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Baño Público. por MaguiTheYaoiLover

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Notas del capitulo:

Espero que lo disfruten.

Dejen sus comentarios. 

El baño público:

 Era un  perfecto desconocido y me estaba besando. En verdad era perfecto, y en verdad era un desconocido.

Nunca se me habría cruzado por la cabeza que yo podría ser de esta forma. Tan lujurioso y atrevido en estas cuestiones. No soy extrovertido, soy más bien tímido, pero cuando coloca sus manos en mi cintura empujándome contra su hombría enloquezco.

Si no fuera por el sitio donde estamos estoy seguro que gemiría. Y que si lo hiciera todo el mundo allá afuera podría escucharlo claramente pero me conformo con soltar suspiros y una que otra palabra o incitación lujuriosa.

Lo conocí hace unos minutos, se sentó junto a mí en un banco enfrentado a unas tiendas de ropa donde mi madre estaba comprando. Lo vi de perfil, con su nariz recta, su cabello negro azabache que tenía unos toques grisáceos en sus sienes, y una piel blanca de la cual pude comprobar su suavidad. Con un maletín a su lado se sentó a esperar quien sabe qué cosa.

Había tomado mi mano y al ver que yo no la quitaba la sujetó con más fuerza. Tenía sus manos frías, pero no el resto de su cuerpo.

Nos miramos de reojo. Me sonrió de lado y en unos segundos comprendí lo que quería. Lejos de asustarme la idea encendió dentro de mí mi parte más fogosa.

Llevó mi mano discretamente a su entrepierna que había comenzado a despertar. Estaba caliente y se veía de buen tamaño. Quería verla, necesitaba más y me acerqué aún más a su cuerpo trajeado.

-No puedo mostrarte lo que quieres ver aquí-dijo con su voz seria pero a la vez excitante que me incitaba a seguir su juego.

Apretó mi mano contra su erección que ahora era mayor y sonreí de forma juguetona. Su rostro, la excitación, el miedo a ser descubiertos generaba en mí una mezcla de emociones asombrosas. Con ese hombre me iría hasta el fin del mundo si me lo pidiese.

Sujetó su maletín, se paró y comenzó a caminar con paso firme y seguro. Sabía mejor que nadie que lo seguiría. Debería estar pensando en lo precoz de mí actuar, pero supongo que en plena adolescencia, con un cuerpo que pide ser descubierto, no me juzgará de una mala manera.

Y lo seguí hasta los baños del centro de compras donde estábamos. Los baños más alejados, los que estaban junto a la salida de emergencias. Entró tranquilamente conmigo como sombra, y me empujó violentamente a uno de los privados.

Soltó el maletín y cerró la puerta con rapidez sobrehumana y en un segundo estaba besándome lujuriosamente como ahora. Con su mano tiró de mis cabellos para que inclinara hacia atrás mi cabeza y así poder besarme con más saña. Parecía hambriento por la forma en la cual besaba mi cuello y mi boca.

Ya no podía aguantar más, y con mis manos, como pude liberé su miembro. Al tenerla en mis manos puedo sentir como enloquece. Me coloqué de rodillas, ya no puedo aguantar más. Tengo mi boca justo en frente de su maravilloso miembro y lejos de asustarme, me éxito aún más.

-Ahora quiero ver cómo te tragas todo… putito-dijo y empujó mi cabeza hasta que tuve todo su miembro dentro de mí, lo que me provoca arcadas y que unas lágrimas lleguen hasta mis ojos.

Comenzó a penetrar mi boca, de forma tan salvaje que no podía respirar tranquilamente. Seguía jalando mis cabellos y de repente me pegó en la mejilla mientras decía:

-Ahora eres mío y puedo hacer lo que quiera contigo.

Yo solté un sonido gutural que expresaba una afirmación. Lejos de cualquier otra cosa en este momento quería más. Quería pertenecerle si eso significara que podría hacer lo que quisiera conmigo en cada momento. Como un esclavo.

-Vas a tragarte todo ahora, porque sos mío y puedo hacer lo que quiera con vos-dijo con su voz varonil y excitante.

Obviamente mi respuesta es afirmativa y comienzo a lamer  con más ganas, lo quiero todo de el: sus insultos, su violencia, su actitud misteriosa. Sus embestidas en mi boca son más violentas y de pronto siento una enorme cantidad de líquido caliente. No pude tragarlo todo y escupí algunas gotas, lo que aparentemente lo enfureció, de una forma sexy.

Volví a pararme y me puso de espaldas a él, comenzó a golpear mus glúteos desnudos con su hombría. Me haría suyo ahí mismo. Sentí uno de sus dedos meterse dentro de mí y gemí de placer y dolor: no soy virgen, pero soy bastante delicado de cuerpo.

-Cuando este dentro de ti te va a doler, pero sé que te gustará mucho-me susurró al oído y sentí como mis piernas temblaron.

Sin más comenzó a penetrarme, primero con delicadeza, luego con fuerza y violencia. Unas lágrimas corrían por mis mejillas pero el placer que sentía aplacaba mi dolor. Querría mucho más de ese desconocido. Estaba tan profundo que sentí que me caería al suelo, mis piernas me estaban fallando, no podía aguantar mucho más.

-¿Te gusta?-me preguntaba mientras seguía envistiéndome. Yo no podía contestarle sin dejar escapar de mi boca gemidos sonoros de placer, así que callé.

No le gustó, porque sus embestidas se volvieron más violentas y me dio un fuerte golpe en mis glúteos.

-Sí…-dije en voz baja, mientras una lágrima caía por mi mejilla.

Eso lo éxito a tal punto que con una fuerte envestida y un gemido sonoro llegó al orgasmo, llenándome de su esencia.

-Deja de llorar esto es solo el comienzo…-me dijo mientras me besaba en la mejilla.

Arregló su ropa y salió del cubículo. Ni siquiera me había dicho su nombre, pero estaba lleno de su escencia, y al pensar en lo sucedido no pude dejar de sentirme como un animal. Actué como por instinto. Necesitaba que me poseyera ese hombre. Lo necesitaba con locura.

Salí luego de unos minutos en los que me arregle de la mejor forma que pude. Seguía sin entender lo sucedido y pensé en ello todo el día. Aun mientras me preparaba para la cena importante que tendría mi familia.

Vendría el hijo del primer matrimonio de mi padre, a quien nunca conocí porque vivía en el extranjero, vendría a hacerse cargo de las empresas familiares.

“No puede ser…”dije cuando lo vi entrar por la puerta.

Ese hombre, ese traje, esa sonrisa de lado, viviría conmigo desde entonces.

-Él es tu hermano mayor, Itachi, podrías aprender mucho de el Sasuke-dijo mi padre-Es el mejor.

-Ya lo sé…-susurré mientras veía su sonrisa de satisfacción.

Mi hermano, mi dueño, mi amante… ya era todo lo que necesitaba para vivir.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado! <3

Hasta la proximaaa 


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