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Punto final por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del fanfic:

 

Para evitar saturar mi inicio con historias, he decidido poner mis one-shot en un mismo título, y cada capítulo sera una historia diferente. Algunas de estas historias las he escrito para concursos de otra pagína.

 

Disfruten. 

Notas del capitulo:

 

 

Historia creada para unl concurso de final de verano.

Mis vacaciones no salieron como esperaba, pero soy optimista.

No había planeado salir este verano, no hice planes más que quedarme en casa y ver televisión en el sofá comiendo comida chatarra. Quizá alguna salida con mis pocos amigos que se quedarían en la ciudad, pero solo eso.  La noche antes del primer día de vacaciones me llego la primera sorpresa:

 

Quiero ir a la playa— Mi hermana Leah es dos años menor que yo, aun no es mayor de edad y eso le hace pedir permiso para muchas cosas.

— ¿Y? Díselo a nuestros padres— Apenas pude apartar un poco la vista de la televisión. Escuche que ella renegó algo. Leah es más bien del tipo popular, está en el equipo de baloncesto y sus calificaciones son buenas, siempre está rodeada de amigos. Además, no es fea a pesar de no ser tan alta como las otras chicas, Leah se sabe defender, con su cabello castaño largo, los ojos oscuros y un cuerpo en forma debido al deporte.

— Shelley…

— Vamos, muévete— y ella lo hizo. Solemos cenar en familia, que es uno de los pocos momentos que podemos pasar en familia. Mi padre es piloto de avión, así que pasa mucho tiempo fuera de casa, mi madre es profesora de universidad. Leah estudia el primer año de universidad en el mismo lugar donde trabaja mamá, yo estudio medicina en una universidad diferente.

— Mamá ¿Cuándo iremos a vacacionar?— Leah sabe que no saldremos este año, los trabajos de los dos no se acoplaron por completo. Es la mejor temporada para mi padre.

— Leah, hablamos de eso la semana pasada.

— Pero…— A veces pienso que ella debe estar en estudiando actuación o en un programa de debates. Ese pero es una discusión larga, y sinceramente no le pongo atención a los alegatos de los demás, es la primera noche que podre dormir cómodamente sin preocuparme por nada escolar, me limito a comer en silencio— Entonces, déjame ir con mis amigas la playa.

—…— silencio.

— Abigail, Tracy y Diana queríamos salir juntas. No hay problema si vamos nosotras ¿no?

— ¿solo ustedes?

— ¡Si! una salida de chicas. ¿Qué dicen?— Ella esta tan emocionada que no nota que no hay intención por parte de los dos por dejarla. Como nadie dice nada, Leah pone más atención y lo nota, deja de estar contenta y pone una mueca— No quiero quedarme todo el verano sin hacer nada, las clases se pondrán pesadas el siguiente curso y no sé cuándo podre tener otras vacaciones con ellas.

— Lo entiendo, pero es peligroso dejar que solo cuatro chicas vayan por su cuenta— Mi padre es quien decide ponerle fin al asunto con esas palabras tranquilas. Espero el berrinche de Leah, pero no hay nada.

— entonces… si alguien nos acompañara.

— Nada de chicos, Leah.

— no, claro que no. Pero si alguien responsable y mayor que nosotras fuera ¿podríamos ir?

— ¿no dijiste que los padres de tus amigas no podrían?

— No pueden, pero Shelley puede llevarnos— No me miró, pero sonreía mientras mis padres le ponían atención al fin.

 Y esa fue la ridícula manera en que me vi involucrado en los planes de mi hermana. Mis padres no me obligaron a salir con mi hermana como “Persona responsable”, acepte solo por el favor que me deberá mi hermana y no quería soportarla todo el verano quejándose y haciéndome la vida imposible por este dichoso tiempo.  

Viajar con cuatro chicas, bien en realidad son tres y una hermana, un montón de kilómetros debería ser motivo de alegría y deseo de casi cualquier chico. Eso es algo bueno, también el hecho de ir a la playa aun cuando no lo había planeado. Y si se preguntan por qué dejan que tres chicas a las que apenas conozco vayan con un chico  un par de años mayor a la playa, es porque los padres piensan que sus hijas estarán bien con el hermano mayor y gay de una de ellas. Fue imposible mantener en secreto mi orientación sexual cuando mi hermana se enteró. No se hizo un escándalo, pero cuando comenzó a buscarme pareja poco a poco se enteró casi todo el colegio. Alejarme de allí fue un alivio, que ella fuera a otra universidad mucho más.  

— ¿Y a donde vamos a llegar?

— Diana tiene la reservación de un hotel, está muy cerca de la playa— estoy cansado de escuchar la conversación de ellas, está bien que me gusten los chicos pero esto es demasiado. Hace ya dos horas y media de conducir y escucharlas.  Me sorprende que sus padres creyeran todo lo que dijeron, porque yo no pienso estar todo el tiempo viendo que hacen o dejan de hacer, me voy a quedar tranquilamente en el hotel o en la playa.

— Que bueno que vienes Shelley, te hace falta tomar el sol estas muy pálido.

— si tú lo dices— desde que estoy en la universidad tengo poco tiempo para salir, solo vivo para ir a clases, a alguna practica en un hospital, visitas constantes a la biblioteca, comer, hacer tareas y dormir un poco de vez en cuando. No es raro que luzca pálido y que tenga ojeras— ¿quieren que pare?

— no, ya casi llegamos. No quiero perderme el día solo porque quieres ir al baño— suspiro, porque han sido ellas las que me piden que pare cada media hora para bajar a alguna estación de servicio para ir al baño o comprar comida chatarra. Me estoy cansando de conducir y realmente quiero un poco de libertad.

 

El hotel que ellas tenían reservado no es tan malo, y para ser algo que ellas planearon está bastante bien. Dejo que ellas hagan todo el registro y que bajen sus cosas y luego las sigo por el pasillo y las escaleras hasta el tercer piso del hotel.  El hotel es grande, el piso es blanco y parece nuevo, las paredes tienen algunas pinturas de aves y están limpias. Todo parece limpio.  Estoy tan concentrado mirando alrededor en busca de algo que no me agrade que no noto cuando me cierran la puerta en la cara.

— ¡Leah!

— ¿Qué quieres?

— ¿Qué demonios estás haciendo? déjate de bromas— no alzo la voz, y la puerta se abre un poco, veo solo una parte de mi hermana.

— Eres un chico y queremos unas vacaciones solo de chicas, será malo que te quedes aquí— le entrecierro los ojos, no quiero gritar, no debo gritar.

— ¿si? ¿Y dónde voy a dormir? ¿Aquí afuera?

— no seas tonto, ten. Habíamos reservado otra habitación por si venían nuestros padres— tengo demasiados deseos darle un golpe. Le arrebato la llave que me extiende y solo me doy la vuelta. No estoy de humor para sus bromas de niña mimada. Es insoportable. Tengo que concentrarme en lo positivo, estoy en la playa, con una habitación solo para mí. Ah, sí, eso es algo muy bueno, porque yo no he pagado nada.  La habitación está a dos puertas de donde se quedan ellas y solo tiene una cama para dos personas, una mesita, la televisión y una ventana con balcón. No está nada mal.  Enciendo el ventilador de techo que está sobre la cama  y me siento con cuidado antes de acostarme.  Ahora solo quiero dormir, y quedarme aquí dentro  hasta mañana.

El hotel tiene servicio de comedor, así que cuando despierto por la mañana bajo solo a desayunar. He escuchado un poco que el lugar está lleno y que ya no encuentras un hotel sin reservación en estos días.

— Si vienes a fastidiar, mejor finge que no nos conocemos y déjame en paz— Le digo a Leah cuando se sienta frente a mí.

— No vengo a eso— no aparto la vista de mi plato de frutas y cereales— estuve pensando que deberías hacerte algunos amigos por aquí.

— solo estaremos un tiempo aquí.

— oh, claro, pero tu vienes solo. Nada apesta más que estar en una playa solo— me encojo de hombros. Realmente no me importa mucho pasearme solo por aquí.

— ¿sigues molesto por lo de la habitación?

— Solo no te metas en problemas y déjame disfrutar las vacaciones— Leah no se va, pero no dice nada más. No estoy muy entusiasmado los primeros dos días, pero después de pasarla en la habitación viendo televisión o leyendo libros de medicina o comiendo en el restaurant del hotel, me aburro. Mi hermana no me dejo completamente solo y tenemos un acuerdo de tomar al menos dos comidas juntos.

Es difícil encontrar un lugar en la playa. Alcanzo a ver a las amigas de mi hermana en el mar.  Camino un poco más en la arena caliente antes de encontrar un espacio libre. Dejo mis cosas y extiendo una manta para sentarme. No llevo más que eso y mi libro.  Debí traer una sombrilla… Me quedo un buen rato leyendo, ignorando los gritos y el barullo que hay alrededor. Cuando estoy por irme, veo un alboroto más grande, voy de camino hacia el hotel y me queda de paso, así que veo que al parecer alguien se estaba ahogando y los guardavidas están poniendo orden. No había visto que había guardavidas en la playa.

— Shelley.

— ¿Qué paso?

— Nos han sacado del agua. Dicen que es peligroso o que se yo.

— Como sea, yo no quiero entrar de nuevo ahora que ha pasado eso— Dice una de las chicas.

— Volvamos al hotel— Se lo difícil que es tratar a alguien con una multitud que no ayuda, y aquí apenas pueden dejar espacio para ver qué está pasando. Algunos de los guardavidas están haciendo las personas se vayan.

— Allí esta ¿podemos fingir que nos pasa algo para que venga?— Me giro a mirar a las chicas, aun soy el que pagara lo que hagan. Ellas no me están mirando, toda su atención está en uno de os guardavidas. Él y una chica son los que están más cerca de nosotros, la chica luce bien en el bañador, y es rubia. Él también es rubio, y por su bronceado podría decir que lleva varios días aquí. Solo trae puestas unas bermudas coloridas con la palabra verano en varias partes.

—  olvídense de todo y caminen.

Solo por si acaso me quedo con ellas  esa tarde y unos días más, aunque me la paso ignorando las conversaciones sobre que chico es más guapo y como conseguir una cita.  Y justo porque estoy con ellas sé que su objetivo principal es el chico de verano.  Lo hemos encontrado varias veces, y  le deje ese apodo debido a que parece que compro toda una dotación de bermudas con la palabra verano en distintos colores.  Y justo hoy estamos frente a un grupo de guardavidas en descanso jugando con una pelota. Estoy tan cansado de que  las chicas no me dejan leer, que  me levanto.

— ¿A dónde vas?

— Nadare un rato— dejo mis cosas y me dirijo al agua.  Siento la arena entre los dedos y el agua un poco fría apenas a las rodillas. Ah, yo quiero nadar, no quedarme en la orilla. Camino hasta  que el agua me llega a la cintura.  Las olas llegan más seguidas, y en cada una me sumerjo para que no me golpeen.  Llevo media hora aquí… ¿¡Y el fondo!? Acabo de salir a la superficie y no toco la arena. Maldición, maldición… ¿Qué tan profundo está? me sumerjo otra vez, pero mis pies no tocan nada.

Vamos, calma, yo…. ah, flotar, debo mantenerme a flote y no entrar en pánico. Nadare hasta la playa, con calma. Patada, braceo, patada, braceo, patada. Respiro. Patada, braceo, patada, braceo, patada ¡No está funcionando! Al contrario, creo que estoy más lejos de la playa. Me quedo flotando, mirando a las personas en la playa tranquilamente. No quiero morir. Las olas no me dejan hacer mucho, me hundo y vuelvo a salir, dejo que las olas me muevan, esperando que me acerquen a la playa. ¿Nadie me ha visto? Me estoy cansando, ya casi no siento los brazos, he intentado nadar de todas las formas que sé, y me estoy cansado, solo puedo respirar. Apenas puedo ver la playa, solo hay agua. Creo que alguien está mirando hacia acá.

— ¡Ayuda! ¡No puedo salir!— creo que me vieron ¿es mi imaginación o viene alguien? por favor, que venga alguien, no quiero morir, no quiero que… mis padres…. Leah… será horrible tener que encontrar mi cuerpo en medio del océano— ¡Ayuda!— quiero llorar. Siento que me estoy hundiendo, ya no puedo flotar.

— ¡Oye!— ese ruido no es el del mar. ¡Alguien viene!

 —apúrate porque me hundo.

— Aguanta…— la voz ya no está lejos, no puedo girarme, pero luego siento que alguien me sujeta. Quiero llorar de puro alivio, es como si ya estuviera fuera del agua— tranquilo, vamos a salir.
Flota por favor que nos hundimos los dos— No sé cómo le hizo para sacarme, cuando volví a girar la playa está muy cerca— vamos, Shelley, solo un poco más— ¡El suelo! Lo toco.  Los brazos del  guardavidas me siguen sacando hasta que quedó tendido en la arena, jadeando.

— ¡Shelley!

— trata de vomitar— solo quiero respirar y llenarme de aire. Algo me tapa el sol, luego la nariz.  Me besan. Me intento mover, pero estoy cansado y me cuesta apartar a la otra persona y sentarme. Comienzo a toser y a escupir agua.  Bizqueo por el sol, pero logro ver que estoy en medio de un circulo de personas, mi hermana y sus amigas están llorando, y frente a mi está el chico de verano, su cabello pegado a la cara— ¿Estás bien?

— e-eso creo— estoy ronco, me duele la garganta. Pronto me veo en una camilla y después en la ambulancia junto con mi hermana. Me toma un buen rato tranquilizarla y convencerla de que no llame a nuestros padres.

—pero ¿seguro de que estas bien?

— sí, si… regresemos al hotel, estoy cansado—  realmente cansado, apenas puedo mantenerme en pie.

— deberíamos decirle a mamá.

— si le dices nos harán regresar, ¿quieres volver ya? Yo no tengo problemas— por fin, ella deja de hablar de eso. No quiero preocupar a nuestros padres, tengo suficiente con haber pensado en lo que sería de sus vidas si yo muriera como para imaginar lo que ellos van a pensar. Quiero estar solo, y apenas llegamos al  pasillo de las habitaciones me adelanto y me encierro.  

Por la mañana, apenas me reconozco en el espejo. No me siento yo, a pesar de que son mis ojos marrones, mi cabello oscuro y que sigue necesitando un corte. Tengo varias heridas en el cuerpo por estar en el agua y ser arrastrado en la arena, pero se curaran. No me creo que estuve a punto de morir. Es temprano todavía, y decido salir antes de que mi hermana despierte. Me sorprende ver que la playa está llena, no sabía que se madrugara tanto en la playa.

— hey, ¿tan pronto volverás al agua?

—ah, tu…— el chico del verano— disculpa, no te di las gracias por haberme salvado.

— Es mi trabajo— su expresión amable se vuelve un poco seria— ¿Estás bien?

— sí, estoy bien…— quiero seguir caminando, pero no sé cómo irme sin parecer grosero con la persona que me salvo la vida— voy a…

— ¡No! espera, Shelley…

— ¿Cómo sabes mi nombre?— Recuerdo que también mientras me salvaba me llamo por mi nombre. Él parece un poco avergonzado.

— escuche a tu hermana llamarte ayer…

— ¿mi hermana? ¿Cómo sabes que es mi hermana?— le miro, es un poco extraño. Se le ponen las mejillas coloradas.

— eh, bien… solo… mi trabajo y eso, escuche sin querer…

— no parece que ser guardavidas requiera escuchar las conversaciones de las personas— esta vez, me importa poco sonar suspicaz, porque no le creo. No parece capaz de mentir, y eso que dijo no es la verdad. Me dirige una mirada de súplica, pero le sigo mirando de la misma forma. Suspira.

— ¿no quisieras acompañarme? Tengo descanso hoy— no trae ninguna de las insignias que le identifican como guardavidas— ¿Has comido?

— ¿comer? ¿Contigo?

— ah… he intentado hablar contigo desde hace varios días, pero…— apenas entiendo lo que me dice, habla más bajito y encima las palabras— nunca era el momento adecuado, y…— sigue balbuceando cosas sin sentido para mí.

El chico de verano quiere invitarme a comer.  No me lo creo. Le miro en serio ahora. Sigue con sus bermudas de verano, sin camisa. Su cabello rubio se riza un poco en las puntas. Sus ojos son marrones también, pero más claros que los míos. También tiene un cuerpo atlético… y me está invitando a comer.

— ¿Cuál es tu nombre? No se tu nombre— añado cuando me mira como si hubiera hablado en otro idioma, luego se da un golpe en la frente con la mano.

— Que tonto… lo siento, soy Rhett— Me extiende la mano. Le miró fijamente. Si esto fuera solo una salida normal, o de agradecimiento yo hubiera hecho la invitación. Además, él dijo que quería hablarme desde hace días.

— Bien, entonces aceptare esa invitación— estrecho su mano, me sonríe con timidez— te sigo.

— eh, bien… por aquí, la comida de este lugar es muy buena— no puede ser cierto ¿o sí? ¿Está intentando quedar conmigo?  Lo siento un poco irreal, pero mientras esperamos la comida en un agradable restaurant, sigo dudando sobre las intenciones del chico de verano. Habla mucho, pregunta mucho, y lo más sorprendente, es que yo hablo mucho y respondo mucho. Me agrada, quizá mucho. Quedamos de vernos al otro día, y al siguiente.

— Entonces ¿tienen muchos ahogamientos?— pregunto, le acompaño mientras está haciendo su turno de guardavidas.

— no muchos, estos días parece que la corriente del mar es fuerte, y pasan accidentes como el tuyo, por suerte no ha pasado ninguna tragedia— Sonrió cuando veo que se estremece. Me ha contado que solo acepto el trabajo para poder estar en la playa sin que sus padres se quejaran de que solo quería estar vagueando. Rhett es estudiante de medicina también, fue una gran sorpresa enterarme, aunque él prefiere especializarse en pediatría.

— ahogarse no es de las mejores formas de morir. Pensé cientos de cosas… no quiero volver a pasar por eso.

— No pasara nada malo— me da un apretón en el hombro— ¿quieres unirte al juego?— Como Rhett no es el único guardavidas, he acabado por conocer a los demás, y cuando todo está tranquilo, juegan futbol  o algún otro juego de pelota.

— ah, claro.

Es un poco extraño pasar el tiempo así, pero al menos es mejor que quedarme solo, pensando en lo que pudo haber pasado, aunque tampoco vuelvo a entrar al mar, ni siquiera para mojarme los pies. Nos quedaremos un mes en este lugar, y ya han pasado dos semanas, las vacaciones aun parecen interminables.  El susto de mi casi muerte ya ha pasado para Leah, aunque todavía me mira molesta en el desayuno porque no sabe nada de mí en el día.   

— Shelley, ¿Qué haces?

— voy a salir.

— no puedes.

— se supone que yo debo cuidarlas a ustedes, no al revés.

— pero… bien, ¿quieres acompañarnos? Iremos a una especie de fiesta, en otro hotel, tienen alberca— No he pasado mucho tiempo con Leah, y creo que está un poco asustada. Solo le digo que si con la cabeza y me dejo arrastrar por ella hasta la dichosa fiesta. No soy mucho de tener esta clase de salidas, así que me limito a pasearme por allí y beber sodas.   Tengo que volver a pensar en positivo.

Me quedo sentando en un cómodo asiento junto a la alberca, platicando con Leah sobre las vacaciones y que más podríamos hacer.  No noto que están jugando un  poco brusco cerca de la alberca, se arrojan y se jalan al agua entre sí, hasta que alguien no cae demasiado cerca y nos salpica una gran cantidad de agua.  Me quedo frio…

… tengo problemas con el agua.

No soporto sentir que entra en mi nariz, no me gusta sentirme mojado. Me siento de nuevo flotando en el mar, viendo agua por todos lados, llenándome los pulmones. Solo hay agua, agua en todos lados. No puedo respirar.

— Shelley… Shelley, mírame. Hey, aquí— él. ¿Dónde está? El mar desparece, ahora puedo ver a Rhett. Sus manos están en mis mejillas, solo puedo verle a él tan cerca que noto que tiene algunas pecas en las mejillas y la nariz. Parpadeo— ¿Shelley?

— ¿Qué?— él suspira, yo retrocedo y sus manos me sueltan. Muchos están mirándonos. Mi hermana tiene una expresión de miedo y la boca abierta.

— Ven, vamos a un lugar tranquilo— me levanta tirando de mi mano. Le sigo complemente perdido, mi hermana no dice nada. Rhett trae una camisa blanca sin mangas.

— es la primera vez que te veo con una camisa— comento. No me ha soltado. Caminamos y caminamos, al principio creo que vamos a la playa, pero luego nos alejamos un poco y comenzamos a subir por una colina poco inclinada— ¿A dónde vamos?— no me responde de inmediato, salimos del camino y Rhett me señala algo. Estamos cerca de la cima de la colina y el mar se ve increíble desde este lugar.

— me gusta venir aquí a veces a estudiar, es más tranquilo que la playa. ¿Te encuentras mejor? 

— si… yo…

— no tienes por qué avergonzarte, es normal que te tengas un poco de miedo al agua después de casi ahogarte. No es la primera vez que veo esa reacción, y lo tuyo ha sido muy reciente— resoplo, sentándome en el suelo.

— no quiero tenerle miedo a la ducha.

— pasara. De verdad, es solo que es muy pronto. Poco a poco.

— no quiero hablar de esto— él  no dice nada más.

— Hace un rato me llamabas chico del verano o algo así ¿Qué es?— le miro, no sé si responderle o no. miro al mar de nuevo, a las gaviotas volando y los pequeños veleros en el agua.

— tus bermudas. Todas tienen la palabra verano, las amigas de mi hermana no paraban de murmurar cada que te veían,  te llame chico del verano por tus bermudas.  

— Oh…— se ríe, despeinado su cabello— mi madre pensó que necesitaría muchos cambios. Los compro sin decirme nada, y este es el resultado— sonrió.

— ¿Por qué quisiste acercarte a mí?— deja de sonreír, y sus mejillas se ponen rojas. Ya no me queda duda de que si está interesado en mí— entiendo… ¿y qué te hizo suponer que yo estaría interesado y no te golpearía por eso?

— Shelley, son vacaciones, estas en una playa llena de chicas hermosas en trajes de baño que dejan poco a la imaginación y tú no has mirado ni una sola vez— parpadeo como idiota. Tiene razón, claro que tiene razón— te he visto solo sentarte a leer.

— Quizá solo quiero estudiar— Rhett niega, sonriendo.

— creo que se reconocer cuando alguien no…— no termina la frase— en fin, esta conversación es extraña.

— Supongo— es verano, se supone que es el tiempo para hacer estas cosas, dejarse llevar y disfrutar de la vida, o en su caso de estar en la playa sin supervisión, y con un chico guapo— ¿y entonces?

— Pensaba que quizá podríamos…— de nuevo, sus mejillas enrojecen. Creo que podría acostumbrarme a eso. Sonrió y sin que lo note, me inclino hasta besarle la mejilla— esto… ¿Qué fue eso?

— un sí.

— un… ¡ah!— su cara me hace reír hasta que me duele el estómago.

— para ser tan atractivo, eres bastante inocente.

— es la primera vez que invito a salir a alguien a quien no…— le beso. No dejo que se aparte y hago más profundo el beso usando mí lengua. ¿Qué más da que apenas nos conozcamos? Podemos conocernos mejor estos días, y después de todo, es verano— Shelley…

— disfrutemos del verano.

 Aunque él sea guardavidas y tenga que estar en servicio, no nos impide pasar juntos gran parte del día, y sus días de descanso nos quedamos hasta tarde paseando por la playa. La playa es hermosa por la noche. Paseamos tomados de la mano, hablando, bromeando.

— ¡Tu!— es una de las amigas de mi hermana. La miro, confundido, mientras camina hasta mí. Mi hermana intentan alcanzarla— Shelley.

— ¿Qué pasa?

— ¡Estas saliendo con el sexy guardavidas!

— ah, eso— sonrió. Leah y las otras llegan—  sí, estoy… saliendo con Rhett.

—  No me lo creo— conozco a todas, y sé que no me creen— Eres… no eres de la clase de chicos de tendría un amorío de verano.

— bueno…— no he pensado mucho en lo que pasara cuando terminen las vacaciones— siempre hay una primera vez para todo— y después de casi morir, quisiera experimentar algo más que el miedo, llevarme un recuerdo más agradable de este lugar.

— Shelley… ah, hola— Rhett saluda a las chicas, que no dicen nada— ¿estas ocupado? Tengo un tiempo para comer, pensé que podríamos comer juntos… también ellas si quieren venir— les sonríe. Yo también sonrío.

— Ellas están ocupadas, pero vamos— me adelanto y le tomó del brazo para que camine.

— ¿seguro? No parece que estén ocupadas.

— si vienen solo querrán hablar y hablar, ya he soportado demasiadas platicas de chicas este verano. ¿No te ha pasado? Hay muchas chicas en entre los guardavidas.

— no tanto, ellas hablan más sobre otras chicas que ven en la playa. Solo las ignoro. Ah, ¿crees que puedas quedarte esta noche en la playa?

— No veo problema— no tengo a quien reportarle nada. Así que después de comer regreso a la habitación  para dormir un rato y regresar casi a las ocho a la playa.  Por las noches hay muchas parejas en la playa, es un ambiente completamente diferente. No me cuesta mucho encontrar a Rhett. De nuevo trae puesta una camisa de manga corta, y sus bermudas.  Hay una fogata delante de él, y no hay nadie más cerca. Me acerco, esperando ver más lugares, cosas o algo que me diga que habrá alguien más, porque no sé si quiero o no compañía.

No, no quiero compañía.

— Llegaste— me dice, sonriéndome con alegría.  Está sentando sobre una manta, cerca de la fogata— ¿Qué te parece?

— Nada mal— me siento a su lado— ¿esperamos a alguien?

— ¿Bromeas?— comienzo a reír, él me da un golpecito en la frente con el dedo— quería algo más… privado.

— Me gusta— no soy muy romántico, pero esto es un buen detalle. Desde que lo conozco, es la primera vez que me siento nervioso a su lado. Siempre es él quien está nervioso— ¿y qué ocasión es? 

— No lo sé, lo que quieras ¿alguna vez has visto las estrellas en la playa?— se recuesta, señala al cielo. Le imito— es lo que más me gusta de estar aquí, mi padre me enseño un poco de astronomía de niño, así que reconozco muchas constelaciones.

— Yo nunca he podido ver nada— escucho su risa, su mano comienza a trazar líneas en el aire mientras explica, me nombra constelaciones, sus historias. Me distraigo cuando su mano libre toca la mía. Sus dedos comienzan a jugar con los míos, y  luego los entrelazamos. Me sigue hablando del cielo, de sus metas, su familia, cosas que no sabía— Rhett, ¿crees que esto está bien?

— ¿umm?

— lo que hacemos. Cuando termine… ya sabes… no vivimos precisamente cerca y…— oh, estoy pensando en serio sobre mantener la relación con Rhett. No me di cuenta de lo mucho que me importa esto que tengo con Rhett, y ni siquiera me puse a pensar en si yo solo soy una aventura de verano para él— olvídalo, solo estoy divagando.

— ¿Crees en las relaciones a larga distancia?— no se ríe, no se burla. Su tono es normal, quizá un poco serio. Su mano aprieta un poco más fuerte la mía.

— No mucho… pero nunca he tenido una relación a distancia— ruedo un poco y quedo de lado, mirándole— ¿funcionan?

— Nunca lo he intentado— él solo mueve su cabeza para mirarme ¿es una propuesta o solo un comentario? no quiero preguntarlo ahora. Estamos muy cerca, siento algo incontrolable dentro de mí.  Desparezco los poco centímetros que nos separan, nos besamos, quizá es el beso más intenso que nos hemos dado, uno que sabe un poco a desesperación. Siento su cuerpo por todos lados, sus manos acariciando mis mejillas, mi cabello, colándose bajo mi ropa. Levanto su camisa, acaricio su espalda y enredo mis dedos en su cabello, todo sin dejar de besarnos, esta es una forma mucho mejor de morir ahogado. Jadeo, apartándome un poco. Él me besa la mejilla, acaricia su nariz contra la mía, y nos volvemos a besar.  Su pierna se frota en mi entrepierna, no sé si es intencional o no, el frescor de la noche desaparece, estamos ardiendo, más ardientes que el fuego de la fogata.

Una risa nos detiene. Estamos en una playa pública. Me aclaro la garganta, Rhett parece pensar lo mismo, porque se mueve. Se puede sentar. No hay nadie tan cerca,  pero sí que hay algunas parejas en el agua. Rhett se está poniendo la camisa, que no recuerdo haberle quitado. No despego los ojos de su cuerpo.

— Rhett— él me observa. Subo deliberadamente la vista por su cuerpo— vayamos al hotel— siento el corazón en la garganta cuando hablo. Aun con el fuego, y todo, veo como su cara se pone mucho más roja, como si tuviera una insolación de pronto.

—… bien…—  le ayudo a apagar el fuego y recoger las cosas, sin decir nada, señala hacia donde queda mi hotel. Sigo nervioso cuando doy los primeros pasos, y luego le extiendo la mano. Rhett no duda cuando la toma, quizá sabe que estoy nervioso, me sujeta con firmeza mientras caminamos, intentando hablar de cualquier cosa que nos distraiga.

 

— Shelley…— siento cosquillas en mi oreja, que luego bajan a mi cuello— tienes que despertar.

— ¿es tarde?

— No…— abro los ojos. Rhett está a mi lado en la cama de mi cuarto de hotel. Ah, si… hoy es el último día de las vacaciones para mí. Tengo que volver a casa— vamos a desayunar ¿tienes tus cosas listas?

— Si…— no quiero moverme. Los últimos días aquí han sido… indescriptibles. Es como si de pronto este fuera mi hogar y toda mi vida quedara como en segundo plano. Pero la vida real no funciona así. Rhett se quedara una semana más aquí y luego también volverá a su casa— ¿A dónde iremos ahora?— hemos recorrido gran parte de la zona ya sea tiendas, restaurantes o centros de diversión.  Rhett se estira, moviendo la cabeza a los lados.

— No lo sé, ¿aquí?— yo también me encojo de hombros y me deslizo al borde de la cama para buscar mi ropa.  Hay pocas personas en el comedor, buscamos la más privada de todas, lo que no es mucho siendo un lugar muy abierto. No decimos nada. Había pensado que esto no sería difícil, después de casi ahogarme, una despedida como esta no debería ser tan importante, pero lo es.  Al menos para mí ¿lo es también para Rhett? 

— Rhett…

— Shelley…— hablamos al mismo tiempo, luego reímos. Le hago una seña para que hable primero. Él duda, y suspira antes de devolverme el gesto.

— bien, entonces, no vayas a enrollarte con nadie tan pronto— es un mal intento por romper el ambiente tenso.

—… no pensé en tener una relación de verano. Solo quería pasar un buen rato y tener créditos extras sin perderme las vacaciones. Pero aquí estoy, ¿y sabes? no me arrepiento. Fue genial, ya sabes… y siento que  si no lo digo, tú pensaras que no fue así, no me gusta que se tenga que terminar, me gustaría…. Bueno…  me gustas más que un romance de verano.

— Duró muy poco— es lo más coherente que puedo decir— estaba pensando en eso, en que quisiera intentarlo en serio y no solo unos días.

— ¿unos días? parece que fue mucho más. Entonces… ¿quisieras ir en serio?

— Intentémoslo— intercambiamos números telefónicos, y terminamos de desayunar. Ya no está ese ambiente tenso entre nosotros. Para el medio día las cosas están de regreso en el auto, todo vacío y la linda burbuja del verano se ha roto— te llamare cuando llegue.

— estaré esperando.

— Y no olvides que no tienes que coquetear con nadie más— él solo me besa. Las mejillas me arden mientras me acompaña hasta el auto. Aún tengo dudas sobre esto ¿y que si solo es lo que hace cada verano con un chico distinto?  

Pero seré ingenuo y creeré que las cosas serán en serio con el chico de verano.

 

Él verano término,  y yo aún sigo en contacto con Rhett. Hablamos cada que tenemos tiempo libre, lo cual no es mucho, nos mandamos textos todo el día, y los fines de semana incluso hacemos  video llamadas. El nuevo curso comenzó hace dos semanas, y las cosas han estado ocupadas.

La entrada a la universidad está llena estos días, con los nuevos estudiantes y el ajetreo de los horarios de clase nuevos también. Justo porque intento pasar entre los estudiantes nuevos que hacen un tour, es que algo me llama la atención.  Busco mi teléfono y marco el primer número en el registro.

— ah, Shelley— El chico de los rizos rubios se lleva su teléfono a la oreja. Han pasado casi dos meses desde que nos conocimos, pero no olvidaría ese cabello— ¿Cómo estás?

— te odio— suelto, y cuelgo. Pero estoy sonriendo mientras me apresuro hacia él— ¿Qué se supone que hace el chico de verano tan lejos de la playa?— Rhett se da la vuelta. Sin el bronceado parece más joven.

— ¡Iba a ser una sorpresa!

— pues sí que me has sorprendido ¿Qué haces?

— me transferí. Casualmente me di cuenta de que el programa de medicina de esta escuela es mejor y ofrece más oportunidades—me guiña el ojo.

— una gran casualidad. ¿Cuándo pensabas decírmelo?

— Iba a buscarte después de recoger mi horario de clases— los dos estamos sonriendo— ¿me das un recorrido?— le extiendo la mano. No me importa que nos vean así.

— si me hubieras dicho que venias, habría ido por ti ¿en dónde te estas quedando?

— una casa de estudiantes. Solo quería darte una sorpresa, pero no siempre me salen los planes— se  pasa la otra mano por el cabello. Sonrió más si es posible.

Las vacaciones habrán terminado, pero el verano no ha acabado aun, y hay muchos días para conocernos correctamente.

Notas finales:

 

Mientras publico estas historias pendientes estare actualizando con regularidad, pero... al no ser solo One-shots despues de eso no habrá una fecha fija para publicar algo nuevo, ya que ire subiendo los nuevos one-shot conforme se van dando (Ya sea porque me dan ganas o por concurso :P)

 


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