¡Eres perfecto! –Dijo mientras sacudía su cabello con sus dedos. –Ya, vámonos a casa.
El día siguiente Jimin y Taehyun fueron juntos a ver a Lara Jean en el patio trasero de la escuela donde la mayoría de las veces era usado por los estudiantes para besarse tranquilos sin que algún docente entrometido llegara a ponerles un regaño. Taehyun esperaba recargado en uno de los árboles mientras Jimin hablaba con ella. Incluso se había tomado la molestia de memorizar un fragmento de la carta.
-Escribiste: “Jimin, desde primer grado me has gustado, soy capaz de llegar al extremo sólo por llegar a gustarte, haría lo que fuera por estar con alguien como tú”. Quizás no lo sepas, pero Taehyun y yo estamos juntos. No me interesan las chicas bobas como tú. Espero que no hagas nada que fastidie nuestra relación, no me importa si me admiras de lejos como las demás, pero ni siquiera pienses en acercarte a nosotros. Ah, y ni se te ocurra contarle a alguien lo nuestro si no quieres que le muestre tu cursi carta a todos –Mintió.
Jimin le dio la espalda y fue caminando directo a Taehyun, sonrió de manera cruel y lo besó apasionadamente frente a Lara Jean, ella estaba totalmente roja de vergüenza, comenzó a llorar, se tapó la cara y se fue corriendo.
-Eres muy cruel Jimin, alguien debería enseñarte modales –Dijo Taehyun cuando terminaron de besarse, Jimin solo sonrió y se mordió el labio inferior diciéndole que ya era hora de irse, Taehyun asintió y Jimin comenzó a caminar directo a la salida, entonces algo extraño sucedió, Tae miró la ventana que tenía a la derecha y dentro de uno de los salones ahí estaba, Jeon Jungkook, su crush de toda la vida, mirándolo fijamente sin mostrar ninguna expresión.
Ambos se quedaron inmóviles, Jungkook había presenciado todo lo que había pasado, se suponía que la relación era secreta y Jungkook no era del tipo de persona amable y comprensiva que guardaría el secreto solo por hacerle un favor a alguien. Taehyun escuchó el grito de Jimin para que se apurara y soltando un par de groserías se fue de ahí.
Caminando de regreso a casa platicaron de lo sucedido, Taehyun estaba seguro que para mañana toda la preparatoria sabría sobre su relación, no por cualquier cosa Jungkook era el chico más guapo y popular de la escuela, sobrepasando por mucho las fans que tenía el mismo Jimin.
-Maldita sea, ¿Qué haremos ahora Jimin? Nadie nos va a creer si decimos que es una mentira, incluso si nos cambiamos de turno sólo llamaremos más la atención, queda solamente cambiarnos definitivamente de escuela…
Jimin se quedó callado, miró el pecho de Taehyun unos minutos y después habló.
-Sé que estás totalmente en contra de esto, pero ¿qué importa? Me refiero a ¿qué más da si todos lo saben?
Taehyun empujó a Jimin para que estuviera unos pasos más alejado de él, se puso las manos en la cintura de forma arrogante y soltó una risa sarcástica
-Espero que estés bromeando, ¿por qué querría que todos supieran que soy gay? es una tontería…
Jimin se rascó la cabeza y soltó un suspiro. –Como quieras –dijo –Pero a mí no me importaría que todos supieran, para mí es algo genial ser tu novio, además de que podríamos besarnos y abrazarnos en público y dejar de actuar siempre como amigos, quiero darte un beso aquí y ahora pero no puedo porque estamos en la calle rodeado de personas… ¡es frustrante todo esto Taehyun!
Taehyun miró la carita de Jimin, era de verdad tan lindo como todos decían y ahora era sólo suyo, estaba totalmente convencido de que Jimin de verdad lo amaba, sin duda alguna, estaba loco por él.
-Ni hablar. Todo dependerá de lo que pase mañana. Ya me siento enfermo de solo pensar en lo que va a pasar a partir de ahora.
Durante la noche, Jimin intentó llamar varias veces a Taehyun pero él no se molestaba en contestar sus llamadas, en su celular no paraban de llegar mensajes de Jimin, “ánimo”, “estaremos bien”, pero Taehyun sólo los leía y pasaba de todo. Estaba verdaderamente molesto pero sobre todo avergonzado de que hubiera sido precisamente Jungkook el que descubriera su secreto.
Durante la secundaria Jin y Taehyun eran los mejores amigos, desde la infancia habían compartido muchos momentos alegres y otros no tanto. Jin siempre fue muy serio y sólo había espacio en su círculo de amigos para Taehyun, pero cuando éste descubrió por primera vez a Jungkook todo cambió entre ellos, ya no era su Taehyun, era suyo y del popular Jeon Jungkook, un apuesto y solitario joven que no tenía idea de su existencia.
Jin se cansó de la actitud tan molesta de Taehyun cuando trataban de jugar al futbol y Taehyun de pronto veía a Jungkook pasando de frente y su deportista estrella interior brotaba solo para impresionarlo, causando que robara el balón a sus propios compañeros y anotara un gol para el equipo al mismo tiempo que destruía la confianza entre ellos. Se cansó de ser arrastrado a viajes escolares aburridos sólo porque Jungkook estaría ahí, aunque Tae fuera tan nervioso y cobarde que aun estando encerrado con Jungkook a solas en la misma habitación no se atrevería a dirigirle la palabra.
No pensó que las cosas fueran a salirse de control cuando consiguió el número de Jungkook y le envió un corto pero catastrófico mensaje:
“Taehyun, el chico de 3º C está enamorado de ti. Es un chico genial, deberías darle una oportunidad”.
No pasó ni una semana cuando se supo quién había sido el autor del mensaje, y aunque Taehyun tratara de mil formas de hacerles creer que el mensaje lo había mandado como broma nadie le creyó, era más divertido seguir con la burla de “el chico gay que cree que Jungkook podría estar con alguien como él” y ahí fue donde tantos años de amistad se fueron a la basura, en cuanto se graduaron Taehyun no volvió a ver a Jin.
Pero ¿Por qué estaba recordando todo eso ahora? El problema no era lo que pensara Jungkook, el problema es que Taehyun volvería a ser la burla de nuevo y ya había tenido suficiente de acoso escolar, burlas y apodos, estaba harto, en cuanto llegara a la escuela al día siguiente y alguien se atreviera a decirle algo del tema lo molería a golpes, no importa de quién se tratara. ´
Cuando despertó al día siguiente se dio cuenta de que no había escuchado la alarma, tomó una ducha rápida y salió corriendo. Era una mala manera de iniciar el día, pero cómo no quedarse dormido si se había pensando mil cosas en toda la noche, y su celular no había dejado de sonar gracias a los mensajes de Jimin.
Deseaba con toda su alma no ver a Jungkook, se ponía muy nervioso sólo pensar en su tonta sonrisa, en su ridículo corte de pelo, su delgado y ejercitado cuerpo y en sus hermosos –pero no atractivos- ojos negros. Estaba pensando demasiado en él, vaya pérdida de tiempo. Para su suerte al primero que vio fue a Jimin esperándolo en la entrada, se acercó a Taehyun sonriente como si nada, eso lo molestó mucho y prefirió chistarle en la cara, voltearse e ignorarlo; Jimin se quedó con su brazo levantado y un nudo en la garganta pero pues así era Tae, no había nada que Jimin pudiera hacer.
El día transcurrió demasiado sencillo, nadie se metió con Taehyun ni con Jimin, era extraño pero todos actuaban demasiado normal para su gusto. “De seguro en cuanto salga aparecerán mil fotos nuestras pegadas en todas partes” pensaba Taehyun “no, quizás justo cuando pase por el umbral del edificio alguien me lanzará un balde de agua helada”.
En cuanto terminaron las clases Taehyun salió disparado hacia la salida, ni siquiera le avisó a Jimin que saldría temprano. Al salir con sumo cuidado tal y como si se tratara de un ninja notó que nadie le prestaba atención, como si de un milagro se tratara, ahora no tenía dudas, Jungkook no le había contado a nadie lo que había visto; o al menos no por ahora. Justo pensaba en él –de nuevo- cuando lo encontró durante el camino a su casa. Jungkook vivía en un distrito alejado a ese y de hecho sólo Tae y Jimin vivían por ahí, era extraño encontrarlo tan de repente, y más extraño aún que fuera el mismo Jungkook el que se acercara a Taehyun y con una pícara sonrisa lo llamara en voz alta.
-Taehyun, ¿cierto? –metió las manos en los bolsillos de su pantalón y sacudió la cabeza para acomodar su cabello, se veía tan genial cuando hacía eso…
-¿Qué quieres Jungkook? –Respondió Tae, ¿había sido demasiado grosero? ¿Qué se suponía que debía responder? ¿Era verdad eso de que sólo los idiotas responden a una pregunta con otra pregunta? ¿Ahora Jungkook estaría pensando que Taehyun era un idiota?
-Ayer me quedé recogiendo unas cosas en el salón de arte después de clases, no sé si te diste cuenta pero sin querer presencié su escenita de novela, si es verdad todo lo que escuché eso significa que no les conviene que yo abra la boca y le cuente a todos su relación. Me interesa llegar a un acuerdo contigo…
Taehyun sintió como si cientos de mariposas revolotearan en sus entrañas, estaba a punto de darle un ataque de nervios. Tragó saliva y respondió:
-Dime de qué se trata.