Capitulo 1: Mudanza
Besos y gemidos eran lo único que se oía en la habitación; fría y oscura, carente de emoción alguna más que la pasión.
Cuerpos que se frotan y dientes que muerden y devoran la piel son los mejores aliados para la soledad...
Cuando Itachi se siente solo, al borde de la locura, la puerta de la habitación se abre, y Deidara aparece para darle calor. Un calor que desprecia pero que necesita (después de todo, es un simple humano)
-Asique por fin te dignas a abrirme, ¿eh?maldito - Deidara murmura en su oído, sujetándolo contra la pared, separando sus piernas con su rodilla, colocándose en medio de éstas.
Itachi suspira cuando Deidara comienza a frotarse contra él, y sujeta su cabello rubio con fuerza, acercándolo aún más a su cuerpo.
El calor comienza a crecer….
- ¿Qué pasa? ¿Cansado de sentirte solo?-
El Uchiha no responde, sólo se limita a tirar de su cabello con fuerza, forzando a que el contacto entre ellos fuese más profundo.
Los embistes por encima de la ropa comienzan a ser insuficientes, y es Itachi quien toma la iniciativa y desabrocha los pantalones del rubio y los suyos a continuación.
Deidara sonríe cuando siente una pierna engancharse a su cintura y sabe que Itachi hoy no tiene ganas de dominar.
-¿Te das cuenta que siempre terminas cediendo ante mi…?
Otra vez, Itachi no contesta, y Deidara clava sus dientes en su cuello , y lo muerde con bronca hasta romper su piel.
-Te crees muy importante, ignorándome durante días, creyéndote superior ….Y al final de cuentas, eres tú quien termina abriendo la puerta a la noche para que te folle…….- Deidara lame su herida,y luego lo mira a los ojos. Itachi le devuelve la mirada. Sus ojos negros brillan con tanto odio que siente que va a matarlo. Lo odia, lo detesta, y Deidara no puede evitar sonreir.
Lo besa en los labios, y empuja su pelvis contra el fuertemente, en un subidón de excitación.
La indiferencia de Itachi es condenadamente excitante.
Deidara los libera a ambos de las ultimas prendas y comienza a frotar su erección con la de Itachi mientras el muerde su cuello con fiereza. El rubio tiembla de placer al sentir los dientes rompiendo su piel y sujeta a Itachi por el cuello, para poder besar sus labios.
Sus bocas se juntan y sus lenguas se entrelazan en una batalla por ver quien tendrá el control.
El placer comienza a crecer y las ganas de tocarse más,van en aumento, como la mano de Deidara que hora envuelve a ambos y se mueve con mayor rapidez.
Deidara gime en la boca de Itachi, y en un movimiento brusco lo carga en su cintura. Su pene roza la entrada de Itachi con insistencia, y este no puede evitar soltar un gemido cuando lo siente tan cerca de entrar.
De pronto una alarma se enciende y retumba por toda la habitación. Es un sonido corto pero decisivo. Imposible de ignorar.
El llamado de Pain a los Akatsuki.
-Mierda, ¿es en serio?- El rubio maldice mientras siente a su compañero bajar de sus caderas- ¡¿No tiene otro mejor momento para llamarnos?!
-Tch…- Itachi también se queja, pero de inmediato comienza a cambiarse.
El líder de Akatsuki sólo hacía sonar la alarma una vez, aquel que intentara ignorarlo, moría. Pain consideraba que faltar a una reunión era una clara falta de compromiso con el grupo y eso era imperdonable.
-Maldición,estoy tan duro…- Se lamentó Deidara, resignándose a vestirse.
Itachi le lanzó una mirada de soslayo notando el bulto sobresaliendo de sus pantalones.
Apartó la mirada, resignado, y se subió los suyos con cuidado.
Él también lo estaba.
Fuera de la habitación, en el pasillo, se oyeron los pasos de los demás miembros dirigiéndose a la sala de reunión.
Itachi abrió la puerta, y salió primero, con un aura de un color peor que el negro.
Una vez todos reunidos en la sala, él y Deidara tomaron asiento lejos de la opaca luz de la habitación, esperando que ninguno de los miembros notaran que habían estado juntos.
-Nos mudamos- Setenció sin más el líder del grupo, Pain, cuando todos ya habian tomado su lugar.
-¿Tan pronto?-Uno de los miembros mas sadicos y viejos del equipo, rompió el silencio mientras recargaba su mejilla sobre su codo a modo de desinteres-Ni siquiera he salido a recorrer esta ciudad…- . Siendo una de las organizaciones más buscadas internacionalmente, no solían permanecer mucho tiempo en la misma ciudad- ¿Y a dónde iremos esta vez?- Preguntó aburrido.
-Espero que sea a un lugar con playa, hace tiempo no visito el mar…- Comentó otro de los primeros miembros del equipo, Kisame. El tipo era conocido por su falta de sensibilidad ante las misiones que se le eran encargadas, apodándolo como el bestia de sangre.
- Amegakure tiene lindas playas….- Le respondió su compañero de equipo, Sasori, sintiéndose animado por la idea de visitar el mar.
-¡Ni en sueños, el olor a pescado podrido me repugna! Hmm…
Itachi no estaba prestando atención a la reunión,realmente no le interesaba saber en dónde viviría durante unos pocos meses. Si tenía que ser sincero, cualquier lugar le daba igual.
-No nos mudaremos a Amegakure por el momento- Respondió el líder, calmando la pequeña disputa que se había formado entre los integrantes del grupo.
-¿Entonces a donde iremos?- Preguntó el miembro más viejo y sensato, Kakuzu. De este sujeto en particular no se sabia nada. Y por su aspecto terroriffico, todos lo preferian asi.
-Konoha- Respondió esta vez, la única mujer del grupo, Konan.
La piel de Itachi se crispo.
-¿Konoha?- Repitió Itachi en su mente, y Deidara en voz alta.
- ¿De dónde recuerdo ese nombre?- Continuó el rubio, mientras Itachi se mordía la lengua para calmarse.
-El ministro de Konoha ha sido descubierto por ser complice de pedofilia y trata de blancas. Nos ha contratado para distraer a los ciudadanos hasta que solucione las cosas.- Explicó Pain, lanzando al centro de la mesa un sobre con indicaciones y fotografías de la ciudad en la que vivirían desde ahora.-Tienen media hora para empacar, recuerden viajar con su compañero, y alternen el horario de partida. Nadie debe vernos llegar juntos…
Pain dio por finalizada la reunión y salio de la sala seguido por Konan. Los miembros restantes retomaron su camino hacia sus habitaciones, debatiendo acerca de su nuevo hogar.
¿Seria una ciudad activa socialmente? ¿Habría lugares interesantes para descanzar después de destruir y masacrar a la mitad de la población? Por lo general las ciudades que destruían (Casi siempre por pedido de sus mismos gobernantes para tapar sus propios desastres) eran grandes turísticamente. Las calles se encontraban llenas de personas, nadie se conocía entre si, por lo que les era fácil a los akatsuki mezclarse entre la multitud y salir a pasear después de haber cumplido con su misión.
Muy diferente era esta nueva ciudad a la que se mudarían en un par de minutos. Konoha- según lo detallado en las indicaciones del líder- era una ciudad pequeña, aburrida. No tenia lugares turísticos, por lo que los habitantes estaban acostumbrados a ver las mismas caras todos los días. Eso seria un problema. Si alguno era reconocido, seria el fin.
Itachi se mantenía ajeno a la conversación, como siempre cuando se trataba de mudarse de ciudad, pero a diferencia de otras veces, su silencio ocultaba algo.
Konoha… hacia varios años que no oia ese nombre. Su antiguo hogar. El lugar en donde su corazón se encontraba…
-Sasuke…- Murmuró al llegar a su habitación, sin notar que había alguien más que esperaba por entrar con él.
-¿Mmm?
Itachi miró a su lado, Deidara se encontraba apoyado en el marco de la puerta.
-¿Qué?- Preguntó volviendo a su fachada de desinteres, mirándolo con indiferencia.
-¿Quieres continuar lo de hace un rato antes de partir?
Deidara se colocó detrás de él, y arrimó su cuerpo.
-Ve a empacar. Ya no estoy de humor- Le advirtió, amenazante.
-¿Eh, puedo ponerte de humor en un segundo…- Ronroneo el rubio cerca de su oreja, causandole un ligero estremecimiento.
Itachi se pasó un mecho de su cabello por la oreja, y abrió la puerta de su habitación. Deidara sonrio victorioso, y espero a que entrara primero.
-Pierdete Deidara.
-Espera qué…
Itachi cerró la puerta antes de que pudiera entrar y se recargo sobre esta mientras escuchaba los gritos e insultos que Deidara le dedicaba.
-¿Planeas dejarme asi? Abre la puerta y ven a chupármela maldito!
Giró dos veces la llave dentro de la cerradura, y dejó que Deidara siguiera golpeando la puerta todo lo que quisiera. Caminó hasta el closet, y comenzó a guardar sus pertenencias dentro de una mochila.
Mientras doblaba sus prendas, buscó entre sus ropas una pequeña fotografía que mantenía alejada de la vista de los demás.
Una sonrisa apareció en su rostro al desdoblar el papel e inevitablemente acarició laimagen con con el pulgar, recordando el momento en el que había sido tomada esa foto.
Sasuke había estado tan feliz de haber ido al cine con él…
Habian pasado muchos años desde la ultima vez que lo había visto. Probablemente ahora Sasuke era todo un adolescente. Itachi sentía curiosidad por saber cuánto había crecido, o cómo era el tono de su voz, o si también tenía amigos, o si comía bien.
Posiblemente se había vuelto más alto, aunque podía apostar a que aún no había logrado pasarlo.
Si, lo más probable es que Sasuke midiera entre diez o quince centímetros más, desde la última vez que lo vio. Y en cuanto a la comida, no se preocupaba mucho, a su hermano solía gustarle cualquier tipo de comida, pero nunca solía excederse con sus porciones…
En cuanto a los amigos….
Una sensación amarga recorrió su estómago, y repentinamente su sonrisa se esfumó.
Queriá creer que Sasuke tenía amigos. Muchos. Y que a pesar de estar solo, no se sentía de esa manera.
Sin embargo, pensar que seguiría siendo el dulce y alegre niño que se llevaba bien con todos,como en la fotografía,era estúpido. Aunque le doliera admitirlo, sabía que la personalidad de Sasuke seguramente había cambiado gracias a él.
-Oye maldito…- Deidara volvió a llamar a su puerta e Instintivamente escondio la fotografía en su bolsillo- Ya nos vamos, lleva tu apretado trasero al carro en cinco minutos.
Itachi miró la hora en su reloj. Estaba tan concentrado en sus pensamientos, que no había notado cuando Deidara había dejado de insistir para ir a empacar.
Terminó de empacar sus pocas pertenencias, y caminó hasta salir de su habitación.
¿Sasuke… que clase de persona eres en este momento?