La guerra termino y tu saliste vencedor a pesar de todo pronóstico gaste y ¿ahora qué? Fue la gran pregunta que te hiciste, estabas sumamente herido al grado de apenas poder estar de pie, los viste a todos celebrar la caída del lord, Ron besando a Hermione, y los demás abrazándose en grupo tal parecía que todo el mundo se olvidó de t, suspiraste, definitivamente no querías volver tan pronto al castillo, diste media vuelta y comenzaste a caminar al bosque tenebroso a tu lugar favorito el lago, ahí pensarías en la respuesta a tu pregunta, tan ensimismado estabas en tus pensamientos que no notaste la presencia de alguien más hasta que ya fue demasiado tarde.
- ¿Qué haces aquí Potter? ¿me estas siguiendo? ¿acaso pretendes entregarme a los aurores?
- Ya quisieras, ni que fueras tan importante para que te siga y no pretendo entregarte a nadie, solo bien a pensar
- Ahora ¿Qué?
- ¿Cómo?
- Bueno yo vine a pensar en que are, no puedo volver a la mansión, mi familia lo perdió todo y si los aurores me encuentran me encerraran para siempre en askaban, y sabes que me pasara ahí seré moneda de cambio, no durare ni tres días
- Si suena bastante duro, yo creo que a mí me espera todo lo contrario, la fama no lo sé quizá escriban libros enteros sobre mí y me obliguen a ser auror después el jefe de aurores más joven de la historia y termine con el culo metido en la oficina del primer ministro, mientras mi esposa Ginny cuida de los niños en casa y me espera con la cena caliente a que vuelva del trabajo
- No suena tan mal Harry
- ¿Harry? ¿Desde cuando me llamas por mi nombre?
- Desde siempre, sabes yo quería ser tu amigo, pero supongo que el destino no lo quiso así, la verdad mi odio a hacia Weasley y Granger es que ellos tenían toda tu atención y yo no
- Bueno Draco eso si es una sorpresa, yo lamento a ver rechazado tu amistad, después de un tiempo quise acercarme a ti, pero nunca supe cómo, de pronto veo como Draco estira la mano en forma de saludo formal lo pienso por un segundo, sonrió y tomo su mano
- Soy Draco Malfoy mucho gusto
- Soy Harry Potter un placer
Ambos nos miramos y reímos, no puedo creer que necesitara de una guerra para poder hacer un preciado amigo, mi corazón late muy fuerte y no quiero soltarle, pero Draco lo hace muy lento incluso puedo percibir un poco de miedo, lo veo sentarse en la yerba, la poca luz de sol que le da en la cara le hace ver angelical
- Debes volver al castillo todos esperan a su héroe
- Si tienes razón, pero en este momento no hay lugar en el que quiera estar que aquí mismo, me siento alado de él y saco mi varita, Draco me mira de forma un tanto sospechoso
- Tranquilo, no te atacare solo quiero curar mis heridas, veo como vuelve su rostro al lago en verdad se ve hermoso, le sorprendo mirándome con expectación ¿Qué ocurre nuca viste a nadie curar sus heridas solo?
- Si lo he hecho, pero eres el primero que no hace cara de sufrimiento, digo acabas de reconstruirte una costilla un hueso y eso duele un montón y tu ni te has inmutado
- Bueno es que ya estoy acostumbrado al dolor físico, emocional y psicológico
- No la hemos tenido fácil, ambos destinados a participar en una guerra que no era nuestra, ambos obligados a elegir un bando, ambos olvidados, bueno al menos tú tuviste suerte de estar en el bando ganador, te espera una gran vida y pues a mí me toco perder, me espera una vida de pobreza, bueno vasta de lamentaciones Harry
Le veo levantarse y sacudirse su maltrecha ropa por una milésima de segundo lo veo como lo que siempre fue el altanero y orgulloso Draco aquel que camina como si el suelo no le mereciera aquel que no se amedrenta ante nadie aquel chico tan seguro y lleno de sí mismo, y no al que está roto frente a mí, tan ensimismado estoy que no noto cuando se acerca a mí y me abraza para susurrarme al odio una sola frase que me desarma por completo
- Un placer haber coincidido en esta vida Harry
Justo cuando esta por soltarme para irse se lo impido, lo abrazo más fuerte, lo abrazo con miedo, lo abrazo al grado de querer romperlo un poco más y por qué no hacerlo
- Esto es malo Draco
- Harry suéltame
- No
- Por favor, déjame ir
- No, no dejare que te me vuelvas a escapar de entre mis manos, escucha bien no dejare que te vallas de mi lado ahora que te tengo, ahora que sé que te amo
- Harry
Siento sus lágrimas en mi hombro, le retiro un poco para verlo, demonios hasta llorando es hermoso, no puedo evitar besarle un beso tierno lleno de todo mi amor por él, al principio se resiste, pero después de unos segundos siento como lo corresponde incluso cierra sus ojos y yo siento que el tiempo se detuvo, por un instante todo mi mundo es Draco, hasta que escucho unas voces muy familiares, Harry, Ron, Hermione, Neville, Gagrid y George me están buscando
- Tienes que ir con tus amigos a celebrar la victoria y yo tengo que irme antes de que sea muy tarde
Siento como poco a poco se separa de mi y sonriendo me suelta
- Gracias por mi primer y único recuerdo feliz, hasta nuca Harry
No lo permitiré en un impulso lo vuelvo a tomar entre mis brazos y nos desaparezco, no me importa que es lo que pueda pasar después lo único que quiero es tener a Draco a mi lado.
12 años después
Han pasado doce hermosos y gloriosos años desde que Harry Potter desapareció, durante los primeros dos lo buscaron por cielo mar y tierra incluso fueron al mundo mogul, pero nada simplemente se lo trajo la tierra, al tercer año el ministerio se dio por vencido alegando que como era un horrocrux y desapareció junto con el Lord y al quinto año sus amigos menos cercanos se rindieron y acabo de ocho años sus amigos más cercanos perdieron toda esperanza para cuando pasaron diez años Harry Potter no era más que un héroe que aparecía en los libros de historia sobre la magia.
Todo el mundo estaba en paz un nuevo año iniciaba y en la plataforma 9 ¾ se podían ver familias enteras despidiendo a sus hijos quienes iniciarían un nuevo siclo escolar en Hogwarts, a leguas se notaba la felicidad de todos, pero más en una peculiar familia de cuatro integrantes, dos Hombres muy apuestos vestidos de manera informar se notaba que habían sido padres muy jóvenes pues se notaba que ninguno de los dos llegaba a los 30, uno tiene la piel blanca que incluso la nieve le envidia y un cabello rubio platinado muy bien cuidado y sus ojos dos jotas de platino, todos aquellos que lo ven juran que es un ángel, por el contrario su pareja es de piel trigueña, cabello tan oscuro como una noche sin estrellas con un look muy rebelde que le hace ver más joven de lo que en realidad es y unos ojos verdes que son la envidia de cualquier esmeralda, un demonio piensan muchos ya que su mirada da miedo porque refleja la muerte es lo que dicen todos lo que lo han mirado a la cara, nadie sabe nada de ellos es la primera vez que les ven en el mundo mágico y de echo no parecen magos sino unos simples moguls, por ello solo prestan atención a la belleza de la familia ya que sus hijos son una extraña combinación de ambos, dos niños gemelos de piel blanca con cabello negro y plata, pero uno tiene un mechón rebelde platinado y el otro uno oscuro es lo único que los distingue, sin querer llaman la atención de todo el mundo solo por su apariencia.
- Amor el tren esta por marcharse algo más que quieras agregar
- Pueden quedar en cualquier casa, pero si es Hufflepuff, Ravenclaw o Gryffindor, no vuelvan a casa en vacaciones
- Ósea que nuestra única opción es slyderin
- No le hagan caso, no importa la casa siempre y cuando sea Gryffindor o Slyderin los seguiré amando, ahora vallan y enorgullézcanos
Todos los estudiantes suben al tren la estación huele a nostalgia, se han marchado los próximos grandes magos
- Vamos Draco quita esa cara estarán bien
- Vamos a casa Harry
Y después de 12 años por simple casualidad un matrimonio entre una chica llamada Ginny Weasley y un chico llamado Oscar Sprout, han encontrado a Harry Potter vivo y la linda chica no puede evitar llorar por encontrar a su único amor dejando en el andén a su marido sale corriendo tratando de alcanzar a su amor, necesita una explicación necesita saber el por qué la dejo, pero justo cuando esta por alcanzarle le ve besando a un ángel y después nada, solo esta ella viendo la nada, solo le queda llorar y ser consolada por su marido aquel, que no es su Harry pero que se casó por miedo a la soledad o que error, es en lo que piensa mientras su marido le abraza y cree que es por ver a su hijo más pequeño partir.
Una vez llega el tren a Hogwarts, todos los estudiantes se dirigen al gran comedor, es hora de la verdad, es hora de asignar las casas, en el comedor hay muchas personas entre alumnos y maestros, pero de entre todos solo nos importan dos la profesora Granger de pociones y el profesor Weasley de defensa contra artes oscuras, comienzan a nombrar uno por uno a los estudiantes las casas están de fiesta hasta que llega el turno de dos estudiantes muy peculiares, Scorpius Potter se escucha y todo el comedor se queda en silencio mientras el chico camina al igual que uno de sus padres como si el suelo no le mereciera, Slyderin, grita el sombrero seleccionador y va a tomar su lugar en la mesa, nadie hace ni un ruido y nombran al segundo quien camina con miedo y como alguna vez hiso uno de sus padres con una ligera diferencia le rogo al sombrero no estar en Griffyndor, Albus Malfoy, Slyderin, con un suspiro corrió alado de su hermano y todo el gran comedor tenía miedo de hablar, ahí sentados ajenos a todo estaban los herederos de la familia Potter Malfoy, la prueba de que Harry estaba vivo y que Draco estaba con él.
- ¿y ahora qué? se preguntan los hermanos.