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~Destino Cruel~ [ Yuri On Ice] por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del fanfic:

Holi, muchas gracias por leer. :3 Espero les guste la historia y la disfruten, pese a que el fandom no anda tan activo como antes. :'v Antes de iniciar la lectura, por favor lean las siguientes aclaraciones:

Yuuri y Viktor son padres adoptivos de Yuri. -Lo adoptaron cuando aún tenía meses y sí, así es, lo adoptaron cuando Viktor tenía 18 años y Yuuri 16 años, ya que se casaron cuando Viktor tenía 17 y Yuuri 15, y debido a situaciones que explicaré después, se sabrá porque se casaron tan jóvenes y porque la adopción de Yuri-

Yuuri- 31 años (omega), Viktor- 33 años (alfa) y Yuri- 15 años (omega).

Sin más, les dejo la lectura. :3 ♥

 

Ya habían pasado años desde que Yuri se había vuelto amigo de Otabek y en ese corto tiempo, ya habían formado un bello lazo de amistad, que parecía nadie podría romper.


~En la habitación de Beka~


-Be-Beka, he estado pensando en algo.


-¿Qué pasa, Yura?


-¿Cómo es que haces para soportarme?


-¿A qué viene esa pregunta?


El rubio se levantó de la cama y caminó junto al pelinegro, quien estaba sentado en el suelo, jugando un videojuego.


-¿Y bien, Yura? ¿Por qué me preguntas algo como eso?


Antes de que Otabek pudiera voltear a ver a Yuri, éste se puso de cuclillas frente a él y se acomodó entre las piernas del susodicho, quedando en una pose bastante provocativa, por lo cual el mayor desvió la mirada.


-Es sólo que no entiendo como haces para soportarme. Soy bastante agresivo y temperamental. Incluso yo lo sé, pero a ti no parece importarte.


-Conmigo no eres agresivo, ¿sabes?


-Pero si temperamental. Hemos pelado por cosas tan estúpidas y todas las peleas las he iniciado yo, aún sí es algo sin sentido.


-Yura. No me has respondido, ¿por qué de repente quieres saber algo como eso?


-Es que antes de venir me encontré con JJ, y me di cuenta de que a pesar de que me quejo de cómo actúa él, yo soy aún peor persona de lo que es él, por eso no entiendo cómo es que tú–


-¡Escucha! No eres irritante, ni molesto, ni agresivo, ni nada que se te pueda ocurrir. Y aún sí lo fueras, yo te aceptaría de ese mismo modo porque tú lo haces conmigo, ¿entendiste?


-Beka, en verdad que eres extraño.


Después de decir eso, el rubio se puso de pie y volvió a recostarse en la cama, de la cual parecía ya haberse adueñado.


-¿Me puedo quedar a dormir?


-Sabes que por mí no hay problema porque vivo solo, pero...


-¿Pero qué?


-No creo que la idea les agrade mucho a tus padres.


-No me importa, esos idiotas no son mis padres y ya estoy grande para decidir qué hacer. Y aún sí les digo, sé que el único que hará un drama de todo, será Vicktor.


-Aún eres un niño, sólo tienes quince años y estás al cuidado de ellos. Al menos llámales para decirles que te vas a quedar o mañana me comenzará a molestar tu pad-


-Ni se te ocurra decir que ese calvo es mi padre.


-De acuerdo, pero llámales antes de que se haga más noche.


Yuri llamó a sus padres para avisarles que se quedaría en casa de Otabek y al parecer acertó a lo que le había dicho al mayor, ya que Yuuri entendió de inmediato y sólo dijo que durmiera el tiempo debido, sin embargo, Vicktor comenzó a gritar diciendo que no permitiría que se quedara lejos de ellos y menos con ese "lobo" según él.


"-¡Iré por ti de inmediato!"


"-Vicktor, ya cálmate. Yurio-"


"-¡No dejaré que mi bebé se quede con ese idiota!"


Yuri harto de escuchar las tonterías de Vicktor, decidió hablar tan tierno como le fue posible, para lograr que Vicktor le hiciera caso, después de todo sabía que él sería capaz de ir por él realmente.


-¡Papi!


Escuchar esa simple palabra, hizo a Vicktor reaccionar tiernamente hacia su pequeño, olvidando completamente el berrinche que hasta hace unos segundos estaba armando.


"-... ¿Qué pasa, bebé?"


Había funcionado su plan. Vicktor había dejado de gritar después de escuchar que Yuri lo llamara "papi", pues hacía años desde que el menor le había dicho de ese modo voluntariamente. Y sí mal no recordaba, sólo lo llamaba de ese modo cuando se sentía aterrado.


-Por favor, papi. Deja que me quede con Beka.


"-¡Pero-!"


-Prometo que no faltaré a la escuela. Mañana me iré desde aquí.


"-¿Y qué hay del uniforme?"


-Lo traigo puesto y mis cosas están en la escuela, ¿puedo quedarme?


"-No lo sé, aún si dices eso...Él es un alfa y tú un omega, esto no me-"


-Ma-mami, por favor. En verdad me quiero quedar.


Yuuri al escuchar esa voz tan tierna diciéndole de ese modo, también sucumbió y terminó por convencer a Vicktor de que lo dejara quedarse en casa del mayor.


-¿Entonces, papi?


"-De acuerdo, pero mañana no irás a su casa, ¿entendiste? Y sí te hace algo, juro que se va a arrepentir de haberte puesto una mano encima-"


-Gracias, papi. Nos vemos.


Después de colgar, Yuri suspiró cansado. No podía creer que en verdad había tenido que hacer eso para obtener el permiso de quedarse. Se sentía como un estúpido por haberles llamado de esa forma tan penosa, aunque antes solía llamarles así sin problema alguno.


-Vaya, quién diría que terminarías diciéndoles mami y papi a pesar de que dices que no son tus padres.


-Cállate, Beka.


-¿Por qué no admites que en verdad los quieres y que sí piensas en ellos como tus padres?


-Eso no es cierto.


-Yura, te conozco desde pequeño.


-¿Y eso qué?


-Tú solías llamarlos de ese modo. No entiendo porque ahora te da pena admitir por lo menos que los consideras tus padres. Ellos te criaron desde que tenías unos cuantos meses de nacido.


-Eso no impor-


-Claro que importa. ¿Acaso no haz considera como se sienten ellos cuando los niegas? Tan sólo date cuenta de cómo se pusieron de felices cuando los llamaste mami y papi.


Antes de que pudieran seguir discutiendo, el timbre sonó y el mayor fue a abrir la puerta, mientras el menor trataba de procesar las palabras de Otabek. ¿Desde cuándo había dejado de llamarles así? Antes solía hablarles de esa forma como si fuera de lo más normal.


-¡¿Mila?! ¿Qué hacen aquí?


Al escuchar el ruido proveniente de la entrada, el rubio se dirigió cauteloso para ver quienes estaban ahí, debido a que percibía un aroma nada agradable. 


Y vaya que se sorprendió, ¿por qué estaba Mila con Chris en ese lugar? ¿Por qué también estaba el novio de Chris? Y aún más importante, ¿quién era ese joven que estaba detrás de Mila?


-¡Oh, Yuri! ¿Qué haces aquí?


-Más bien, ¿qué hacen ustedes aquí, Mila?


-Vine de visita con Chris y ellos dos.


-¿Quién es él?


Yuri señaló al joven que estaba tras Mila. Aquel joven de cabellera pelirroja, ojos verdes y test pálida. No le daba buena espina, ya que se sentía incómodo por su presencia y su olor a pesar de ser dulce, era desagradable.


-Oh, disculpen. Otabek, Yuri, él es mi primo, Adrik. Vino aquí para quedarse por un tiempo y quería saber sí Otabek podría hospedarlo, ya que en mi casa no hay lugar.


Antes de que Yuri pudiera replicar, Otabek habló nervioso.


-N-no creo que sea buena idea, Mila. Él está por entrar en celo.


Yuri arrugó la nariz y notó que lo que el mayor decía era cierto, pero había algo más en todo eso. Ese tipo en verdad lo incomodaba, ¿por qué lo incomoda tanto? Él ya estaba acostumbrado a los aromas de omega, debido a sus conocidos y debido a las reuniones a donde lo llevaban Yuri y Vicktor.


-Por favor, Otabek. No tiene donde quedarse. Y creo que sería una buena idea que se quede aquí, ya que para suerte suya le tocó en la misma clase de Yuri, incluso podrían volverse amigos.


-¿Y por qué no lo dejas en un hotel, maldita bruja? Yo no quiero hablar con este tipo.


-¡Cállate, mocoso! ¡No se puede quedar por casi un año en un hotel!


Yuri se comenzó a sentir exaltado ante la idea de que ese chico se quedara a dormir en casa de Otabek y era evidente que no pensaba disimularlo, pues comenzó a hacer muecas de disgusto y asco hacia el chico.


-Está bien, pero tomará sus supresores o sino no podrá quedarse.


-¡Gracias, Otabek!


Mila abrazó efusivamente al mayor, mientras hacía señas a su primo para que entrara.


-¿Sólo venían para eso?


-No, a decir verdad también queríamos hablar de unas cosas contigo, porque de seguro ya te has dado cuenta, ¿no es cierto?


-Beka, ¿en verdad lo dejarás quedarse?


-Claro, no puedo correrlo. No tiene en donde quedarse, Yura.


-Beka, sí no lo sacas me voy a ir y no quiero que me hables de nuevo.


-Yura, he dicho que no lo voy a correr. Él puede quedarse.


Al notar como el rubio soltaba sus feromonas llenas de ira, el mayor trató de abrazarlo para poder tranquilizarlo, pero fue inútil porque recibió un fuerte empujón del menor, quien se dirigió rápidamente al cuarto donde estaban anteriormente.


Todos se quedaron sorprendidos ante la reacción de Yuri, pero optaron por no decir nada porque sabían a la perfección el carácter tan explosivo que tenía el pequeño y más cuando las cosas no salían como él las quería.


-Iré a hablar con él, regreso en un momento.


Otabek alcanzó a Yuri y habló con él, pero a pesar de la gran paciencia que poseía el mayor, terminó por gritarle al rubio, quien no dejaba de insistir en que sacara a aquel omega de su departamento y que además no dejaba de insultarlo a él y a sus invitados.


-¡Sí no lo corres, no quiero que me vuelvas a buscar!


-¡Pues entonces no te buscaré de nuevo!


Esa pequeña frase exaltó un poco más al menor. Beka nunca le había hablado de ese modo.


-¡Quiero que se largue!


-¡Ya basta! ¡Eres un egoísta!


-¡Eres un estúpido, Beka!


-¡No sabes valorar lo que tienes! ¡Desprecias a todos como sí no te importaran!


-¡Eso-!


-¡Te la pasas insultando a tus padres y no dejas de ser un egoísta! ¡Eres un maldito niño mimado! ¡Algún día, todos se van a cansar de ti y te quedarás solo!


-¡Cállate!


Yuri comenzaba a sentirse herido. Otabek realmente sabía dónde dar para hacerlo sentir mal.


-¡Esa actitud tuya te va a llevar a tu perdición un día de estos!


-¡Mi actitud no-!


-¡Por tu arrogancia casi te violan hace poco! ¡Deja de ser tan presuntuoso y egoísta!


Escuchar eso, hizo que Yuri se quedara callado y al notar que en verdad había dado en el punto débil del rubio, decidió no hablar más y salió del cuarto, dejando a solas a Yuri. Cuando finalmente estuvo a solas, dejó salir algunas lágrimas, al recordar lo que hace poco había vivido. Beka sabía a la perfección que Yuri no quería recordar nada de lo sucedido y aún así había tocado el tema.


-Ese estúpido. Diciéndome ese tipo de cosas y dejando que un omega se quede en su casa, es tan...


Yuri susurraba groserías en ruso, mientras juntaba sus cosas y las aventaba enojado a su mochila. Era la primera vez que se sentía tan molesto con Otabek. Nunca pensó que él mayor podría provocarle este tipo de sentimientos.


El pequeño rubio se asomó con cuidado por la puerta, para ver que estaban haciendo los demás y al ver que el primo de Mila estaba junto a Otabek, obviamente se molestó y su molestia aumentó más cuando vio que su Beka le estaba sonriendo a ese chico.


-Váyanse a la mierda.


Yuri volvió a cerrar la puerta y tomó sus cosas y aunque estaba dispuesto a irse, no sabía cómo hacerlo sin pasar por la sala. Fue entonces que recordó que el departamento de Otabek no estaba tan alto. Sólo eran tres pisos y había escaleras. Era perfecto para que pudiera salir.


-Sí ese idiota no piensa hacerme caso, me iré sin que lo note.


El menor salió con cuidado por la ventana y sin hacer ruido alguno se fue por las escaleras, hasta llegar abajo, donde tomó un taxi a su casa.


-¿No creen que Yuri está muy callado?


-Demasiado, después de lo que hizo me sorprende que no escucháramos cosas rompiéndose.


-Iré a ver que está haciendo.


-Te acompañaré. Con el carácter que tiene, no sé sabe lo que puede hacer.


Mila caminó junto a Otabek y abrieron cuidadosamente la puerta, pero se llevaron una gran sorpresa al notar que no había nadie dentro.


-¿Acaso salió por la ventana? En verdad parece un gato, ¿no crees, Otabek?


Mila notó que había una nota sobre la mesa y se lo hizo notar al mayor, quien no dudo en ver qué era lo que decía.


"Me largué desde hace un rato. Espero te sigas divirtiendo con tu amiguito omega, idiota. No quiero que me hables, ni quiero verte. Estoy muy molesto contigo. Y ni se te ocurra llamarme."


Después de leer eso, Otabek sólo movió la cabeza de un lado a otro ligeramente, sin entender porque se comportaba de ese modo el menor. En verdad que nunca sabría entenderlo como él quisiera. Ese chico era todo un caso. Casi no cumplía con las características de un omega. Era grosero, descuidado, agresivo y odiaba ser tratado como alguien delicado.


-¿No estará en problemas? Creí que dentro de poco sería su celo.


-Aún no olía demasiado fuerte y tiene puesto su collar, estará bien. Necesitamos dejar que se le pase el enojo, de todos modos le llamaré para ver sí responde.


.


.


.


Yuri ignoraba las llamadas del mayor, así que para que su celular dejara de sonar, lo apagó. Yuri se había bajado antes del taxi, ya que el dinero no le iba a alcanzar, él caminaba a solas cerca del mismo callejón donde casi era violado por aquel alfa idiota, que ahora estaba en la cárcel, gracias a los contacto de Vicktor.


El menor comenzó a entrar en pánico al sentir como alguien lo observaba, era igual que aquella vez. No había nadie a su alrededor, la iluminación era baja y ya eran más de las doce de la noche. Esto debía de ser una desafortunada coincidencia, especialmente porque al parecer estaba comenzando a tener mucho calor y por lo que él había notado, era cuestión de segundos para que entrara en celo. Su primer celo.


-Vaya, vaya. Mira quien está aquí.


-¿Quién lo diría? Es el mismo omega que mandó a nuestro Na-chan a la cárcel. En verdad que tiene huevos para aparecer en este callejón a solas tan noche, especialmente con ese aroma a celo. ¿Acaso no es eso una invitación para los alfas, pequeño omega estúpido? 


Antes de que Yuri pudiera reaccionar, fue acorralado por los cinco tipos que estaban en ese callejón. Intentó liberarse y pelear, pero fue inútil porque su celo lo había debilitado demasiado y los idiotas se levantaban tan pronto recibían un golpe del rubio, que apenas y tenía fuerza para mantenerse de pie. El pánico se apoderó del menor, que comenzó a recordar lo que había vivido anteriormente y él sabía que en esta ocasión sería peor, pues estaba experimentando su primer celo, en el peor momento y frente a alfas que al parecer estaban entrando en calor.


Yuri estaba aterrado. Aquellos bastardos lo habían amarrado con esposas a un poste y ya le habían quitado sus ropas, dejándolo completamente expuesto.


-¡Suéltenme!


El rubio comenzó a pelear por liberarse, pero era en verdad inútil. Esos bastardos lo iban a violar y no había nada que él pudiera hacer. No tenía fuerza y además estaba inmovilizado. Nunca creyó que el primer celo sería tan duro, especialmente porque sentía su cuerpo hirviendo.


-No te preocupes, lindura. Vamos a usar condones, no tienes que estar tan asustado.


Antes de que el menor pudiera reaccionar, uno de esos bastardos lo penetró sin previo aviso, mientras los otros no dejaban de hacer que Yuri lamiera sus miembros. Pasó un rato y otro de esos bastardos ingresó en la entrada del menor, siendo así una doble penetración.


Yuri comenzó a llorar aún más. Se sentía tan asqueroso, era capaz de sentir esa desagradable sensación de alguien entrando y saliendo de su cuerpo. Esos bastardos lo estaban violando y él no podía hacer nada, sólo era capaz de sentir como su entrada se desgarraba, mientras su boca era llenada con ese asqueroso líquido de los otros bastardos.


No sabía cuánto tiempo había pasado, pero Yuri ya había sido penetrado por todos y cada uno de los presentes, mientras todos ya también se habían corrido en su boca. El menor perdió el conocimiento mientras era violado, sin saber que uno de esos tipos lo había penetrado sin condón cuando se desmayó y cuando despertó ya tenía puesta su ropa desgarrada y de su entrada escurría el asqueroso semen de aquel tipo.


-Gracias por lo de hoy, linda.


Uno de aquellos bastardos, metió dinero dentro de la mochila del menor y después se retiraron del lugar, dejando a Yuri casi inconsciente en el piso.


El menor se las arregló para mantener esas pocas fuerzas que tenía y como pudo, caminó lo que le faltaba para llegar a su casa y entró sin hacer ruido. No quería despertar a sus padres.


Vicktor despertó inmediatamente al sentir el aroma del menor y al escuchar el ruido de la puerta, sin embargo, había una mezcla más de olores. Bajó con cuidado, para saber qué había pasado. Su cachorro le había estado rogando que lo dejara quedarse a dormir en casa de Otabek y ahora llegaba a altas horas de la noche, sin hacer ruido. Eso no era normal en él.


-¿Yurio? ¿Estás ahí?


Al bajar, notó que había un pequeño charco de sangre en la entrada, junto con unas pocas gotas de una sustancia blanca y se alteró, por lo cual corrió hacia el leve rastro de sangre que había hacia la sala, sin embargo, al entrar se quedó impactado. Su pequeño estaba abrazado a Makkachin-quien no dejaba de lamerlo con evidente tristeza-, mientras lloraba y sus ropas estaban todos rotas y rasgadas, además de que tenía una mezcla de aromas de alfa sobre su cuerpo y de sus labios y trasero caían gotas de sangre, junto con un poco de semen.


Al acercarse un poco más, notó que las gotas de sangre que caían por los labios del menor eran debido a que se estaba mordiendo, pero no podía entender porque había ocurrido eso, se supone que estaba en casa de Otabek. Vicktor se puso de cuclillas junto al menor con algo de temor y notó que tenía un aroma más dulce de lo habitual, por lo que entendió que hasta hace poco estaba en celo.


-¿Yurio?


El menor levantó la cabeza y al ver a Vicktor hincado frente a él con un semblante lleno de angustia, sólo se abalanzó a los brazos de este y comenzó a llorar con fuerza, haciendo que también Yuuri se despertara y bajara corriendo a ver qué ocurría.


Cuando Yuuri llegó a la sala, entendió de inmediato la situación y se agachó para abrazar a su pequeño cachorro, que ahora lloraba desconsoladamente en brazos de su esposo.


-Bebé, ¿qué pasó? ¿Por qué lloras?


Finalmente Vicktor se atrevió a preguntar. Él sabía perfectamente lo que había ocurrido, pero tenía que corroborarlo, y ya que su amado estaba con él, eso le daba una mayor confianza, para saber afrontar lo que Yuri diría.


-Pa-papi... Primer celo... ¡Violaron!


Al escuchar eso, ambos padres quedaron impactados y sólo atinaron a abrazar al menor para dejarlo llorar hasta que se cansara.


Antes de lo que esperaban, Yuri se desmayó en brazos de ambos y lo llevaron a su cama para que pudiera descansar, no sin antes asearlo.


-Llama al doctor, Vicktor. Yo llamaré a Otabek para saber porque demonios llegó así, Yurio.


Vicktor llamó al doctor, quien no demoró en revisar a su pequeño hijo, que aún seguía desmayado. Cuando el doctor terminó de revisar al menor, salió de la habitación y se acercó a ambos padres que parecían evidentemente preocupados.


-¿Y bien, doctor?


-Me temo que tiene unas cuantas cortadas y raspones en todo el cuerpo. Y en cuanto a otros sitios... Tiene bastante lastimadas las piernas y el tórax, por lo cuál le será demasiado difícil estar de pie. Y tiene levemente desgarrado el ano y parece ser que lo violaron entre dos al mismo tiempo. Aunque su vida no corre peligro, lo mejor sería que no haga ningún esfuerzo por ahora, no sabemos sí incluso podría estar esperando un bebé, ya que fue atacado durante el celo.


-Doctor, mi bebé va a-


-No se preocupe, Nikiforov-san. El menor no podrá ponerse de pie por un tiempo, por lo cual les recomiendo que usen una silla de ruedas para moverlo, pero afortunadamente no será permanente.


-¿Qué debemos hacer, doctor?


-Él tendrá que usar estas medicinas y esta pomada para poder curarse eventualmente y también deberá de ser tratado por un psicólogo, ya que aún no sabemos cómo será su reacción cuando despierte y recuerde lo que le ocurrió. Y también deben de estar al pendiente en estos momentos porque tiene la fiebre muy alta debido a que los síntomas del celo aún no han pasado del todo y es bastante evidente que está teniendo pesadillas de lo que recién ocurrió. No lo dejen solo y vigilenlo toda la noche.


Tras decir eso, el doctor extendió la receta a los mayores y se retiró del lugar.


-¿Y qué dijo ese bastardo?


-No contesta. De seguro está dormido. Vicktor...


-Iré por la medicina. Aún hay una farmacia abierta y en cuanto a lo del psicólogo, creo que sería mejor si viene Seung a tratarlo.


-Vicktor soy de lo peor. Yo no pude...


Yuuri comenzó a llorar al sentirse impotente de no haber podido evitar que su pequeño pasara por algo como eso. De sólo recordar el rostro del menor con los ojos acuosos y recordar como el menor temblaba en sus brazos, se sentía impotente.


-Yuuri, no fue tu culpa. Esto fue algo fuera de nuestras manos, ya no llores.


-Pero-


-Ahora, debemos apoyarlo más que nunca. Tenemos que estar tranquilos para él.


Después de calmar a su amado, Vicktor se preparó para salir a comprar las medicinas y pomadas que les había recetado el doctor.


-Vi-Vicktor, no vayas a hacer alguna tontería.


-...Makkachin está dormido con Yurio, también está con Potya. No lo quisieron dejar solo.


-Vicktor, te estoy hablan-


-Regreso en un rato. Descansa lo más que puedas. Volveré rápido.


Vicktor salió de la casa, dejando a Yuuri angustiado y no era para menos, pues la cara del peli-plata se veía completamente molesta, como sí quisiera matar a alguien.


.


.


.


Ya habían pasado treinta minutos y Vicktor finalmente había llegado con lo que fue a comprar, incluyendo algunos dulces y bebidas.


-Ya llegué.


La voz de Vicktor sonaba realmente lúgubre, lo cual sorprendió a Yuuri, quien al voltear quedó en shock al ver el estado de Vicktor, pues traía los nudillos sangrando y su ropa se veía desaliñada, con algunas manchas de sangre.


-¿Q-qué hiciste?


-Encontré a los bastardos que violaron a Yurio.


-Vick-


-No te preocupes, sólo los golpeé. Ya fueron recogidos por la policía.


-Pero sí ni siquiera hemos presentado la denuncia.


-Tú sabes que tengo conexiones con la policía, Yuuri. Sólo hizo falta que dijera que violaron a Yurio, para que se movilizaran.


-Ustedes dos son únicos, en verdad. Prometo que cuando lo veo le daré las gracias también.


-Yuuri, ¿cómo sigue Yurio?


-No le ha bajado la fiebre, pero al menos ya dejó de gritar entre sueños.


Pasaron las horas, hasta que amaneció y finalmente Yuri se había estabilizado, aunque recién comenzaba a despertar y su estado no era el mejor, actuaba asustado y estaba cubierto en sudor. Vicktor lo abrazó y soltó sus feromonas para calmarlo y cuando reaccionó, le habló con cariño y leve.


-¿Cómo te sientes, bebé?


-No quiero ir a la escuela, papi.


El menor aún temblaba y su pecho dolía, al igual que el resto de su cuerpo.


-No lo harás, tranquilo.


-Yurio, Seung vendrá para hablar contigo.


-¡No! ¡No quiero recordarlo!


Los ojos de Yuri se comenzaron a rizar y Vicktor tomó con sutileza su mano.


-Tienes que hablarlo con Seung. Él te va a ayudar con esto.


-No, no quiero. Él va a decírselo a Pichit y entonces todos lo van a-


-No dirá nada y aún si lo dijera, Pichit guardará el secreto. Hasta él sabe qué cosas no puede decir.


El pequeño rubio comenzó a llorar nuevamente y se aferró al peli-plata, tratando de calmarse. Estaba asustado, se sentía indefenso y asqueroso, pese a ya haber sido limpiado, pero eso no era más que el inicio de su tormento.

Notas finales:

Gracias por leer, espero les haya gustado y me dejen saber qué les pareció. ♥

Y no me linchen, por favor. :´v


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