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SIERVO por Starfugaz

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Notas del capitulo:

 Gracias por tomarse su tiempo en leer esté corto,  esta es una  de mis parejitas favoritas las cuales no escribo mucho de ellos pero teniendo esta historia escrita un buen rato hasta ahora me anime a subirlo,  espero que les guste. 

SIERVO
 
Querido Arturo: 
 
    Mi señor perdóneme que me haya ido así de su lecho… como un vil cobarde deje esta carta en su mesa como un frasco… pero lo nuestro no puede ser ni ahora ni nunca, sé que en estos momentos estas algo confundido al igual que recuerdes vagamente lo que pasó anoche. Para resumir algo dormimos juntos por lo que debes saber que no puede ser eso por eso lo siento Arturo… te engañe, si tu dulce Merlian te engaño pero antes quiero decirte la verdad del porqué de mi mentira antes que me mandes a la horca, por favor no tomes por el momento ese frasco. 
 
      No soy mujer como lo creías, lo siento, soy un hombre, un hombre enamorado y lo lamento Arturo, lo único cierto es que tú sabes que no te busqué, nuestro encuentro fue pura casualidad hace tres meses atrás, te juro que no quise pero por una vez, solo por una vez tu mirada no era la de su señor viendo a su siervo, si no la que siempre quise anhele tener sobre mí. Era una coqueta viendo a su próxima conquista, Arturo fuiste el primero en acercarse, alegando que "era tímida" si supieras que no era ese motivo si no que me abrumo todas mis emociones cuando me descubriste.
 
   Si, es cierto cómo demonios ibas a saber que era hombre si estaba vestido de mujer. Ahora confieso mi verdad, lo hice por un deseo egoísta, cuando vino Lady Tania, tus ojos se fijaron en ella inmediatamente, siendo un siervo solo pude bajar la mirada pero como soy yo, por momento levantaba mi mirada. La envidie Arturo, su vestido, sus ojos pero en especial por ser mujer por lo mismo ya tenía asegurada tu atención.  Ese día salí al bosque con un vestido comprado en el mercado, me gasté mi salario pero era hermoso. Busque un escondite en el bosque, ese día fue la primera vez que me coloque un vestido, con un poco de mi magia, (sé que lo sabes y te pido nuevamente perdón nunca utilice de la magia sobre ti, te lo juro) pude ver mi  reflejó en el agua… Arturo era hermosa, me vi hermosa, no desprecie mi cuerpo… mi cintura… mi cadera era hermosa, entonces me vi envuelto en una fantasía. 
 
En una en que mi amor me miraba, solo a mí porqué cómo hombre era simple, débil e inútil para él, pero como mujer quizás me darías un poquito de atención, que me trataría como a las princesas que lo visitaban en el palacio.  Me escapaba, he inventaba mil excusas para esconderme en mi lugar especial, hasta que un día casi me das un infarto porque apareciste de la nada. Como si hubieras sabido mi deseo, me "miraste ".
 
Traté de no caer Arturo, te lo juro pero por una vez en mi vida fui egoísta, nos mirábamos en secreto, me elogias y no por cómo estaba vestido, sino por el color de mis ojos "me recuerdan a alguien " me dijiste una vez pero no quise indagar más en el tema.  Sin darnos cuenta paso un mes, en el castillo miraba tu gran sonrisa cómo hablabas maravillas de tú Merlian, con tus caballeros que eran tus  amigos al igual conmigo sabiendo que nunca me hablarías así por ser hombre,  no sé cómo pude ser despistado más de lo usual pero te culpo a ti,  Cabeza de chorlito, como siempre el gran Arturo, futuro rey de Camelot debía poner su vida en riesgo y como siempre su siervo le tuvo que salvar a un vestido de mujer,  juro que ese momento esperaba que dieras  la orden de que me ahorcaran o cortaran la cabeza, no fuiste por tres días y yo me sentí tan miserable. Me di cuenta de que si supieras que Merlín tiene magia me ¿despreciarías?  
 
Recuerdo que estaba Llorando, todo un mes cuidando que no me descubrieras pero por culpa de mi torpeza había fallado, me sentía el ser más miserable hasta que sentí tu mano sobre mi cabeza, me miraste por un largo tiempo para que yo nunca voy olvidaría tu pregunta ¿la magia puede ser buena? 
 
Contesté toda tus preguntas, te Conte que hay personas nacidas con magia y claro que es buena, solo que hay personas que la utilizan para mal, vi tu cara llena de culpa al pensar que personas nacidas con ella los cuales tenían que vivir con el miedo de morir por algo que ellos no pidieron tener, de cuantos inocentes han muerto por la prohibición del uso de la magia. 
 
Parecías más un niño que ha encontrado algo que le gusta, practicábamos de todo y fui un iluso un tonto iluso que creó ver algo donde no había, pero la forma que me mirabas, como acariciabas mi rostro, me hizo creer que tenía una oportunidad más como indicaste que estabas empezando a enamorarte de un imposible. Creí que era yo, debí alejarme pero solo hice una tontería más… te besé, te di mi primer beso. 
 
Cuando me separaste vi tu rostro lleno culpa, me tomaste de la mano con delicadeza y como el buen caballero que eres gentilmente me mostraste mi error, estabas enamorado pero de otra persona… de un sirviente… Al escucharte supe sin necesidad que me dijeras algo que era de Gwen no me lo tenías que decir, era con ella que pasabas más tiempo cuándo yo estaba puliendo tu escudo.
 
No quise escucharte, corrí lejos de ti, estaba tan destrozado, tan avergonzado de mis actos, en mi huida deshice el hechizo que hacía largo mi cabello, me detuve antes de entrar a la ciudad, con pasos torpes me quité el vestido, y en medio de mi desnudez me llamaste por mi nombre. 
 
"Merlín" te volteé a ver con terror y vi en tu mirada una mirada indescriptible. Me tomaste de los hombros dejando  caer el vestido sentí tu  vista recorrió mi cuerpo, lo cual solo hacia que  tuve miedo  a lo que pasaría luego de tu descubrimiento  " Esto es lo que querías " no supe el porqué de esas palabras pero levantaste el vestido, como cargarme como un costal de papas,  me arrastraste a tu habitación aventándome a tu cama,  quise detenerte, quise explicarte mi motivo pero no pude, tus besos me embriagaron,  tus caricias me desconectaron  y deje de luchar… deje que me tomarás a tu antojo, que mordieras mi piel,  que marcarás mi cuerpo, que  me besaras como si tu vida te fuera en ello. 
 
Cuando saliste de mi cuerpo viste las sábanas manchadas de mi sangre de que tomaste mi virginidad, pude ver tu mirada llena de orgullo, o tal vez era el castigo que merecía por haberte mentido pero cuando volviste a tomarme hasta que caí en la inconsciencia, dijiste algo pero no pude escucharte. Y ahora viene el despertar Arturo, amaneció, mi cuerpo revela todo lo que hiciste con él.
 
Se que mi manera de comportarme no fue lo correcto y se cómo él caballero que eres no dejarás que mi virtud sea manchada pero te amo tanto Arturo, te amo y sé que amas a Gwen, no podría atarte a mí, juré protegerte y lo haré hasta el último aliento de mi vida y por eso te pido un último favor. Ya que no podría estar lejos de ti, y tampoco atarte a mí, por favor al finalizar esta carta quémala, hoy irás como siempre al bosque y tu Merlian se despedirá de ti para siempre pero antes tomarás esa pócima, esa pócima te hará olvidar todo lo que pasó en la noche, solo tendrás el recuerdo de lo sucedido con Merlian. 
 
                      Por siempre tuyo Merlín
 
Arturo al finalizar de leer la carta solo la arrugo para ver la pócima que su inútil sirviente le dejo en la habitación  para vaciar su contenido en la chimenea de su habitación, miro las sábanas todas sucias y no pudo evitar sentirse orgulloso de ser el protagonista del porque estaban así, si era sincero  es que él quiso ser romántico pero a último momento Merlín quedó inconsciente mientras adoraba su piel, pero con una risa de medio lado solo le quedaba esperar  pacientemente a su torpe siervo. 
 
Merlín maldigo al bruto de su señor, todos en el castillo estaban burlándose de estar cojeando,  se puso su bufanda hasta la nariz  cubriendo los chupetones que le dejó Arturo la noche anterior, estaba nervioso de verlo pero tenía que fingir que todo estaba igual, que ahora tenían un hermoso recuerdo que nunca olvidaría y que debía fingir que nada paso pero  nunca le pareció imposible llevar el desayuno al príncipe pero ahí estaba temblando cual gelatina por tener el cuerpo adolorido,  entró a la habitación como pudo para dejar la charola en la mesa, su estómago se contrajo al ver el frasquito vacío, contuvo sus ganas de llorar pero sabía que era lo correcto, solo terminaría ahí y se encerraría en su habitación hasta que ya no le doliera el corazón. 
 
—Merlín me podrías explicar ¿porque mis sábanas están todas sucia?, y al despertar no recuerde con que dama me la pase la noche anterior —pregunto burlón Arturo viendo cómo su siervo se tensó por lo dicho como maldiciendo por lo bajo, para el príncipe  no pasó desapercibido la cojera que tenía ni la bufanda tan alta que a ese paso cubriría su rostro,  se acercó cual depredador a su presa —Hoy amaneciste más torpe de lo usual Merlín, mira que está no es la forma de llevar una bufanda— menciono para ver como su siervo solo estaba tenso.
 
Merlín quiso darse un golpe en la pared, había sido cuidadoso en eliminar toda la evidencia pero se le olvido cambiar las sábanas, iba a inventarse una excusa pero no tuvo tiempo de reaccionar cuando Arturo le quitó la bufanda, se quedó estático cuando dejó en evidencia su cuello lleno de chupetones como una mordida de dientes en su tersa piel. 
 
—Vaya al parecer alguien tuvo una noche movida—cuestiono Arturo detrás de la espalda de su siervo, puso sentir el estremecimiento del joven brujo logrando que su orgullo estuviera en lo más alto de su ego —dime Merlian ¿te gustó lo que te hice   anoche? —susurro Arturo para besar el cuello de Merlín que al escuchar como lo llamo el príncipe se separó para tropezar con la silla hubiera caído si no hubiera sido por los rápidos reflejos del futuro rey. 
 
—¿Como me llamaste? ¿pero… pero la pócima?  Tú la tomaste no… yo — tartamudeo el siervo sintiendo que le faltaba aire en esa habitación.
 
—vamos Merlín, tranquilízate, puedo ver cómo te sale humo de las orejas, y como deseas que olvidará la noche que te hice mío — siguió susurrando el príncipe, deseando volver a probar ese cuerpo de nuevo.
 
—¡Pero tú amas a Gwen! 
 
—Merlín 
 
—No, Arturo, yo, tú no, tú no me amas por favor, Arturo, tu dijiste que estabas enamorado de un sirviente y debe ser Gwen, la amas — contesto con dolor Merlín intentándose liberarse  
 
Arturo solo rodó los ojos por la actitud de su siervo, lo tomo de la cintura para darle un beso para que se callara como dejara de luchar, podía ver los ojos abiertos de su siervo. 
 
—Serás tope como siempre Merlín, no estoy enamorado de Gwen a ella la miro cómo una buena amiga, la cual  me ayudó con mis problemas de amores, si te dije que era imposible era porqué la persona que amo es un hombre, un hombre torpe, que siempre se anda metiendo en problemas por su gran boca, un siervo que tiene el corazón de oro, cuando conocí a Merlian me recordó a ti, a tus hermosos ojos y estuve cerca de ella porque sentía por un momento eras tu con quién estaba hablando pero cuándo me besó, no podía darle falsas ilusiones — contesto seguro Arturo satisfecho de ver que el cuerpo del otro se estaba relajando.
 
—entonces Merlian te recordaba a mí — contesto bajo el siervo
 
—Merlín no entiendes, siempre se trató de ti, como nunca vi un interés romántico de parte tuya, aun cuando  Gwen me decía lo contrario, en Merlian miraba esa mirada por lo cual  fui egoísta al imaginarme a ti,  pero cuando me besó no pude corresponder por qué no era mi torpe sirviente, al que iba a confesar mi amor, pero al verte… al   ver tu desnudez bueno literalmente tuve que reclamar lo que es mío por derecho, lamento mi arrebato pero tu me tentaste pero nunca te hubiera tomado si hubieras mencionado que no lo hubieras querido Merlín pero al ver que correspondías no pude detenerme  —susurro Arturo acariciando sobre la ropa el cuerpo  de Merlín haber leído la carta de su siervo  al terminar de leerla se sintió el hombre más feliz al ser correspondido,  este día no iban a salir de la habitación, ya mañana haría varios cambios porque no concebía la idea de que las absurdas leyes de su padre pusieran en peligro la vida del amor de su vida como las personas que han nacido con ella, todas ellas merecían vivir sin miedo a morir. La magia volvería a Camelot como a todo el mundo de eso se encargaría él. 
 
—Arturo… Arturo no puede ser… ambos somos hombres…. Tú debes tener un heredero…. ¡Arturo! —grito Merlín tratando de ser racional pero al sentir como el príncipe heredero lo mordía el cuello para aventarlo a la cama su conciencia estaba a punto de irse a dar una vuelta…
 
—Seré el próximo rey, Merlín con o sin herederos pero alguien me dijo que sí hay amor, vale la pena luchar por ello, yo te amo, tú me amas. Mi padre va a entenderlo, ahora mi dulce mago quiero escuchar tu voz y no precisamente para hablar sino gimiendo mi nombre —hablo posesivamente Arturo, para besar a su sirviente que cerró los ojos, al hacerlo Merlín recordó la última palabra que le dijo Arturo antes de caer en la inconsciencia.
 
"Te amo, mi dulce y terco Merlín"
 
No sabía que les deparaba el futuro pero ambos en esa habitación se habían prometido amor eterno, que la magia volvería para aquellos que sólo buscaban la paz cómo justicia en el reino. Pero ambos sabían que si estaban juntos nada seria imposible.
 
Los sirvientes que pasaban por el pasillo solo bajaban el rostro rojos de la pena por escuchar tremendos gritos de éxtasis de parte del futuro rey como consorte porqué era un secreto a voces lo mucho que ambos jóvenes se amaban, muchos les deseaban su felicidad porque el pueblo los quería por el noble corazón que poseían ambos. En cuanto al  rey al escuchar los nuevos rumores del castillo solo se daba la idea que nunca disfrutaría escuchar los pasitos de un niño corriendo por los pasillos pero si su hijo era feliz lo aceptaba porque era el único juramento que jamás rompería que le hizo a su esposa, solo se acomodó en el trono porque aunque a regañientes aceptaba la relación de su hijo con su sirviente… no era excusa para que todo el pueblo lo supiera por sus gritos ni la noche anterior habían sido tan indiscreto, ya hablaría seriamente con su hijo de ese detalle.
 
Y no muy lejos del Castillo en una cueva cómodamente dormido un enorme dragón solo se despertó para rodar los ojos por lo que estaba viendo pero el destino de Arturo y Merlín se estaba forjando… la magia muy pronto iba a estar de regreso.  Concentró su magia al cual se unió con la del joven brujo que a su vez se concentró en su vientre haciendo un destello de luz que pasó percibido por los jóvenes amantes. 
 
Muy pronto el castillo se llenaría de risas, de pasitos corriendo en el pasillo y solo quizás un Pendragon descongelaría su helado corazón al ver un niño risueño lleno de vida y travesura, tan valiente cómo su padre o quizás tan torpe cómo su papi pero de algo estaba seguro traería paz al corazón del viejo rey. 
 
Fin
 
 
Notas finales:

Espero sus comentarios muchas gracias


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