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Charlie por Zobel

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Nuestra banda se llamaba Estrategia (se pronuncia con la “g” portuguesa) El nombre salió por urgencia: no habíamos pensado en ninguno para el día de nuestro gran debut en el Balcón de José. Nos llegó de un viejo póster, de una película australiana, que tenía mi primo decorando la pared de su bar. Se suponía que sería momentáneo, pero una vez cogimos popularidad, cambiarlo nos parecía una insensatez.
No nos pagaban por presentación. En realidad era un favor que le hacíamos a mi primo: él nos prestaba su local para ensayar los días que nos diera la gana, nos presentaba estudiantes de música que nos ayudaban a mejorar nuestras interpretaciones y nosotros nos presentábamos gratis, le hacíamos publicidad al bar y todos felices.
La banda comenzó principalmente por Tony - Anthony - el baterista. Su hermano mayor - Eddie - tuvo una banda mientras estuvo en el colegio y lo introdujo como baterista. Cuando se graduó, se fue a estudiar derecho a otra ciudad y Tony deshizo la banda. Unas semanas después, Ken - Kenji -, su amigo de infancia que había viajado a Japón por cosa de un año, volvió al país y le propuso continuar con el proyecto. Él estuvo de acuerdo y contactaron a Andy, que era el hermano menor de un amigo de Eddie, Rafael. Andy conocía a Ken más o menos desde hacía diez años, pues sus padres trabajaban en la misma empresa desde que la familia de Kenji llegó de Japón, así que aceptó sin mucho reparo.
Así comenzó Estrategia, que por ese entonces no se llamaba así. El bautizo de la banda siempre se pospuso y los integrantes se concentraron, por muchos meses, en sólo ensayar. Ahora bien, mi adhesión a la banda ocurrió por Tony.
Recientemente me habían transferido de colegio, porque a mi madre le gustaba mudarse de ciudad constantemente, de manera que mi vida siempre dio esos repentinos giros y llegué a cursar un sólo grado escolar en tres colegios diferentes.
Llegué a Marcel Domingo sin saber nada de ella - Desgraciadamente es una ciudad pequeña, casi como un pueblo, sin reconocimiento de ningún tipo. Creo que por eso le gustó tanto a mí madre -. Ingresé al colegio en febrero - más o menos habían comenzado clase en enero - así que estaba un poco atrasado de todo, además de que en mi antiguo colegio, el enfoque principal estaba en las lenguas, y en el San Ciriaco, eran las ciencias exactas.
Tuve muchos problemas de adaptación. Cuando cumplí un mes, apenas conseguía que la gente me hablara. De hecho, con quien más palabras intercambiaba, era con el profesor de literatura, que hablaba portugués, como yo. Ese hecho también complicó mis relaciones sociales, pues los chicos le tenían mucho miedo y creían que yo era una especie de fenómeno lamebotas.
Estando así las cosas, una mañana me levanté con la resolución de no volver al colegio. Mi madre pegó el grito en el cielo y me obligó a asistir. Ese día, guiado por la tristeza, me fui a la biblioteca a la hora del descanso y me senté en la mesa más escondida y apartada de la sala. Me quedé dormido al poco y luego unos murmullos me despertaron.
Habían tres chicos a mí alrededor, todos me miraban inquietos. Dos de ellos llevaban dos guitarras consigo y el otro sólo tenía un par de palillos.
El chico del cabello negro y ojos chinos se disculpó - más tarde me enteraría de que su nombre era Kenji - y dijo que no querían molestarme, pero que esa mesa en la que plácidamente dormía, la tenían «reservada» exclusivamente para sus reuniones de banda.
Al principio no entendí cómo era eso de las reservaciones, así que me disculpé y les pedí que me dejarán dormir ahí. Prometí no molestarlos. Kenji aceptó a regañadientes, a Andy le daba igual y Tony dijo que no habría problema. Y no lo hubo y por dos semanas seguí escondiendome en esa mesa, fingiendo que dormía mientras escuchaba con paciencia las discusiones que tenían.
Un día llegó solamente Tony y se sentó a esperar a sus compañeros. Luego se rindió y entendió que ninguno iría, así que empezó a hablarme. Me preguntó mi nombre y se interesó por mí cuando le dije que mi madre tenía cierta fascinación por la vida gitana y que por ello viajábamos tanto. Le conté de mi vida en los otros colegios y en general sobre las cosas que mi madre me obligaba a hacer, como asistir a clases de música y cultura española. A Tony le brillaron los ojos cuando le dije que había aprendido a cantar y a tocar un poco la guitarra. Fue en ese momento cuando me contó que su banda tenía algunos problemas, entre esos que aún no tenían coristas y que necesitaban a alguien que supiera tocar el bajo. Me pidió que los ayudara y yo le expliqué que no sabía tocar el bajo, pero él dijo que no habría problema, que si sabía tocar la guitarra, podría tocar el bajo sin mayores complicaciones.
Sin embargo, los había escuchado por dos semanas largas, cantando, tocando y hablando de un poco de todo y la verdad no sentía que mis precarias nociones en música pudieran servirles de algo. Entonces Tony insistió en que cantara algo y yo terminé espantándome y salí corriendo de allí.
Al día siguiente Tony me buscó por todo el colegio y cuando me encontró, me dio la guitarra de Andy y me pidió que tocara una canción. Me negué. Él insistió y entonces Ken se enojó conmigo y con él y dijo - No sé por qué tú obsesión con un tipo que no tiene interés en la música….-. Dicho eso, se giró y se marchó furioso. Andy fue tras él y Tony se quedó esperando a que dijera algo
No es que no esté interesado en la música, sabes…. Es porque... Hay golpes en la vida, yo no sé -
Tony guardó silencio y sin explicación alguna se sentó a mi lado y empezó a murmurar una melodía que yo sabía muy bien y que extrañamente me animaba, así que no pude evitar acompañarlo en ese tarareo melodioso. Luego caí en la cuenta de que actuaba inconscientemente, me sentí avergonzado y me disculpé. Él se detuvo también, me observó intensamente por unos segundos y me dijo que en serio necesitaba que entrara a la banda.
Le dije que lo pensaría y él insistió, entonces, en que le diera la fecha exacta en la que le daría mi respuesta. Impulsivamente dije que lo haría en tres días y él sonrió y se marchó.
Ese día llegué a mi casa angustiado, y al mismo tiempo tan extasiado, que saqué del cajón del olvido mis apuntes viejos de música y empecé a repasar con mi guitarra lo poco que había aprendido. Cumplido el plazo, Tony volvió a buscarme por todo el colegio y una vez me encontró, exigió mi respuesta. Esta vez no iba acompañado de Ken ni de Andy.
Le respondí finalmente que sí me gustaría participar, pero que antes tendría que aprender a tocar el bajo y entonces dijo que no habría problema, que mientras aprendía, Ken se haría cargo del bajo y yo haría la parte de la guitarra.
En la tarde, después del colegio, fuimos a la casa de Andy, donde audicioné para él y para Ken. Si bien Kenji nunca reconoció que le gustó, aceptó mi participación.
Después de largos meses de trabajo - y con mucha ayuda de Andy - conseguí tocar el bajo, aunque al final me quedé como guitarra rítmica y corista y Ken como vocalista y bajo. Nunca entendí por qué quiso tocar la guitarra si al fin y al cabo, el bajo era el instrumento que mejor tocaba.
De esta forma me volví su amigo. Aunque sin lugar a dudas, con el único con el que fui realmente cercano fue con Tony. Sí bien Andy y Ken me agradaban y los podría considerar mis amigos, sólo con Tony me sentía seguro para ser plenamente yo.
Cuando comenzamos las presentaciones en el Balcón de José, no fuimos muy populares y de hecho iba muy poca gente a vernos, incluso cuando la entrada de menores era legal. Hicimos cuanto estuvo a nuestro alcance para promocionarnos, hasta que caímos en una espiral de desesperanza y hartanza tal, que dejamos que Tony se hiciera cargo a su manera -cosa que no queríamos hacer porque su metodología fue bastante perjudicial hasta cierto punto - y funcionó. En cuestión de semanas el Balcón de José llegaba cada noche de viernes a su cupo máximo…. Pero ¿qué era lo que hacía Tony? Pues lo que hace casi cualquier publicista: crear una imagen, una figura icónica, de nuestra banda ¿Y quién era esa figura? Pues él mismo…. Le encantaba. Y eso, lastimosamente, generó discordias.
Todo comenzó cuando llevábamos poco más de un año presentándonos en el Balcón de José. Tony se había hecho una cierta fama de estrella de rock con la que teníamos que lidiar. Eso implicó que tuvimos que encubrir sus engaños con las chicas y tratar de domar a los chicos que lo odiaban.
En muchas ocasiones, Ken se quejó de la actitud de Tony y dejó la banda seis veces, pero al final, como decía Tony, no podía abandonarnos sin más.
Muchas veces intentamos disuadir a Tony de que coquetear con las chicas no estaba mal si ello no llegaba a consumarse en un acto sexual que llegara a confundirlas. Incluso intentamos - muy a mi pesar - de que formalizara la relación con una de esas muchas chicas, pero no fue posible. Parecía que entre más mujeriego y patán se portaba, más público femenino y masculino nos llegaba. Aún no comprendo esa relación.
Una noche, luego de una presentación, estábamos tomando en la barra cuando Tony se excusó y se marchó. No le dimos la mayor importancia, hasta que alguien dentro del bar montó un lío por algo que ocurría afuera. Vi a Ken levantarse furioso porque él, sin verlo aún, sabía qué estaba pasando. Yo también lo sospeché. Era tan obvio y conocíamos tan bien a Tony.
Salimos del bar y vimos cómo una chica tenía a Tony arrinconado contra la pared. Lo sujetaba con ira y le decía cosas horribles que a él le pasaban por el lado. Ese día se drogó tanto antes de subir al escenario, que el mundo le parecía un lugar ajeno. Estaba él y tres kilómetros atrás estaba el mundo.
Viendo tal cosa, el instinto de protección de Ken se disparó y lo primero que se le ocurrió fue correr hacia Tony. Sin embargo, Andy lo retuvo del brazo y lo miró con esos ojos tristes que solía lanzarle cada vez que se metía en algún asunto de Tony. Ken se soltó con disgusto, le dijo a Andy que lo superara, que esa noche todo cambiaría. Al principio no lo entendí bien. Estaba más concentrado en Tony y también tuve el impulso de correr hacia él. Pero entonces Andy se interpuso en mi camino y dijo que mis emociones racionaban demasiado y que había perdido mi oportunidad. Yo también pensé que había perdido y me quedé observando a lo lejos, como siempre, de qué forma la vida actuaba sin mí.
Ken se acercó a la chica y le dijo algo al oído. La chica soltó a Tony y se marchó con una caravana de quince chicas más. El resto del público se dispersó y volvieron al bar. Ken tomo a Tony del brazo y lo intentó llevar hacia adentro, pero él se negaba a dejarse arrastrar y empujó a Ken.
Andy y yo corrimos hacia ellos. Ken nos dijo que no nos metiéramos. Andy le respondió que ambos estaban muy drogados y que temía por su bienestar. Tony se rió estruendosamente y declaró que él estaba bastante lúcido, que lo único que quería era ir tras otra chica, que se estaba aburriendo de estar rodeado de tantos hombres. Ken se enojó y lo cacheteó. Tony se agarró la mejilla y luego lo cogió de la muñeca y lo zarandeó. Exigió una explicación pues no entendía por qué, sí la chica no lo había golpeado, él sí lo hacía. Entonces, adivinando la respuesta de Ken, Andy intervino y le pidió a ambos que se calmaran. Ken soltó unas cuantas lágrimas, le gritó a Andy que cerrara el pico y le explicó a Tony que él no lo golpeó por la chica - Lo hago por mí, estúpido - le gritó.
Tony lo soltó y le dijo que no entendía. Ken se puso más rojo de la rabia y antes de contestar miró a los ojos a Tony - Es porque me gustas, pedazo de mierda. Estoy enamorado de ti - respondió.
Andy dio media vuelta y caminó hacia el bar. Yo, atónito, me alejé de ellos tan desprevenidamente como me permitieron mis nervios y mi corazón destrozado.
Tony no respondió inmediatamente y no supe qué se dijeron después de eso. Lo más probable es que le hubiese explicado que a él no le gustaban los chicos, que él sólo veía a Ken como un amigo, que quizá ya está enamorado…… o eso quise creer yo... No sé. Al final ni yo mismo sé si Tony diría todas esas cosas.
Al día siguiente, medio muertos por la resaca, despertamos en el piso del apartamento de mi primo. Mientras caminabamos por la calle, ninguno se atrevió a decir nada y solo hasta que Andy y Ken se separaron de nosotros, escuchamos otra vez nuestras voces - ya nos veremos - nos dijimos.
Cuando me separé de Tony, no fui capaz de mirarlo a lo ojos. Quería llorar y escupirle en la cara, así que me abstuve de mirarlo y me fui corriendo hasta mi casa.
Una vez en mi cuarto, me senté al borde de mi cama y me dejé llenar de esa tristeza que con tanto esmero reprimí la noche anterior. Mis manos temblorosas y sucias intentaban detener el torrente de sangre que me escurría por los ojos. Maldición. Estaba tan destrozado. Y aún así, añoraba las caricias de Tony.
El lunes siguiente, durante el ensayo, procuramos actuar con normalidad y funcionó por dos horas, hasta que Tony decidió ser Tony y de un momento a otro se levantó de la batería para fumar. Ken aprovechó y fue al baño. Andy y yo acompañamos a Tony. Cuando Ken volvió, le ofreció un cigarrillo, se lo encendió y antes de dárselo, lo besó.
Andy botó el suyo y regresó al bar. Yo no quería ser igual de obvio, así que antes de marcharme, terminé el mío a cierta distancia de ellos. Ken, por otro lado, se sonrojó tanto que terminó alejándose de Tony también. Cuando terminé, Tony sacó otro, así que regrese con Andy. Lo encontré sentado en el piso del escenario mirando el vacío de la pista. Le pregunté estúpidamente si le pasaba algo, como si no supiera lo que tenía, como si no fuera obvio que estaba enamorado de Ken y como si él ya no supiera que yo también estaba desgraciadamente enamorado. Como si desconociera el hecho de que tenía el corazón tan vuelto mierda como el suyo. Qué clase de pregunta estúpida le hice.
Andy soltó una risita tímida y sin mirarme me dijo que era un idiota. Yo también lo creí, así que no me atreví a replicar lo contrario.
Ken y Tony por fin regresaron. Estuve esperando por un rato que explicaran - cómo sí no supiera ya - lo que había pasado mientras fumábamos, pero no lo hicieron y pretendieron que todo siguiera como si nada. Intentamos continuar con el ensayo pero Andy constantemente se atrasaba o se adelantaba. Tony finalmente se exasperó y le preguntó si acaso algo lo molestaba - esa también fue una pregunta estúpida -.
Antes de contestar, y anteponieneose a lo que pudiera suceder, Ken dijo que necesitaba irse puesto que era el cumpleaños de su hermano y su familia le tenía preparada una cena especial - Bien, entonces paremos por hoy - dijo Tony y empezamos a empacar nuestras cosas.
Antes de salir, Andy fue al baño y mientras lo esperábamos en la puerta, Tony me preguntó - Si Ken y yo empezáramos a salir ¿Te molestaría? -. Ken inmediatamente volvió a verlo con rabia y me ordenó que no contestara algo tan estúpido. Tragué saliva y le respondí, arrepintiendome de cada una de las palabras que usaba, que no tendría por qué molestarme si ambos estaban bien con ello - Somos amigos ¿No? Yo apoyaré cualquier decisión que tomen - finalicé.
-.... Y vaya que eres un gran amigo, Charlie - dijo Tony sonriendo y en seguida me abrazó. Yo tarté de liberarme y empezamos a jugar. Entonces Andy apareció y preguntó qué pasaba. Ken no dijo nada y nos dio la espalda a todos. Tony me soltó bruscamente y corrió a abrazar por la espalda a Ken - Pues nada, que he decidido que quiero estar con Kenji - le respondió.
Estuve tentado a ver la reacción de Andy, pero temía que fuera demasiado triste así que la evité. Ken tampoco miró y por otro lado le dijo a Tony que no lo molestara. Andy, con ese tono inexorable de voz, dijo - …….. ah, vale…. No me importa - qué respuesta tan habitual en él, pero para una situación como la que vivíamos, me parecía extraña, así que decidí verle el rostro y me encontré con una impávida e indiferente expresión. Una actitud desinteresada y más bien fastidiada. Ken también se sorprendió un poco y por fin dijo algo - ¿En serio no les molesta? -
-¿Acaso debería molestarme? - respondió Andy - No es como si sus vidas fueran más importantes que la mía -
Para cercenar la atmósfera puntiaguda que había creado el comentario de Andy, le dije a Ken que yo estaba bien con ello, mientras el ritmo de la banda no se viera afectado.
-Deberias aprender de Charlie, Andy - Dijo Tony - él sí es un gran amigo -. Andy nos miró a todos con odio: supe de inmediato lo que pensaba sobre mí: que era un gran hipócrita, que no merecía ser llamado amigo, que era un falso, una mierda, un cobarde, un mentiroso, un maldito gitano mentiroso. Yo también lo pensé.
-Ya, bueno, me importa una mierda. ¿Nos vamos ahora? Quiero llegar a mi casa - se quejó Andy.
Emprendimos la marcha. Ken y Tony se fueron un paso adelante de nosotros, hablando de quién sabe qué cosas, tocándose los rostros con delicadeza cada cierto tiempo y volviendo de vez en cuando la mirada hacia nosotros, para confirmar que aún seguíamos a sus espaldas, que aún seguíamos como borregos, los pasos que daban tan adelante de nosotros. Vaya mierda. Quería llorar.
Nos detuvimos en el semáforo. Cuando cambio, Andy me detuvo y dejó que Tony y Ken siguieran adelante. El primero en darse cuenta fue Kenji, pero él no dijo nada y fue Tony quien regresó y nos pidió que continuáramos. - ……….. Le pedí a Charlie que me acompñara allí… mejor nos vemos mañana -
-¿A hacer qué? - preguntó Tony
- Necesito comprar algo para mi mamá -
-Ah, vale…. Podemos acompañarte también -
- Yo no puedo, Tony - dijo Ken.
- No sé preocupen, iré con Charlie…. A ustedes les conviene más privacidad - respondió Andy y me llevó por el brazo calle abajo. Tony no dijo nada y se marchó con Kenji.
Ingresamos a la primera joyería que encontramos y Andy me pidió que eligiera una cadena de oro para su mamá. Yo no quise hacerlo porque no sabía todavía cómo era esa persona, así que tampoco sabía qué podría gustarle, pero Andy insistió tanto que terminé escogiendo lo más caro. Él igual la compró, no sin antes decir que tenía un gusto fino. A mí ni me lo parecía tanto. Más bien todo en esa tienda era bastante costoso.
Una vez empacaron el collar en una caja de regalo muy bonita, Andy me invitó a comer pizza. Me rehúse porque detesto que las personas me inviten cosas, por lo general prefiero pagar por lo que consumo, sin embargo Andy me intimidaba tanto que acepte a regañadientes.
Nos sentamos en la pizzería y sin decirnos nada, esperamos nuestra orden. Una vez llegó el mesero, Andy empezó la conversión - Esta es la mejor pizza del mundo ¿No? - yo no contesté porque en realidad nunca había comido pizza fuera de casa. Mi mamá es tan paranoica con la comida, que odia comer por fuera porque cree que las personas no cocinan bien los alimentos. Luego de unos segundos en silencio le pregunté por qué no se opuso a que Tony y Ken salieran - ¿Y tú? ¿Por qué lo aceptaste con tanta calma? - me preguntó.
Yo no lo acepté con calma. Simplemente me rendí. Sabía que sin importar lo que dijera, las cosas no iban a ser diferentes y en cambio corría el riesgo de volverlas peor, expliqué. Andy me dijo que era un hipócrita y que sabía que en realidad no dije nada porque me daba miedo y en eso él era muy sabio: me aterraba la idea de que le repugnara tanto a Tony, que preferí tragarme mis sentimientos y dejar que estos se curaran solos. Andy, por otro lado, no dijo nada porque él ya lo había dicho todo y no había tenido ningún efecto, así que cualquier cosa que pudiera decir sería tan o incluso más inútil que no decir nada.
Terminamos de comer, Andy pagó y cuando salimos hacia la calle, unos compañeros de Andy nos abordaron y nos avisaron de una fiesta que estaban planeado para esa noche y a la que querían que fuéramos. Yo no quería ir porque no me sentía de ánimo, pero Andy me convenció diciendo que sería una buena medicina para aliviar las penas, así que terminé comprometiéndome.
A eso de las ocho de la noche, Andy pasó por mi casa y llegamos juntos a la fiesta. Nuestra sorpresa no fue grata cuando lo primero que vimos fue a Tony y a Ken, tan encaramados como dos recién casados. Andy se quiso ir de inmediato, pero fui yo quien le retuvo está vez y le dije que entre más aceptaramos la relación de ellos, más rápido nos curariamos del desamor.
Los saludamos y charlamos con ellos un rato. Tony dijo que le parecía extraño que estuviésemos en la fiesta, ya que ni Andy ni yo solíamos ir cuando él nos invitaba. Le respondí que de repente sentía deseos de ponerme muy estúpido, dado que mi madre recientemente había estado averiguando sobre otras ciudades y temía que en cualquier momento me dijera que nos íbamos a marchar. Los chicos se mostraron un poco angustiados con mi excusa y Tony dijo - No puedes irte así nada más…. Si te largas, ya no tendremos banda -
Le expliqué que sólo era una posibilidad, pero que quizá no sucedería, puesto que a mí madre últimamente le iba bien con la venta de artesanías y mi padre estaba muy satisfecho con su empleo en el banco.
Terminada la conversación y antes de poder entrar a otros temas, Tony empezó, como un perro en celo, a besar a Ken y consiguió ponernos incómodos a todos, menos a él mismo, claro. Él era inmune a todo. Ken lo rechazó y para distraerlo un poco, le preguntó a Andy por el regalo que le compramos a su madre. Andy sacó su celular y le mostró la foto del coyar.
-Lo eligió Charlie… es muy hermoso. A mi mamá le encantó…. Oye, por cierto que no te lo agradecí. Después te pasas por mi casa y te invito un par de cervezas - dijo Andy
- ….. No sólo invites a Charlie. Tony y yo también merecemos que nos invites a beber - reprochó Ken. Andy no contestó inmediatamente y siguió hablando del coyar - Me pensaré si los invito o no a beber, ya que ustedes dos no me han ayudado a escoger el coyar - respondió al fin.
Ken sonrió y le pellizcó una mejilla - Qué desconsiderado - le dijo - Somos amigos. Tennos en cuenta -. Kenji repetía eso de ser amigos y yo sentía que me moría cada vez que lo escuchaba. A la distancia a la que estábamos, podía sentir el malhumor de Andy. Sentía su desdicha pero también su rabia. En ese momento, él odiaba a Kenji tanto como lo amaba.
-Deja de molestarme, Ken…. No puedo lidiar con eso - le dijo, se puso en pie y se marchó. Tony me miró confundido. Estaba esperando a que yo le explicara lo que había ocurrido o al menos que fuera tras Andy, cosa que iba a hacer pero Ken dijo - ….. hablaré con Andy, ya vuelvo. No es nada grave. Sólo es una rabieta -.
Con eso Tony se sintió más confundido y una vez Ken fue tras Andy, me acorraló con preguntas y me exigió que le explicara todo. Yo no quise hacerlo porque me molestaba que Tony no fuera capaz de miarar un poco más allá para entender la atmósfera, además de que no quería ser yo quien le dijera que a Andy le gustaba Kenji. Habría sido muy entrometido de mi parte, de manera que le dije que yo tampoco entendía bien lo que ocurría pero que era probable que Andy se sintiera incómodo con la actitud de Ken, ya que él lo molestaba demasiado. A Tony le bastó con una explicación tan estúpida y dejó el tema ahí. Cuando Ken y Andy regresaron, sacó una botella de ron que entró a escondidas y empezamos a beber. Jugamos un rato un juego que le gustaba mucho a Kenji y que consistía en repetir un trabalenguas. El que no podía, se mandaba una copa de ron. Así estuvimos hasta tarde.
A eso de la una de la mañana, el dueño de la casa empezó a poner música de mierda así que nos aburrimos y nos fuimos. Íbamos por la avenida cuando Tony besó a Ken y se despidió de Andy y de mí. Nos abandonaron a la mitad de la noche y yo me sentía como un náufrago sin ninguna idea de a hasta cuál costa nadar.
Viéndonos tan patéticos, Andy resolvió que nos fuéramos a su casa. Tomamos un taxi y sin decirnos nada, viajamos hasta su domicilio. Su madre nos abrió y nos ofreció comida. Por alguna razón a la una de la mañana me daba más hambre que en el resto del día. Tenía tan pocas ganas de dormir que le sugerí a Andy que jugáramos un videojuego. Nunca, hasta ese momento, había jugado con Andy. Como dije antes, con el único con el que tenía ese tipo de amistad era con Tony.
Prendimos su consola y jugamos Need for speed. Me aburrí más pronto de lo que supuse. Ninguno tenía ganas de dormir, así que tomamos las llaves y salimos a caminar. Estaba borracho y tuve valor para recitar un montón de canciones que mi madre me cantaba cuando estaba pequeño, la mayoría compuestas por ella misma.
Andy las elogió y dijo que sería genial cantar una de esas, desde luego con unos arreglos musicales para que sonara como punk.
Cuando notamos que evadimos el tema suficientemente, decidimos volver a cavar nuestras propias tumbas. Andy fue quien empezó: me contó cómo conoció a Ken y por qué al principio no quería entrar a la banda: el hermano mayor de Tony y él se enrollaron cuando la primera banda existía, sin embargo Eddie sólo veía lo suyo con Andy como una experiencia más. Cuando la banda terminó, lo de Eddie y Andy también se fue al olvido y él pasó mucho tiempo deprimido. Antes de la banda, Ken y él se conocían pero no eran grandes amigos, sin embargo, como Ken estaba tan interesado en crear la banda, hizo de todo para convencerlo, incluso salía con él para animarle en los días en que más recordaba a Eddie. De esa forma se volvieron tan cercanos y al cabo de un tiempo supo que se había enamorado de Ken. Como no quería sufrir otra vez, se decidió a confesarlo, pero Kenji le dijo que él también estaba enamorado de alguien, de forma que lo suyo no podía suceder. Andy lo aceptó con resignación porque guardó la esperanza de enamoralo de alguna forma, ya que Tony por supuesto no mostraba interés en esas cosas… - creo que por eso me enoja tanto que estén juntos: Tony nunca pareció interesarse en los chicos y menos aún en Ken y aún así accedió a que estuvieran juntos…. Es como su hermano: sólo quieren probar todo, pero no les interesa quedarse con nada… es una mierda - agregó. Yo guardé silencio. A diferencia de Andy, no veía en Tony a ese individuo desinteresado por los sentimientos de otros y con una simple curiosidad por lo nuevo. Yo no conocía a Eddie, pero estaba seguro que a Tony no le gustaba que lo compararán con él: más de una vez lo vi peleándose con su padre porque este no hacía más que hablar de lo bien que le iba a su hermano desde que dejó “su estúpido sueño de ser músico”, cosa que Tony se tomaba muy en serio. Además, su comportamiento con Ken me parecía diferente al que usualmente tenía con las chicas. Era más cariñoso, más comprensivo incluso podría decirse que más pasivo… de alguna manera estaba seguro de que, sí bien quizá no estaba enamorado de Kenji, al menos lo estaba intentando.
Andy se burló de mi brillante intento de defender a Tony. Dijo que lo amaba demasiado para verle defectos. Quizá tenía razón y no me parecía que eso fuese algo malo.
Seguimos charlando hasta que por fin sentí que mi cuerpo se rendía, entonces regresamos a su casa y nos acostamos en su cama. Cerré los ojos y mis pensamientos y mis deseos se empezaron a proyectar como pequeñas imágenes en mis párpados negros. Lo primero y único que vi fue a Tony besando a Ken. Eso me espantó y brinqué por la impresión. Andy se despertó y me preguntó si estaba bien. Le dije que no y sin poder controlarlo, empecé a llorar. Andy se incorporó y me abrazó cálidamente. Secó mis lágrimas con la manga de su pijama y lentamente acercó mi cara a la suya - qué vamos a hacer con tanto amor desperdiciado - dijo y nos besamos.
No lo rechacé porque no me pareció malo. De hecho, de alguna forma, lo deseaba. Me sentía tan vacío y de repente ese beso me reconfortó.
-Andy, perdón. No quiero que esto se vuelva más confuso - dije
- A la mierda todo -
- Pero no me gustas, Andy. Estoy enamorado de Tony -
- Y no te estoy pidiendo que me ames. Sólo quiero que compartamos nuestra soledad y nuestro dolor…. Me resulta más sencillo lidiar con eso en compañía ¿No piensas lo mismo? -
- ¿Y Ken? -
- ¿Qué con él? Lo amo y él a mí no. No tengo nada más que hacer… no intentaré cambiar ese hecho. Hice cuanto pude para gustarle y fracasé. No me puedo poner en un ridículo peor… él simplemente nunca me querrá -
- ¿Y crees que yo sí? -
- Como te dije, no estoy esperando que nos enamoremos. Sólo deseo que nos consolemos… Si llegamos a otra cosa, tanto mejor para nosotros… -
- No lo sé… -
- Deja de pensar tanto. Ellos están felices juntos y nosotros aquí amargados… vamos, no voy a rogarte… -
- Qué demonios - dije. Andy me agarró el rostro y me volvió a besar. Poco a poco su mano se fue deslizando por debajo de mi camisa y aunque tuvimos muchas ganas, no llegamos a consumar nada, puesto que el sueño terminó venciendonos.
Despertamos a las once de la mañana. Me sentía más tranquilo que el día anterior, aunque desde luego la resaca me tenía con la cabeza hecha un lío.
Las semanas transcurrieron y Andy y yo pasábamos más tiempo juntos de lo que quisiéramos reconocer.
Pese a nuestro intento por hacer que como banda todo funcionara como había funcionado antes de la declaración amorosa de Ken, estábamos más distantes que siempre: sí antes no hablaba con Ken, para ese momento apenas si nos saludabamos. En el escenario actuabamos como mejores amigos, pero una vez terminaba el show, las cosas cambiaban. Si bien no dejábamos de hablar, las conversaciones no fluían igual.
Un día simplemente Tony se cansó de esa distancia y me recriminó el hecho de ser tan cercano a Andy y el haber hecho nuestra amistad a un lado. Yo intenté explicarle que eran ideas suyas y que en parte era también su culpa, ya que con Ken de novio, apenas si tenía tiempo disponible, entonces, furioso, rechazó la culpa y me dijo que era yo quien suponía que el estar con Ken lo invalidaba para salir con sus amigos - Ken y yo no pasamos todo el día juntos… a diferencia de Andy y tú que han estado las últimas dos semanas como marido y mujer… Incluso la semana pasada fui a buscarte a tu casa y tú madre me dijo que llevabas tres días en casa de Andy -
-.... Mamá no me dijo nada…. Bueno, lo siento, quizá he supuesto demasiadas cosas de ustedes dos…. Te recompensare de alguna forma -
- Sal conmigo mañana. Habrá un toque de una banda que Kenji detesta y sé que a ti te encantará…. -
-........ Está bien…. Le diré a Andy y pasaremos….-
-¡No! Te digo que sólo quiero salir contigo. Si va Andy no iré - mi corazón se agitó - Bueno, está bien. Pasaré a tu casa mañana -
Le conté a Andy y me aconsejó que no fuera. Creyó que malinterpretaría todo y jamás me zafaría de esos sentimientos asfixiantes. Yo, por otro lado, quería retarme a mí mismo y saber si podía o no superarlo, así que fui y la pasé fenomenal. La banda que tocó, era la favorita de mi primo y casualmente me lo encontré en la multitud. Pasamos la velada con sus amigos. Bebimos, reímos y nos comportamos como locos. A las once de la noche regresamos. Tony quiso acompañarme a mi casa y mientras íbamos de camino, recibí un mensaje de Andy: me pidió que fuera a buscarlo al parque. Había salido con su hermano a beber, se puso muy borracho y no podía moverse por sí mismo sin caer al suelo. Le dije a Tony que me había surgido algo y antes de inventar una historia, él ya sabía que se trataba de Andy, así que se enojó y me dijo que no me dejaría ir tras él - es la primera vez que salimos en días y tú sigues poniéndolo a él por delante -
Le expliqué las condiciones en las que se hayaba y no quiso escucharme, así que se fue y me dejó hablando solo.
Llegué al parque y encontré a Andy botado en el pasto como un indigente. Lo ayudé a pararse y le conté lo que ocurrió. Él se lo tomó como un chiste y dijo que Tony era un egocéntrico. Yo también lo pensé así.
Tomamos un taxi hasta su casa y nuevamente pasé la noche con él. En la mañana regresé a mi casa y mi madre me recibió con la noticia de que Tony me había estado llamando toda la noche. Me sorprendí, pero no lo llamé porque seguía un poco molesto por su actitud.
La semana de ensayo antes de la siguiente presentación, fue bastante incómoda. Tony estaba peleado con Ken, de manera que estaba enojado con todos: conmigo por dejarlo botado y al parecer por quedarme en casa de Andy y con él por “monopolizar” mi tiempo. El ensayo terminó más pronto de lo que pensábamos y no nos vimos sino hasta el jueves y resultó una casualidad: Andy y yo estábamos aburridos y mi primo me pidió que lo ayudáramos a acomodar unas mesas nuevas que había comprado recién. Nos quedamos hasta la siete, bebiendo un poco y hablando con la cajera, quien resultó una mujer muy interesante. Nos contó de sus muchos amoríos y de cómo llegó a la ciudad.
Nos íbamos a ir cuando llegó Ken. Venía solo así que nos pareció extraño. Lo saludamos y estuvimos con él un rato. Entonces, al poco tiempo apareció Tony. Estaba un poco drogado. Se sentó en nuestra mesa y nos invitó un par de tragos. Mi primo se sentó con nosotros a beber y empezó a contarnos de la época en la que conoció a su mujer. Nos hizo pasar un rato agradable.
De repente me entraron ganas de mear y me levanté al baño. Cuando salí del cubículo vi a Ken esperando. Me preguntó si podíamos hablar y accedí. Salimos a fumar un par de cigarrillos. Me interrogó sin rodeos -¿Estuviste con Tony en el toque de Holocausto? - le contesté afirmativamente y él pareció molestarse. Luego de un rato en silencio me dijo que no confiaba en mí y que no quería que saliera solo con Tony - Sé que estás enamorado de él, así que entiéndelo de una buena vez: ahora él está conmigo -
-Oye, calma…. No estoy pretendiendo otra cosa con él. Ya sé que son pareja y sé lo mucho que lo quieres… - le dije. Él insistió en que no confiaba en mí, pero a mí me parecía que en realidad en quien no confiaba era en él mismo. Pobre Ken, tan inseguro y mentiroso…
Entramos de nuevo al bar pero yo perdí las ganas de seguir ahí, así que antes de que pudieran verme, me despedí de mi primo y huí de ellos.
Caminé hasta mi casa y una vez en mi cuarto, me dejé caer sobre la cama. La cabeza me daba vueltas y permití que la oscuridad que me rodeaba, me inundara el cuerpo. No quería saber de nadie. Todos podían irse a la mierda.
De pronto mi madre entró a mi habitación y me anunció que un amigo preguntaba por mí. Me llené de una estúpida ilusión y por un momento creí que era Tony.
Andy me saludó y me preguntó si podía entrar. Lo conduje hasta mi cuarto y una vez ahí, me senté al borde de la cama y esperé su amonestación - cómo te atreves a dejarme solo con ese par… ¿Estás mal de la cabeza? - Me disculpé y le expliqué que no sabía cómo salir sin que ello supusiera una rabieta de Tony.
Entonces, sin nada que decir, prendí el televisor y empezamos a ver una película. Al poco rato mi madre volvió a avisarme de un chico que esperaba por mí en la puerta. Esta vez bajé con más nervios. Creí adivinar que ahora sí se trataba de Tony, pero mi sorpresa fue inmensa cuando vi a Ken.
Me saludó algo avergonzado y me pidió que saliera a caminar con él. Le dije que me diera un momento y corrí hacia mi habitación a buscar una chaqueta y a mentirle a Andy: le dije que mi primo me había pedido que recogiera unas cosas en casa de mi tía y que luego las llevara al bar. Andy se ofreció a ayudarme pero le dije que era algo tan delicado y secreto, que era mejor que me esperara. Afortunadamente para mí, mi habitación no tenía ventanas a la calle.
Salí con Ken y caminamos por toda la cuadra sin que él me dijera nada. Entonces, ya un poco exasperado, le interrogué. Él no me contestó rápido y dio muchos rodeos para decirme que lamentaba haberme insultado como lo había hecho. Luego también se disculpó por cómo me había tratado por tanto tiempo. Yo sentía que me desvanecía en vergüenza cada vez que él pronunciaba esas palabras. Jamás llegué a imaginar que alguien así como él, pudiera ser capaz de disculparse, menos aún conmigo…
Llegamos a un parque cercano a mi casa y nos sentamos en los columpios. Sacó unos cigarrillos y me ofreció uno. Esa también fue una novedad. Entonces, después de dar la primera calada, me preguntó qué cosas me hacían feliz. No contesté inmediatamente porque tuve que pensarlo mucho y al final, cuando dije que me hacía feliz estar sobre el escenario, dudé incluso de esa respuesta. En realidad había otras cosas que me hacían feliz, como viajar, estar con mis amigos o simplemente escuchar una canción… También estuve tentado a decir que me hacía feliz estar con Tony, pero habría sido estúpido.
Ken me dijo que él ya no sabía qué cosas le hacían feliz y que estaba en un momento de su vida en el que añoraba más estar solo que en compañía. Creí al principio que estaba intentando decirme que quería dejar la banda y entonces yo me enojé y le dije que no podía hacernos esto, que pese a las circunstancias, Andy y yo estábamos haciendo todo lo posible para no dejarlo, incluso cuando nuestras razones eran más aceptables que las suyas. Además, le señalé, deberías ser la persona más feliz del mundo: estás con la persona que amas y por la que sufriste por tantos años. Eso debería se suficiente para ser feliz.
Kenji sonrió tristemente - Se supone que así debería ser, pero….. ¿Por qué no me siento de esa forma?.... Soy tan infeliz ahora que estoy con Tony que antes de estar con él……. Incluso Andy…. Joder. Cuánto lo extraño. Extraño sus visitas en la noche y sus eternas horas hablando de videojuegos… quisiera volver a como éramos antes, pero hoy, tan pronto como te fuiste, salió sin despedirse y cuando traté de detenerlo, sólo recibí un golpe -
Le exiges demasiado a ese pobre…. Tony y tú no lo entienden en absoluto….. bueno, de Tony lo entiendo por qué no sabe nada y es tan elevado que ni cuenta se da, pero tú…. Sabes… no puedes pedirle que siga siendote fiel si ya lo has rechazado -
Ken no replicó nada y yo seguí sermoneandolo. Entonces apareció una patrulla de policía y nos dijo que había toque de queda, de manera que nos regresaron a las malas a mi casa.
Una vez adentro, recordé que Andy estaba en mi casa y me sentí mal por invitar a Ken a quedarse.
Fui hasta mi habitación y le expliqué todo a Andy. Como lo supuse, se enojó e intentó marcharse, pero no pudo porque la patrulla vigilaba la zona.
Bajó a la sala conmigo y saludó a Ken con cierta reserva. No intercambiaron ninguna palabra, así que para armonizar, prendí mi consola de juegos y empezamos a jugar left dead.
Al cabo de un rato Andy empezó a molestarme y a besarme, sólo con la fija intención de incomodar a Ken y lo consiguió. En menos de nada él se levantó, se disculpó por los inconvenientes y se marchó. Ni siquiera le importó el toque de queda. Dijo que llamaría a su padre para que lo recogiera en la estación de policía.
-No tenías que hacer eso - le reproché a Andy - se supone que lo nuestro no saldría a la luz pública -
-Me importa una mierda…. ¿Por qué lo trajiste hasta aquí? ¿Qué demonios te pasa? ¿Crees que me hace feliz verlo todo el día? -
- Actúas como un bebé -
- No soy diferente de ti…. Somos igual de mierda o es que te parece muy normal escabullirte del bar sin decir una palabra… no te creas mejor que yo. Estamos en el mismo barco -
- Como quieras… piensa lo que te dé la gana…. Ya ni me importa -
Andy pasó la noche conmigo pero no me habló sino para despedirse en la mañana. Ese día fue otro lío: no habíamos ensayado desde el lunes y no teníamos bien montadas las nuevas canciones, de manera que Tony convocó a una reunión antes del show.
Nos vimos a las dos de la tarde y ensayamos hasta las seis. Luego mi primo abrió el bar y a las ocho nos presentamos. Todo transcurrió con normalidad hasta que terminamos. Nos sentamos en la barra, pedimos unas cervezas y antes de continuar con la otra ronda, Andy dijo que tenía que marcharse. Tony no le hablaba a nadie, así que le importó una mierda que se marchara. Yo no sabía si pedirle que se quedara o irme con él; total se veía enojado y al final solamente lo despedí. Ken tampoco hizo nada: sólo le preguntó la razón y Andy le respondió que no le interesaba.
Cuando se marchó, Tony se puso en pie, tomó su cerveza y se fue a hablar con otras personas. Ken y yo pasamos largo rato sin decirnos nada, entonces se me ocurrió preguntarle qué tal le había ido después de marcharse de mi casa y me respondió que bien. Como sospeché que se sentía extraño estando solo conmigo, intenté ponerme de pie para alejarme, pero me agarró del brazo y me pidió que me quedara. -¿Para qué? - Le pregunté y entonces fue él quien se puso en pie y dijo - Habla con Tony…. Ha estado evitandome desde que salieron a lo de Holocausto - y se fue del bar.
Yo supe después que había ido tras Andy y ocurrió de la siguiente manera: Ken salió del bar con la resolución de hablar con Andy y arreglar su defectuosa amistad sin importar qué. Lo siguió calle arriba y cuando vio la oportunidad, se lanzó a él como un chiflado y ambos terminaron botados en el suelo. Andy se sorprendió de semejante actitud y le concedió la oportunidad de hablar. Se sentaron en el parque y Ken comenzó, como siempre, a evadir el tema que le interesaba. Andy se fastidió, se intentó marchar y antes de hacerlo le dijo - No tengo interés en las estúpidas estrellas… Si no dirás nada importante, me voy -
-¿Y qué se supone que debe ser esa cosa importante de la que debo hablar? -
- No lo sé. Dime tú: ¿Por qué me has seguido hasta aquí y por qué demonios te me echaste encima? -
- porque necesito hablar contigo, por dios. Llevamos como tres meses sin dirigirnos la palabra… acaso ¿Estás muy feliz con Charlie como para que ni siquiera me vuelvas a llamar? ¿Cuándo fue la última vez que te quedaste a dormir en mi casa? Creí que lo odiabas -
- ¿Y qué hay de ti? ¿Por qué no me has llamado tú? -
- Lo he intentado -
- ¡En serio! -
- ¡Quizá no lo suficiente! Pero tampoco sabía cuál sería un buen momento… desde lo de Tony intenté darte tu espacio porque sabía lo que significaba para ti -
- ¡Qué considerado! -
- ¡Deja el maldito sarcasmo! ¡Es verdad lo que te digo! ¿Cómo se supone que sepa cuándo es un buen momento para nosotros, si lo único que has hecho es correr como un perro faldero detrás de Charlie? -
- ¿Y qué esperabas? ¿Qué me quedara a tu lado viendo cómo Tony disfruta de lo que yo más quiero? Qué demonios quieres de mí: te entregué mi corazón por dos años y lo desechaste cuando tuviste la oportunidad… déjame en paz, por favor. Con Charlie al menos puedo sobrellevar toda esta mierda…. ¿Por qué no regresas con Tony, te disculpas con él y me dejas tranquilo a mí? -
- ¡¿Eres estúpido?! ¡Tony me importa un carajo en este momento! Estoy aquí porque quiero estarlo…. Porque la verdad es que no soporto más estar tanto tiempo sin saber nada de tu vida… incluso Charlie parece conocerte más -
- ¿Y te sientes celoso? -
- ¿Qué? -
- ¿Te molesta saber que Charlie sabe más de mí que tú? -
-..... No sé -
- Pues te tengo noticias: eso no cambiará ni un poco y puede que sólo se vuelva peor para ti, porque por si no lo notaste ayer, Charlie y yo estamos saliendo y sí, puede que incluso esté enamorado de él y él quizá también de mí, así que ya no hay lugar para un nosotros -
- ¿Qué? Tú no estás saliendo con Charlie -
- ¿Cómo lo sabes? -
- porque él sigue enamorado de Tony -
- No estés tan seguro de eso…. -
- Vete al Diablo -
- Vete tú y llévate tu egoísmo de mierda y déjame tranquilo - Andy volvió a ponerse en pie y empezó a alejarse de Ken. Él insistió en que aún no había acabado y Andy lo ignoró hasta que dijo - ¿A dónde se supone que vas?... Sí piensas ir tras Charlie no te lo perdonaré jamás -
- ¿Disculpa? - Andy volvió a tener interés y su corazón agitado, se volvió más loco.
- Te digo que no quiero que vayas por Charlie -
- ¿Por qué no? -
-………...……………… -
- ¡Contesta! -
- …………...Sólo no quiero -
- ¡Sólo no quieres! ¡¡Qué estupidez!!.... Me largo -
- ¡No!... Mierda. No me dejes, por favor - Ken lo agarró de la mano y con la mirada en el suelo le pidió que se quedara con él. Andy se llenó de sentimientos dolorosos y esperanzadores. Sin pensarlo dos veces, tomó por las mejillas a Kenji y le dio un beso largo y húmedo. Cuando terminó le dijo - Si quieres que me quedé, sólo querré besarte - Ken no le respondió nada pero tampoco soltó su mano y muy por el contrario siguió apretándola muy fuerte - Ken, si no dices nada, malinterpretaré tu silencio… - y él siguió sin oponerse a nada - Eres tan egoísta… sólo sabes dejar que te quieran…. No sabes ni cómo amar… no sabes cómo hacer que te amen. Sólo yo puedo quererte como te quiero - Andy lo volvió a besar, mordió su labio, casi como para arrancarselo, y siguió aprovechando ese momento de gloriosa debilidad de espíritu y confusión de sentimientos.
En el bar la cosas fueron un poco diferentes: busqué a Tony y lo invité un trago. Me hice el pendejo y empecé a hacer bromas ridículas. Al final conseguí que Tony se riera, pero entonces, dejó de hacerlo abruptamente y me preguntó por Ken y por Andy. Le dije que no sabía y él volvió a insistir.
-Charlie…. ¿Por qué las cosas se han vuelto tan complejas?... ¿No te molesta que actuemos como unos desconocidos? -
- Justo por eso es por lo que estamos hablando ¿Por qué demonios estás enojado conmigo? -
- Sabes que ya ni lo recuerdo… -
- ¿Y con Andy…. Y con Ken? -
- ¿Con Kenji?.... Sólo, no lo sé…. Hemos tenido ciertas diferencias… Ken….. no lo sé. Simplemente se ha puesto celoso de que saliera contigo a ese toque y pues ya ves…. Qué idiotez. Somo amigos. Él también es tu amigo ¿Qué le pasa?
- Vamos, tienes que comprenderlo un poco… Tú no eres completamente homosexual y antes de que Ken te dijera algo, nunca tuviste en consideración salir con él… -
- ….. Pero me he esforzado mucho ¿Sabes? Incluso se puede decir que ya me estoy enamorando de él -
- … ¿Ah…. En serio?....-
- Sí, quizá. Es complejo, pero me gusta pasar tiempo con él, me gusta besarlo y llevarlo de la mano…. Tú sabes…. -
- Bueno…. Pero eso ¿Se lo has dicho? -
- Ya me canso de hacerlo y él siempre está con eso de que no es verdad -
- Es porque Ken es inseguro… No se estima lo suficiente como para creer que alguien más lo quiere -
- Lo sé ¿Cómo debería luchar contra eso? -
- Quién sabe….. pero, bueno, creo que deberías arreglarte con él. Es un poco incómodo estar en mitad de su pelea -
- … Bueno, está bien… arreglaré las cosas por el bien de la banda… Pero aún hay otras cosas… -
- ¿Cómo cuáles? -
- Como Andy y tú… Tú sigues distante de mí y el otro idiota ni hablar… creo que desde que Ken se confesó, no me ha dirigido la palabra… Es un cabron -
- ¿Yo? Pero si estamos hablando -
- Ya vaya Dios a saber por qué… Pero bueno, te concedo el gesto… aún así Andy… sabes. Desde la época de la banda de mi hermano, Andy y yo nunca nos llevamos bien. Sabrás por qué se volvió peor… pero en cambio con Ken… Andy actuaba como un tonto cuando Ken volvió de Japón. Se dejó cuidar como un bebito… No soy estúpido. Sé que Andy está enamorado de Ken -
-¿¡De verdad!? -
- Sí ¿No lo sabías? -
- Sí… es que no sabía que tú sabías… -
- Es muy evidente. Andy no sabe fingir… el punto es que yo lo entiendo, porque bueno, estoy saliendo con el chico que le gusta, pero bueno, él también me lo dejó muy fácil… actúa como si no le importara pero en realidad le importa mucho y le preguntas y siempre está con esa expresión mármolizada de odio. No lo entiendo… y quisiera que él me dijera: Tony, no salgas con Ken… Lo amo y tú no podrás hacerlo nunca como yo lo hago -
- ¿Para qué quieres que te diga eso? -
- ¿Para qué?... Pues no lo he pensado, pero es que si fuera yo, no habría dejado que Ken se enamorara de otro tipo -
- Qué buen semental -
- No te burles de mí. Hablo con sinceridad -
- Y te creo y te admiro por eso… También creo que necesitamos salir más seguido, como banda… Andy tendrá que aceptar que perdió su oportunidad -
- Sí, supongo… -
- ¿Hablarás con Ken? -
- Lo haré, mamá -
Pedimos otra ronda y luego nos lanzamos a la calle oscura de este viejo y olvidado mar de casas obreras y fábricas abandonadas… Íbamos hablando de la posibilidad de ir al infierno y entonces nos topamos de frente con Andy y con Ken. Así como nosotros, íban charlando con absoluta calma de quién sabe qué.
Nos vimos en silencio por un momento y luego Ken se despidió de Andy y le dijo a Tony que caminaran juntos a casa. Andy emprendió la marcha sin decir nada y me sentí tan mal por él, que le dije a Tony que hablaríamos después y corrí hasta él. Andy sabía que Tony seguía observándonos, así que me besó como lo hizo frente a Ken. Yo, temeroso perro de todo, miré de reojo lo que pasaba y sólo vi la sombra de Tony volteandose y alejándose aún más de nosotros. Andy me rogó que lo dejara quedar en mi casa y así lo hicimos. Yo también me sentía destruido. La felicidad de Ken y de Tony sólo suponía para nosotros la infelicidad más inaguantable y pútrida.
Esa noche, por primera vez, el vacío de nuestros corazones fue reemplazado momentáneamente con el calor de nuestros cuerpos desnudos, cansados y sudorosos. Antes de esa noche, nunca toqué un cuerpo que no fuera el mío y esa vez el de Andy me pareció tan frío y distante. Al finalizar, le conté lo que hablamos en el bar con Tony y él me contó lo suyo con Ken y lo mucho que eso que pasó, lo confundió.
No nos dijimos nada más y nos fuimos a dormir. En la mañana nos despertamos y seguimos besándonos y curando nuestros corazones destrozados hasta la tarde. Luego nos decidimos a ver una película de Fellini y cuando íbamos por la mitad, tocaron a la puerta. La primera persona en la que pensé fue en Ken. Imaginé que hoy también querría hablar de lo mal que se sentía por culpa de Andy. Bajé desprevenidamente a la puerta y abrí dispuesto a decirle a Ken que se marchara, pero entonces mi sorpresa fue otra cuando al otro lado, como un idiota, ostentaba Tony una mirada desconsolada y profundamente rabiosa.
-¿Qué haces aquí? - le pregunté y él me exigió que lo dejara ingresar. No quería hacerlo porque Andy seguía desgraciadamente triste, pero él insistió en la urgencia de entrar y de contarme las razones por las que quería verme.
Andy bajó en el momento en el que intentaba idear una mentira para que Tony se fuera sin que se enojara conmigo, de manera que en últimas tuve que dejarlo pasar.
-No sabía que estaban juntos - dijo Tony y se sentó en la sala - Esperaré a que terminen de hacer lo que sea que estén haciendo -
Andy de repente se sentó también en la sala y me pidió que preparara algo de té. Luego, en el asfixiante silencio del disfrute de una bebida, Andy dijo que se iba a ir. Intenté que se quedara, pero fue para peor. Me dio un beso y se despidió de Tony. Antes de salir recordó que tenía algo y se lo entregó a Tony.
-Es la letra original de la canción que compuso Eddie -
- La que te escribió a ti -
- No la escribió para mí… la escribió para una chica… en todo caso, Rafael me pidió que te la diera -
- Pues gracias. Eddie se estaba volviendo loco. Le hará mucha ilusión saber que tú aún la guardabas -
- No guardé nada. Fue una casualidad que la encontráramos en un montón de cajas viejas -
Quise saber más de esa canción, de ese Eddie que tanto quiso Andy. De esa época tan lejana en que yo no existía en sus vidas y la mía parecía más llevadera. Le pedí a Tony que me mostrara el papel y juntos leímos esa declaración de amor. Tony insistió en que era para Andy, pero la verdad es que a mí tampoco me pareció que estuviera dedicada a ese impávido chico de ojos tristes. Esas superficiales descripciones de una flor, sólo podían aludir a una mujer hermosa y voluptuosa. Tony dijo que eso lo había escrito él porque Eddie le pidió que la corrigiera, ya que no quería que fuera tan obvio que iba dirigida a un chico y la forma que Tony halló para distanciar la realidad de la ficción de la canción, fue haciéndola parecer una mujer cálida. Aún así, se conservó intacto la voz de Eddie diciendo ”Te amo”.
-El problema de Andy es el problema de Ken: él nunca creyó que Eddie lo amaba y prefirió terminarlo todo antes de “arriesgarse” más… Ken es igualito. Tampoco cree que yo pueda llegar a amarlo y se ha aburrido de mi “amor tibio”, del mi amistoso afecto -
- ¿De qué hablas? -
- Hablo de lo obvio, Charlie: Ken a decidido ponerle fin a nuestra “relación”... Vengo de su casa… ni siquiera fue capaz de mirarme a los ojos mientras me mandaba al carajo -
-.... ¿¡¡¡Qué!!!? ¿Y tú no le has dicho nada? Pero si lo quieres ¿Por qué demonios te fuiste, por qué no te quedaste a convencerlo? -
- ¿Para qué? Kenji es obstinado. Si no me cree ahora no me creerá nunca… debiste verlo: estaba aguantando el llanto mientras me decía que lo nuestro nunca iba a funcionar… ¿Y sabes qué? Yo también lo creo… eso no tenía futuro. Sólo éramos dos niños jugando al amor… -
Como único método de consolación, se me ocurrió que abrazarlo era lo mejor, pero luego me arrepentí porque inmediatamente lo toqué, empezó a verter lágrimas como una cascada. Media hora después, ya calamado, lo llevé a mi cama y ahí tuve la intención de abandonarlo mientras yo mismo me reponía y contenía mis enormes ganas de lanzarme por la ventana… no fue fácil para mi ver a ese infeliz, sufriendo por amor y no ser yo el causante de esa desdicha. Pero entonces Tony, ajeno a mis sentimientos, me obligó a quedarme con él y me pidió que lo siguiera abrazando. Y yo, estúpido, lo seguí haciendo porque me era imposible no sentir compasión por esa pobre alma. Me tragué mis sentimientos, mis lágrimas, mis remordimientos y empecé a pensar en lo mucho que deseaba que ese cuerpo caliente que sostenía en mis brazos, no fuera el de Tony, sino el de Andy.
Esa noche no pude pegar el ojo y en la mañana del día siguiente, me levanté de la cama y bajé a la cocina por algo de café. Luego bajó Tony y señaló las fatales ojeras que adornaban ni pálido rostro.
Fuimos juntos al colegio y permanecimos juntos en el descanso. No había rastro de Andy o de Ken.
En la tarde llegué a mi casa a dormir lo que no pude en la noche, deseando no despertar jamás. Entonces mi madre me interrumpió de nuevo y me dijo que había un chico que esperaba por mí en la puerta. Bajé y no vi a uno, sino a tres idiotas, distantes los unos de los otros, con rostros decaídos y deseos de mandar a la mierda todo.
Sonreí porque no había escena más patética que la que protagonizaba. Me restregué los ojos, tomé mi chaqueta y salí a caminar con ellos como nunca antes lo había hecho. Fuimos hasta la rivera del río Domingo y allí nos sentamos a contemplar las putrefactas aguas oscuras de ese caudal de desechos y contaminación. Vi mí estado de ánimo reflejado en esa espesa oscuridad. Nunca me sentí tan cómodo.
Al principio era Tony quien dirigía la charla. Nos iba contando de Eddie y de sus suplicios en la universidad. Decía que la carrera de derecho le costaba demasiado porque el pobre desgraciado apenas si leía algo. Se reía con ganas cuando nos revelaba que en los peores días, Eddie llamaba a su madre para pedirle consejos y casi llorando le decía que quería matarse. Esa era la vida que llevábamos: reírnos de aquel que sufre como nosotros era una especie de catarsis. Entonces los cuentos sobre Eddie cesaron y el silencio más mortificante se asentó entre nosotros.
Yo, torpe e impulsivo como siempre, lanzé una pregunta directa: ¿Dónde se metieron esta mañana, chicos? - Los aludidos se miraron entre sí, sin entender a qué hacía referencia. Andy se atrevió por fin a contestar - No fui al colegio -
-... Yo estuve en la biblioteca hablando con el profesor de historia - respondió Ken.
Volví a hablar - Tony y yo los hemos echado de menos -
Ken miró por fin a Tony - Parece que sólo tú… A él no se le nota la preocupación -
-La próxima vez procuraré llorar - respondió Tony. Ken sonrió y dijo que era lo mínimo que debía hacer y entonces buscó que Andy lo apoyara y le preguntó si acaso no era descortés que sólo yo los hubiera extrañado. Andy no respondió nada y luego de un largo silencio, dijo - ¿A qué hemos venido a este río de mierda? Huele a que han hechado a todos los muertos del cementerio…. -
- Esa debería ser mi línea… ustedes han ido a buscarme a mi casa - dije.
- En realidad fue una casualidad…. No habíamos planeado ir juntos. Fuimos por separado y llegamos al mismo tiempo - aclaró Tony - pero ya que estamos aquí, por qué no empezamos a hablar de lo que de verdad nos interesa… ¿Andy y tú están de novios? Y no me jodas con rodeos -
- ¿A quién le hablas? - preguntó Andy
- A Charlie… -
- Eso es obvio -
- Deja que él conteste -
- Yo también puedo hacerlo -
Ambos se pusieron de pie y empezaron a gritarse el uno al otro. Ken se acostó en el pasto y empezó a ver el cielo sin preocupación de ningún orden. Yo interviene por fin - ¿Y qué más da sí estoy o no saliendo con Andy? ¿Eso en qué afecta al grupo? Además, lo nuestro no es más que un consuelo… después de todo a Andy le gusta Ken -
-Eso lo sabemos todos - dijo Tony - pero ¿Tus sentimientos? -
- ¿Qué hay con ellos? -
- Si insinuas que a Charlie le gusta Andy, te estás equivocando…. Por el único que ha demostrado ese tipo de afecto, es por ti… Date cuenta, por favor. Le has jodido la vida - intervino Ken poniéndose de pie - Basta de juegos y mentiras. Pongamos en palabras lo que está pasando aquí: a Andy le gusto por alguna estúpida razón, pero yo me he negado a sus sentimientos porque creí que estaba enamorado de ti, pero entonces empezamos a salir y pretendí en ti, lo que con él ya tenía: una devoción inquebrantable. Ahora tengo este montón de sentimientos confundidos por Andy.. y luego está él que ha sufrido como un perro por mí culpa y para aliviar su pena le ha pedido a este pobre infeliz, desdichado por tu culpa, que salgan para aliviar lo que se suponen son sus vidas rotas… y entonces estás tú, ignorante al hecho de que dos de tus amigos más allegados se han enamorado de ti y confundido porque uno de ellos se te ha confesado ¿Qué tal voy hasta el momento?.... Ahora, decides salir con el que se te confesó porque creíste que podrías corresponder a ese amor, sin ser consciente de que en realidad tú no puedes querer a tu amigo de la infancia de la misma forma que él quisiera… es casi como querer a un hermano ¿No?... Y ya que todos hemos sido honestos contigo, o al menos en parte, porque no eres honesto tú y nos dices cómo demonios haces para no darte cuenta de lo que pasa…. -
En todo el rato que duró el comentario de Ken, yo sólo pensaba en lo mucho que lo odiaba por haberle dicho a Tony lo que se supone yo nunca le iba a confesar, pero también lo amé en ese instante por ser el único capaz de poner en palabras lo que ninguno quería decir en voz alta.
-..... ¿De qué hablas? ¿Qué es eso de que dos de mis amigos están enamorados de mi? -
- ¿Eres idiota o te haces? - gruñó Andy - claramente Ken habla de Charlie… joder…. Maldición. Vayanse al carajo todos ustedes y tú en especial, maldito japonés de mierda. Regresa a tu estúpido país y no muestres tu culo amarillo por aquí otra vez - A pesar de esas palabras, yo sabía que Andy estaba contento por Ken y sé que sabía, que muy a su manera, esa fue una gran confesión.
Mientras Ken y él se alejaban de nosotros, yo sentía cómo un enorme peso de mi pecho se iba con las aguas negras del río Domingo.
Ahora era mi turno y el de Tony y creí que lo tenía solucionado, pero entonces, antes de decir nada, él me abrazó y dijo - ……. Si lo que dijo Ken es una mentira, por favor no me lo hagas saber nunca. En este momento soy la persona más confundida y al mismo tiempo más feliz de toda la vida… incluso cuando no sé qué pasa, siento que esto que ocurre es lo mejor para todos y no puede ser de otra forma… sí es verdad lo que ha dicho Ken, por favor, dímelo ahora. Dime que me quieres -
-Te quiero, Tony -

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