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Anochecer Brillante por Mustf

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Notas del fanfic:

Hice un dibujo y entonces se me ocurrió. Vamos a ver, me estoy tirando al barranco haciendo esto con los otros fics abandonados hahahaha.

Ya dije en la sinopsis, si vas a pasar el rato y ya bienvenido. Si quiere suna compleja trama perfectamente narrada. Lárguese. Y si quiere lemon, mejor siéntese viejo lesbiano >:V

Este Fanfic está CERRADO temporalmente por Rework argumental, Lamento la smolestias. :'c

Notas del capitulo:

Varus, guardián estelar rosa de "Anochecer Brillante" se enfrenta a un peligro nuevo y desconocido, razón por la cual reclutará un nuevo aliado por orden d ela Estrella Prima.

 

Este Fanfic está CERRADO temporalmente por Rework argumental, Lamento la smolestias. :'c

Capítulo I Gata Negra

Unos viscosos tentáculos azul verdoso se arrastraban lentamente por los jardines de la mansión Du'Couteau mientras en el amplio balcón principal una hermosa joven de cabello escandalosamente rojo tachaba de una enorme lista toda clases de cosas. Era uno de los días más esperados del año para las hermanas Du'Couteau ya que el "Harrowing" era una celebración muy popular en el vecindario y por supuesto era el momento perfecto para que ellas se lucieran con una más que glamurosa fiesta de disfraces.

Apoyado en la baranda del balcón estaba su querido "hermanito", el cual, con poco ánimo también tachaba cosas de otra lista a medida que su hermana le indicaba. Uno de los muchos motivos que tenía ella para hacer esa gran fiesta era por fin conseguir una novia para su hermano. A ella comenzaba a "preocuparle" que estando en tercer año de secundaria siguiera soltero... "Con lo guapo que es".

-Y los disfraces...- Mencionó ella con interés.

-Gatita, serpiente y ninja, listos.- Dijo casi suspirando el muchacho.

-Este será el mejor harrowing de todos.

-Ahí están.- Dijo una nueva persona entrando.

Ya llevaba parte de su maquillaje reptiliano aplicado, cosa por la cual no se parecía tanto a la pelirroja, pero en realidad era su hermana.

-Mira la hora que es y aún no te planchas el pelo, Kata, no puedes salir esta noche con esas greñas.- Criticó.

-Talon también necesita un poco de eso.- Añadió tirando la lista.

La chica observó a su hermano y entrecerró los ojos examinando su pelo largo.

-Nah, córtese el pelo, gay.- Dijo con desdén marchándose.

-Nadie pidió tu opinión fea.- Gruñó en voz alta viendo a la mayor marcharse.

-Ya sabes cómo es Cass, debemos alistarnos antes de que vengan los invitados, deprisa.- Le toma la mano jalándolo. -Hoy es la noche Talon, ¡hoy te conseguimos novia!

Lejos de allí, pero en el mismo vecindario, sobre un tejado un arquero de largo cabello dorado y vestimenta bicolor blanca y rosa  observaba el perímetro. Lucía muy atlético pero también delicado con tantos adornos y detalles en su vestuario.

-Según la señal era aquí…- Giró varias veces sobre su propio eje intentando agudizar sus sentidos tanto como podía. -Pero no hay nada…

En ese momento su arco alado se deshizo en dos esferas luminosas que se transformaron en dos amistosos animales peludos de grandes orejas y colas.

-¡Debe estar escondido!- Gritó uno de ellos.

-Estamos a tu lado, podemos oírte… Capitán obvio…- Se quejó el otro animalito.

-Uhm…- Cerró sus ojos y sin más salto dando una gran demostración de agilidad al hacer una pirueta para al final caer de forma grácil en el suelo. -Llegaré tarde a la fiesta y debo recoger a alguien.

-Espera, espera…- Dijo uno de los animalitos mágicos acercándose volando. -No puedes dejar a esa criatura por ahí.

-Si algo pasa me transformaré y salvaré el día como siempre.- Aseguró tocando la estrella de seis pétalos de su pecho.- Destransformación.

La fiesta empezaba  las 8 de la noche y el reloj ya apuntaba las 7 y media. Un jovencito de cabello banco y piel pálida esperaba impaciente con su infalible atuendo de Drácula. No, no era Drácula, era más bien el príncipe vampiro de una siguiente generación de vampiros glamurosos. Ese era el lore de su disfraz.

-Al fin llegan.- Se quejó cerrando la puerta de su casa para ir con los dos chicos que venían caminando. -¿Qué hacían, eh?

-Ah…- El rubio se puso nervioso.

-Tarea.- Respondió seco el moreno.

-¿En serio?- Enarcó una ceja. Él sabía que mentían pero aun así se puso a pensar de forma inocente si habían mandado tarea para ese fin de semana.

-Sí. Bueno vámonos ya.- Dijo el moreno.

-Oh, sí, sí, no quiero perderme la gran fiesta, qué suerte que Katarina nos invitó.- Dijo entusiasmado el rubio.

El “Vampiro glamuroso del siglo XXI” era Vladimir, un joven que iba en tercer año y tenía una actitud de divo. Era el mejor amigo del rubio, Valmar, este entusiasta compañero que siempre buscaba como divertirse y nunca se separaba del moreno, Kai. Este era más centrado pero se dejaba llevar por el “desmadre”, ambos estaban también en tercer año. Val iba disfrazado de momia y Kai de Zombie. Los tres iban simples, pero particularmente Vlad iba demasiado bien producido.

Cuando llegaron a la mansión Du’Couteau fueron inmediatamente recibidos por la hija menor de la familia. Katarina vestía un atuendo demasiado revelador de “gatita” o algo así.

-Ah… Ustedes…- Dijo con superioridad.- Supongo que los amigos de mi hermano también pueden pasar…- Rodó sus ojos.

-No somos amigos de Ta… Ugh…

Kai había comenzado a decir pero el rubio le dio un codazo para que callara.

-Encantados de verte también… Gata.- Respondió Vlad a la defensiva. Había usado la palabra “gata” para referirse a su disfraz pero le dio un tono especial, casi insultante.

-Entren ya antes de que me arrepienta y llame a seguridad…

Vlad sonrió y jaló a sus amigos dentro.

-Mira que hay que ser bien rico para tener seguridad en una fiesta de secundaria…

-Ya ves…

-Buscaré a Talon para saludarlo, gracias a él estamos aquí.- Dijo Vlad separándose.

No es que fueran realmente amigos, pero Vladimir había estado formando algún tipo de relación con el hijo adoptivo de la familia Du’Couteau por coincidir en una pretenciosa clase de francés.

Del otro lado del salón, Talon, obligado por su hermana mayor, Cassiopeia, estaba bailando con una muchacha morena muy alta.

-Psst… Qué tal ella…- Le habló bajito su hermana bailando cerca.

-A la mínima plataforma que use me pasa, es muy alta…- Respondió igual al dar un discreto giro por el baile.

-Mucho para ti… Hay que buscar otra…-

-¿En serio es necesario que tenga novia? Me siento bien solo…

-A papá no le hará gracia que te jales el ganso hasta el fin de los tiempos.- Reprochó.

La chica morena tomó repentinamente las manos de Talon y le dio una vuelta pegándolo a ella e inclinándose dejándole suspendido en el aire.

-¿Con quién hablas?- Recriminó.

-Oye… Me estás poniendo en ridículo…- Dijo con un tic nervioso.

-No respondiste a lo que te pregunté…

-Ah… - Se trabó por unos instantes mirando a otro lado. -Lo siendo Nida, eres genial pero… no creo que funcione.

La chica frunció el ceño y lo soltó dejándole caer a lo que él se quejó adolorido.

-Idiota.- Le dijo marchándose del lugar.

De cierto modo, estaba bien, más allá de su estatura, realmente a Talon no le interesaba. Solo accedía a buscar novia por la presión social que trataban de meterle sus hermanas. Él se sentía bien solo, no necesitaba absolutamente a…

-¿Estás bien?- Dijo un chico de tez morena extendiendo su mano delante de él.

…Nadie…

Talon le miró idiotizado y solo fue por la insistencia del chico que volvió en sí y le dio la mano aceptando la ayuda. Era un joven bastante atractivo con un disfraz de sultán o genio de la lámpara o algo.

-Gracias, ¿cómo te llamas?- Preguntó sin pensarlo.

-Malzahar.- Respondió.

No era solo por el disfraz, realmente Talon no conocía a ese chico, o eso creía.

-Ni te esfuerces, solo coincidimos en una clase a la semana.- Dijo sin interés adelantándose a los pensamientos del otro.

Nunca nadie sabrá por qué, pero la risa nerviosa y estúpida de Talon se hizo presente dejando a su hermana muy extrañada.

El despertar

Sola… Rechazada… Una vez más… Era una mujer fuerte, de grandes ideales… Pero definitivamente los hombres eran inseguros. La frágil masculinidad no dejaba a los chicos ver más allá de su estatura.

Nidalee se sentó en el jardín suspirando. No es que particularmente deseara un novio, pero si le gustaría que dejaran de discriminarla por todo tipo de razones relacionadas con su físico.

“¡Víctima ideal a la vista!”

Un tentáculo viscoso le sujetó la pierna repentinamente haciéndola gritar de la impresión, aunque para ella ya era tarde, estaba rodeada de tentáculos y fue aprisionada.

Dentro de la mansión, los Du’Couteau estaban disfrutando de su exitosa velada.

Katarina ya se encontraba disfrutando por su cuenta de un buen trago mientras le movía las caderas al guapo castaño disfrazado de soldado.

Cassiopeia decidió rendirse y dejar a su hermanito solo e ir por algunos bocadillos, aprovechando que nadie la iba a juzgar, es decir, Katarina no estaba para llamarla gorda.

Talon, por su parte, se había dejado llevar por su nuevo amigo Malzahar y estaban sentados en un mueble muy cómodo conversando sobre cosas triviales.

Malzahar también era de tercer año, pero él estaba en humanidades por lo cual iba a clases distintas, por eso Talon no lo conocía, aunque si lo había visto antes, pero esa noche fue particularmente especial.

-¡Ahí estas!- Gritó una mujer entrando al lugar.

Su voz fue tan contundente que aun con música todos voltearon.

-¡Apaguen ese fastidioso reggaetón!- Gritó para luego rugir con tal fuerza que todos los cristales se fueron rompiendo e incluso las conexiones eléctricas fallaran apagando la música.

Nadie estaba entendiendo lo que estaba sucediendo, pero comenzaban a alarmarse.

-Val…- Murmuró el moreno a su amigo.

-S…sí vamos…- Respondió y ambos, anticipando lo que pudiera ocurrir, se escabulleron.

La chica, con una escoba en la mano, se anticipó a la huida y la lanzó clavándola en el suelo cortándole el paso a Talon y Malzahar.

-Me rechazaste por ser un hombrecito prejuicioso… ¡Pues te comeré!- Chilló para comenzar una metamorfosis y así convertirse en una gata negra de gran tamaño.

-¡WTF!

Ahora si había pánico.

-¡Talon!- Gritó Katarina a lo lejos en los brazos de su compañero de baile.

-¡Corre!- Ordenó Malzahar tomando la mano de Talon quién estaba un poco en shock.

La enorme gata saltó en medio del disturbio, pero Talon y Malzahar pudieron esquivarla apenas.

-¡Por aquí!- Le guió hacia la salida, pero una escoba salió volando clavándose en la pared impidiéndoles el paso. -¡¿Qué?!

La Gata saltó una enorme distancia hasta la escoba y ya teniéndolos de frente saltó hasta Talon pero una flecha rosa la golpeó haciéndola retroceder.

-Tranquila gatita…- Dijo el arquero rubio desde una ventana del segundo piso.

-¡Es  “Cupido Rosa”!- Gritó alguno.

-Odio que me llamen así…- Chasqueó la lengua y preparó otra flecha. -Todos, huyan, yo me encargo.- Aseguró.

-Grrrr…- Gruñó la gata poniéndose de pie. -No quiero nada contigo.

-No dejaré que lastimes a nadie. ¿Qué eres?- Preguntó genuinamente intrigado. Jamás había visto algo igual. Hasta el momento, “Cupido Rosa” solo se había encargado de eliminar criaturas rastreras y surrealistas de colores brillantes y aparentemente sin pensamientos. Pero esa mujer gato era como… Una especie de humana con poderes.

-Si vas a molestar, entonces también te destruiré a ti.- Se transformó en humana y comenzó a lanzarle escobas que el arquero solo destruía con sus flechas.

-¡Todos a un lugar seguro!- Gritó saltando desde la ventana y posicionándose para lanzar una potente flecha que la mujer no pudo esquivar. -Listo…

Para sorpresa de todos, la mujer se levantó convirtiéndose otra vez en gata.

-¿Qué? Mis flechas no le hacen nada, a los monstruos si los destruye…- Dijo evitando el zarpazo del animal.

-Tus flechas están diseñadas para eliminar monstruos, no personas…- Dijo una voz desde su arco.

-Pero…- Esquivó otro golpe. -¿Qué se supone que haga? Yo no debería estar luchando contra ella, ¿o sí?

-Mira las marcas de sus muñecas y tobillos.- Dijo una tercera voz, también proveniente del arco.

-La oscuridad…- Dijo sorprendido.

-Han encontrado una forma de hacerte contraataque, Varus.

-¿Y ahora qué haré?

-Necesitarás ayuda.

-¡Quédate quieto!- Gritó la mujer gato lanzando tantas escobas que clavó por la ropa al arquero en la pared. -Ahora Talon…- Se volvió gata y saltó para buscarlo.

“¡No…! ¡La Insignia de Varus!”

En la cocina, debajo de una mesa, Cassiopeia, Vladimir, Talon, Malzahar, Katarina y el aparente novio de esta última, Garen, estaban escondidos.

-¡Qué desastre!- Se quejó Katarina.

-Tranquila.- Dijo Garen.

-Creo que esa chica es Nidalee… Lamento no haberla aceptado, no sabía que era una super mujer como Cupido Rosa…- Dijo Talon torciendo los labios.

-Y era un gran partido.- Mencionó Cassiopeia.

-No, no lo lamentes, no es culpa de nadie más que de ella estar loca, tener poderes y usarlos para atacar a la gente.- Dijo en voz baja Malzahar colocando su mano en la espalda de Talon.

Vladimir, Katarina y Cassiopeia alzaron sus cejas con curiosidad.

-Y este quién es.- Preguntó la mayor.

-Es un compañero de teatro- Respondió la pelirroja.

-¿Compañero? Pero tú no estás en teatro, lo sé porque yo si estoy.- Reprochó Vlad.

-Solo me inscribí para cumplir una cuota, entro a dormir.- Explicó Kata.

-Talon, tus hermanas no valen la pena.- Reprochó el pseudo vampiro.

Talon se encogió de hombros y entonces oyeron un estruendo.

-¡¿Dónde estás Talon?!

-Mierda…

-¡Puedo olerte!

Fue entonces que por la cabeza de Vladimir pasó una gran idea.

-¿Quién quiere ver las miserias de Talon?

-¡¿Qué?!- Se quejó.

Malzahar miró curioso.

La gata saltó sobre la mesa y haciendo más alboroto del necesario rompió todo. En ese momento 5 personas salieron corriendo y uno de ellos se quedó allí. Tenía una capucha, vestía la capa ninja de disfraz, pero cuando se dio vuelta.

-Los perros son mejores.- Sonreía Vladimir quién le tiró la capa encima cegándola.

-¡Arg! ¡Tú!

Vladimir salió corriendo también. Solo quería hacer algo de tiempo. Sucede que, él trataba de hacerse el interesante, pero en el fondo soñaba con ser un superhéroe. Admiraba con todo su corazón a “Cupido Rosa” y deseaba ser como él. Tanta era esta devoción que confiaba en que aparecería y salvaría el día, como siempre. No le importaba sacrificarse.

Además se veía fabuloso pretendiendo ser un héroe, las como son.

Pero la gata no iba a perdonarle. Rápidamente se quitó la tela y saltó hasta el chico que apenas y se había alejado un poco, pero justo cuando lo iba  a tocar, una flecha la empujó lejos.

-Oye gatita, esto no ha terminado.- Dijo el arquero entrando heroicamente.

-¡Cupido Rosa!- Gritó Vladimir emocionado.

-No me llames así…- Gruñó. -Dime Varus.

El rubio dio un salto anticipando el movimiento de la felina y la golpeó cuerpo a cuerpo con su arco, fueron tres batacazos que la derribaron momentáneamente.

-No puedo hacer esto solo… Esto no tiene precedentes.- Comenzó a decir caminando hasta el otro.

-Pero, yo sé que puedes arreglarlo, Cupido Rosa.- Aseguró confiado con sus puños en alto.

-¿Eres sordo?- Suspiró y cerró sus ojos extendiendo su brazos para mostrarle una estrella grande de seis pétalos de color roja.

-¿Uh?

-Vladimir… La estrella prima ha aprobado esta elección porque eres una de las dos personas más confiables que conozco.- Explicó ambiguamente.

-Espera… ¿Qué quieres decir…?- Miraba la estrella en shock.

-Esta es la insignia del guardián estelar rojo de Anochecer Brillante, te otorgará poderes especiales, acepta tu destino y únete a la batalla conmigo.

La cocina se quedó en silencio. Los ojitos de Vladimir brillaban con ferviente emoción mientras miraba la insignia. Varus esperaba impaciente con el ceño fruncido. Por un momento pensó que eso se estaba alargando demasiado. Definitivamente Kayn hubiera sido mejor opción, pero quien mandaba era la Estrella Prima.

-¿Y bien?

El sonido de los escombros removiéndose alertó a ambos. La Gata estaba parándose.

-¡Acepto, acepto, acepto!

Vladimir le arrebató la insignia y tal cual una estrella fugaz, una esfera de luz roja cayó a los pies de Vladimir revelando un murciélago adorable, cabezón y narizón.

-Bienvenido a los guardianes estelares, mi nombre es Vamp y soy tu médium mágico, te otorgaré el poder sobre la sangre y…

-¡No hay tiempo para esto!- Gritó Varus disparando sus flechas.

-Oye, no arruines el momento…- Se quejaron Vladimir y Vamp al unísono.

-Solo toca tu insignia y di…

“¡Vamp, transformación!”

                                                                                                                          

Un destello de luz carmín imbuyó a Vladimir. Al instante su cuerpo se adaptó a una forma de aspecto delicado, y condición perfecta mientras la ropa cambiaba lentamente. Primero sus pies, luego sus manos, después todo su cuerpo. En su cabello se pintaron unas simpáticas mechas rojas y un líquido carmesí le rodeó para formarse en sobre su mano.

-¡Wow!

-Escucha, Vladimir, nuestra identidad debe permanecer en secreto, así que por el momento te llamaré Red.- Advirtió.

-No me gusta ese sobrenombre.- Se quejó.

-Me vale verga.- Gruñó esquivando los escobazos. -Solo un guardián estelar rosa puede purificar la oscuridad, pero no puedo derrotarla. Necesitaré tu habilidad especial.

-Yo…- Miró a los lados. -No sé qué hacer…- Su expresión era muy nerviosa.

Del flujo de sangre que estaba formado sobre su mano emergió Vamp.

-¡Tranquilo, yo te ayudaré, puedes usar tu sangre para atacar, sólo concéntrate!

-¡Entiendo!- Sonrió.

La gata había aprendido de sus errores y evitando todas las flechas saltó sobre ambos guardianes, pero Vladimir agitó su mano extendiendo sin querer queriendo el flujo de sangre y golpeando a la gata con él como si fuese un látigo.

Nidalee salió volando con tal fuerza que atravesó la pared y cayó en la parte exterior de la casa donde estaba una piscina ubicada. Allí, estaban reunidos varios de los asistentes a la fiesta, entre ellos, Talon y sus hermanas.

-¡¡¡Ahhh!!!

-¡Wuju! ¡Eso fue súper excitante!

-Concéntrate, necesito tu poder especial para que extraigas su sangre.- Dijo Varus saltando fuera para estar cerca de la gata.

-¿Eh?

-Solo puedes controlar tu propia sangre, pero si usas “Hemoplaga” podrás controlar la de los demás por tiempo limitado, solo grita “Hemoplaga”, sé que puedes.- Le explicó Vamp antes de desaparecer.

-Ay, qué adorable, habla tan tierno.

Afuera, la gata de alzó nuevamente. Notó que Talon estaba por ahí y fijó su mirada en Varus con gran odio.

“¡La insignia de Varus!”

A lo lejos, detrás de ellos, apareció Vladimir caminando con seguridad mientras llevaba el flujo de sangre flotando en su mano derecha.

-¡Yo te cubro, Cupido Rosa!- Alzó el brazo y con los ojos cerrados grito: -¡Hemoplaga!

El flujo de sangre se hizo mucho más grande y oscureció.

-¡Debes lanzarlo a tu objetivo!- Chilló Vamp desde alguna parte.

-Se acabaron los juegos, gatita.- Advirtió Varus alzando su arco el cual comenzó a brillar lanzando chispas rosas y moradas. -¡Cadenas!

Cuando la gata quiso escapar era muy tarde, las cadenas de Varus eran prácticamente infalibles. Se extendieron por todo el terreno y sujetaron a la gata suprimiendo su poder.

Ahora Vladimir podía acercarse tranquilamente y así lo hizo. Sin más arrojó el flujo de sangre a Nidalee cubriéndola. De manera ahora intuitiva, absorbió su fuerza vital a través del líquido y en él todos pudieron ver la esencia de la oscuridad brillar en verdes y azules entremezclados con negro.

-Se terminó la diversión gen oscuro…- Varus comenzó a hacer girar su arco a gran velocidad, tanto que solo se veía un haz de luz. -…Es hora de purificar este caos…- Un rayo de luz salió directo a la sangre que controlaba Vladimir y diluyó la energía oscura. -…Listo.

Nidalee cayó al suelo cuando las cadenas se desvanecieron. Estaba mareada y confundida.

-¡Flecha del orden!- Varus lanzó una flecha al cielo la cual estalló como fuego artificial y restauró el orden. Todo volvió exactamente a como estaba ante la mirada maravillada del resto.

-¡Esto fue súper genial! ¡Ya me estoy poniendo lívido!- gritaba Vladimir.

-Oye red…- Llamó Varus. -Hay que irse.- Advirtió con autoridad saltando lejos.

-Oh… Sí.- Asintió e hizo lo mismo.

Más tarde, los pocos que permanecieron ocultos en la mansión, decidieron pasar un poco por alto aquel incidente y salieron de sus escondites para seguir disfrutando de la fiesta. Gracias a la Flecha del Orden, incluso los objetos dañados habían regresado a como estaban antes.

Era la primera vez que el mal llamado “Cupido Rosa” luchaba contra algo o alguien que no fuera la típica criatura de “la oscuridad” y también había sido el debut de su nuevo aliado. ¿“Red”? Así le llamó el arquero, aunque aún no tenía nombre oficial.

-Míralo… Se supone que le conseguiríamos novia y resulta que lleva toda la velada hablando con Malzahar… No sé para qué lo invité.- Se quejó Kata a lo lejos.

-Uhmm… Por eso digo que hay que cortarle el pelo…- Dijo Cassio.

Cerca de allí, sentados en unos muebles alrededor de una mesita, Kai, Valmar y Vladimir compartían unos tragos y unos bocadillos mientras hablaban de lo sucedido.

-¡Y luego la mujer gato empezó a seguir a Talon pero Cupido Rosa lo salvó y lo más genial es que otro superhéroe apareció!- Contaba Vladimir con emoción.

-Cupido Rosa…- Balbuceó Kai de mala gana.

-Jaja, nosotros nos ocultamos en cuanto pudimos, debiste hacer lo mismo, qué bueno que no te pasó nada.- Dijo Valmar.

-Está bien, me puedo cuidar, además con esos héroes hay que temer.

-¡Chicos!-. Gritó a lo lejos un muchacho de pelo oscuro con una rebelde mecha azul. - ¡Al final si me dejaron venir!- Iba disfrazado de parca.

-Oh no…- Gruñó Vlad.

-Hey, Kayn- Saludó amable Kai.

-¿Vino “Zedpai”? Oigan ¿no me he perdido de la diversión verdad?

-Qué…- Valmar y Kai se miraron a la vez que Vlad se ocultaba en la bebida.

-Nah…- Dijo Valmar.

En ese momento los tres empezaron a reír y solo para no sentirse excluido el recién llegado rió también.

Notas finales:

Cabe destacar que no me esforcé en nada por hacer una buena narración. Solo quise hacer digerible una situación estereotípica para plantear esta mini historia que estaré subiendo cada que se alienen los planetas. Y eso e spor lo que todo está comprimido en 3mil palabras :v

Así es, los dedos de Mustf han vuelto al teclado. No prometo actualizar otros fics pronto, pero si aseguro que ya comencé a releerlos para poder continuarlos xD

Próximo capítulo: Bomberman

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