Culpa.
"La culpa me está matando, me está haciendo pedazos; Pensar que era tan felíz hace poco, felíz con mi familia, con mi adorada hija y mi hermosa esposa"
"Todo sucedió tan rápido, me dejé llevar tan rápido"
...
P.O.V Derek Ramsey.
Era de noche y el frío era insoportable, permanecía sentado al frente de una fogata tratando de aliviar con algo de calor mi cuerpo que temblaba exageradamente. Una carpa al costado mío o mejor dicho alguien esperaba a que entrara. Me había prometido no volver a entrar y dejar de arruinar todo como en estos últimos siete meses ya que ponía en riesgo la relación e integridad con mi familia. Vamos claramente no me encontraba en la situación más favorable del mundo pero es que he estado en esta tantas veces que al final terminaba cediendo.
Y es que era tan simple para mí largarme de esa reserva, llegar a casa, besar a mi esposa y dejar todo en el olvido, pero no, una sensación de curiosidad, adrenalina y apego inexplicable me hacían permanecer sentado muriendo de frio cerca de esa inútil fogata, considerando el hecho de seguir engañando a mi esposa y mandar todo al carajo solo por volver a darme el retorcido gusto de follarme a su hermano menor una y otra vez.
Los sentimientos que invadían mi cabeza eran tan irracionales y estúpidos en ese momento. ¿curiosidad? curiosidad de qué, ¿de arruinar mi matrimonio?, ¿de mandar todo al diablo?
Además, como mencioné antes, todo esto era demasiado retorcido, por dios ¡Me acuesto con el hermano de mi esposa! ¡Con su maldito hermano menor! Sin duda esto es algo de lo que me arrepiento y arrepentiré todos los días de mi vida.
Odiaba ser tan débil, lo odiaba con todas mis fuerzas.
Pero aunque lo odiase tanto, esto poco a poco se había convertido en mi adicción y estoy casi seguro que en la de él también. Siempre me pregunto en qué pensará Johan de todo esto, no sé si se encontrará en el mismo dilema que yo o si es que todo le da completamente igual. Él tiene una familia, estamos en la misma situación así que no creo que sea ajeno a mis dudas.
Mientras le daba vueltas a la difícil situación en la que me encontraba una y otra vez, el frío aumentó desproporcionadamente, ni siquiera la gruesa capa de algodón de mi abrigo podía protegerme, prácticamente me estaba congelando y ya no pude aguantar ni un segundo más. Entré con vacilación a la carpa y ahí estaba él, semidesnudo, con un pantalón de chándal y su largo cabello rubio sujeto con una coleta, esperando paciente a que entrase.
-Te demoraste mucho- Dijo con una leve sonrisa en los labios, no podía dejar pensar en lo jodidamente sexy que se veía, maldita sea-Si quieres puedes acompañarme -Anunció de manera juguetona provocándome aún más.
-No, estoy bien, gracias -Dije cortante, tratando de acomodarme lo más lejos posible mientras me preguntaba el por qué tome la decisión de entrar en esa carpa.
La sonrisa del chico de penetrantes ojos azules se desvaneció de su rostro y en su lugar apareció un ademán de disgusto.
- ¿Y ahora qué te pasa Derek? ¿Por qué actúas así? -Hablaba calmado pero con voz firme.
-Porque ya estoy cansado de toda esta mierda Johan, estoy harto de hacerle esto a mi familia, esto está mal, les hacemos daño, nos hacemos daño, deberíamos... deberíamos dejarlo- Mi voz tembló en la última parte ¿Realmente quería que esto terminara? Estaba hecho todo un lio.
Johan sonrió ante mi indecisión, él sabía perfectamente lo que provocaba en mí y lo que sentía, no era para nada tonto. Dios, era un hijo de puta pero era el hijo de puta del que me estaba enamorando.
- ¿No crees que sea demasiado tarde para dejarlo?-Mantenía su sonrisa mientras jugaba con el cierre de mi abrigo. Fue en ese preciso momento en que me di cuenta que ya no había vuelta atrás, él se había metido en mi cabeza y estaba dispuesto a quedarse.
Lentamente se colocó a horcajadas sobre mí haciendo que mis bajos instintos se activen.
-Por favor, no me lo hagas más difícil-susurré mientras trataba sin mucho esfuerzo de alejar su delicado cuerpo del mío. Estaba cediendo... otra vez.
-Eres tú el que lo hace difícil-
Continuará...