Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Como la flor de cerezo. por Bill Dean

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es un texto que no pude subir al lugar que necesitaba ser subido, pero necesitaba ver la luz del día, así que será aquí, dudo que alguien lo lea, pero el cotexto no es fácil de entender ya que pertenecía al "rol player". 

Los diálogos en comillas le pertencerían a la persona que era pareja de mi personaje, por ende no estoy segura del todo como serían así que por eso están así, es como que no me pertenece escirbir esas líneas así que las he puesto para tener una idea de las respuestas. 

 

Si lo llegan a leer espero les guste, la verdad no está editado ya no puedo esperar más y mi salud nunca se presta que pueda hacerlo o mi tiempo. 

 

Disfruten la lectura. 

Eran las nueve de la noche cuando la puerta de ese enorme hogar se abrió, no hubo ruido ni por parte de la pequeña ave que era como un hijo.

 

—Ah que cansancio, ummnh seguro ya está dormido Taquito y Kai no llega hasta dentro de una hora —se dijo a su sola presencia mientras estiraba los brazos.

 

Dejó su bolso en el perchero después de sacar el celular y fue hasta su habitación.

 

Tenía una hora para bañarse, hacerle la cena a su esposo y además era viernes, le daría un merecido masaje, pero lo que más nervioso lo tenía era su pequeño obsequio. 

 

"Ya basta de joder esta relación" se dijo una tarde después de leer sus mensajes, se amaban y a veces se dañaba sin querer, de algún modo se volvieron un poco de lo que juraron nunca hacer.

 

Ni siquiera sé lanzó a la cama fue directo a la ducha sacándose cada prenda camino a la ducha, lanzando acertado al cesto de ropa de sucia, aunque no parecía para nada un cesto; su casa era tan elegante que a veces se sorprendía de que fuera su casa. 

 

No esperó por el agua caliente simplemente se duchó en unos cortos diez minutos para salir de ahí directo al closet secando su cabello y cogiendo el celular en su paso. 



“Amor ¿Cómo estás? espero que te dejen salir un poco antes, cuidado porque creo que va a llover, al fin es viernes, gracias a dios es viernes” mandó aquello con una sonrisa dibujada en sus labios seguido de otro “Te amo” y un corazón morado adornó ese mensaje de texto. Recordó sus inicios con una inmensa cantidad de corazones morados y negros hasta no poder más, así que hizo lo mismo sonrojado por su bobo actuar. 

 

Tuvo que dejar aquel aparato de lado cogiendo su pijama un short corto y una camiseta de Kai, de esas que usaba cuando se quedaba en casa. 

 

—Huele tan rico —murmuró hundiendo  su nariz en esa camiseta, era su droga favorita por siempre. 

 

Si hablaban de drogas Koyou era un adicto a Yutaka, a sus miradas, sonrisas, besos, caricias, su voz, su olor… todo. 

 

Estremeció por completo cuando su mente pasó una imagen lenta de sus muslos siendo sujetados por los delgados dedos de su esposo, su manera de poseerlo, pero sobre todo su manera de cuidarlo... «No te quiero perder nunca» pensó muy feliz andando hasta la cocina con su húmedo cabello sujeto en una coleta ligera, en la mano cogía su celular, una carta y una pequeña caja.  

 

"Kai:

 

No sé cómo sentirme cuando te pongo sólo "Kai" porque ahora eres mi esposo, no me canso de decirlo eres mi esposo, mi esposo, mío y de nadie más, justo ahora pataleé de mera felicidad.

 

Mi esposo.

 

¿Estás cansado? Yo también, los días son pesados.

 

A veces soy muy apresurado porque quiero hacer muchas cosas, pero ¿sabes? Tenemos tiempo, es eterno y tú me lo has dicho, no sé porque no te escuché antes. La costumbre, tu inspiración, mi inspiración, los recuerdos, el no saber qué hacer en el momento indicado...todo eso se ha acumulado. Lamentablemente me he dado cuenta un poco tarde que a veces te reclamaba sin razón, no... No era eso, era que nuestra relación se basaba en saber si estamos o no, por costumbre o porque nos preocupamos ¿cierto? Nuestra relación era del día a día y evidentemente preocuparnos porque a veces estaba fuera de la costumbre. Un poco culpa tuya un poco culpa mía.

El tiempo que ahora dedicamos la verdad ha cambiado, pero eso está bien. Creo que mis miedos te han presionado mucho estos meses, lo siento ¿si?. 

 

Mis ganas de estar contigo, de hacer cosas juntos, de tenerte para mi en las vacaciones a veces nos llevaba a discutir o sin querer creaba un ambiente de soledad, perdón, no creo que haya estado tan mal, vamos… nuestra relación no es como las demás, pero ya empezaron a ser como las demás y no está mal, pero lo debo entender yo, creo que tú también… No me debes nada, no necesitas preocuparte por darme mi tiempo, no como antes, sino como el ahora lo permite. Seamos felices así. 

 

Me di cuenta que aunque yo esté de juguetón y bromeara sentías un peso que no correspondía, amor. Te hacía sentir mal y no me creías cuando era una broma, yo a veces me ponía sensible pensando que hacía enojar al grado que justo antes de la boda estábamos tensos, tenía miedo que no estuvieras.

 

En marzo cuando nos hemos dado un tiempo lo sufrí, no recuerdo qué sucedió antes de eso, pero… sé que fue mi culpa llevarte a ese extremo ese día, al rato estabamos extrañándonos como dos locos… si un día decides irte de nuevo espero suceda lo mismo, yo siempre estaré para ti, aunque a últimas fechas te he fallado y tu corazón no me lo has abierto ¿eh? prometo que eso va a cambiar y todo será como antes. Si un día decides irte, me iré contigo y tomemos nuestras manos; si un día decides volver y aún me quieres estaré ahí, al final en mi vida eres lo único que queda, eres lo más importante para mi. Así que por eso he abierto los ojos, perdón por decirte que ya no me quieres como antes, sé que solo estás cansado, sé todo eso. 

 

Vaya que la culpa nos ha cargado este tiempo, es decir yo me siento culpable y de inmediato me comienzo a defender, incluso de ti, perdón. 

Debo medir el tono con el que digo las cosas, son muy ácido a veces. 

También me di cuenta que mis estados a veces depresivos estaban haciendo un hueco, la verdad es que a veces eran para decir "ah te amo tanto que te extraño, pero aquí estás tú", otros días era porque mi humor no era el mejor, pero era conmigo mismo... siempre estabas tú para alegrarlo. 

 

Oh joder, incluso creo que dos días después de la boda discutimos por algo, o no recuerdo qué fue, pero perdón por eso, estaba muy apresurado. 

 

Te presionaba con tu ausencia, a veces un poco cruel te ibas y yo me preocupaba porque estábamos en algo cuando de repente desaparecidas, pero casi nunca lo fue, era un egoísta dame una buena bofetada, pero en la cama. 

 

En conclusión te pido perdón por todo y gracias por ver cada detalle de la boda conmigo, la casa, los anillos, los trajes, el lugar, todo. 

 

Perdón porque a veces nos hacemos daño y a veces no valoro lo mucho que me cuidas, siempre al pendiente de mi, una vez lo dije que no lo hacías, de broma porque andaba chipi, pero creo que lo tomaste muy literal, lo siento. 

 

Ahora que he pedido perdón espero podamos seguir adelante mejorando él uno con el otro, pero carajo... Tú ya eres perfecto para mí. 

 

Creo que la monotonía, esos problemas que nos cargamos, el cansancio hacen que no siempre sienta placer con tus besos, después despierta algo en mi que hace latir mi corazón con fuerza, creo que te pasa lo mismo... Sin embargo estoy seguro de que nos seguimos amando con locura, sólo debemos hacer lo de siempre, enamorarnos de nuevo. 

 

Yutaka, déjame enamorarte de nuevo cada mañana, cada día, cada segundo sin que lo esperes y sin orden. 

Yutaka te voy a enamorar hasta que no haya marcha atrás. 

 

Te amo. 

 

Atentamente: tu esposo. 

 

P.D. Te dejo un pequeño obsequio por este nuevo capítulo en nuestras vidas y dos meses de casados. 

... Gracias por nuestra maravillosa luna de miel, ahí te voy a enamorar más que nunca.”

 

Sabía el contenido de la carta y había esperado paciente a cumplir los dos meses de casados para dárselo, aunque no cambió mucho su actitud después de eso, unos pocos días antes de llegar a septiembre se hizo consciente de todo así que decidió arreglarlo… esperaba que Kai lo notara en esos últimos días. 

 

Suspiró dejando sobre la pequeña mesa central de la sala ambos detalles, la pequeña caja de negro mate con un moño lila, la carta colocada a su lado ligeramente inclinada; dentro se encontraba una cadena de plata con una flor de cerezo como dije y una nota. 



“Kai, sé lo mucho que te gustan las

flores de cerezo, tal vez es  

demasiado femenino para ti, pero

traté de que se adaptara a ti.

Nuestro amor como las flores de 

cerezo cada primavera; tú eres 

una flor de cerezo en el viento:

libre. 

Te amo.“

La cadena no era muy gruesa, pero tampoco delgada, el dije tenía el volumen de una flor de cerezo, hecho de oro rosado, con el centro de oro blanco… perfecto para Kai. Sonrió dejando su pequeño obsequio ahí. 

 

Una vez en la cocina no tuvo mucho que pensar y se dedicó a "cocinar". Era el típico arroz…  ni siquiera habían ido a surtir la despensa de tanto trabajo, suspiró frustrado sacando del refrigerador yogurt natural, fresas y haría eso, picar fresas para dárselo con el Yogurt, o simplemente le daría un cereal o pediría algo a domicilio. 

 

Salió con el ceño fruncido de la cocina tomando su celular para pedir algo a domicilio cuando miró las notificaciones, Kai ya regresaba a casa, sonrió tan feliz que tuvo que regresar a la cocina emocionado, inquieto. 

 

"Me quiero morir, ya no quiero trabajar" 

Era el primer mensaje que lo hizo colocar una expresión de tristeza, seguro regresaba más que cansado. 

"pero pude comprar comida en el camino, así que ya voy, bebé. Esperame cómo tu sabes en casa, te amo." 

 

Uruha terminó inclinándose sobre la mesa de la cocina soltando ruiditos de emoción cogiendo el celular para responder. 

 

"Ya podrás descansar cuando llegues, me voy a encargar de eso, mi amor. 

Gracias por comprar la cena, ya pensaba pedir algo. Maneja con cuidado." lo mandó con una sonrisa para ir a asomarse a la ventana que había en la conciba. 



—Tantos recuerdos, tantos… —pensó enternecido apagando la arrocera para asomarse un poco más a la ventana y admirar su jardín, era amplio, lleno de árboles y lucia esplendoroso esa noche. 



En ese momento vino a su mente la voz de Kai «Vamos a estrenar toda la casa» se sonrojó brutalmente en ese instante tapando sus orejas que se sentían calientes. 

 

Tragó saliva riendo porque era verdad, recordaba que la primera noche que se bañaron en el jacuzzi, pero tenían tiempo para estrenar el resto, era su casa y estaban casados. 

 

—No debería estar pensando en sexo después de estar pensando en lo bonito que es — se regañó en voz alta recordando el mes de mayo. 

 

Kai era tan bueno en ideas, recordó como prendió la televisión y puso aquellos videos eróticos mientras ellos hacían el amor, como succiona a con su boca… Esa noche terminaron antes de lo previsto por el viaje de Kai, después discutieron. 

 

—¡Maldición! — exclamó sintiéndose realmente mal por eso —Debo decirle que volvamos a hacerlo — susurró abriendo la ventana para refrescar su caliente rostro. 

 

Sobre todo calmar ese cosquilleo de su bajo vientre, juraba que podía sentir las manos ajenas recorrer su cuerpo, pero no debía dejarse llevar por la lujuria, no esa noche sobre todo por su esposo. 

 

“—¿Volver a hacer qué? —La pregunta salió detrás de su él, era la voz de Kai que siguió de los gritos de su ave.”

 

Uruha pegó un brinco sorprendido de no haber notado para nada su llegada o cuando abrió la puerta, seguro estaba tan perdido en sus pensamientos que no lo notó. Uruha sonrió a Kai que dejaba sobre la mesa una bolsa de papel, con el nombre del restaurante italiano favorito de Yutaka. 

 

Se quedó tan absorto en esa acción que antes de ir a abrazarlo, Kai ya lo había rodeado por la espalda y dejaba caer su mentón sobre el hombro del guitarrista. 

 

—Hola, mi amor —saludó Kouyou sonrojado de nuevo, por el calor que emanaba, por la emoción de sentir sus brazos y el cosquilleo de su piel, su aroma, su presencia. 

 

“—Hola, esposo. —respondió el aludido besando su mejilla. —¿De qué hablabas? Cuando llegué te vi absorto en la ventana así que te miré un largo rato.. Señor calenturiento, estoy casi seguro de que era por ese sonrojo — afirmó con un tono juguetón acorralado contra la ventana a Uruha que sentía como su cintura era cernida con fuerza y cariño.” 

 

—Basta… Kai —Se quejó con las orejas más que calientes. —Eso es abuso de poder de esposo… —afirmó con un puchero antes de responder muy sincero — En mayo, pensaba en mayo y la noche antes de que te fueras de viaje, que lo arruiné después y que quiero volver a hacerlo porque fue intenso y me gustó. — Lo miró a los ojos con su mirada tierna, sus labios abultados y lleno de vergüenza con su sonrojo. 

 

Kai no pudo más con eso así que soltó a reír en lugar de ponerse serio. 

 

“—Eres un calenturiento — aseguró callado por los suaves labios de su esposo que lo besó.” 

 

—Shhh lo sé, pero tú más que no has dejado de arrimarme tu pene desde que me abrazaste —le respondió sonriendo maldoso, incluso si Kai no lo hizo a posta todo el rato lo sintió contra sus glúteos. 

 

Kai soltó una risita coqueta pegando sus labios  a la oreja del más alto, entonces el ápice de ésta delíneo todo el glóbulo lento a más no poder, ambos temblaron, pero Uruha suspiró cerrando los ojos. 

 

“— Fue sin querer, sucio… podría comerte a ti, pero de verdad muero de hambre y traje carbonara. — confesó el batero riendo de nuevo al ver la cara de sorpresa de Uruha que también soltó a reír.” 

 

— Yo también, ve a dejar tu bolso a la sala en lo que sirvo esto — arrugó su nariz con mimo robándole un beso en los labios que pretendía ser casto. 

 

Jamás entendería como los besos castos terminaban a veces con sus labios moviéndose los unos sobre los otros, nunca comprendería la magia de girarse entre el abrazo de su esposo y terminar devorándose en un lento beso lleno de deseo, con su cintura sujeta por las manos ajenas, sus brazos rodeando los fuertes hombros, los pechos lo más cerca posible sintiendo como latía con fuerza, tanta fuerza que se sonrojaban ambos hasta las orejas. Un húmedo sonido desprendían ambos con sus párpados abajo, pero no del todo cerrados; chocando sus respiraciones y enervando el alma al cielo, sus cuerpos con la piel erizada y cálido calor recorriendo desde el bajo vientre hasta sus pechos. 

 

— Ah, ha ha… te amo —susurró Kouyou uniendo sus frentes con la respiración agitada, como si la lengua de Kai le hubiera arrancado el aire, pero fue sólo con sus labios, lo miró con la mirada brillante llena de emoción. 

 

“— Te amo —escuchó acompañado de una dulce sonrisa y un beso esquimal.” 

 

Después de estar un rato así, dándose mimos, ambos se separaron con el guitarrista haciendo burla con la carbonara, observando por encima de su hombro a Yutaka ir a la sala, mirar la pequeña mesa de vidrio y mejor aún… sentarse con una sonrisa en el sofá cogiendo la carta entre sus manos para olerla. 

 

Takashima no pudo dejar de mirar aún cuando su corazón latía desesperado en su pecho, estaba maravillado por las expresiones de su esposo y se sintió al borde las lágrimas al verlo abrir esa pequeña caja quitando con cuidado el listón, lo mejor de todo, lo mejor de toda su noche fue verlo sonreír al admirar la flor de cerezo, pero más aún cuando lo se encontraron sus miradas, ahí, en ese momento se volvieron a declarar amor en silencio. 

 

Tanabe no dijo nada más, simplemente dejó a Kouyou hacer la mesa mientras desdoblaba aquella carta con lentitud, leyendo palabra a palabra con su rostro cambiando de expresiones que el guitarrista ya no observó. 

 

Todo estuvo en su lugar como siempre, pero cambiando al mismo tiempo, cuando sintió que lo volvían a abrazar por detrás y escuchaba la voz de Kai sintiendo la humedad de sus mejillas, sintiendo sus besitos de pollo que lo hicieron llorar también. 

 

«Todo estará bien… Todo estará bien» pensó feliz mirando el café de los ojos ajenas, su brillo intenso y los sentimientos desbordándose en sus palabras, en todo él. 

 

Todo iría mejor. 

 

Como la flor de cerezo nace cada primavera su amor nacería cada día. 

Hasta que fueran eternos, hasta que el tiempo lo permitiera Uruha enamoraría cada día a Kai, como Kai ya lo hacía con Uruha. 

Notas finales:

Gracias por llegar hasta el final si lo han hecho. 

 

Su siempre intento fallido de escritora de fics les desea una buena noche. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).