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Nunca lo imaginé por Fullbuster

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Notas del fanfic:

Aviso importante, leed con atención:

Ya avisé por Facebook y Wattpad que ésta historia pese a que lleva tres años en la lista de espera, no pensaba publicarla debido al reciente anime de los actores, ni siquiera me sé su nombre, ni lo he querido ver para que no afecte a ésta historia. Lo único que tienen en común es que los personajes principales son actores, eso creo porque no la he visto, si algo coincide es meramente una casualidad.

He decidido publicarla porque había gente preguntando por ésta historia desde hace tiempo y querían leerla, pero en el momento que me agobies con el tema sobre la serie, como ya ocurrió en la historia "Horizontes de hielo", os prometo y queda avisado... Que será la primera historia mía que cancelaré, yo si la escribiré, pero me la quedaré y no la publicaré. Así que por el bien de todos aquellos que quieren leerla, os pido que eviteis el tema del anime. Para los que lo leáis... Espero disfrutéis y seguramente iréis viendo las diferencias con el tiempo en cuanto vaya avanzando la trama. Un saludo.

Atte: Fullbuster

 

¿Alguna vez se han preguntado cómo sería el espacio? Para Naruto, era un lugar inmenso, lleno de oscuridad y silencio. Así se encontraba ahora mismo en aquel lugar. Su corazón latía desbocado, sus párpados permanecían fuertemente cerrados, el más abrumador de los silencios le rodeaba y entonces… esa suave brisa llegó hasta sus oídos, una brisa que procedía del lugar más aterrador de todos, ese halo cálido que chocaba contra sus labios…


- ¡Corten! – se escuchó el grito del director y el resoplido de su compañero de cámara.


- ¡Pss! – dejó escapar el moreno antes de derrumbar su cuerpo sobre la maqueta con aspecto de silla de una nave espacial.


- Naruto – gritó el director – repitamos la escena, pero esta vez, por favor, ponle interés.


- Pero es que… no puedo besarle – se quejó uno de los actores juveniles más reconocidos de Japón.


- A ver, Naruto… céntrate en la película, eres un humano en el centro de la galaxia, enamorado de un androide de un planeta súper desarrollado, se supone que no podéis estar juntos pero le amas con locura. ¡Ponle un poco de ganas!


- Pero es que él no siente nada…


- Naruto… ¡Él es un robot! – le explicó el director nuevamente – se supone que tú eres el humano fogoso que no puede vivir sin él. Repetimos.


Una vez más, Sasuke se puso en pie, moviendo el cuello como si lo desentumeciera y regresando a esa pose suya seria y serena. Él era, sin duda, el mejor actor de estos tiempos en Japón. Las chicas se morían por él y llevaba ya ocho años siendo el modelo y actor más cotizado de estos tiempos. ¡Le odiaba! Naruto lo detestaba. Él, que se había hecho actor con sus propios intereses, se encontraba con el mayor obstáculo en su carrera: destronar al Rey de los ocho años. Era una misión ridícula, pero se había prometido… jamás trabajar con él y ahí estaba…


Miró una vez más a Sasuke. ¡Sasuke Uchiha, modelo y actor!, refunfuñó para sus adentros. Sólo era un engreído, pero el condenado actuaba a las mil maravillas pese a su mal carácter. Todo el mundo parecía querer contratarle y según su propio representante… ¡Trabajar con Sasuke Uchiha era lo mejor que podía pasarle a su carrera! Volvió a recriminarse a sí mismo. Maldecía el día en que firmó aquel contrato para hacer esa película sobre el espacio sin haber leído absolutamente todos los términos.


¡Una película del espacio! ¡Qué gran idea! ¡Un éxito taquillero! ¿Qué podría salir mal? ¡Era una puñetera película yaoi! Y no lo había leído. Se quejaba de sí mismo por ser tan idiota de no leer absolutamente todo el contrato, porque ni siquiera vio que compartiría elenco con el mismísimo Sasuke Uchiha.


- Maldita sea – susurró Naruto.


No es que la trama de la película fuera un bombazo taquillero, era ni más ni menos… que una película medio de aventuras y demasiado romántica para su gusto, pero sin duda alguna, los productores decían que tendría un gran éxito con ellos dos en el elenco. ¿Qué chica japonesa no se moriría por verlos actuar juntos y darse algún beso? ¡Maldita su suerte! Todas eran unas pervertidas, o eso pensaba Naruto, nada dispuesto a tener que besar los labios de ese engreído actor.


Una vez más, Naruto caminó hasta el escenario. Era una escena muy sencilla que, sin lugar a dudas, habría hecho con los ojos cerrados. Sasuke frente a él de pie, sólo tenía que acercarse, darle un pasional beso y sentarle en esa silla de piloto para él colocarse encima. ¡Fin de la escena!... ¡No podía besarle! Seguía sin poder hacerlo.


- Y… ¡Acción! – se escuchó al director gritando al otro lado de las cámaras.


- ¿Qué es esa mirada? – preguntó Sasuke, entrando nuevamente en su papel de androide sin sentimientos.


Su voz profunda intimidaba un poco al rubio, pero enseguida entró en el papel. Ese chico tenía el don de concentrar a todos en su papel en cuanto empezaba a actuar. ¡Era simplemente increíble!


- Me preguntaba… ¿Cómo es tu planeta? – preguntó Naruto siguiendo su línea del guión.


- Pronto lo verás – se incorporó Sasuke de su asiento y colocó la capa negra con nubes rojas sobre él – cuando lleguemos, mantente en silencio y nunca te quites la capa. Odian a los humanos.


- ¿Tú?… ¿También me odias? – susurró Naruto, acercándose a ese androide con la capa negra igual que la suya.


¡Bésale, bésale! Pensaba Naruto, ¡Sólo un beso, empujarle hacia el asiento y sentarse encima de él! Era fácil y sus labios estaban muy cerca. El silencio volvió a reinar, cerró los párpados y acercó el rostro una vez más hacia esos labios que le daban un poquito de asco. La respiración de Sasuke llegó a sus oídos, demostrándole que ya estaba cerca y entonces…


- ¡Joder! ¡Corten! ¡Naruto, por el amor de Dios! – lanzó los papeles el director al suelo – es simple… ¿Tú…? ¿También me odias? Y te abalanzas sobre él en un fogoso beso, le dejas sentado y escena lista – le explicó como si fuera un niño pequeño.


- Creo que necesito un descanso – pronunció Sasuke con suaves palabras que encandilaron a la mitad de las mujeres del plató y bajó el tono del director a uno de cariño y comprensión.


- Por supuesto… un descanso de diez minutos – ordenó el director.


- Muchas gracias – hizo una reverencia Sasuke hacia el equipo técnico antes de ir a buscar algo de beber para su garganta.


¿Por qué todos hacían caso a Sasuke? ¡Era un gran actor! Sin duda alguna, sabía ganarse a las personas para que todos… le hicieran caso. Por otro lado, Naruto decidió marcharse hacia su camerino para tomar un poco de agua de la pequeña nevera que tenía allí. Entró y lanzó la puerta tras él, pero no escuchó el típico ruido de ella al cerrarse, lo que hizo que se diera la vuelta para ver cómo entraba Sasuke tras él y cerraba la puerta.


- ¿Qué narices te ocurre? – preguntó con arrogancia.


- ¿A mí? Yo estoy perfectamente.


- He repetido esa mierda de escena nueve veces. ¿Tanto problema te da un beso o es que no entiendes la escena?


- ¿No te da apuro besar a un hombre? – preguntó Naruto extrañado.


- Se llama actuar. ¿En serio tienes prejuicios aún sobre besar a un hombre? No siento nada por ti ni tú por mí, pero por el bien de la película más vale que empieces a encontrar ese sentimiento. Piensa en la chica que más te guste, me da lo mismo, pero da el maldito beso de una vez.


- Para ti es muy fácil decirlo… no tienes que lanzarte sobre mí como un poseso – casi le gritó Naruto.


- Maldita sea – se quejó Sasuke, buscando uno de los sillones y colocándolo tras Naruto.


- ¿Qué…? ¿Qué haces? – preguntó sonrojado.


- Voy a recrearte la escena, yo haré de ti y te enseñaré lo que tienes que hacer. ¿Te sabes mi guión?


- Sí… más o menos, pero…


- Me preguntaba… ¿Cómo es tu planeta? – preguntó Sasuke siguiendo la línea del guión de Naruto, sacando ese sentimiento humano y mostrando unos ojos que antes eran muy diferentes cuando fingía ser un robot. Aquello colapsó un segundo a Naruto.


- Pronto lo verás – dijo Naruto con una temblorosa voz. ¡Ni siquiera quería decirlo ni hacerlo! Pero esa forma de Sasuke de actuar le hacía meterse de lleno en el papel pese a no poder fingir ser un robot sin sentimiento, su corazón seguía latiendo desbocado sabiendo lo que vendría – cuando lleguemos… - tembló su voz, pero Sasuke hizo caso omiso sabiendo que no era su línea y no debía decirlo perfecto - mantente en silencio y nunca te quites la capa. Odian a los humanos.


- ¿Tú…? ¿También me odias? – susurró Sasuke con un deje de tristeza impresa en su voz que conmocionó a Naruto.


El rostro de Sasuke se acercó con lentitud, con sus ojos bien abiertos, siendo consciente de ese sonrojo que ahora empezaba a nublar las mejillas del rubio, pero éste… cerró los ojos, lo que mosqueó a Sasuke y agarró con fuerza su rostro.


- ¿Por qué cierras los ojos? – preguntó Sasuke.


- ¿Qué?


- Las nueve veces has cerrado los ojos, no lo hagas. Se supone que tú eres un humano que te has enamorado de un androide sin sentimientos. El androide no será capaz de decirte que te ama aunque lo haga, tienes que mirarle a los ojos, ver en sus ojos que desea ese beso, tienes que mirarme a los ojos.


- Pero… es que yo soy el androide ahora.


- Me dan igual tus ojos, puedo fingir ver ese sentimiento, pero tú tendrás que mirarme, repetimos desde que me acerco, ciérralos si quieres una vez haga contacto.


- Va-vale – susurró confuso cuando Sasuke soltó su rostro.


Volvió a separarse de Naruto, respiró profundamente y repitió la última frase. Esta vez, Naruto dejó sus ojos abiertos y lo que vio… fue la intensidad de esa mirada clavándose en él, toda la pasión que desprendía, ese sentimiento de querer besarle invadiendo su cuerpo, ¡Sasuke lo vivía! Tanto… que el primer acercamiento fue muy lento, dejándole ver todo ese sentimiento y de pronto… su rostro aceleró, atrapando sus labios con una pasión que jamás había sentido en nadie. Sus piernas temblaron y el pecho del moreno le empujó hacia atrás. Cayó irremediablemente sobre el sillón, sintiendo las manos de Sasuke tras su nuca y sus piernas enredarse a cada lado de él sentándose encima.


¡Cerró los ojos! ¡Sin duda alguna era el mejor beso que le habían dado en su vida! Pero el contacto se rompió pese a que el rostro del moreno seguía muy cerca del suyo.


- Desliza un poco la capa negra con nubes rojas por tus hombros, como si demostrases que seguirías con eso – comentó, dejándole ver hasta dónde deslizarla – sugiere a la cámara que le amas y harías lo que fueras por ese robot y entonces… ¡Corten! – le gritó enfadado, poniéndose en pie y levantando su capa para cubrir sus hombros – y ahora hazlo bien y deja de hacerme perder el tiempo.


¡Atónito! Así se había quedado Naruto. Aún estaba sentado en la silla y daba gracias al cielo de estar allí, porque no podía levantarse. Sus piernas temblaban como un flan y su miembro estaba completamente erecto. ¡El muy condenado le había excitado! Esperó unos segundos y cuando se medio recompuso, se levantó como alma que lleva el diablo hasta el primer lavabo que vio, agarrándose la garganta y escupiendo como si hubiera sido el peor y más asqueroso de los besos, pese a que su otra mano intentaba masajear levemente su entrepierna para que bajase la erección.


- Ésta me la pagarás – se quejó Naruto.


- Naruto… te esperan para rodar la escena – escuchó a una mujer al otro lado.


- Ya voy, dame un minuto – dijo sonrojado. ¡No podía salir con esa erección! ¿Por qué le había excitado tanto ese maldito beso? ¡El cabrón sabía besar! De eso no le cabía duda alguna.


Salió en cuanto se le pasó un poco el calentón que ese moreno le había dejado. Todavía no podía creerse que se hubiera excitado tanto con esa escena, pero ese chico iba a enterarse… esta vez él saldría con el calentón.


Repitieron la escena, Sasuke colocó la chaqueta negra sobre el cuerpo de Naruto y éste repitió esa última frase. Le hizo caso y miró sus ojos. ¡Eran fríos! Pero a la vez… era como si le pidieran que le besase. ¡Un auténtico robot! Sin decir sus sentimientos abiertamente, era capaz de demostrarlos, como si él mismo luchase por no quererlos ¡Era demasiado buen actor! Le ponía el pelo de punta y entonces… ante esos ojos que le pedían un “¡hazlo, yo no puedo!”, se abalanzó sobre él, dejando que la chaqueta deslizase como Sasuke le había recomendado, sentándose encima y notando cómo su cálida mano se enredaba en la cintura y la aprisionaba con fuerza, pidiendo a ese chico humano que no se detuviera.


Su otra mano reposaba sobre el brazo del asiento. ¡Muy robot sin sentimientos! Pero Naruto, con sus manos tras la nuca como Sasuke, le había enseñado, siguió besándole con pasión dispuesto a sacar la mayor de las erecciones en ese chico y entonces…


- ¡Corten! Perfecto, por fin la tenemos.


¿Por qué no dejaba de besarle? Fue lo primero que Sasuke pensó cuando escuchó la palabra “corten”, pero Naruto seguía ahí enganchado como una maldita lapa y cuando sintió la punta de su lengua, se levantó de golpe tirándole al suelo.


- ¿Estás sordo ahora? ¡Ha dicho corten! ¡Dios! – se quejó, limpiándose los labios con la manga de la chaqueta negra antes de marcharse.


Naruto, desde el suelo, sonrió creyendo que estaba cachondo perdido, pero al mirar bien su entrepierna, se dio cuenta de que Sasuke seguía tan normal, lo que hizo que se enfadase todavía más, pegando un puñetazo en el suelo.


- Mierda – se quejó Naruto – pero me la pagarás, ya lo verás, maldito Uchiha… 


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