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IMPARABLES por sherlock_miles98

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Notas del fanfic:

Este fanfic esta ligeramente inspirado en la pelicula del 2010 Knight and Day, protagonizada por Tom Cruise y Cameron Diaz, solo que en este fanfic es dejado casi por completo la comedia, para darle un enfoque mas serio, ademas de que todo pasa a ser interpretado por un chico de 16 años y un hombre de 27 años, aun asi, espero lo disfruten.

El núcleo de toda familia existente y por existir siempre ha sido el amor, y no importa que tan intenso o que tan suave se presente, siempre la mantendrá unida, o al menos, eso era lo que siempre le decía su madre al pequeño Ian cada vez que tenía la oportunidad de verlo, ella era una mujer ocupada, según sus palabras, era la abogada con más prestigio en toda la gran manzana, New York, era una gran ciudad, por lo que el pequeño Ian de tan solo 5 años, podía entender los pocos días que tenía para ver a su madre, eran una familia unida, algo apretada en un pequeño departamento, un padre bombero y una madre abogada, eso siempre inspiraba al menor, el que sus padres sean esas figuras de autoridad que mantenían el orden en aquella ajetreada ciudad, su padre salvaba vidas y su madre las defendía, que mejores ejemplos a seguir que los que tenía el en casa, al parecer una familia como cualquiera, pero, todo tomo otro rumbo, el flujo del tiempo se partió y tomo otro camino, por aparentemente ninguna razón, un día después de la escuela, el inocente y delicado Ian se encontró con la figura de su padre con ambos codos apoyados en la mesa y sus palmas escondían su rostro el cual se encontraba hinchado de tantas lagrimas que habían escapado de sus ojos, ¿Qué habrá pasado? Se preguntaba aquel niño, su padre lloraba más sin embargo, no estaba la mujer que hacia desaparecer esas lágrimas, sus fotos, su ropa, ya no quedaba nada de ella, solo la vaga imagen de una mujer que quedo impregnada en su pequeña mentecita, y esa insistente pregunte de ¿Por qué? Ha tenido un largo tiempo para tratar de entenderlo, pero, ni el, ni si quiera su padre supieron la respuesta a la pregunta.

Ahora han pasado 5 años, 5 largos, tortuosos y difíciles años, pero ni su padre, ni el podían seguir viendo esas paredes blancas siguiéndose preguntando lo que había sucedido, una incógnita sin respuesta, por lo que el hombre y el niño ahora de 11 años, decidieron marcharse, buscar un inicio nuevo y tal vez con un poco de surte olvidar la gran manzana, ya no había nada en ese lugar para ellos, ya no habían planes de volver, querían mantenerse a una distancia considerablemente lejana para dejar el pasado en el pasado y seguir adelante, por lo que el hombre encargado del pequeño, pidió una transferencia al departamento de bomberos del estado de California en San Diego, teniendo fe en que su hijo lo entendería, así que una mañana, tomaron todas sus pertenencias, las pusieron en un camión, se despidieron de sus respectivos amigos y se fueron, sin mirar atrás, todo lazo que existía hasta el momento se fue desvaneciendo conforme el camión de mudanzas se iba alejando a lo lejos por la carretera, un peso se libero de los hombros de ambos.

Conforme llegaron y se acentuaron en su nuevo hogar, una acogedora casa en un vecindario amigable, todo parecía ir de maravilla, el departamento de bomberos recibió con gusto al nuevo integrante, San Diego era una ciudad movida pero tranquila, nada del otro mundo pasaba ahí, así que los bomberos estarían a salvo, solo hasta que otro gatito se quede atascado en la rama de un árbol o la placa de San Andrés se separara. Pero el mundo del hombre y del pequeño eran muy diferentes, por lo que el llegar a una nueva escuela, significaría iniciar desde cero, no debido al lado educativo sino al lado social, en la gran ciudad sus amigos lo eran todo para el, eran los que lo acompañaban siempre, incluso en la partida de su madre, pero aquí en esta ciudad, ya no había nadie que este junto a el durante este nuevo trayecto, solo era un niño mas en las clases, pero el tenia la mentalidad de que si hacia todo bien y no le hacia ningún mal a nadie, sobreviviría siendo invisible, pero todos sus planes se vinieron a bajo.

Hugo Crangston, el niño más popular dentro de su salón, siempre le hizo la vida imposible, no porque este niño Bully tuviera una historia trágica detrás sino, que lo hacia por simple placer, Hugo veía al pequeño Ian como la victima perfecta, cada error que cometía Ian en clases  siempre era Hugo el que lo remarcaba, en todos los almuerzos siempre había pedazos de comida lanzados a su cabeza, las clases de deporte eran la escusa perfecta para molerlo a golpes con la pelota, era un dolor de muelas para el hijo del bombero, pero estaba dispuesto a soportarlo, como el fuego que rodeaba a su padre en su trabajo, como el hueco que dejo la mujer que decía ser su madre, él ya había sentido dolor antes, lo que le hacia ese niño molesto no era nada, comparado a lo que sentía cuando su madre se fue, además no le daría la satisfacción de acusarlo con algún profesor o incluso con su padre “pobre de aquel que tenga que lidiar con la furia del bombero y su hacha” por lo que eso lo dejaría de lado. Hasta que llego la bendita gota que rebasó el vaso de paciencia que tenia, un año después de haberse mudado y aguantar las tonterías de su compañero de clases, pudo ver un día después de clases, como molestaban el y su sequito de “amigos” a una pequeña, aparentemente de su edad, escuchaba como se burlaban de ella; “¿Por qué tienes la piel café? ¿Vienes de África? ¿Por qué no tienes el pelo largo como las niñas normales?” racistas, era lo último que necesitaba Ian para colmar su paciencia, por lo que decidió intervenir, no sin antes tomar algo con que defenderse, como decía su propio padre, “Ian, cuando haya fuego a tu alrededor toma la fuente de agua más cerca que tengas y deshazte de cada pequeña flama que encuentres en el camino”, se acercó al montón de niños que tenía rodeado a la pobre niña y los confronto –Infelices, esa no es forma de referirse a una dama- siempre quiso decir esa frase, desde que vio esa frase en un comic de Batman –Grimlock? Fuera de aquí antes de que te hagamos mierda a golpes- el niño hizo una mueca burlona –inténtalo Hugo Cabret- la pandilla de niños quedaron confundidos ante el dialogo de Ian, “genial estos niños no saben de cine” pensó, -escucha cuatro ojos, te lo ganaste y no quiero que manches mi sudadera de sangre otra vez- veía la imagen de todos volverse hacia él, por lo que en un movimiento apunto la mira hacia ellos y puso su dedo en el gatillo, el grupo de abusadores se quedó atónito y entonces cayeron en carcajadas -¿enserio idiota, crees que nos vas a asustar con una manguera?- Ian sostenía la boquilla dorada con una mano y la otra justo en el gatillo –creo que no sabes nada de las mangueras de los bomberos, esta es una manguera de alta presión, a esta distancia podría arrancarte la piel en una descarga- la pequeña al ver a todos distraídos se hizo a un lado cuando escucho la explicación del niño con la manguera –inténtalo marica, porque tu padre sea bombero no significa que puedes ser igual- ya no lo soportaba, así que en un giro de muñeca abrió el gatillo, dejando escapar tres pequeñas gotitas de agua “genial lo que me faltaba” todos se abalanzaron en contra del hijo del bombero, los golpes, las patadas, los rasguños todo iba hacia Ian, pero lo valía, un noble sacrificio para salvar a la pequeña, entonces, cada puntada de dolor la dejaría ir, pero también no iba aquedarse derrotado, en un momento de lucidez, tomo la enorme y pesada boquilla de la manguera que reposaba a su costado y en un perfecto swing el pedazo de metal logro dar en la entrepierna de Hugo, el rubio se quedó tirado en el suelo retorciéndose de dolor aclamando por su mami, los 4 que quedaban retrocedieron ante el acto del niño ensangrentado  que se levantaba con una mirada de furia en su rostro y la manguera en su mano, los demás no lo pensaron dos veces y decidieron irse corriendo, no iban a pasar por la misma suerte que su pequeño “jefe”, Ian  iba a dirigirse nuevamente a su enemigo principal nuevamente pero este ya se encontraba huyendo, corriendo con dificultad, eso sería problema de otro día.

Ya había cumplido con su deber de ese día al parecer, iba a irse en ese instante pero, un tirón de sus ropas lo trajo a la realidad – ah cierto em.. Hola- la pequeña se quedó quieta –gracias- dijo la pequeña mientras quitaba unas lágrimas de sus ojos, el chico quedo conmovido –tranquila, no iba a dejar que te hicieran algo- la mencionada extendió su mano –soy m... Mina, Mina Goldstein- Ian respondio al saludo –Ian Grimlock- al estrechar sus manos la pequeña no pudo evitar sentir lastima por los raspones y moretones en aquella mano -¿estás bien?- pregunto ella –si tranquila, no es tanto problema, solo que no sé cómo explicarle esto a mi padre- en ese momento un zumbido electrónico se escuchó por todo el lugar seguido por una voz que hablaba por unas bocinas en el lugar –Ian Grmilock, Mina Goldstein, a la sala del director por favor- ambos niños se miraron en complicidad y aun sin dejar de tomarse de las manos decidieron irse caminando juntos a su destino, ahí nació algo dentro de Ian un sentimiento de valentía, ahora no sería el a quien defenderían, sino que el seria ahora el defensor, además de que una buena amistad cobraría vida y diferentes eventos se desenredarían después.

Afuera de la cancha de baloncesto de la escuela, un hombre adentro de un auto misterioso miraba como un niño y una niña, iban de la mano hacia adentro de la institución, al confirmar que estos mismos entraban a las instalaciones, puso un teléfono celular en su oído –hola?...si, sigo aquí… no tu tranquilo, nadie me ha visto…. confirmado, es el niño… San Francisco… si, eso dicen… escucha debo mantenerme aquí hasta que la orden sea dada…te veré luego – colgó la llamada, encendió su auto y arranco hacia carretera, su trabajo comenzaba en breve.


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