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Gema gitana. por darkness la reyna siniestra

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Notas del fanfic:

Nuevo proyecto con la pareja Milo x Camus como protagonista principal.

Aclaro que esta fanfic será actualizado únicamente los viernes de cada semana, puede ser de día, tarde o noche. Pero sólo los viernes. Sin más que agregar por acá, vamos a la historia que espero sea de su agrado.

 

Notas del capitulo:

Recordándoles que ni Saint Seiya ni ninguno de los personajes bajo los créditos de Toei Animation y Masami Kurumada aquí nombrados me pertenece a mi. Un par de personajes si soy de mi autoría pero han sido creados para llenar espacios vacíos que no podían quedar de ese modo. Además de lo ya anteriormente aclarado, no gano nada con esto más el de darles un rato de lectura.

                                                                     

Capítulo I.

 

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Hace algunos años en una de las regiones más refinadas de Francia, un hermoso doncel de largos cabellos verdes daba a luz a un bello niño de pocos cabellos, apenas que denotaban serían de un color aguamarina. Dégel de Acuario era el nombre del joven que ahora era padre primerizo, lastimosamente éste tras ver la primera mirada de los ojos zafiros de su pequeño. Cayó víctima de un letargo desconocido que su padre —un hombre conservador y muy apegado al qué dirán de las clases sociales, mismas donde era bastante afamado— provechó para despojar al bebé de brazos de su padre, aquel hombre nunca estuvo de acuerdo con que Dégel quien era el heredero de su imperio de vinos,tuviera un hijo de un don nadie como llamaba al hombre al que el peli-verde se le había entregado.

Éste había desaparecido sin dejar rastro luego de que el heredero le contara sobre su estado pensando que aquel que lo había enamorado se quedaría a su lado luchando contra las adversidades venideras, pero no había sido así, lo que entristeció en sobremanera al de Acuario. Mas el bello joven pensó en su embarazo y sintió gran esperanza y decidió aún en contra de lo que su padre quería, tener al producto que había desembocado de su sincero amor para aquel que lo hubo abandonado.

Dégel esperó con grandes ansias y alegría a su bebé, lo amaba aún antes de nacer. Aunque su amado se marchara, su hijo sería su alegría y no necesitaría nada más.

Pero lastimosamente su cruel padre no pensaba lo mismo, el hombre magnate no quería que su reconocido apellido fuera blanco del escándalo, y mucho menos que el nombre de su hijo anduviera de boca en boca en los medios por ser padre y encima soltero. No, simplemente no podía permitirlo y es por eso que aprovechando la inconsciencia de Dégel, entró en la habitación, tomó al recién nacido de los brazos del menor y se lo llevó con discreción. Ordenó al chófer de la familia que lo llevara a una parte de Francia mayormente conocida como “El rincón de los gitanos”, una pequeña pero alegre comunidad de viajeros con costumbres y presencias exóticas, llamativas y muy bellas.

Una vez estuvo allí, el hombre de cabellos cortos de un tono verdoso, abandonó el lujoso vehículo para luego caminar unos pasos por un no tan oscuro callejón, tras caminar unos dos o tres minutos, el magnate divisó una caja lo suficientemente grande que se hallaba arrojada por gracia del destino y ahí, entre sabanas celestes de inocencia, fue puesto el pequeño bebé que Dégel de Acuario, hijo de un hombre rico pero egoísta, esperaba con amor y que ahora viviría sin ver crecer…

 

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Los años en Francia pasaron, pero había cosas que aunque el mismo tiempo haya cambiado, no habían podido ser olvidadas ni perdonadas. Sin embargo a pesar del odio también existían cosas bellas, cosas hermosas. Así como por ejemplo el hijo mayor de una pareja amable y feliz de gitanos.

El muchacho en cuestión era un joven con una extraordinaria belleza masculina, misma que sólo era rival para su gran inteligencia y muchos talentos artísticos que parecían dones de los dioses. Su nombre era Camus, un joven de blanca y suave piel, ojos de un azul zafiro y largos cabellos lacios de un exuberante y bello color turquesa, como las joyas de una corona. Y sus labios: carnosos y atrayentes, jugosos a la vista de un rosa pálido y un brillo natural. Era toda una joya el lindo chico de apenas 20 años de edad, el orgullo de sus padres y amado por cuantos le conocían.

Pero a pesar de eso, había algo que no dejaba a Camus, aunque amaba a su familia sentía que había algo más y es que en toda la comunidad no había ningún otro gitano o gitana con la piel tan blanca como la suya, además de que a diferencia de sus hermanos, él no tenía ninguna característica similar con la de su madre o su padre. Sus cejas por ejemplo, tenían una extraña partición hacia arriba, nadie tenía tal característica y en muchas ocasiones esto llevaba al joven a cuestionarse muchas cosas que a la larga nunca abandonaban su atormentada cabeza.

—¡Camus, hermano! —se escuchaba la voz juvenil de un chico rubio de ojos celestinos que gritaba mientras corría por las calles.

Camus escuchaba la voz de Hyoga, su hermano menor llamándolo, su voz denotaba alegría y emoción por lo cual el peli-turquesa dejó lo que hacía para salir de la pequeña casa e ir al encuentro del más joven.

—¡Hermano, hermano!

—¡Wow más cuidado pequeño, te puedes tropezar —saludó con una sonrisa mientras era abrazado por el rubio—, ¿qué sucede?

—Mamá dice que nos presentaremos esta noche en la plaza. ¡No es genial!

Camus abrió los ojos sorprendido para luego sonreír y sacudirle el cabello a Hyoga.

—Claro que lo es, ¿ya se lo dijiste a Isaac?

—No, aún no, quería contártelo primero a ti.

—Está bien, ve a decirle, apuesto a que le alegrará saberlo.

—Tienes razón, se lo diré ahora mismo. ¡Nos vemos luego!

Hyoga de 13 años se alejó corriendo de nuevo para darle las buenas nuevas a Isaac, su hermano mayor por dos años.

La familia de Camus y otros grupos de gitanos, solían presentarse en las plazas. Su punto artístico consistía en un hermoso y alegre baile que animaba al público a formar parte de él, el resto a su vez, dejaba en la mayoría de los casos ganancias económicas que permitían a los grupos vivir tranquilos por algunos meses. Esta forma de vida llevaba a los gitanos a ir y venir por diferentes partes de Francia.

En las presentaciones pasadas de los gitanos, era Camus quien se ganaba toda la atención al ejecutar su danza, era simplemente magnífico verlo bailar. Era tan bello el joven que gracias a él, siempre conseguían un gran público y una excelente ganancia ya que fuera cantando, bailando o tocando un instrumento, él se destacaba y todos le apreciaban, a excepción de una persona dentro de su comunidad que le tenía al joven una enfermiza envidia…

 

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La vida había cambiado tanto para el heredero Dégel de Acuario, su carácter era deprimente. No le gustaba la compañía de las personas, detestaba tremendamente a su padre… pero lo que no había cambiado en el hermoso hombre ahora de 42 años, era el amor hacia su hijo. Dégel luego de despertar de aquel letargo en el que se hundió después de tener a su bebé y tras enterarse de lo que su progenitor hizo, no se rendía en cuanto a buscar a su pequeño se refería. Y se había prometido no descansar hasta encontrarlo.

Fue hace 15 años atrás que Dégel víctima de una depresión destructora, intentó suicidarse cortándose ambas muñecas, se recostó sobre su cama y abrazó una de las muchas mantas donde en años pasados tejió con profundo amor el nombre que llevaría su hijo y que su padre había olvidado llevarse. Esperó morir desangrado mientras lloraba la pérdida de su pequeñito que a esas alturas debía tener ya cinco años de edad.

Afortunadamente, una de las maid al llevarle la comida lo encontró en aquellas condiciones tan lamentables y asustada la mujer salió a buscar ayuda. Dégel fue llevado a un hospital privado donde pudieron salvarle la vida. Gracias a los cuidados del doctor en turno, Kardia de Escorpio quien había sido transferido desde Grecia al hospital privado de Francia. Cuando el peli-verde estuvo del todo recuperado, él y Kardia pudieron entablar muchas conversaciones lo que los llevó a conocerse profundamente.

Dégel le confesó a Kardia que tenía un hijo y lo que ocurrió con él, y que además eso había influido completamente en su decisión de quitarse la vida, a su vez, Kardia le confió al francés que también tenía un hijo de 7 años llamado Milo, pero que lo había tenido que criar prácticamente solo ya que por cuestiones de la vida, su pareja había muerto dando a luz.

Fue tanto el lazo que ambos crearon con la cuestión de sus hijos que Kardia se comenzó a enamorar sin remedio del heredero y por consiguiente, el atractivo médico de origen griego y largo cabello azul inició a conquistar a Dégel quien demostró sentir lo mismo. Luego de casi dos años de cortejo, Kardia y Dégel formalizaron la relación luego de que el peli-azul presentara sus respetos al padre de su amado, mismo que quedó encantado con el buen doctor.

Desde el comienzo del noviazgo Kardia presentó a Milo ante Dégel y éste sintió inmediatamente un profundo amor paterno por el peli-azul menor. A su vez, Milo aceptó al galo de buena manera y desde entonces lo respetaba y lo amaba como a un padre. Hace 12 años ya que se habían unido en matrimonio y actualmente, Milo tenía 22 años de edad y era un reconocido poeta y novelista griego.

Los años le había sentado estupendos al de Escorpio menor, su cabello había crecido hasta la espalda baja pero aún no era tan largo como el de su padre, su tez bronceada, su rostro masculino, apuesto y seductor. Sus ojos azul turquesa brillantes y audaces. Sin duda alguna el joven escritor era el deseo de hombres y mujeres por igual.

El timbre de la casona de los Escorpio-Acuario resonaba en las habitaciones, una maid se dirigió con rapidez a atender el llamado.

Al abrir la puerta, la mujer se encontró con un muy conocido y atractivo rostro que le sonreía desde afuera.

—Buenas tardes, Dariella —saludó el joven con una radiante sonrisa.

—¡Joven Milo! ¡Que sorpresa! —respondía la empleada emocionada de ver al menor.

Milo había viajado hace un año y medio a España para la publicación de dos novelas y un poemario, el viaje tenía previsto por lo menos dos años pero dado el éxito de sus escritos, el griego volvió mucho antes de lo esperado.

—Me alegra estar de regreso en casa —suspiró abrazando a la empleada.

—Sus padres se alegrarán de verlo, joven Milo, por favor pase debe estar cansado del viaje. Le ofreceré algo de comer.

—Te lo agradezco mucho Dariella, estoy que muero de hambre pero en verdad quería sorprender a mi padre y a Dégel —sonrió.

La maid se hizo a un lado para dejar entrar a Milo, el joven ingresó a la casa en lo que dos hombres uniformados entraban tras él con dos maletas medianas cada uno.

—Por cierto Dariella. ¿Dónde están? ¿Están en casa?

La mujer se giró para poder respondérle de frente al peli-azul.

—El señor Kardia tenía un caso importante en el hospital y el señor Dégel se fue a la empresa de su padre hace dos horas.

—Entiendo, son dos hombres muy ocupados… —negó con una sonrisa— ¿Y cómo han estado las cosas por aquí? —cuestionó tomando asiento en una silla del fino comedor.

—Todo ha estado muy tranquilo joven, usted nos ha hecho mucha falta pero de eso en más, nada relevante o de que angustiarse.

—Ya veo, y mi papá Dégel. ¿Cómo ha estado?

—El señor ha estado bien, aunque a veces tiene momentos de depresión, pero el señor Kardia no deja que se deprima. El que usted haya vuelto le dará mucha alegría.

—Espero que sí, no me gusta saber que aún sufre por el hijo que su padre le arrebató.

—Es verdad joven, es muy triste lo que le ocurrió. Lastimosamente el señor Dégel tuvo por padre a un hombre tan cruel y de mal corazón… —suspiró con pesar— le traeré su comida joven, con su permiso.

—Bueno, muchas gracias…

Dariella se alejó por un pasillo corto que desemboca a la cocina, una vez solo, Milo suspiró con nostalgia. Él había desarrollado un gran cariño por Dégel, lo quería igual que a su padre y por ello odiaba saber que el peli-verde sufría. Le gustaría tanto encontrar a ese hijo que le fue negado, para que fuera feliz y ya no llorara nunca más por él.

 

Notas finales:

Dariella fue quien encontró a Dégel cuando se disponía a dejarse morir. Bueno, este es el primero de unos cuantos capítulos de esta historia sencilla pero con cariño. Recuerden que tienen una cita conmigo todos los martes. Cualquier comentario, queja, sugerencia o duda serán leídos y respondidos en un review. Claro, si ustedes creen que me lo merezco jeje. Gracias por leer, hasta el próximo viernes. Sigan bellos ????


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