Esa noche había luna creciente.
Su luz se filtraba vagamente a través de la oscuridad penetrante del bosque. Aunque el sol ya se había escondido hace unas horas atrás, aún se podía percibir cierta calidez en el aire que vaticinaba la llegada del verano y que la primavera pronto se iría.
Una leve brisa corrió por el lugar, moviendo a su paso algunos mechones del oscuro cabello de Park Chanyeol. Alto y de contextura fibrosa, el hombre caminaba con tranquilidad por entre medio de los árboles que conformaban ese gran bosque que se extendía bajo sus pies.
La noche era joven y para Chanyeol no había nada más agradable que pasear y dejarse deslumbrar por la penumbra que cubría la vegetación dándole un cierto toque de misterio.
Sus pies descalzos acariciaban la tierra, alzando a cada paso el frescor de esta, la cual llegaba hasta sus fosas nasales llenándolo por completo de vida. El resto de su cuerpo estaba cubierto por telas ligeras ya que no toleraba muy bien el calor; y aunque solo eran unos pocos grados más de temperatura, él ya se sentía en pleno verano y como si el sol le estuviera dando de lleno en el cuerpo.
Por eso mismo él prefería salir de noche, cuando la temperatura era más tolerable, y no de día, donde seguramente moriría deshidratado. Claro que esto último es solo una exageración, él no moriría, pero si sudaría bastante y estaría incomodo ante la intensidad del calor.
Chanyeol se detuvo un instante para inspirar con fuerza el limpio aire que lo rodeaba. El olor a madera, tierra y pino se introdujo en sus pulmones con conocida nitidez, sin embargo entre medio había un nuevo aroma. Desconocido.
Perplejo, inspiro una vez más para asegurarse que no fuera su imaginación y poder así captarlo con mayor detenimiento.
En efecto, ese curioso aroma aún se encontraba danzando en el aire, logrando apreciar que este no era un olor desagradable, es más, era todo lo contrario. Era dulce pero con ciertos tintes que lo hacían tener carácter; y por sobre todo era adictivo. Por él, se quedaría ahí de pie apreciando cada partícula que expedía aquel aroma, descifrándolo, envolviéndose con su tersa esencia hasta poder grabarlo con certeza en su memoria.
Sin embargo ese impulso inicial cambio cuando percibió que la fragancia variaba. Una nueva nota llego a su nariz haciéndolo despertar de su letargo y enderezarse, sacudiendo todos sus sentidos.
Miedo.
El miedo abducía aquel aroma que lo había encantado y se percibía como una sombra que inundaba el bosque poco a poco.
Chanyeol abrió los ojos justo cuando las hojas de los arboles temblaron indicándole que alguien estaba alterando su usual paz.
Con la gracia propia de un depredador, Chanyeol se agazapó, apoyando la punta de los dedos sobre la húmeda tierra, mientras sus ojos y oídos percibían atentamente cualquier signo que le indicara su camino.
Silencio, todo estaba quieto.
Un solo y efímero grito a la lejanía fue suficiente para alertarlo, seguido por el temblor en la tierra producto de ser golpeada por varios pies al correr, lo cual fue percibido con nitidez por sus dedos.
Alguien corría peligro, y él, Park Chanyeol, no se quedaría ahí sin hacer nada.
***
Byun Baekhyun, un chico de cabello castaño que se caracterizaba por sus ojos alegres y vivaces, corría en ese instante despavorido por los irregulares terrenos de ese bosque.
Tenía la respiración agitada y le dolía un costado cuando intentaba captar más aire, haciéndole casi imposible tal empresa. Pero pese a todo no dejaba de correr.
Ni por un instante.
Ese día, Baekhyun había salido de excursión con unos amigos, a vivir la experiencia de acampar en medio de la naturaleza en aquel bosque que se encontraba a unas horas de la ciudad. Todo iba bien hasta que uno de sus amigos lo despertó en mitad de la noche para que lo acompañara al baño.
- Luhan, siempre dices que eres masculino, y ahora necesitas que alguien te acompañe a los arbolitos- se había burlado mientras salía de la carpa detrás de su amigo.
Delgado y con una cara que sólo se podía definir como bonita, Luhan simplemente despedía esa aura de que debía ser protegido. Aunque siempre intentaba mostrarse fuerte y duro para compensar su apariencia, Baekhyun sabía que esa rudeza sólo era hasta cierto punto.
- Esta oscuro y no quiero perderme- se defendió inútilmente, mientras que Baekhyun suprimió una carcajada para no despertar al resto.
Tan pronto como se alejaron unos cuantos pasos del campamento, sintieron que la atmosfera cambiaba, volviéndose densa, sintiendo que con cada paso que daban alguien los veía de cerca.
- Baek...regresemos- susurró bajito Luhan, aferrándose a su brazo mientras que el nombrado se limitó a mirar a su alrededor en busca de que alguien apareciera entre medio de la penumbra.
- ¿No querías ir al baño?- preguntó avanzando, pero su amigo ya lo había soltado quedándose quieto y pasándose las manos por los brazos como si quisiera quitarse una mala sensación al restregárselos.
- Si, es solo que no me siento cómodo
- Es el bosque, no el baño de tu casa- respondió Baekhyun, pero sin su típica ironía. Había algo en el ambiente que evitaba que lo fuera. Es más, percibía que la oscuridad los envolvía cada vez más y aunque sabía que estaba moviendo las piernas, sentía que no avanzaba nada.
- Baek...- lo llamo temeroso Luhan- Baekhyun no sigas...
Su voz se apagó de repente. Extrañado, Baekhyun se dio la vuelta encontrándose que su amigo miraba un punto fijo al frente de ellos.
Con lentitud, giró el rostro descubriendo que un par de ojos negros y brillantes lo miraban desde la oscuridad. Pronto se le unieron más ojos hasta que uno de ellos salió de la espesura del bosque dejándose ver ante un claro de luna. La luz no era mucha, pero fue suficiente para ver la silueta y los dientes letales que asomaban del hocico de aquel bestial animal.
El lobo se irguió ante ellos y el grito de Luhan fue lo único que logro sacar a Baekhyun de su trance.
-¡Corre!- fue lo único que pudo gritar Baekhyun al ver que el animal empezaba a acechar a su amigo.
Viendo que Luhan retrocedía con las piernas temblándole como gelatina, Baekhyun decidió hacer lo más arriesgado y estúpido que había hecho en su vida.
Tomando con fuerza la linterna que tenía en mano y confiado en su puntería se la lanzo al animal dándole justo en la cabeza, captando con ello su total atención.
-¡Luhan! ¡Corre!- volvió a gritar y al parecer esta vez el nombrado si logró reaccionar ya que vio como este se daba media vuelta. No alcanzó a ver si este corría, ya que tan pronto vio que Luhan se movía, él empezó a correr por su vida después de desatar la furia de aquel grotesco lobo que había golpeado con su linterna.
Los oídos le piteaban y su pulso se agolpaba con fuerza contra su cuello mientras seguía escapando, presa del pánico sin siquiera mirar atrás para ver si lo perseguía o no. Solo sabía que correría hasta que sus piernas no dieran más.
- Espero que Luhan llegue al campamento- pensó, tratando de borrar cualquier fatídica imagen en donde su amigo aparecía como comida de lobo.
Corrió y apoyándose en sus manos saltó un gran tronco que se le cruzaba por delante, y al hacerlo los vio. Como sombras grises, corrían uno a cada lado suyo y visualizó que había otro par de lobos corriendo más adelante.
Aterrado, pero sin detenerse, continuo corriendo, evadiendo árboles y ramas que chocaban contra su cara rasguñándola.
Sin embargo, los lobos se iban acercando cada vez más hasta que finalmente los que iban adelante le cerraron el paso, apareciendo frente a él.
Baekhyun quiso cambiar de dirección, pero fue en vano. Lo tenían rodeado.
Con la garganta ardiéndole entre cada bocanada de aire que daba, se giró para hacerle frente al mismo lobo que había golpeado. O eso suponía él.
Su mente estaba en blanco y solo percibía las gotas de sudor que corrían por su frente, tanteando un largo camino por su piel hasta su cuello donde se perdían en su ligera ropa de dormir, consistente en una polera y unos pantalones cortos.
Desesperanzado, miró a su alrededor en busca de algo que lo ayudara, pero lo único que veía era un par de ojos voraces mientras sus fauces se abrían para soltar guturales sonidos.
Entonces lo decidió: Si se lo iban a comer no se los haría fácil. Lucharía hasta el final.
Con eso presente y en un arranque impulsivo corrió en dirección en donde estaba el lobo más pequeño del grupo. Pese a ser el de menor tamaño no era menos fiero ya que también se lanzó al ataque impactando contra su objetivo, logrando en el proceso clavar sus afilados dientes en el hombro de su presa.
Baekhyun gritó de dolor y de sorpresa al sentir como se desgarraba su carne, cayendo de paso al suelo producto del impacto y el peso inesperado.
Aun así, e inmerso en la agonía, Baekhyun lucho por zafarse, moviéndose frenéticamente sintiendo que entre más intentaba librarse más se tensaba su hombro, como si estuvieran a punto se desgarrárselo totalmente del cuerpo.
Estaba empezando a darse por vencido, las fuerzas no le daban más y un entumecimiento se apoderaba rápidamente de sus extremidades.
-¡Maldición! ¡Lucha Baekhyun!- se decía una y otra vez, pero el punzante dolor en su cabeza y lo borroso que se volvía todo, hacía imposible su tarea.
Un aullido a lo lejos fue lo último que escuchó antes de que todo se apagara.
Chanyeol corrió a toda velocidad, deteniéndose de vez en cuando para olisquear el aire y luego seguir su camino. Unos minutos después su nariz sensible se arrugaba en el acto al percibir con fuerza el olor de la manada de lobos, deteniéndose inmediatamente.
Fue ahí que sus ojos lo vieron.
Sudoroso e inconsciente se encontraba el pálido cuerpo de aquel humano que lo había alertado de su presencia solo por su aroma. Mientras tanto, a su lado se encontraba el lobo que lo había atacado, soltando su hombro para ponerse de pie mientras su hocico estilaba gotas de sangre ajena.
La ira se apoderó de Chanyeol y antes de que fuera consciente de lo que hacía, arremetió contra aquel lobo, empujándolo lejos del debilitado cuerpo de Baekhyun.
Retrocedió unos pasos hasta quedar al lado del magullado chico, mostrando los dientes en señal de advertencia mientras sus ojos, generalmente marrones, se volvían rojos y feroces. Fue en ese lapso que percibió que se había transformado a su forma animal. En algún momento mientras corría había adoptado la forma de un gran lobo de pelaje oscuro que ahora amenazaba con matar a cualquiera que osara acercarse al chico.
Generalmente Chanyeol era consciente cuando pasaba de una forma a otra, ya que lo realizaba a su voluntad, pero esta vez estaba tan sumergido en su búsqueda que no había percibido cuando la había adoptado.
De todas formas daba igual. Como hombre o como lobo él protegería aquel desconocido.
El resto de la manada al ver a su compañero atacado no tardaron en rodear a Chanyeol para hacerle frente.
Chanyeol por su parte analizaba a sus contrincantes. Por sus tamaños y pelaje pudo deducir que la mayoría eran lobos corrientes. Salvo uno, que al igual que él, tenía la capacidad de cambiar de forma. Sabía que no estaba en su territorio y que se encontraba en desventaja pero eso no lo detuvo al momento de lanzar una mordida al aire en señal de advertencia cuando uno de los lobos intento acercarse a Baekhyun.
Solo eso fue necesario para que la batalla se liberara.
Los cinco lobos saltaron a su encuentro, siendo el líder el primero en dar el zarpazo inicial. Chanyeol logro esquivarlo, aunque el siguiente no tuvo tanta suerte. De todas formas logro defenderse y enviar uno de los lobos contra un árbol quedando uno menos.
Empujones, zarpazos y mordidas iban y venían, pero Chanyeol no era del tipo que se rendía y cada vez que le daban un golpe el devolvía dos más.
Estaba tirando a otro lobo lejos cuando en eso lo escuchó. Un leve quejido, casi inaudible, pero no para sus oídos de lobo. Se volteó justo para ver como el líder de la manada hincaba los dientes en la herida ya presente en el hombro de Baekhyun y posaba sus ojos maliciosos sobre los pasmados de Chanyeol.
- ¡Como se atreve!- fue lo que pasó por su mente, rechinando los dientes al tiempo que contraatacaba a los lobos restantes que le cerraban el paso.
Cuando terminó con ellos vio con horror que el líder se alejaba arrastrando el cuerpo inconsciente de Baekhyun por una pequeña pendiente dejando un rastro de sangre en su camino. Con furia asesina Chanyeol corrió hasta él y descargó contra su cuerpo, obligándolo a soltar a su presa.
Aunque se encontraba debilitado por la anterior pelea, sacó fuerzas de donde no tenía y batalló contra el último y más fuerte de sus enemigos.
Atacándolo directo en el cuello y forcejeando por varios minutos Chanyeol finalmente logró doblegarlo y ahuyentarlo. Pero antes de irse este volteo con el hocico ensangrentado y lo encaró con la mirada.
- Sabes que ese chico está condenado- gruño el líder en su mente- No pasará de esta noche
Y con ese último vaticinio desapareció.
Chanyeol no se movió de su posición hasta que estuvo seguro que el otro no volvería. Fue ahí que se volvió hacia Baekhyun que yacía un poco más allá.
Con cautela se acercó y miro al anémico chico, quien tenía el rostro contraído por el dolor y su cuerpo temblaba ligeramente producto de lo mismo.
Chanyeol maldijo por lo bajo.
Ese bastardo lo había vuelto a morder a propósito para marcarlo como su propiedad, gracias a que sus colmillos hicieron contacto con la sangre contraria. Lo problemático de eso era que esa mordida no era lo mismo que una de un lobo normal. Ellos, por ser cambiaformas tenían la ventaja, o desventaja en este caso, que su mordida era letal, variando su efectividad según el tamaño de la presa. En el caso de Baekhyun, por ser humano, tendría efecto en unas pocas horas más, a menos que intentara transformarlo en uno de ellos.
Pero para lograrlo debía cumplir cierto ritual. Uno que Chanyeol se vería obligado a utilizar si es que deseaba que aquel humano viviera.
Para sacar la marca hecha por el otro cambiaformas tendría que hacer la suya propia en el mismo lugar para erradicarla completamente; sin embargo mientras lo mordía debía poseerlo de todas las formas posibles y eso involucraba tener sexo con él.
Bufó ante la idea. No esperaba que se complicara tanto.
No es que le desagradara, pero no estaba muy seguro cuan dispuesto estaría el chico en apoyar la idea de tener sexo con un total desconocido, medio lobo, con el argumento de que eso salvaría su vida.
- Supongo que lo sabré cuando despierte- pensó al acercar su hocico hasta la herida expuesta. La camisa se había desgarrado con el forcejeo y le entregaba una total visión del daño.
Con cuidado, paso la lengua donde los dientes se veían marcados, limpiando la herida y sacando así parte del veneno de los colmillos para disminuir el malestar de Baekhyun, el cual pasó a tener una expresión mucho más apacible.
Con delicadeza cargo al castaño sobre su lomo para ir en busca de un lugar seguro. Con la sangre esparcida era bastante posible que llegaran otros lobos y ya no le quedaban energías para otra batalla más.
Con eso en mente se interno por el espesor del bosque.
***
Después de llevar un buen rato buscando, Chanyeol había encontrado por fin un lugar propicio para ocultarse, una cueva en donde estaban alejados de miradas indiscretas y seguros hasta la mañana siguiente. Se había preocupado también de marcar las cercanías con su olor para dar a entender a los otros lobos que ese era su territorio y no se acercaran.
En un principio, Chanyeol había pensado ir hasta su hogar para poder atender mejor al pequeño humano y no en una rudimentaria cueva, sin embargo su casa se encontraba cerca de la frontera del parque, siendo demasiado riesgoso llevarlo hasta ahí. El camino era largo y por el estado del castaño no podía arriesgarse a gastar preciadas horas en un viaje cuando no estaba muy seguro cuánto duraría el humano con vida.
En general Chanyeol solía pasar bastante tiempo fuera de su hogar, le encantaba perderse en la espesura del bosque como todo buen lobo, y gracias a que la naturaleza le entregaba la mayoría de las cosas que necesitaba para subsistir, no debía preocuparse por tener un trabajo estable. Tenía una pequeña huerta en el patio trasero que le daba lo que necesitaba, y cazando de vez en cuando pequeños animales lograba saciar completamente su hambre.
Gracias a esa libertad que disfrutaba, podía pasear noches enteras por el bosque, alojando en distintas partes, por lo que el escondite en el que estaban ahora no le era incomodo para nada. Sin contar que no necesitaba de muchos artículos personales cuando lo hacía ya que en su forma lobuna lograba arreglárselas bastante bien, salvo cuando cazadores rondaban la zona. Había ocasiones que estos lo tomaban desprevenido, y tenía que adoptar su forma humana teniendo que tomar prestada ropa de algún turista en el proceso para no espantar a alguien por verlo caminar desnudo por el bosque. Aún recordaba la vez que no logró conseguir nada y término siendo igualmente perseguido por un tipo, con escopeta en mano, por ser un degenerado.
Por lo mismo y para evitarse esos malos ratos, tendía a tener cuidado para que sus ropas no se desgarraran...
- Como ahora- murmuro irónico al apreciar como su desnudez se hacía visible ante el fuego que recién había encendido. Pese a la batalla que había sufrido momentos atrás su cuerpo no mostraba mayores daños, solo algunos rasguños menores que ya sanaban gracias a su rápida cicatrización.
En ese instante estaba con la duda de que era mejor: presentarse ante el humano como un lobo o mejor de esa forma, sin nada encima. Estaba seguro que cualquiera de las dos lo espantarían por igual pero imaginó que debía estar bastante traumado de los lobos, así que como humano era más convincente.
- Además puedo comunicarme de esta forma, como lobo serían puros gruñidos- continuo con su monologo lanzando un nuevo leño al fuego.
Miro por sobre su hombro al chico para comprobar que seguía sin despertar. No tenía mucho tiempo y no sabía cuánto más se demoraría en abrir los ojos, por lo que optó por la solución mas corta. Despertarlo él mismo.
Más por costumbre que por otra cosa, se acercó sigilosamente hasta Baekhyun, quedando a su lado. Observó con detenimiento su cara, deteniéndose en sus rasgos finos que le proporcionaban una apariencia delicada pero que contrastaba con su aroma, el cual denotaba un carácter fuerte. Chanyeol era capaz de percibir esos pequeños detalles que un humano normal no apreciaría, ya tanto su físico como su esencia, eran pedazos de información que le indicaban sobre cómo era una persona hasta cierto punto. El resto tendría que averiguarlo al momento de hablar con él.
Pasó sus dedos por la tersa piel y se detuvo en la fea herida de su hombro que ahora adquiría un color púrpura cerca de los orificios dejados por los dientes y se volvía más azul a medida que se alejaba de ese punto.
Debía apurarse.
- ¡Hey!- lo llamó moviéndolo del otro hombro- ¡Despierta!
Nada. Debía ser un poco más insistente si quería que abriera los ojos, sin embargo por más que lo movió no lo logró.
Con el ceño fruncido Chanyeol observó con impotencia el apacible rostro dormido y por un instante se preguntó si sería muy malo hacer todo el rito con él dormido.
- Eso sería una violación- se dijo vetando la idea de una y soltando una gran bocanada de aire.
Apoyó su barbilla en su mano y vio al chico una vez más, embriagándose de paso con su fragancia.
Debía admitir que era guapo y se preguntó si sus labios sabrían tan bien como su olor.
Con la curiosidad implantada en su cabeza se acercó al rostro ajeno. Tanteó sus labios con los dedos, percibiendo su textura y finalmente los unió con los propios en una caricia inocente.
Pese a la cálida temperatura que aumentaba de a poco con la fogata, los labios de Baekhyun estaban fríos contrastando con los tibios de Chanyeol, pero aun así para el lobo fue el edén. Su pulposa suavidad lo deleitó, llegando a morder el labio inferior para poder percibirlo con mayor claridad, para luego reemplazarlo con su lengua llevándose el sabor directo a sus papilas gustativas.
Si bien su olor era adictivo, no era nada comparado con su sabor.
Ahora no solo existía en su interior el interés de ayudarlo, sino también el deseo creciente e imperativo de poder poseerlo en plenitud. La excitación embargó su cuerpo, palpitando con fuerza en su pecho hasta llegar a tensionar su parte baja.
Estaba tan ensimismado deleitándose de los labios ajenos que no percibió que estos comenzaron a moverse y a corresponder el beso.
Baekhyun estaba despertando de la nebulosa neblina en la que su mente estaba metida, siendo atraído por una tierna caricia y una calidez que le embriagaba los sentidos al nivel de querer probar más de ellos y seguir disfrutando.
No fue consciente de lo que estaba haciendo hasta que sintió algo húmedo y ajeno introducirse en su boca. Abriendo los ojos en el proceso, se encontró de frente con la cara de un desconocido.
Sin pensarlo dos veces, empujó al susodicho lejos de su persona, pero tan pronto lo hizo, se arrepintió. Un tirón fuerte y punzante se alojó en su hombro haciéndolo gemir en respuesta.
-¿Estás bien?- preguntó Chanyeol con su profunda voz desconcertando más al otro- No era mi intención asustarte.
Baekhyun parpadeó incrédulo, tratando de procesar como de ser perseguido por una manada de lobos hambrientos había terminado besándose con un total desconocido.
Un muy guapo desconocido, debía admitir.
Lo primero que le llamó la atención fueron sus grandes ojos. Estaba seguro que cuando los vio por primera vez estos eran rojos, pero ahora al fijarse nuevamente, estos eran castaños, igual que los suyos, por lo que asumió que lo anterior solo había sido parte de su imaginación. Luego continúo observando su rostro, notando como sus masculinas facciones eran enmarcadas por un cabello lacio y largo que le daba un aire salvaje y rudo.
Continuando con su escrutinio se percató finalmente que el extraño se encontraba completamente desnudo. Del asombro, paso la indignación al tiempo que su cara se ponía roja al notar que el miembro contrario se encontraba bastante despierto y listo para la acción.
- Perdón por eso- soltó Chanyeol al ver la mirada que el otro le echaba- No es algo que pueda controlar…
Avergonzado de ser descubierto, Baekhyun alzó la vista para encontrarse nuevamente con esos enormes y expectantes ojos.
Sabía que debería sentir miedo y desconfianza de aquel sujeto; después de todo el tipo podía ser algún lunático violador, empezando por el hecho de que estaba desnudo y lo había besado mientras él estaba inconsciente…
Sin embargo no lo estaba.
Tal vez era por el leve mareo que lo inundaba y todo lo ocurrido con los lobos lo que evitaba que se asustara de algo; o era el mero hecho que ese sujeto, pese de haberlo besado de la nada, le seguía transmitiendo confianza y seguridad, por raro que sonara.
-¿Quién eres?- preguntó finalmente, mientras el otro se alejaba hacia la fogata. Su mente era una maraña tal que prefirió partir con preguntas básicas y no intentar crear algo más complejo que eso.
Chanyeol sonrió irónico. Decir que era un lobo con la capacidad de transformarse en humano no era lo mejor que podía decir en ese momento. Aunque sabía que en algún punto de la noche tendría que decírselo, sentía que ese instante no era el mejor. Por lo mismo optó por algo más…sencillo.
- Soy Chanyeol- contestó discretamente- ¿Y tú?
- Baekhyun- contestó, observando con detenimiento como el color de las llamas danzaban sobre la piel contraria, delimitando su musculosa figura. Aunque era delgado, se podían apreciar los músculos de sus brazos fuertes y fibrosos. Por un instante Baekhyun se imaginó como sería ser abrazado por ellos.
- Estas pensando incoherencias Byun Baekhyun- se dijo al tiempo que enfocaba la vista en el fuego- ¿Cómo me trajiste aquí?
- En mi lomo- pensó Chanyeol para luego contestar en voz alta- Te subí a mi espalda.
- ¿Y cómo me encontraste?
- Siguiendo tú aroma- pensó otra vez y sin embargo cambio igualmente su respuesta- Estaba paseando cuando escuché el aullido de los lobos
- ¿Y tú te acercaste a donde estaban?- preguntó entre sorprendido e incrédulo- No me dirás que peleaste contra ellos, ¿o sí?
- Si - se dijo. Pero nuevamente, suspiró y contestó- No, cuando llegué ya se habían ido y tú estabas tirado en el piso- explicó volteándose a verlo.
El bajito lo miró y algo en su postura le dijo que no estaba siendo del todo sincero. Aunque sus ojos no mostraban expresión alguna, Baekhyun estaba seguro que aquel extraño sujeto con complejo de desnudista le estaba mintiendo y por como era su personalidad decidió decírselo abiertamente.
- No eres sincero- soltó y pudo ver un leve tintinear en los ojos de Chanyeol. Había sido momentáneo pero lo suficiente para saber que estaba en lo cierto- ¿Qué fue lo que pasó realmente?
Un silencio se formó entre los dos y Chanyeol apretó los labios negándose a pronunciar palabra.
Baekhyun frunció el ceño pero no insistió más. Por ahora.
- Bien si no me quieres decir, no importa- soltó con un tono levemente molesto.
Chanyeol se mantuvo estoico observando el fuego. Como suponía, el chico tenía su carácter. En vez de asustarse y salir corriendo cuando lo vio, fue y le pregunto quién era junto con lo que había sucedido. No solo mostraba autocontrol, sino también era perceptivo, lo cual lo inquietó.
¿Cuánto más podría ocultarle lo que él realmente era?
Pero lo que más lo inquietaba era su reacción: correría tal como él lo imaginaba o lo sorprendería nuevamente actuando diferente a lo esperado. En ese instante quería creer que era más la segunda opción y la curiosidad de saber como sería estaba revoloteando en su estómago.
Ese chico realmente le resultaba interesante, no solo por su aroma y físico, sino también por su personalidad. No era con alguien que se fuera aburrir, eso era definitivo.
- ¿Siempre paseas desnudo?- pregunto finalmente Baekhyun, y Chanyeol se tensó.
- Si
- Mentiroso
- ¿Por qué lo dices?
- Tus hombros se elevaron cuando te lo pregunté y tu voz sonó demasiado mecánica al responder...
- ¿Y solo por eso me llamas mentiroso?- cuestiono ceñudo Chanyeol haciéndole frente al bajito que se limitó a encogerse de hombros.
No era solo la postura de Chanyeol que lo hacía pensar eso, sino también algo dentro suyo le indicaba que algo escondía.
- Es solo que das esa sensación- contestó finalmente
Bien tenía razón. Baekhyun definitivamente era alguien agudo, y lo peor es que eso lo atrajo aún más.
-¿Sabes? eres interesante. Dices lo que piensas sin avergonzarte
- ¿Por que debería avergonzarme?- preguntó altivo Baekhyun. No era la primera vez que se lo decían y sus amigos le aconsejaban que se moderara un poco o podría meterse en problemas, pero él no les hacía caso. Aunque debía admitir que era la primera vez que alguien le decía que esa cualidad era "interesante".
Chanyeol por su parte sonrió divertido por su actitud.
- No, no deberías avergonzarte. Es bueno expresar lo que uno piensa, muestra honestidad- le respondió y pudo notar como el otro abría la boca mudo de la sorpresa- Pero también es importante que escuches a los demás
Bien, Baekhyun cambio su forma de ver aquel desconocido, no era solo atractivo, sino también inteligente.
Sonrió. Tal vez no era tan malo después de todo haber sido encontrado por él, pero por mucho que quisiera seguir preguntándole cosas y hablar con él debía regresar a su campamento.
¡Diablos! la jauría podría haberlo abandonado para atacar a sus amigos.
¡Ni siquiera sabía cómo estaba Luhan!
El miedo invadió sus sentidos. Olvidándose de todo, se levantó abruptamente, decidido a ir por sus amigos, sin embargo antes de que pudiera dar siquiera un paso, perdió el equilibrio producto del mareo que lo invadía desde que había abierto los ojos. Cerró los ojos esperando el impacto de sus rodillas contra las piedras del terroso suelo, cuando en eso dos fuertes brazos lo agarraron.
No estaba muy seguro de como Chanyeol había logrado reaccionar tan rápido, pero eso poco le importó cuando su cara contacto contra su pecho desnudo y sus brazos lo rodearon protectoramente.
Ahora que sabía lo que se sentía estar rodeado por sus brazos, no quería que terminara.
Era tan agradable y cálido, pero lo que más le gustaba es que desprendía una energía que lo embelesaba.
- No deberías levantarte tan rápido, hazlo con más calma la próxima vez- susurró contra su pelo y Baekhyun se estremeció ante el profundo tinte de su voz.
¿Qué le sucedía? ¿Que tenía ese sujeto que lo desconcertaba de esa forma?
Chanyeol por su parte inspiró su adictiva esencia, la cual de verdad le encantaba. Podía estar así por años, pero lo que más le sorprendía es que su cuerpo deseaba llegar a más. Cada fibra se tensionaba al sentir el aire cálido que Baekhyun soltaba con cada exhalación contra su piel. Su mente le pedía a gritos que lo tomara y besara sus labios una vez más, antes de adentrarse en lo más profundo de sus ser.
Lo peor es que ya no era solo su cuerpo, su ser entero era ahora quien también se lo exigía.
Sabía que tarde o temprano sus instintos cumplirían su cometido y Baekhyun tendría que ceder si quería volver a ver la luz del sol, sin embargo aún no lo haría. Quería al menos acostumbrarlo a su presencia, ganarse un poquito de su confianza, antes de tirarle la bomba.
Así que haciendo uso de todo su autocontrol se alejó a regañadientes de su calidez.
- Es mejor que te sientes- le aconsejó, ayudándolo a acomodarse sobre una roca- ¿A dónde pensabas ir?, si necesitas algo puedes pedírmelo y yo te lo traigo...
Baekhyun cerró los ojos tratando de calmar el malestar, al tiempo que pensaba en que responderle.
¿Cómo decirle a alguien que le ofrecía ayuda que debía irse?
Aunque no le gustara, tenía que decírselo y de paso agradecerle por su ayuda.
- Tengo que irme- murmuró con los ojos cerrados- Mis amigos pueden estar en peligro. Esa jauría de lobos los puede estar atacando ahora y yo... aquí- finalizó abriendo los ojos y al instante sintió que se le formaba un nudo en la garganta al ver la expresión de Chanyeol. Se veía sorprendido pero también denotaba tristeza.
Chanyeol debía admitir que le había dolido escuchar que el otro quería irse, pero se sintió peor cuando supo su razón. Había estado tan embobado por Baekhyun que no se había percatado en la presencia de los otros humanos.
Lo malo es que Baekhyun tenía razón y lo más probable, y por el tiempo que llevaban ahí, es que sus amigos ya ni siquiera estuvieran con vida.
Se odió por su ineficiencia, y más aún cuando sabía que todavía no salvaba completamente al humano que tenía a su cargo. Sin embargo prometió que lo haría. Lograría mantener con vida por lo menos a uno de ellos.
- No puedes mantenerte de pie, ¿cómo piensas hacerlo?- cuestionó finalmente, algo distante.
- Solo fue porque me levante demasiado rápido- rebatió testarudo
- ¿Y tu herida?- pero antes de que Baekhyun lo contradijera agregó- Los lobos van a percibir el olor a sangre y te van a perseguir de nuevo. Aunque lograras encontrar a tus amigos, cosa que dudo por lo oscuro que esta, los expondrías a una jauría de lobos hambrientos.
Sus palabras fueron duras y frías. Chanyeol sabía que había sido rudo, pero si no era así Baekhyun no le haría caso.
-¿Entonces qué hago? ¿Me quedo esperando que no les pase nada?
- ¿Que podrías hacer tú si ni siquiera fuiste capaz de protegerte a ti mismo?. Esos lobos casi te comen de no ser...
- ¿De no ser, que?- preguntó suspicaz Baekhyun, mientras el otro apretaba los labios. Se había dejado llevar por una ira momentánea y casi cometió el error de delatarse.
- Nada- bufó al final- Lo que importa es que no puedes irte
- ¿Por qué no?
- Creo que fui bastante claro. Si llegas a poner un pie fuera vas a ser cena para lobos
- No te creo- sentenció el bajito y Chanyeol alzó los brazos exasperado. No pensaba que fuera tan testarudo- Si fuera como tú dices, entonces porque no estoy muerto ya. A ti no te atacaron cuando me trajiste, así que ¿por que deberían atacarme ahora?
- ¿Estas si quiera siendo razonable?. Te digo que es peligroso
-¿Y porque siento que no eres del todo honesto? ¿Que estas ocultando?
Chanyeol arrugó la frente preguntándose que tipo de habilidad psíquica tenía ese chico para darse cuenta de que lo estaba engañando hasta cierto punto. Tal vez él era muy obvio o ante Baekhyun se le hacía más difícil aparentar. De todas formas decidió que la situación ya no daba para más. No valía la pena seguir ocultándolo y por lo obcecado que resultó el bajito, estaba más que seguro que gastaría bastante tiempo en convencerlo de que accediera a ser ayudado a su "modo".
- Bien si quieres saber la verdad te la diré- anuncio y percibió que había captado la total atención del castaño. Si bien había tenido su atención desde un principio, se percató que esta se desviaba bastante seguido hacia su cuerpo desnudo, a diferencia de ahora que lo miraba fijamente a los ojos.
- Bien, ¿cuál es?
- Cuando llegué los lobos todavía estaban ahí, uno te tenía sujeto del hombro mientras el resto se acercaba- miró fijamente a Baekhyun que ya empezaba a fruncir el ceño- Yo los enfrente para que te soltaran.
-¿Me estás diciendo que eres un súper hombre? ¿De esos que pelean con lobos y sale ileso?
- No- y esta vez la voz de Chanyeol se volvió más profunda, acercándose hasta encajonar a Baekhyun contra la pared apoyando sus manos a los costados. Con satisfacción vio como el castaño tragaba con fuerza por su cercanía- Te estoy diciendo que te salve la vida a cuesta de mordidas y zarpazos. Bueno no completamente- hecho una rápida mirada a su herida y agrego- Esa mordida está infectada y si no dejas que te ayude es muy probable que no despiertes en la mañana
Baekhyun lo miró mudo. Por primera vez su cerebro contestatario no sabía que decir, la cercanía de Chanyeol le había embriagado los sentidos y le dificultaba procesar con rapidez.
Por su parte, el lobo estaba igual de perdido que él. Una imperiosa necesidad le quemaba el cuerpo al estar tan cerca de Baekhyun, más cuando pudo oler la emoción que recorría a su cautivo: deseo. Baekhyun no estaba cohibido por su cercanía, sino todo lo contrario, anhelaba que se acercara más y eso lo excitó. Estaba por ceder a sus impulsos cuando Baekhyun decidió hablar.
- No entiendo- murmuró finalmente
- ¿Qué cosa?- preguntó Chanyeol alzando una ceja
- Lo que dices... yo no te veo con grandes heridas, pese a que insinúas que te atacaron- continuó murmurando Baekhyun pero con la mirada fija en aquellos ojos marrones, que centellaron con viveza.
- ¿Quieres saber o quieres que te lo muestre?- susurró contra su oído y Baekhyun se mordió el labio intentando de controlar los espasmos de placer que recorrían su cuerpo al escuchar su voz tan cerca.
- Muéstrame...
Chanyeol sonrió complacido, y aunque aun tenía sus dudas al respecto si esta era la mejor forma, igual lo hizo.
- Bien. Recuerda que tú quisiste saberlo
Baekhyun asintió y con detenimiento observó como los ojos de Chanyeol cambiaban de color pasando de café a un rojo similar al de las llamas que chapoteaban a sus espaldas.
Pero lo que siguió lo dejo pasmado.
Chanyeol había tomado cierta distancia antes de transformarse y cuando vio la expresión que le dedicaba el otro supo que eso no terminaría nada bien.
Baekhyun estaba pegado a la muralla, con la respiración agitada y los ojos abiertos de par en par sin creer lo que veía, menos aun cuando ese cuerpo pasó a estar rodeado completamente de pelo convirtiéndose finalmente en un gran lobo café oscuro.
Lo primero que Bakehyun pensó fue en salir corriendo, y así lo hizo.
Se levantó como pudo, pero no logró avanzar mucho debido a sus temblorosas piernas, cayendo de golpe al suelo.
Cuando vio que el lobo se acercaba, retrocedió.
- ¡Aléjate!- grito con miedo, sin que su cerebro pudiera razonar que aquel animal fuera el mismo humano que lo había salvado. Para su sorpresa el lobo obedeció y retrocedió.
Sentándose en sus patas traseras, el animal lo miró esperando a que se tranquilizara.
Baekhyun miraba alternativamente una y otra vez a Chanyeol y luego la salida de la cueva, decidiéndose al final por esta última. El lobo hizo el ademán de pararse pero el otro lo detuvo.
- ¡No te acerques! ¡Ni me sigas! Me iré y espero que me dejes en paz
El lobo agacho la cabeza junto con sus orejas al escucharlo, y lo último que Baekhyun pudo ver antes de irse fue que adoptaba su forma humana y que sus tristes ojos marrones lo dejaban partir.