Knuckles soltó un suspiro de aburrimiento, en su lugar habitual encima de la Esmeralda madre, observaba el cielo azul sin ningún interés. Por uno momentos pensó en ir a visitar a Sonic, pero la idea se desvanece tan rápido como aparece. La débil luz que sale de la Esmeralda le recuerda que tiene un deber, y además la razón por la que no sale de la isla.
El Echidna cierra sus parpados, dispuesto a dormitar lo que queda del día. Sin embargo. Tan inesperado y sorpresivo. Una presencia activa toda las alarma de Knuckles, levantándolo en el acto. Una presencia no identificada había puesto un pie en la isla.
Knuckles salta de la esmeralda para aterrizar en el último escalón del santuario.
La presencia se acerca a una gran velocidad hacia su dirección. Pensaría que sería Sonic, pero la energía de esta presencia confirma que no es el erizo Azul, pero si alguien que está muy cerca para el disgusto del pelirrojo.
Colocándose en posición de combate, Knuckles espero al desconocido, dispuesto a darle una paliza por haber entrado en territorio prohibido.
Entre los árboles, una persona inesperada apareció.
Shadow.
Knuckles no había visto al mencionado en mucho tiempo, casi tres años si mal no recuerda.
_ Tu... Quítate de mi camino. _
Las palabras cayeron como un barde de agua fría al Echidna. Anteriormente había pensado que Shadow había pasado de ser un enemigo a un aliado circunstancial, neutral en el mejor de los casos. Ahora. El mismo erizo que no había considerado enemigo se para frente a él, ordenándole apartase del camino, el camino que solo lleva a una cosa.
La Esmeralda Madre.
Oh no. Knuckles apretó los dientes. La intensidad de su mirada fue suficiente respuesta para el erizo oscuro. _ Vete de mí isla. _ Agrego con hostilidad el guardián.
_ Bien. Que así sea. _ Shadow no dudo en lanzarse hacia el guardián. Knuckles casi se sintió ofendido por la forma de actual del erizo, como si no le fuera costar nada vencer al guardián. Knuckles frunció el ceño, deteniendo el golpe de Shadow en el acto. El Echidna le mostraría una verdadera pelea a puño.
_ Shadow, no sé lo que quieres. Pero no voy a permitir que te acerques más. _ Y con eso, agarrando el puño que había tenido toda la intención de golpearlo, lo arrastra con fuerza fuera del perímetro del santuario, con eso Knuckles por lo menos puede sentirse más a gusto para pelear sin tener que estar pendiente de la esmeralda.
_ No necesito de tus palabras. Entrega la Esmeralda. _
_ En tus sueños._
Es así como ambos se centra en una pelea, donde Shadow tiene que esquivar constantemente los golpes de Knuckles si no quiere terminar con un agujero por extremidad. Mientras que Knuckles tiene que tener sumo cuidado con la velocidad del erizo, la cual no duda en utilizar para darla una gran cantidad de ataques al Echidna.
_ Dame la Esmeralda. _
Knuckles no responde. Shadow se prepara para utilizar la energía caos. Knuckles al ver esto, sonríe de lado. _ Eres estúpido. _ Exclamo para disgusto del erizo. Shadow terminan lanzando una lanza de energía caos, en espera de que eso sea suficiente para terminar con esta pelea. Lo que no contaba, es que Knuckles alzara una de sus manos hacia el rayo, desvaneciéndolo.
_ ¿Qué? _ La sorpresa de Shadow fue bastante gratificante para el guardián, quien con una sonrisa exclamo.
_ Soy el guardián de esta isla, de la Esmeralda Madre. ¿Esperabas que la energía Caos fuera un problema para mí? _
Shadow gruño entre dientes. _ Esto es ridículo. Dame la Esmeralda. _
Knuckles soltó un suspiro irritado. _ No lo hare, ¿Para qué quieres la Esmeralda? ¿No es suficiente con las Esmeraldas del caos? _
Shadow guardo silencio, no es que sorprendiera a Knuckles, el guardián se preparó para un próximo ataque, no tenía tiempo para dudas. Sin embargo, Shadow dejo de estar en guardia.
El medio erizo tenía una mirada conflictiva, pero por la forma en que sus pupilas estaban desenfocadas, lo que sea que lo mantenía en conflicto no tenía nada que ver con Knuckles. El pelinegro casi gruño, sorprendiendo al pelirrojo.
_ ¿Y ahora qué te pasa? _ Pregunto inseguro el Echidna. _ Sabes que, no importa. Lárgate de mí isla. _
Aparentemente, Las palabras de Knuckles sacaron a Shadow de sus turbios pensamientos, espero que este volviera a su comportamiento hostil, lo cual no sucedió. El Erizo frunció los labios.
_ Tu… Me hablas con mucha confianza. _ Knuckles tuvo la sensación de que hubo una pregunta implícita en el aire, la cual fue contestada por el medio erizo amnésico. _ Dime, ¿de dónde me conoces? _ Exigió saber.
El guardián hizo una mueca. _ Te conozco porque eres el erizo psicótico que ayudo a Eggman en varias ocasiones, el que casi mato a Sonic y a todo el planeta. Pensé que habías muerto después de tu ultimo sacrificio…_
Shadow asintió con sequedad. _ Ya veo… _ Knuckles no tenía idea de que más hacer, seguía parado inseguro, esperando una acción por parte del invasor. Knuckles no era bueno para estas cosas sociales, además de que la continua presencia extraña de Shadow en su isla le ponía los pelos de punta.
_ Si ya terminaste de meditar, Vete de aquí, no eres bienvenido. _ Nuevamente las palabras de Knuckles ocasionaron que Shadow pusiera mala cara, una indignada que homicida al menos.
_ Se supone que me conoces. _ Dijo Shadow en un gruñido. _ ¿No debería ser yo bienvenido a tu isla? _
Knuckles frunció el ceño incrédulo ante la audaz pregunta de Shadow. _ ¿Perdón? ¡Me atacaste, y no solo eso, quieres robar a la esmeralda Maestra! ¡Obviamente no eres bienvenido! _
Shadow negó la cabeza, causando una ola de irritación en el Echidna. _ No, me conoces, yo debo ser bienvenido aquí. _
_ Haber Genio. ¿Y porque crees que por conocerte debo permitirte estar aquí? _ La pregunta salió con sarcasmo. La cual fue interceptada por una mirada en blanco por parte del erizo.
_ Recibes a los otros, te quejas y a veces pelean, pero ellos son bienvenidos porque los conoces, entonces por lógica, yo también soy bienvenido. _
Knuckles se tomó unos largos segundos para procesar la respuesta del Erizo, llegando a una escandalosa conclusión. _ ¿¡Me estabas espiando!? _ La idea molesto profundamente al Echidna, quien no había sentido en ningún momento una presencia ajena a las de sus amigos cuando visitaban. ¿Había sido Shadow capaz de ocultar su presencia y energía? No… Si ese fuera el caso, no se hubiera delatado hoy. ¿O sí?
Shadow nuevamente negó. _ La murciélago me lo dijo… _
_ … _
Knuckles apretó la mandíbula con fuerza. Claro que era esa maldita mujer, quien creía tener la autoridad para venir a su isla cuando se le diera la gana…
_ Pues te mintió, además ella tampoco es bienvenida aquí, es una molestia. _ Afirmo con fuerza el pelirrojo, sin impórtale la mirada inquisitoria del erizo. _ No obstante, eso no explica nada. ¿Esta otra vez trabajando con el doctor ese? ¿Es por eso que quieres la esmeralda? _
Un pequeño alivio se abrió en la mente del guardián cuando Shadow negó. _ ¿Entonces? _
_ Necesito la esmeralda… _
Esa no era la respuesta que Knuckles quería escuchar. _ Bueno, es una pena, porque la Esmeralda no será utilizada por nadie. _
Shadow entrecerró los ojos, pero siguió sin dar indicios de querer reanudar la pelea. _ ¿Por qué? _
Knuckles gruño. _ Porque no, su poder no debe ser utilizado para los estúpidos caprichos de los de la superficie. _ Exclamo irritado, siempre querían utilizar la Esmeralda Madre para algo estúpido, como gobernar el mundo o para robarla por ser una joya o más estupideces por parte de Sonic.
Shadow inclino la cabeza pensativo _ ¿Si te digo mi motivo, reconsideradas dejarme usar la Esmeralda? _
_ No. _
Shadow asintió. _ Bien, te lo diré. _ Knuckles casi gimió de cansancio, Shadow tenía más en común con Sonic de lo que los dos están dispuestos a admitir. _ Según información confiable, la Esmeralda que reside en la isla flotante debería tener la capacidad de restaurar mis recuerdos… deseo que mis recuerdos vuelvan, sin importar que. _
Knuckles chasqueo la lengua, el motivo no era tan malo, Shadow debe estar pasándolo horrible sin tener sus recuerdos, dejando de lado que esos recuerdos no son los más optimistas del mercado. Si hubiera sido el Knuckles del pasado, rechazar la petición hubiera sido lo más normal y lógico a hacer.
No obstante… Shadow tenía razón en algo, él lo conoce, y al Echidna se le forma un nudo en el estómago tener que dejar en esa situación tan delicada a alguien que conoce personalmente, sin importa si es un estúpido erizo insufrible.
Knuckles soltó otro suspiro, dándose cuenta lo mucho que ha cambiado con el pasar de los años.
_ Ven, veré que puedo hacer con tu cabeza vacía. _
Knuckles se dio la vuelta rápidamente para encaminarse hacia el altar de la Esmeralda, así que no noto la pequeña pero presente sonrisa de Shadow.
El erizo rápidamente se pudo a la altura de Knuckles, para molestia de este. Otra cosa que noto, era que Shadow era un rato largo más alto de Knuckles, el Echidna maldijo entre dientes la herencia Echidna en su sangre, lo cual le hacía verse pequeño y le impedía hacer crecer sus músculos.
Shadow también había notado cosas curiosas del Echidna a su lado. Como el único de su especia, era bastante fascinante verlo. Shadow tenía cierto amor por el conocimiento, no sabía de donde venía el interés, pero siempre aparecía en momentos inoportunos, como este. Shadow, en toda su capacidad observadora, noto cuan diferente eran físicamente los Echidna a las demás especies que había conocido; a pesar de tener una altura promedio, eran físicamente delgados y esbeltos, algo desconcertante debido a que esos cuerpos con apariencia frágil contenían una fuerza superior a los demás, otra cosa era el cabello, largo de un brillante color carmesí, En la pelea Shadow lo había visto danzar en el aire, en unos momentos parecía suave y sedoso y en otros duro y puntiagudo. Todo en el Echidna era francamente interesante. Así como detuvo su lanza de poder Caos… Seguramente a ella le gustaría ver también al Echidna
Shadow hizo una mueca, otra vez la sensación de estar olvidando algo, lo cual lo hacía sentir nostálgico… ¿Quién es “ella? ¿Porque siempre tenía que asociar a ese ente sin rostro con todo lo que conocía?
Quería saber con tantas ganas lo que se estaba perdiendo en su mente. Por eso había ido en busca de respuesta, ni siquiera su manejo con las Esmeraldas Caos le ayudaron… Hasta que se encontró con esa mujer murciélago.
_ “¿Mmm? Tal vez ese cabeza hueca pueda ayudarte… dicen que su Esmeralda es todo un tesoro con poderes misteriosos” _ Podía recordar el ronroneo divertido del murciélago cuando le menciono de la extraña isla que flotaba en el cielo. Shadow no le creyó hasta que estuvo en la isla.
La Esmeralda Maestra, el nombre activaba algo en el que lo hacía reconocible, como si antes ya hubiera estado en presencia de la esmeralda. Por todo lo que sabía, eso bien podría ser cierto.
Llegaron hacia el gran altar de la Esmeralda Madre, donde su gran magnitud podía ser vista y admirada desde cada ángulo.
Shadow se estremeció ante la sensación de energía caos concentrado. Knuckles camino con confianza, sin verse afectado por las grandes cantidades de energía caos en el aire. El erizo ahora entendía completamente por qué su ataque con energía caos no había afectado al pelirrojo.
_ ¿Qué haces ahí parado? ¿No querías recuperar tus recuerdos? _ Le grito el Echidna al velo parado sin moverse, el pelirrojo ya iba por las escaleras del altar. Shadow ignoro la mirada recelosa del Echidna, así también como ignoro como la energía de la Esmeralda lo llamaba, como un canto de sirena.
Al llegar frente a la Esmeralda, Shadow apenas contuvo la bocanada de aire que expulso de sus pulmones, con la intensión de evitar que su cuerpo se tense ante la presión de aire. No lo había notado antes, pero… ¿cómo es que se puede respirar bien a esta altura? Además del crecimiento de las plantas y los arboles ¿Tiene la isla su propia atmosfera?
Knuckles le dio una mirada irritada cuando noto que la curiosidad del Erizo crecía. _ Una vez que termine con tus recuerdos, te iras. Y espero que no vueltas, Shadow. _
Shadow hizo una mueca, pero asintió a regañadientes, la prioridad eran sus recuerdos, no su curiosidad.
Observo con aguda atención cuando el Echidna coloco una de sus manos cubiertas en la superficie brillante de la Esmeralda, la acción fue respondida por el aumento del aura de la Esmeralda.
Con la otra mano, Knuckles tomo una de las manos de Shadow, sorprendiéndolo en el acto. _ Mantén la calma. _ Dijo con una calma que no había mostrado antes. _ El proceso empezara en un momento. Así que prepárate. _ Shadow asintió con seriedad.
Por fin, las respuestas que tanto ansían estarán devueltas en su mente.
Knuckles le dio un último vistazo antes de cerrar los ojos.
Shadow sintió una avalancha de poder ahogarlo por completo, dicha avalancha que procedía del Echidna, la energía Caos de la Esmeralda Maestra. Inmediatamente el erizo es capaz de sentir como la gruesa barrera que protege su mente es pasada por los hilos de energía caos, lo que sucede después es borroso.
No obstante la energía no lo deja hasta 5 minutos después.
Cuando Knuckles lo soltó. Shadow se permitió regular su respiración, no se había dado cuenta que se había agitado. Knuckles retrocedió para vigilar la reacción de Shadow.
El erizo se recupera en un santiamén, coloco una máscara en blanco como expresión, y guardo silencio, Knuckles estaba incómodo con el Erizo oscuro tan cerca de la esmeralda Madre. El pelinegro no hizo un ademan de querer moverse o si había recuperado exitosamente sus recuerdos. El hecho de que no se está quejando debería ser un indicador de que el proceso tuvo existo, pero nunca se sabe con alguien como Shadow.
_ Oye… ¿Estas bien? _ Aunque Knuckles no es un chico de estar preocupándose por los demás, más aun con personas capaces de cuidar de sí mismo, como Shadow, el silencio es desconcertante, haciendo pensar al Echidna de que algo anda muy mal… _ ¿Shadow? _
El Erizo parpadeo lentamente, saliendo del pequeño trance. _ Yo… Recuerdo quien soy, La ultima forma de vida, fui creado como un arma perfecta… Lo recuerdo, todo… Y… _ Shadow volteo a ver al guardián. _ A Todos. _ Agrego.
Knuckles asintió rígidamente. _ Veo… Esto es todo ¿No?, Ya nada te retiene aquí, vete de la isla. _
_ Tú eres el guardián de la Esmeralda Maestra… Eres amigo del Falso erizo azul. _ Esta vez, el tono empleado por Shadow es oscuro y algo siniestro, Knuckles no le gusta la dirección que está tomando la aptitud del pelinegro. _… Dime, Guardián. ¿Por qué me ayudaste? ¿Cuáles son tus motivos? _
Knuckles gruño, la irritación volviendo con fuerza. _ Pensé que lo había dejado claro, quiero que te largues y no vuelvas. _
_ ¿Eso es todo? _ Shadow frunció el ceño, viendo con duda al Echidna. _ ¿No quieres algo más de mí? _ A Shadow no le extrañaría, no importa si este hombre era amigo del héroe azul, las personas habían demostrado ser todas iguales respecto a la avaricia, así como el Doctor, Knuckles seguramente no dejara pasar la oportunidad de utilizar a la última forma de vida como pago.
_ Bueno, también quiero que te vayas en silencio, pero aparentemente no estoy logrando nada… _ Knuckles estaba perdiendo la paciencia con este Erizo. _ No quiero a los buscapleitos como tu cerca de mi isla, vete ahora. _
Shadow a pesar de no entender por qué el Echidna no revelaba sus verdaderas intenciones, si entendía la razón por la que lo quería lejos, Shadow era un imán para los problemas, y el guardián era el protector de esta isla como la esmeralda maestra, tener a Shadow mucho tiempo en la isla sería contraproducente.
El Erizo aun tienes sus dudas, pero por los momentos, cumplirá con las demandas inmediatas del Echidna. Tenía más que suficiente poder para tele transportase debido a la energía residual de la esmeralda madre.
Con un saludo casi forzado, el Erizo se despidió, y en un pequeño halo de luz, dejo al guardián solo con la Esmeralda.
Knuckles se relajó de inmediato al no sentir más la presencia del mitad Erizo. _ Por fin, paz. _
El Echidna se deja caer, con la espalda apoyada en la esmeralda madre, permitió que el cansancio se mostrara en su cuerpo, no fue nada fácil manipular la energía Caos para hacer algo tan delicado como recuperar recuerdos reprimidos. El pelirrojo se estremeció ante la experiencia que fue estar dentro de la mente de Shadow por unos minutos, es seguro de que Shadow no haya experimentado lo mismo que él, no se mostró perturbado ni nada, es imposible que pueda mantener su cara en blanco si alguna vez llego a ver lo que Knuckles vio.
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Shadow hizo una mueca al aparecer en una isla cualquiera en la superficie, por dejaba de donde estaría la Isla flotante. El medio erizo no pudo evitar dirigir su mirada al cielo, desde donde estaba, era imposible detectar la isla, además que no fue extraño que no lograra sentir el desborde de energía que existía en el aire de la isla… Tenía entendido que la Isla era un lugar secreto para los terrestres, por lo tanto eran limitados aquellos que podían encontrar la isla, y todo se limitó al grupo de amigos del Guardián.
_ Mmm… Ahora que lo pienso, el guardián no contesto mi pregunta… _
¿Por qué ayudarme?
El Echidna era un misterio más del planeta tierra. Y todo lo que le rodeaba era tan fascinante como extraño.
Recordar todo lo que presencio le hace sentir un fuerte nudo en el pecho. El casi había destruido la tierra, el lugar que María tanto había anhelado conocer. Escupió sobre los deseos de su única amiga por un deseo irracional de venganza contra personas que jamás le hicieron daño.
¿Qué tan decepcionada estaría María ahora? ¿Estaría ella viendo desde algún lugar más allá de la muerte?
El Erizo ansiaba las respuestas a esas preguntas, pero estaba esa parte en el que se encogía de miedo por descubrir algo que lo destrozaría.
Nuevamente la imagen del Echidna apareció en su mente. Cuando había estado con María, ella le había mostrado un libro sobre las especie de Mobius, En él se decía que los Echidna, una antigua especie que Vivian en tribus, estaba prácticamente extinta.
Al igual que él, Knuckles estaba solo. Con un solo propósito se mantenía vivo el Echidna.
_ ¿Cuál sería mi propósito ahora que lo he perdido todo? _
Shadow decidió dejar toda el monologo filosófico para después, esta isla estaba habitada por una considerable cantidad de personas, y él no se encontraba en la capacidad de lidiar con más seres humanos.
La última forma de vida se dio media vuelta, despegando en un parpadeo hacia un destino aleatorio.
Buscaría un propósito, uno que enorgullezca a su vieja amiga, uno que le dé un motivo para continuar.
Aquí en la tierra.
Con el viento dando de lleno en su cara, y el sol iluminando parcialmente su cabello puntiagudo, Shadow sabe que está tomando una buena decisión al quedarse y aprender a vivir.
Como diría María. Un paso a la vez.