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Derramemos Pintura por diclonius

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Notas del fanfic:

Hace mucho que no escribia y la verdad ya era hora de que saliera de ese super bloqueo creativo, espero que disfruten este fanfic hasta el final, muchas gracias.

Notas del capitulo:

Primer capitulo espero que lo disfruten~

_Hemos acordado con el Sr. Haruno que la unión de nuestras familias será la mejor manera de que la fusión de nuestras empresas funcione- comento con voz seria el hombre sentado tras el elegante escritorio de cristal – Así que en la primavera se celebrara tu boda con su hija, espero que entiendas la importancia de esto ¿verdad Sasuke?- dijo el hombre a la vez que se erguía queriendo hacer énfasis en su pregunta final.

_Claro padre- dijo el joven sentado con la misma elegancia que su progenitor del otro lado del escritorio. –Si eso es todo, me retiro- dijo levantándose y ofreciendo una respetuosa reverencia al mayor de los Uchiha.

El mayor hizo un ademán con la cabeza despidiendo a su heredero, y volvió la cabeza a los papeles que se acomodaban con compulsiva simetría en su escritorio.

Sasuke salió de la elegante oficina, camino lentamente por el pasillo, con la cabeza en alto, la espalda recta y los ojos al frente, así como toda la vida le dijeron que debía caminar frente a los demás, demostrando el orgullo y la elegancia dignos de su apellido.

Se subió al ascensor y bajo hasta el estacionamiento donde su Valiant ’74 lo esperaba. Antes de llegar a su auto alguien choco con él de forma torpe, no fue un golpe fuerte solo un pequeño empujón.
El joven Uchiha se detuvo y miro al otro de forma arrogante y algo molesta.

_Ay lo siento- dijo un muchacho rubio con el uniforme de un servicio de entregas, con un bolso en la espalda y una libreta en la mano.

_no importa- dijo con ligera molestia el Uchiha para luego dar la vuelta intentando ignorar el incidente.

_Ey, disculpa- llamó el rubio al elegante joven de cabello negro –disculpa, ¿trabajas aquí? ¿Podrías ayudarme?- dijo el repartidor con un tono de voz animado y gritón que irritaron un poco al Uchiha-

Usualmente ignoraría sin problemas una petición tan irrelevante como esa, pero ese día no tenía prisa, ya que su padre lo había liberado el resto del día para que “digiera” mejor la noticia de su boda, así que se tomó la molestia de ayudar a aquel desorientado y efusivo rubio.

_claro ¿Qué pasa?- dijo sin dejar de lado su aire imponente y serio.

_debo entregar un paquete a…- dijo el expresivo chico bajo la atenta mirada del joven heredero. –Madara Uchiha, pero solo tiene la dirección del edificio, y es realmente enorme, ¿sabes en donde podría encontrarlo?, la recepcionista no quiso decírmelo- dijo el preocupado rubio esbozando una amplia sonrisa y rascando su nuca.

_Madara Uchiha es el vicepresidente de la empresa, es normal que la recepcionista no tenga la autoridad de darte tal información aunque parezca irrelevante- dijo el joven ante la mirada asombrada del repartidor –podrás encontrar su oficina en el piso 16 al fondo del pasillo derecho, toca la puerta de su secretaria, es la que tiene el nombre de Anko Mitarashi, ella recibirá el paquete-  dijo el joven hablando de forma pausada.

_Muchas gracias- dijo efusivamente el rubio, con una sonrisa tan brillante que por un segundo hizo que el semblante serio del joven Uchiha temblara.

_N-no hay porque- dijo mientras se maldecía internamente por permitir que su voz temblara.

El rubio corrió al ascensor desde el cual saludo exageradamente con la mano al joven. Sasuke se limitó a subir un poco su mano en señal de saludo y de subir a su auto, luego de respirar profundamente una vez, calmo su mente y encendió el auto.

 

[Esa Noche]

Sasuke salía del baño con el cabello mojado, sin camisa y con el pantalón aun abierto. Una imagen que miles de jovencitas darían un ojo de la cara por ver.

Al hijo más joven de Fugaku Uchiha nunca le habían faltado pretendientes de ningún tipo. Pero si había algo que a Sasuke le tenía sin cuidado eran las relaciones, el amor y el sexo le parecían algo totalmente banal y sobrevalorado, así era que casi llegando a su mayoría de edad y siendo uno de los jóvenes reconocidos más codiciados, seguía siendo virgen.

Lejos de haber disfrutado su tiempo libre, no hizo más que aburrirse toda la tarde. No estaba acostumbrado a no tener algo que hacer, ya estaba acostumbrado a los horarios apretados y a las exigencias desde que era niño, ya que desde muy pequeño tomaba distintas clases extras como, caligrafía, economía, etiqueta, tiro con arco, piano, literatura, y otra decena de clases, por no decir que se le exigían las mejores notas de sus clases regulares, así que desde niño ya sabía organizar sus horarios y dar unos impecables resultados, dignos del heredero del apellido Uchiha.

Se recostó en su cama mirando el techo, respiraba lento y pausado. Simplemente estaba ahí, no solía disponer de tiempo, cosa que poco le disgustaba, pero tenía el culposo placer de recostarse en la cama sin hacer nada durante unos largos minutos, era algo que disfrutaba en secreto.

Sus minutos de paz fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta.

_Señorito, la cena esta lista- la suave voz de la criada se oyó desde la puerta.

_Ya voy, Gracias Hinata- dijo Sasuke con resignación y se levantó para vestirse. No importaba la ocasión, el joven Sasuke siempre se veía con saco de vestir y camisa, otras cosas que se le habían inculcado desde pequeño eran la elegancia y el sentido estético, él debía ser perfecto sin excepciones.

Llegó a la mesa, en la cual solo estaba su madre, se sentó frente  a ella dejando la silla de la punta de la mesa libre, aun ante la ausencia de su progenitor.

[Sasuke]

_ ¿cómo te fue hoy hijo?- susurro con voz dulce mi madre.

_Bien, mi padre me dejo salir temprano, así que he tenido la tarde libre- dije con una leve sonrisa -¿a ti como te ha ido?- siempre me esforzaba por no usar un tono demasiado formal con mi madre, pero a veces algunas formalidades se escurrían de mi boca. Mi madre reía al escucharlas, su risa era contagiosa y dulce, siempre me ponía de buen humor escucharla reír.

_bien hijo, la panadería está yendo de maravilla, Temari hace un trabajo excelente- dijo feliz, mi madre era una mujer trabajadora desde siempre, no abandono el hábito, incluso cuando se casó con uno de los hombres más ricos del país, antes de casarse ella compro un pequeño local que convirtió en panadería, y hasta hoy trabaja allí, hace las mejores magdalenas que se pudieran probar. Mi padre nunca le recrimino su deseo de trabajar, ya que decía que su alma trabajadora y tenaz, eran los rasgos que más le gustaban de ella.

La conversación siguió sobre temas comunes y cosas sin importancia, luego de terminar y una vez que Hinata retiro los platos de la mesa, me despedí de mi madre y fui a mi habitación a dormir.

Una vez en la cama, arropado y somnoliento, una imagen llegó a mi mente antes de caer en un sueño profundo.
Mi abuela solía decir que antes de dormir vemos lo que más nos alegró en el día, entonces ¿Por qué? ¿Por qué recordé esa estúpida sonrisa?

Notas finales:

Gracias por leer y disculpen alguna falta o error que se me allá pasado, nos leemos pronto~


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