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Ese mayordomo, vengativo. por angel-san

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Notas del capitulo:

Este fic pertenece a una serie de pequeños fanfic, que tiene como objetivo tomar un pedazo del anime o manga y convertirlo en yaoi de modo que se presente a Ciel como un pequeño travieso.

Espero que les guste y si ustedes han notado una escena así como que esa escena sin duda es yaoi y quieren un fic sobre ello, solo dejen un comentario, ya tengo pensados unos cuantos pero como estoy corta de imaginación van a tardar.

 


Para un demonio como Sebastián Michaelis es muy fácil hacer una infinidad de cosas, y eso es perfecto para su pequeño Joven Amo, el cual  es muy exigente.


 


Sin embargo existe una la cosa la cual se le dificulta hacer, y es que estando acostado en el suelo con un fierro clavado en el pecho, se le hacia casi imposible quedarse quieto, y no, no es que le costará o le incomodara tener que hacerse el muerto, por supuesto que no, el podía estar completamente estático por días, después de todo no necesitaba respirar, pero en esta ocasión quedarse quieto, completamente quieto, cuando su joven amo esta enzima de él, con sólo un camisón era casi imposible quedarse sin hacer nada, por lo menos para el. 


 


Sin duda su joven amo era un persona perversa, mira que primero hacerlo rabiar con las cachetadas que le dio (según el para hacerlo más creíble) y luego hacer sucumbir sus más bajos instintos como demonio al restregarse de esa forma contra su pelvis, sin duda era una tortura, si no fuera el, de seguro no habría podido ocultar la ereccion que el pequeño le causó.


Y es que todavía se atrevió a acostarse en su pecho y susurrarle lo mucho que deseaba que estuviera dentro de él.  Sin duda fue una tortura la cual tuvo que aguantar lo mejor que pudo.


 


Pero que Joven Amo tan travieso, y por eso mismo tuvo su castigo en la noche, y es que si el pequeño pensaba que esas ofensas se le iban a olvidar, no, por supuesto que no, el se encargo de recordarle que con un demonio no se juega, todavía podia sentir a la perfección la sueve piel de los gluteos del menor al acarisarlos después de una cuantas nalgadas, siendo sinceros esa noche fue la mejor de todas.


 


Y por supuesto recordaba aún mejor que después de darle su castigo por las cachetas siguió el castigo por haberlo tentado, se veía tan bien el cuerpo de su pequeño perlado en sudor y retorsiendose  y jadeando, gritando su nombre mientras lo embestia salvajemente, el joven amo tuvo mucha suerte de que pudiera caminar el día de hoy.


 


Y ahora ahi estaba, en el ataud esperando el momento preciso para hacer sonar la campana, esperando que fuera pronto pues recordar esas cosas lo habían puesto  en una situación difícil, aunque la culpa no era de él, sin duda era del Joven Amo por tener el alma tan pura y el cuerpo tan delicioso que lo invitaba a profanarlo y corromperlo.


 


Después de todo un demonio como el no podía rechazar tal invitación.


 


 


 - - - - - - - - - - - - repetición del texto-------------------


 


Para un demonio como Sebastián Michaelis es muy fácil hacer una infinidad de cosas, y eso es perfecto para su pequeño Joven Amo, el cual  es muy exigente.


Sin embargo existe una la cosa la cual se le dificulta hacer, y es que estando acostado en el suelo con un fierro clavado en el pecho, se le hacia casi imposible quedarse quieto, y no, no es que le costará o le incomodara tener que hacerse el muerto, por supuesto que no, el podía estar completamente estático por días, después de todo no necesitaba respirar, pero en esta ocasión quedarse quieto, completamente quieto, cuando su joven amo esta enzima de él, con sólo un camisón era casi imposible quedarse sin hacer nada, por lo menos.


Sin duda su joven amo era un persona perversa, mira que primero hacerlo rabiar con las cachetadas que le dio (según el para hacerlo más creíble) y luego hacer sucumbir sus más bajos instintos como demonio al restregarse de esa forma contra su pelvis, sin duda era una tortura, si no fuera el, de seguro no habría podido ocultar la ereccion que el pequeño le causó.


Y es que todavía se atrevió a acostarse en su pecho y susurrarle lo mucho que deseaba que estuviera dentro de él.  Sin duda fue una tortura la cual tuvo que aguantar lo mejor que pudo.


Pero que Joven Amo tan travieso, y por eso mismo tuvo su castigo en la noche, y es que si el pequeño pensaba que esas ofensas se le iban a olvidar, no, por supuesto que no, el se encargo de recordarle que con un demonio no se juega, todavía podia sentir a la perfección la sueve piel de los gluteos del menor al acarisarlos después de una cuantas nalgadas, siendo sinceros esa noche fue la mejor de todas.


Y por supuesto recordaba aún mejor que después de darle su castigo por las cachetas siguió el castigo por haberlo tentado, se veía tan bien el cuerpo de su pequeño perlado en sudor y retorsiendose  y jadeando, gritando su nombre mientras lo embestia salvajemente, el joven amo tuvo mucha suerte de que pudiera caminar el día de hoy.


Y ahora ahi estaba, en el ataud esperando el momento preciso para hacer sonar la campana, esperando que fuera pronto pues recordar esas cosas lo habían en una situación difícil, aunque la culpa no era de él, sin duda era del Joven Amo por tener el alma tan pura y el cuerpo tan delicioso que lo invitaba a profanarlo y corromperlo.


Después de todo un demonio como el no podía rechazar tal invitación.


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