—Saga mira esto— dijo el pequeño niño de cortos cabellos azulados hasta los hombros. Su pequeña manita sostenía un caracol.
Saga, el mayor de ambos corrió hacia su gemelo hermano, admirando el caracol de las pequeñas manos de su hermano.
—Es hermoso Kanon ¿Dónde lo conseguiste?— pregunto el pequeño niño de cabellos más oscuros que Kanon.
—Por aquí— dijo señalando la orilla de la playa— Ten te lo regalo— dijo entregándole el caracol, Saga mostró una sonrisa y beso la mejilla de su hermano. Una mano jalo el hombro de Saga haciéndolo caer de nalgas al suelo. Saga con la mirada cristalina miró al hombro, era alto, sus cabellos se movían compás de la brisa.
—Esos tonterías que son Saga?— cuestionó el hombre enfadado— Acaso eres joto, para andar besando a otro hombres—
—Papá pero yo....— no termino de hablar cuando la mano de su padre golpeó fuertemente su mejilla, Saga se llevó una mano el la mejilla sintiendo el ardor que provocaba el golpe que su padre le acabada de dar.
—No quiero que vuelvas a besar a tu hermano, ni a ningún otro hombre— respondió el señor— más te vale que no llores porque te irá peor.
—¡Aspros detente!— grito una mujer de cabellos castaños, mientras se acerca a ellos, se inclinó y abrazo a Saga mientras esté ocultaba su rostro lleno de lágrimas en su pecho, Kanon que veía todo en silencio se sentía culpable por lo que acaba de pasar— No permitiré que lo vuelvas a golpear— hablo la mujer mientras miraba directamente a los ojos de su jefe.
—¡Entonces que no vuelva hacer sus estúpides se besar a su hermano!—exclamo enfurecido mientras daba media vuelta y caminaba hacia la cabaña que se encontraba ahí.
—Ya mi niño— dijo la mujer aferrándose al niño— Sabes que papá no es malo, solo le molestan este tipo de cosas.
—No estabamos haciendo nada malo Marín— respondió Kanon acercándose a la mujer.
Marín había cuidado de los gemelos desde que su madre habia muerto en un tragico accidente de auto, dejando solo a lo gemelos con su padre.
— Solo le di un caracol, fue todo— trató de explicar la pequeña voz del infante. A veces Kanon se sentía importante por no poder hacer nada, Saga siempre era el que recibía los golpes, los maltratos, la indiferencia y la sequedad de su padre, porque “el heredaría toda la fundación y no hay tiempo para sentimientos, tengo que ser más extrito con él" era las palabras que siempre escuchaban.
Saga estudiaría día y noche, para hacer una hombre de negocios, se graduaría con honores, se haría cargo de la fundación, se casaría con un bella mujer y tendrerian hijos. Ese era el plan de su padre que tenía sobre Saga, mientras él se encargaría de estudiar lo que el quisiera, a Kanon no se le presionaba por ser el segundo hijo.
Así fue la niñez de ambos gemelos, una niñez donde nunca pudieron disfrutar las pequeñas cosas que hacen los niños normales, jugar en el los charcos de agua, jugar con otros niños, tirarse por una resbaladilla o lo más importante quedarse en familia viendo películas hasta quedarse dormidos juntos a sus padres. Siempre viviendo bajo las sombra de su padres, bajo la mano dura que ejercía sobre Saga, creciendo bajo los complejos homofóbicos, convirtiéndose de adultos con cuerpo de niños.
O hasta así fue hasta que Aspros decidió que era momento de regresar a la escuela, tenindo apenas 15, dejaron de lado su vida de viajes, para regresar a Grecia donde estudiarían en el colegio más prestigiado de toda Athenas.