Después de algún tiempo tenían la oportunidad de encontrarse y verse de nuevo, sus agendas definitivamente no habían coincidido en todo este tiempo y pareciera que éste se había encargado de borrarlos poco a poco a pesar de todo lo que habían compartido. DongHan había conseguido unos días de descanso, enterado que HyunBin tenía un evento en la semana de la moda en Seúl aprovechó para ir a verle, se sentía nervioso, sus piernas temblaban ante las cámaras y eso no era bueno, nunca le había ocurrido. Sin embargo, ahí estaba, riendo junto a su viejo amigo de grupo una vez terminado el evento, encontrándose tras bambalinas bebiendo un poco, todos habían hecho un gran trabajo y HyunBin solo les había pedido que lo dejaran con DongHan, después de todo ya se habían encargado de recoger todas las cosas que habían utilizado durante la pasarela.
—¿Por qué no estás insultándome? —Murmuró al menor de los dos viendo como se encogía de hombros.
—Es mucho tiempo para solo venir a insultarte. —
—¿Por qué de pronto tan serio? —Rió un poco para quitar la pesadez del ambiente, había sacado algunos cigarrillos para darle al menor, al inicio lo pensó, pero después lo aceptó.
—No creo que debamos de fumar aquí, vendrán a corrernos. —El mayor asintió y guardó su encendedor, sin darle mucha importancia agarró sus cosas y siguiendo con una amena platica salieron del lugar.
Llegaron a la casa del mayor, sentados en el sofá, comiendo alguna botana mientras finalmente encendía su cigarrillo, a DongHan se le hizo extraño verle en ese ambiente pues no pensaba que el chico llegara a fumar, al menos nunca lo había hecho con los demás miembros a su alrededor.
—No pensé que te gustara fumar. —DongHan frunció su entrecejo un poco.
—Eso mismo iba a decir. —Sonrió después, echando el humo hacía arriba, echando su cabeza hacia atrás, era su primera vez haciéndolo y solo trataba de imitar a los personajes de las películas que lo hacían tratando de lucir cool. Cuando se acomodó sobre su lugar notó al mayor encima de sus piernas, con sus rodillas a cada uno de sus lados, sentado sobre su regazo. —¿Qué haces? —
—Prueba esto. —Susurró pasándole otro cigarro a sus labios, sonriéndole de una manera diferente a las anteriores, le hizo perderse en sus ojos finamente rasgados y en sus labios abultados y rojizos.
Al instante abrió ligeramente sus labios dejando que pusiera el cigarrillo entre sus labios, aspirando la esencia diferente a lo demás, HyunBin sacó uno más fumando el suyo quedándose en su sitio como si fuera lo más normal del mundo. Se quedaron en silencio durante varios minutos, DongHan había pedido otro más, mientras todo a su alrededor cambiaba de una manera extraña, HyunBin bebía un trago de su cerveza, vio con curiosidad como una gota se resbalaba de sus labios y caía por su garganta, se le había hecho tan apetitoso que no resistió el impulso de acercarse y lamer aquella gota, tenía sed.
Su lengua trazaba caminos por su cuello, subiendo por su manzana de Adán y bajando hasta sus clavículas, mordiendo ligeramente a éstas mientras quitaba los botones de la camisa del mayor, pasando su mano libre sobre los muslos ajenos. HyunBin parecía gustarle, escuchaba sus risas mientras sus movimientos parecían torpes ante él.
—¿Ya es mi turno? —No entendía lo que decía el contrario, seguía extasiado por el sabor ajeno, nunca había tenido esa sensación y tocar la piel era tan sobrenatural que necesitaba seguir haciéndolo para acabar con esa fantasía.
—¿Qué me hiciste? — Susurró, dándose cuenta de que sus pantalones habían desaparecido y su camisa había sido abierta, el mayor tragaba su miembro y él sentía la mejor sensación de toda su vida, sus gemidos inundaron el silencio del lugar y los ruidos obscenos que hacía la boca y garganta de HyunBin lo llevaban al éxtasis, era como si todo se sintiera más fuerte.
—Es solo un poco de ayuda. —Dio una suave mordida a su abdomen mientras recostaba al menor sobre el sofá, abriendo sus piernas y colocando una a cada uno de sus costados. Frotaba su virilidad contra la ajena mientras metía sus dedos en la boca de DongHan.
Su cuerpo comenzaba a gotear, sudaba más de lo normal, sentía que acababa de salir de la ducha e incluso podía ver el vapor salir del lugar, HyunBin seguía introduciendo sus dedos, eran dulces, ¿Cómo era eso posible? Seguía chupando, deslizándolos a través del inicio de su garganta, pareciendo que quisiera devolver el estómago, pero solo eran reflejso de su cuerpo por la acción. Cuando sacó sus dedos y los introdujo en su interior se sintió extraño, se deslizaban con cierta facilidad, pero aún así le brindaban espasmos de dolor mientras metía y sacaba, viéndolo con una mueca perversa, sintió que estaba loco el mayor, pero no dejaba de sentirse bien y particularmente excitado de estar a su merced estar expuesto y sentirse bien por ello. Las embestidas comenzaron, sus caderas se mecían con brusquedad cuando el menor quiso más, jalaba de sus cabellos y lo empotraba contra el sofá, mientras DongHan arañaba su espalda y cuello, gimiendo con sus ojos cerrados sintiendo como el sudor del mayor caía y deslizaba por su piel. HyunBin lo dejó caer al suelo, dándole la espalda, dio varios golpes al trasero del menor, dejando su mano marcada en su blanca piel, introduciéndose en él una y otra vez hasta acabar, viendo un mundo de colores que nunca creyó ser capaz de ver. Ambos extasiados, sintiendo como todo a su alrededor se derretía comenzaron a reír, cerrando sus ojos mientras recuperaban el aire, abrazándose el uno al otro hasta quedarse dormidos.
***
—Mañana hay una pequeña fiesta en mi compañía, podrías venir si quieres. —Murmuró DongHan comiendo de su desayuno, el mayor lo había invitado a un restaurante cercano a la mañana siguiente.
—Me gustaría. Pero aún me duele la espalda, no estoy acostumbrado a dormir en el suelo. —Ambos rieron, pero era cierto, a DongHan también le mataba su espalda.
—Puedes dormir en mi cama, si quieres. —Sonrió de medio lado, bebiendo de su vaso, sonriendo de una manera distinta, provocando un rubor en las mejillas del mayor.
—Quiero dormir sobre ti. —Alzó una de sus cejas, imitándole y haciendo que el menor se atragantara un poco, haciéndolo reír.