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Good Omens Collection por Izuspp

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-El primero de la serie, dedicado a Isaac Londoño en Facebook, quien me dio la idea inicial para esta historia.

-Canonverse

-No se ubica en ningún tiempo en específico (antes o después del apocalipsis) pero sí en los años 2000.


 

Shall we dance?

—No estoy seguro acerca de esto, Crowley.

—¡Vamos ángel! Has hecho cosas peores en el pasado. —Claro estaba, el demonio se refería a la incontable cantidad de veces en las que, Aziraphale había tenido que tomar su lugar, realizando pequeñas tentaciones y actos que no eran propios de un ser celestial.

—No tengo cómo refutar a esa lógica, me temo. —se resignó— Pero Crowley, en todo lo que tengo de existir, únicamente he bailado gavotte.

—¿Lo ves? Tampoco es que no lo hayas hecho nunca. Bailar es divertido, —le entusiasmó Crowley— aunque no puedo decir que los demonios bailen demasiado bien. Pero en los últimos años, he aprendido distintas clases de bailes de los humanos. Verás que te gustará.

—Oh, no me cabe duda de que es una actividad bastante entretenida. Sin embargo, ¿estás seguro de que ese es un baile inofensivo? Es decir, mira a esas mujeres: están casi desnudas y eso que hacen con sus cuerpos…

El ángel señaló alarmado y con algo de aversión, hacia la pantalla en donde Crowley le estaba mostrando distintos tipos de baile, para que escogiera uno y pudiesen practicarlo juntos. En ese preciso momento, se mostraba un video de reggaetón, cuya letra y coreografía eran bastante explícitas y de mal gusto.

—¡No, no, eso no! Ni el mismo Satán hubiese sido tan malvado como para crear algo así. Los humanos pueden darme escalofríos a veces… —negó el demonio con total repulsión— pero hay muchos otros divertidos. ¿Qué tal el tango?

Aziraphale no pudo evitar sonrojarse al observar la sensual danza que Crowley le mostraba en ese momento. Aunque no podía negar que le atraía bastante la idea, pero él era un ángel y no debía dejarse tentar por ese tipo de deseos.

—No, no podría…

—¿Por qué tienes que ser siempre tan rígido? ¡Relájate! Nadie te verá, únicamente yo, y créeme cuando te digo que te he visto hacer peores cosas. —El demonio le guiñó un ojo mientras le sonreía con picardía.

—Estoy completamente consciente de eso… —aceptó el ángel fingiendo haberse ofendido— de acuerdo, tú ganas. En ese caso, escojo esta…

—Bo… ¿bolero? —De todos los bailes que Aziraphale pudo haber elegido, tenía que ser precisamente ese: romántico, mucho contacto físico y visual. —¡Bolero será!

El ángel no podía creer lo que había hecho, para liberarse de la presión que sentía ante la insistencia de Crowley, él simplemente eligió el que fuese que estuviese pasando por la pantalla en ese momento; no se fijó en las imágenes ni por un segundo.

"Oh querido Dios, espero no arrepentirme de esta decisión."

Aziraphale estuvo evitando a Crowley por dos semanas enteras después de eso. No quería faltar a su palabra, después de haberle prometido que le seguiría el juego; pero no le entusiasmaba para nada saber que estaría tan cerca del demonio, no sintiendo lo que sentía por él. Ya bastante complicado era no sucumbir a los deseos impuros normalmente. Y era que el ángel estaba completamente enamorado del demonio y para él era un constante suplicio, tener que restringirse cuando deseaba tomar su mano, acariciar su rostro o decirle que le amaba.

Pero finalmente, Crowley se cansó de las endebles excusas que le daba y le acorraló en su librería una noche.

—Hoy no te escaparás ángel, los demonios no somos pacientes y aún así, lo he sido durante dos semanas. Pero ya me harté Aziraphale. —Le habló imponente y amenazante, mirándole con sus ojos de serpiente, al haberse quitado las gafas que los ocultaban.

—Crowley, por favor. No he estado intentando escapar, es solo que… he estado ocupado.

—¡Definitivamente eres un ángel! No se te da bien mentir en absoluto.

—En todo caso, no podemos hacerlo aquí, no hay espacio suficiente.

—Oh, eso no es problema alguno —Un chasquido de dedos después, todos los estantes y los libros habían desaparecido, dejando únicamente el tocadiscos, que ya comenzaba a tocar un vinil de boleros —No te preocupes, todo volverá a como estaba cuando terminemos.

Aziraphale largó un suspiro de resignación, se acomodó el corbatín y aclaró su garganta; para finalmente lanzarle a Crowley la más gélida mirada de resentimiento.

Ángel y demonio se colocaron frente a frente, Crowley sonriendo como si acabara de hacer una de sus mejores fechorías y se hubiese ganado las alabanzas del infierno. Aziraphale tratando de no mirarle fijamente, porque bien sabía que Crowley podría leerlo completamente si se descuidaba, y sobre todas las cosas, no podía dejar que el demonio se enterase de sus "ingenuos sentimientos" hacia él.

—Muy bien, lo primero que debes hacer es colocar tu mano en mi hombro y nos tomamos de la otra mano…

—¡Oye! —Todo iba bien, hasta que Crowley posó su otra mano en la espalda de Aziraphale y lo acercó muchísimo a él.

—¿Qué esperabas? ¡Así se baila esto Aziraphale! No podemos hacerlo de otra manera. —El demonio fingía a la perfección, que estaba disfrutando en demasía aquel momento. No únicamente la cercanía con aquel precioso ángel del cuál se había enamorado tantos milenios atrás; sino también, de su sufrimiento. Crowley era un demonio después de todo, y Aziraphale era tan transparente, que bien sabía su amor era recíproco. Crowley solo intentaba por todos los medios, propiciar el momento correcto para que Aziraphale pudiese aceptarlo de una buena vez.

Así que como él había esperado ya por muchos siglos y Aziraphale no daba el brazo a torcer, ponerlo en situaciones incómodas, hacerlo pasar pena y duda; eran de sus pasatiempos favoritos. Aunque Crowley era en el fondo una buena persona, su naturaleza demoníaca simplemente salía a flote en todo momento.

—Bien ahora nos movemos sincronizados, un paso hacia adelante, a un lado y atrás, al otro lado, y repetimos.

Luego de mucho intentarlo, muchos pisotones y lo incómodo de la situación; Crowley finalmente deshizo el agarre de su pareja de baile y se alejó de él con frustración.

—No esperarás que aprenda a hacerlo en la primera clase, Crowley. Me tomó mucho esfuerzo hacerme uno de los mejores bailando gavotte.

— No es eso, es que ni siquiera te estás esforzando ¿o crees que no lo noté? ¡Estás muy rígido! Y te alejas demasiado de mí… ¿Qué tal si bebemos un poco? Ya me cansé de esto… —Bufó.

—Bueno, es que es difícil… gracias, aceptaré la invitación a beber, a decir verdad, también estoy un poco cansado.

Crowley sabía que nada tenía que ver si el baile era difícil o no, lo que le incomodaba al ángel, era su cercanía. Estar tomados de las manos, con sus rostros muy juntos y la mano del demonio acariciándole suavemente la espalda; no contribuían para nada a que pudiese concentrarse. Y si bien al principio a Crowley todo aquello le parecía adorable, ya le había colmado la paciencia. Pero no quería decir que se había rendido, más bien todo lo contrario.

Demonio y ángel comenzaron a beber vino como si no hubiese un mañana, cuando la copa de Aziraphale se vaciaba, Crowley no esperaba un segundo para llenarla nuevamente. Sabía que el alcohol era buena ayuda para desinhibir a las personas y era justo lo que el ángel necesitaba para olvidarse de sus ataduras y soltarse más.

Y todo le salió a la perfección y mucho mejor, Crowley reía diabólicamente en sus adentros, cuando el mismo Aziraphale fue quien le solicitó continuar con aquellas "clases" de baile. Lo bueno era que el alcohol le había ayudado a recordar lo divertido que lo pasaba en sus tiempos de gavotte, en el club para caballeros.

Una vez más, se colocaron en posición y Crowley comenzó a guiar a Aziraphale en los pasos que debían realizar. Sorpresivamente, esta vez, el ángel sonreía amablemente y al parecer estaba mucho más concentrado, porque le seguía el paso muy bien. Crowley comenzó incluso a mover las caderas de una manera bastante sensual, lo cual era parte del baile en sí, ya que no bastaba únicamente con realizar el juego de pies, sino que era una cuestión de mover todo su cuerpo con la música.

Al ver eso, Aziraphale le lanzó una pícara mirada como de reproche, mas luego recuperó su sonrisa radiante como el sol, y era que estaba divirtiéndose genuinamente. El alcohol en su sistema, como a cualquier borracho, le ayudaba a deshacerse de sus propias prohibiciones, por lo que no notó cómo poco a poco Crowley le acercaba mucho más a él.

Cuando se dio cuenta, los dos estaban bailando con sus cuerpos muy pegados en uno al otro. Crowley, quien no había bebido casi nada en realidad, se mantenía con su mirada fija en su sonrosado rostro, mientras le mostraba una coqueta sonrisa de medio lado.

—Crowley yo… —Aziraphale no pudo soportarlo más, sentir sus cuerpos tan juntos y la penetrante mirada del demonio seduciéndole, además de la agradable calidez que se esparcía por su cuerpo; le empujaron a hacer algo que jamás se había atrevido a hacer antes: se deshizo del agarre y se lanzó hacia Crowley, abrazándolo fuertemente.

—¿Ángel? —Eso sí que no estaba dentro de su plan. Crowley había sido siempre tan paciente, que el haber logrado bailar pegado a Aziraphale, había sido progreso suficiente para él; así que aquel gesto, si bien le encantó, lo tomó desprevenido.

—Ya no soporto esto Crowley, ¡tú, endemoniada criatura del mal!

—¿Qué ocurre Aziraphale? ¿Son eso lágrimas? ¿Ahora qué hice? ¡Por Satán!

—¡No, no es nada de eso! Son, lágrimas de felicidad. —El ángel deshizo el abrazo para limpiarse los ojos con la manga de su traje. —Crowley, he querido decir esto por tantos siglos… yo…

—¡Espera! —Crowley posó dos de sus dedos sobre los labios de Aziraphale y le chitó— Lo sé, Aziraphale, ya lo sé. —Fue esta vez el demonio, quien abrazó a su ángel fuertemente. —Yo también…

Crowley sólo quería pasar algo de tiempo al lado de Aziraphale por medio del baile, esperando que eso contribuyera un poco a que el ángel aceptara sus sentimientos, jamás se esperó que su maquiavélico plan resultara tan bien. Luego de soltar el abrazo, Aziraphale dio un paso atrás y sonriéndole afablemente, hizo una pequeña reverencia mientras extendía su mano frente a Crowley.

—¿Bailamos?

Fin


Espero que les haya gustado, en todo caso, por favor déjenme sus comentarios para saber qué les gustó o si hay algo que pudiese mejorar, el feedback es siempre bienvenido.


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