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Ese profesor, pervertido por angel-san

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Notas del fanfic:

Pues que les puedo decir, el fic se me borro, estoy llorando se lo juro, perdí sus hermosos review, los perdí cuando eran mi inspiración, no dejo de repetir que soy una Estupida, pero bueno, perdóneme, tardare un poco en subir todos los capítulos que ya estaban. 

 

Notas del capitulo:

Pues aquí el primer capitulo. De nuevo, sigo llorando. 

* Todo esta basado en el sistema socio-político Mexicano.

* La inspiración de este fic fue Ciel--chan

* espero que les agrade y si me pueden dejar de nuevo los Review las amaré, si soy una exagerada pero no miento en decir que en verdad son mi inspiración. 

 
 
Toda la vida espere este momento, aunque pensándolo mejor es algo ridículo, quien en su sano juicio quería entrar a la universidad, pues ese era yo, mi nombre es Ciel Phantomahive, tengo 17 años y soy un doncel.
 
Acabo de entrar a la facultad de Derecho, siendo sincero no fue mi primera opción, yo en verdad quería estudiar Gastronomía, pero mis padres dijeron un profundo no, toda mi familia había estudiado Leyes, mis abuelos, mis padres, mi hermano mayor, y para seguir con la tradición lo tuve que hacer yo, aunque no me disgusta tanto, me gusta leer y me parece entretenido escuchar las platicas de mis padres sobre sus casos, lo única razón por la cual no quería era porque era una carrera fácil, por lo menos para mi, y no es que fuera engreído u orgulloso, bueno la verdad es que si, toda mi vida tuve que mantener estándares altos, siempre bajo las exigencias de mis padres, por eso mi vida estaba rodeada de triunfos.
 
Tengo que aceptar que aunque en la escuela me haya ido muy bien en mi vida personal era un caos, desde niño nunca le hable a nadie, odiaba a todos, conforme fue creciendo me fui volviendo amargado y solo me relacionaba si me convenía, nunca tuve un amigo, ni una amiga, con los únicos que me relacionaba era con los maestros y eso que por conveniencia.
 
Pero que se le va a hacer, no puedo decir que tuve una vida infeliz, ni que me ha ido mal, tengo unos padres que son exigentes pero me aman, unos abuelos que me adoran, y un hermano mayor que me sobreprotege por se doncel, Ahh y hablando del tema, si tengo algo que reclamarle a la vida es mi “condición especial” como suelen llamarlo todos, ser doncel es muy complicado, incluso más que ser mujer, maldita sociedad que impone las normas de trato social, que un doncel siempre debe sonreír, siempre debe portar ropa bonita que lo distinga, que se debe casar y dedicarse al hogar, puras idioteces, todo esto tengo que soportar y créanme no es nada lindo.
 
- Ciel baja ya, o se te hará tarde- con un suspiro largo me dispuse a levantarme, hoy es mi primer día en la universidad y estoy satisfecho, por fin voy a ir a la universidad, estoy ansioso por tener más triunfos, pero siendo sinceros odio ir a la escuela, que contradictorio no creen, más bien creo, no, estoy seguro que lo que odio son las personas que serán mis futuros compañeros, pero que dilema ni siquiera los conozco y ya los estoy odiando, pero que le voy ha hacer, así soy.
 
Bajo las escaleras desganado, algo me dice que este día será completamente complicado.
 
- Ciel que hermoso te vez- escuche decir a mi madre, mi humor se puso peor, odiaba este atuendo, pero la maldita escuela tenía un uniforme especial para donceles por más decir ridículo, traía puesto un short que me llegaba a mitad del muslo, una camisa blanca y arriba un pequeño chaleco, y en mi cuello un moño, ni siquiera puedo usar corbata, esto es completamente injusto- pero Ciel porque traes las calcetas abajo- maldición pensé que no se iba a dar cuenta.
 
-mamá ya no soy un niño voy a la universidad- dije fastidiado, porque se agacho a subirme las calcetas, a veces pienso que aunque sea ya alguien mayor mi madre siempre me verá como un niño de 6 años.
 
- Para mi siempre serás mi niño- si lo suponía, que cansado era ser doncel.
 
-vamos pequeño, tienes un gran día por delante- me dijo mi hermano mayor revolviéndome el cabello, Tobías era solo 1 año 8 meses más grande que yo, y no me parecía en nada a el, el era un varón alto, como papá, de cabello castaño y ojos marrones, era muy alegre y sociable, la verdad es que yo amaba mucho a mi hermano pues siempre me cuido y me protegió, pero siempre he pensado que eso tiene un límite y mi hermano exagera, por ese motivo a veces me hacia rabiar.
 
Siempre me trataban como niño por muchas razones, la primera y más importante porque era doncel, la segunda por mi físico, tenía el cabello negro con destellos azules, ojos azul zafiro como los de mi madre, y estatura pequeña, más bien era un enano, ni siquiera podía alcanzar los 1.50, por eso siempre decían que parecía un niño de 13 años, pero joder que no era mi culpa que mi hermano mayor se haya quedado con toda la altura que me pertenecía, el era un gigante media 1.85, y por eso siempre me andaba molestando.
 
El camino a la universidad fue aburrido, mi
Hermano me llevaba porque el SÍ tenía auto, yo por ser doncel no se me permitía conducir hasta los 19, aparte que mi estatura no me favorecía mucho que digamos.
 
Llegue temprano, mi súper exagerado protector hermano me llevo hasta el salón y me dio un beso como siempre en la frente, me sonroje pues muchos se me quedaban viendo, lo mire molesto a lo cual el solo sonrió.
 
Cuando entré no había nadie, mejor para mi de hecho tenía la esperanza de que en el grupo solo fuéramos 10 personas, me senté hasta la última fila en medio, ni muy atrás ni muy adelante, y me puse con mi teléfono a leer, les mencioné que una de mis actividades favoritas es leer, creo que sería la primera, la segunda sin duda sería tocar el violín.
 
A los minutos vi como mis nuevos compañeros empezaron a llegar, la verdad es que ninguno me había llamado la atención como para entablar una conversación, así que seguí leyendo.
 
- Eres muy bonito, ¿Cómo te llamas?, yo me llamo Elizabeth, pero puedes llamarme Lizzi- lo que me faltaba una compañera con voz chillona, levante la mirada hasta enfocarla en una muchacha de cabello rubio y ojos verdes, tenia una gran sonrisa, repetí en mi cabeza socializar. 
- soy Ciel- le dije con una sonrisa que creo que se parecía más una mueca.
- eres un doncel- pero que pregunta más Estúpida- Soma ven por aquí- al instante vi como un joven de cabello morado y tez morena caminaba hacia nosotros, un doncel sin duda, igual portaba el estúpido uniforme. 
- que pasó Lizzi- preguntó el joven con una sonrisa
- el es Ciel y es un doncel, de seguro se llevarán muy bien-
 
Lo único bueno que salió de esa conversación era que ya tenía “amigos”, por lo menos ya tenía con quien  pasar los recesos, porque si no, mi hermano de seguro me obligaría a irme con el, siendo sinceros tampoco es que le hayan caído tan mal los dos.
 
Mi primer maestra fue odiosa, materia: Redacción de textos científicos y escolares, pero que materia más aburrida, además la maestra era una señora mayor sumamente presumida, lo peor, ya la tiene en mi contra, pero que más da.
 
Como supuse, cuando tuvimos el receso mi hermano vino a buscarme, todos se me quedaron viendo, la verdad es que Tobías es muy apuesto, tuve que presentarle a Lizzi y Soma para que se convenciera de dejarme solo.
 
Fuimos a comer a un pequeño Restaurante fuera de la escuela, mis “amigos” eran platicadores tanto que me cansaba, y por su culpa llegamos tarde.
 
Los chicos entraron primero disculpándose por la tardanza, segundo entre yo con la mirada hacia el suelo, me avergonzada un poco mi tardanza, mis padres siempre decían que era una falta de respeto.
 
- Pero que jovencito más desanimado, ¿Por qué no sonríes un poco? – escuché que me dijo el profesor, levante la cabeza e inmediatamente me sonroje, pero es que no lo podía creer, la persona que tenía enfrente era alto, demasiado alto, tal vez 1.90, de cabello sumamente negro, y la mirada penetrante, los ojos los tenia de color carmesí, y se notaban detrás de unas gafa.
 
El maestro me sonreía de manera coqueta o era mi imaginación.
 
Pase rápido a mi haciendo, habría mi libreta y puse atención a lo que decía.
 
- Mi nombre es  Sebastián Michaelis, un abogado penalista, y tengo una maestría en juicios orales, y criminología, es un placer poder ser su maestro, las materias que verán conmigo son Introducción al Estudio del Derecho y Derechos Humanos, procuren prestar mucha atención pues estas materias son la base de todo lo que verán.
 
De seguro la comida tenía algo, porque no podía ser posible, no, por supuesto que no podía ser posible que el maestro me mirara tanto, ¿o tal vez si?
 
Notas finales:

Espero que les haya gustado, gracias por leer.

 

CAPÍTULO 1 corregido, sugun yo


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