Itachi entro a su habitación en la guarida de Akatsuki, y como ya había sido costumbre desde hacia ya unos meses; una rosa rosada estaba sobre su cama.
No sabía quien hacía aquello, la rosa siempre traía una nota que decía “Las rosas de este color combinan con tus lindos y suaves labios”
¿Quien estaba tan demente para darle ese tipo de cosas?, Porque quién fuera el que estaba dejando esas rosas ahí estaba completamente loco. ¿Quien en su santo juicio amaría a alguien como el?.
Así que, repitiendo la acción de hace unos meses, guardo la nota en un cajón, mientras ponía en un florero la rosa, debía admitir que era un gesto dulce, y le gustaba el aroma que siempre recibía cuando entraba.
Por eso había conseguido un florero y ahí ponía las rosas de todos los días, pero seguia sintiendo que quien sea que fuera, estaba loco por hacer eso, aunque no le molestaba en lo absoluto el obsequio.
Retiro su capa de Akatsuki y se recostó en su cama de lado, viendo fijamente el florero con las rosas.
A su mente paso la fugaz idea de contestar o al menos dejar una nota a aquel loco, había decidido ignorarlo, pero al ver que ese alguien no se rendía, era mejor tomar cartas en el asunto, así que, dejándose guiar por su instinto, busco una hoja y lápiz.
»No se quién seas, pero déjame decirte que estás loco.
Aun no entendía el hecho de estar tan seguro que era un "el" en vez de un "ella", pero sabiendo que en Akatsuki solo había una mujer y esa era Konan, estaba seguro que era uno de los demás.
Así que, haciendo caso a las órdenes del líder de solo descansar unos minutos para después ir a una misión, dejo la nota sobre la cama.
Pain entro en silencio a la habitación de Itachi, de su capa saco una rosa y la nota que habitualmente había estado dejando sobre la cama del Uchiha.
Se sorprendió en sobremanera al ver una nota en la cama, una nota que iba dirigida a el.
Sus mejillas obtuvieron un sonrojo. Se mordió el labio inferior sin poder evitarlo.
Suspiro y tomo la nota, dejo la rosa y busco un lápiz para escribir algo nuevo.
“El cariño hacia alguien no es una demencia, es solo la validez de que aún existen sentimientos de amor aún en personas como nosotros”
Se fijó bien de que su letra no fuera reconocida y dejo la nota doblada sobre la rosa y salió de la habitación.
—¿No crees que es mejor decirle de una vez lo que sientes? —"Tobi" hizo que diera un salto en su lugar, verdaderamente asustado de que alguien le descubirse.
—No es tan fácil, lo sabes —Pain camino hacia su oficina, siendo seguido por Óbito, raramente ambos habían empezado una buena amistad, en la cual Óbito le había confesado quién era verdaderamente.
—Pero estoy seguro que Itachi quiere conocer a la persona que le deja detalles tan cursis en su cama~
—Callate, no te burles, que tú con tus estupideces ni siquiera tienes oportunidad con Deidara —Y Óbito se callo, dejando con una sonrisa triunfal al "líder" de Akatsuki —Ademas, piensa que estoy loco por demostrar cariño hacia el —Ambos entraron a la oficina.
—Sigo pensando que es más fácil que le digas que eres tú....además, estuve pensando un poco y estoy considerando la idea de separar a Akatsuki —Pain se sentó en su silla y Óbito frente a el, el azabache se quitó la máscara y ambos se vieron a los ojos.
—¿Porque arias algo así? —Pregunto, incrédulo.
—Porque el motivo por el cual hacía esto era Rin, porque la amaba a ella, pero ahora que mis sentimientos cambiaron siento que es estúpido seguir con esto —Ambos quedaron en silencio unos minutos, sin saber que decir, pensando.
—Bien...creo que, si todos dejamos de ser "los malos" podríamos ser felices, tiene sentido, pero...¿De que viviríamos si somos buscados por AMBU?, Lo único que sabemos hacer es robar, matar y...bueno, tu sabes—Y silencio otra vez.
—Yo me encargaria de eso, no hay de que preocuparse.
Después de dos días de misión, Itachi regreso a "su hogar" le llamo la atención ver que, está vez, la note traía escrito algo diferente, y respondiendo a lo que el había dejado, sus mejillas se pusieron de un tenue color rojo.
—Esto es increíble...—Murmuro, ¿De verdad había alguien tan demente como para quererlo? "Supongo que sí" se respondió el mismo.
"Puede que el sentimiento de amor exista aún para nosotros, pero no sé puede expresar libremente si somos criminales"
Y así, comenzó una rara rutina, dónde, Pain dejaba la rosa habitual e Itachi le respondía las notas.
Eran muy cursis al responder, pero a ninguno le disgustaba, Pain estaba feliz de saber que al menos Itachi consideraba el hablarle.
Cada día que pasaba, la curiosidad de Itachi crecía, queria ver quién era aquel curioso sujeto que había estado dejándole rosas y cartas.
Así que, valiéndose de su ya conocida inteligencia, dejo la respuesta a la nota de siempre y salió de su habitación, fue y dió la vuelta a la guarida y escondió su chakra para poder ver desde un árbol hasta su recamara a la persona que dejaba las rosas.
Después de diez minutos de haberse camuflado, estaba pensando en irse y alcanzar a Kisame de una vez por todas, pero se dió cuenta que la puerta se abría lentamente.
No pudo ocultar su sorpresa.
Pain entro a la habitación y saco la rosa, para después tomar el papel de Itachi y leerlo. El azabache pudo ver cómo este se sonrojaba y después su mirada se volvía desilusionada.
“Quiero conocerte”
Decía la nota,
“Creeme que no quieres hacer eso”
Contesto el pelinaranja, para después salir del lugar.
Itachi no pudo hacer nada más que irse pensativo hasta donde Kisame lo esperaba, su mente en era un caos al igual que su corazón.
¿Que estaba pasando?.
Habían pasado ya dos semanas desde que Itachi sabia quien era "su enamorado" y todo seguía igual. El Uchiha no sabía que hacer al respecto, su mente y corazón eran un desastre, pero era entendible ¿Quien no se desconcierta al saber que es su líder que deja aquellas cartas y rosas?.
Así que, armandose de valor, y aprovechando de que todos estaban de misión menos el y Tobi (que estaba quien sabe dónde jodiendo), fue hasta la oficina del líder.
—Pasa —Itachi sintió su corazón latir con fuerza, y apretó el papel entre sus manos, se obligó a calmarse para entrar al lugar.
El y líder se vieron a los ojos, Itachi camino y paró frente a su escritorio, le extendió el papel con seriedad pero con un sonrojo, desvío la mirada.
“No importa quién seas, solo quería que me dijeras tan lindas palabras de frente”.
Saco una rosa y se la extendió, la rosa que había recibido el día anterior.
Se dio la vuelta sin querer ver la reacción de asombro absoluto que tenía el dios del dolor, y camino hasta la puerta, pero ni siquiera tomo la manija cuando ya tenía la mano de Pain sobre la suya.
Ambos se vieron a los ojos en silencio, ambos sin saber que decir en ese momento. Así que Pain le mostró la rosa y soltó un suspiro nervioso.
—“Estas rosas son del color de tus lindos y suaves labios" —le dijo.
Itachi abrió la boca tratando de responder algo, más sin embargo, las palabras no salieron, así que, simplemente uso el sentido común, jalo la capa del líder hacía abajo y le dió un beso en los labios.
Pain abrió los ojos con sorpresa pero no perdió el tiempo, rodeo la cintura del azabache mientras esté abrazaba su cuello.
La espalda de Itachi choco contra la puerta cerrada, Pain mordió su labio inferior haciendo que el contrario abriera su boca.
Ambos se besaron con deseo contenido, sabiendo muy bien a que iba aquella situación, Itachi dejo que Pain quitará su capa y la dejara caer al suelo, haciendo lo mismo con la suya mientras que sus lenguas se encontraban en una húmeda danza.
Las manos del pelinaranja recorrían su cuerpo mientras el se aferraba a sus hombros, ambos podían sentir como el aire faltaba y se separaron sin querer hacerlo.
Sus mejillas estaban sonrosadas y sus respirasiones agitadas ambos se vieron a los ojos, Itachi le acaricio la mejilla a Pain.
—¿Tan difícil era decírmelo en persona? —Susurro y Pain le sonrió quedamente.
—Talvez, —Murmuro, se separó un poco y con sus pies puso las capas juntas en el suelo, Itachi comprendió al instante, y se sentó sobre ellas Pain le separó las piernas y se puso entre ellas—Pero así fue mucho mejor, ¿No?.
—Si —Itachi volvió a besarlo, metiendo su lengua de golpe en la boca del contrario, haciendo que ambas se tocaran y el gimiera.
Ambos comenzaron a quitarse la ropa a tirones, dejandola regada en suelo, cuando Itachi ya no tenía camisa, la boca de Pain bajo de manera lenta dejando un camino de saliva sobre su cuello.
Mordiendo quedamente y llenando de chupetes, Itachi se aferraba a su cabello, y gimoteo al sentir aquella lengua en uno de sus pezones.
—Oh —Levanto un poco las caderas cuando Pain mordió su pezón, se recostó sobre el suelo mientras las prendas de ambos eran retiradas con ansiedad.
Itachi arqueó su espalda mientras Pain lamía su cuello, el pelinaranja saboreó su sudor, fue por sus labios, lamiéndolos, presionando su boca de manera deliciosa, Itachi gimio, alargando sus piernas y poniéndose rígido bajo el líder, le clavó las uñas en la espalda y presionó, haciendo que él jadeara.
—Oh, mierda—Murmuro cerrando los ojos y enterrando su cara en el pecho del líder, Pain movió la cabeza y espiró, el aire caliente tocando su cabeza. Jaló a Itachi hacia delante, a su regazo y acaricio su espalda.
Sus miembros se deslizaron juntos e Itachi abrió los muslos, sintiendo un frío viento contra sus testículos— Oh…—El pelinaranja empujó hacia arriba, justo entre las piernas del azabache, su sexo resbalándose justo para presionar contra la entrada. Itachi chilló y tembló en los brazos de Pain y él lo hizo de nuevo—Oh, Pain —suspiró.
—Asi —Susurro Pain y froto sus cuerpos, sus sexos chocaron y ambos gimieron, Pain llevo uno de sus dedos a la entrada de Itachi y acaricio, asiendo que el otro gimoteara.
—¡Ah! —Gimio al sentir un dedo dentro de el, Pain arremendío contra el, haciéndolo temblar, la boca del dios comenzó a penetrar su ombligo, haciendo que chillara al sentir nuevamente otro dedo dentro de el.
Sus ojos cristalizados buscaron los de Pain que subía lamiendo si pecho, abrió más las piernas.
—¡Oh! —Gimoteo y se removió entre los brazos del otro, sentía su cuerpo demaciado caliente, los dedos del mayor se movían de manera deliciosa en su entrada, haciendo temblar.
La boca de Pain busco la suya y penetró con su lengua, haciendo que la saliva escurriera entre sus labios, metió un tercer dedo y ahogo un gemido de satisfacción entre el húmedo beso.
—Ha...—Jadeo y se arqueo al sentir como los dedos embestian una y otra vez adentro, —¡Ahhh..!—Volvio a gemir al sentir como tocaba su próstata, se corrió entre ambos vientres —Lo siento —Susurro al haberse corrido tan pronto.
—No importa, lo encontre —Susurro Pain con una sonrisa y saco sus dedos, que se deslizaron con facilidad —Lo voy a poner adentro —Se inclino sobre el y le dió un beso en los labios mientras acariciaba con la punta de su sexo la entrada de Itachi.
El azabache se removió bajo su cuerpo al sentir la erección de Pain entrar de manera lenta, y enterró las uñas en su espalda arqueando la espalda y soltando un gemido, mientras el otro besaba su cuello.
Sus piernas temblaron y chilló con fuerza al sentirlo todo dentro, Pain besaba su barbilla y mejillas, tratando de calmar el dolor, si bien no era mucho, sentía incomodidad.
Movió las caderas en señal de que ya podía moverse. El otro entendió, y con cuidado se deslizó hacia afuera, para volver arrenender contra Itachi, haciendo que este gimiera de manera fuerte.
—Has mucho ruido —Susurro contra sus labios para volver a besarlo, ambos sabían que la mayoría de los Akatsuki venían serca, pero Itachi le hizo caso, gimio fuerte con cada embestida.
Chilló con fuerza al sentir como volvía a tocar ahí, y se aferró de nuevo a su espalda, soltando suspiros y dejando que el sudor perlara sus cuerpos. Los labios de ambos estaban hinchados y rojos, y Pain mordía su cuello.
—¡Oh! —Gimoteo al sentir el semen de Pain llenar su interior, su espalda se volvió arquear, los torsos de ambos chocaron y se frotaron de nuevo, pegajosos y sudorosos.
—Te amo —Susurro contra sus labios, apartando unos mechones de cabello de su rostro, Itachi le sonrió con suavidad y unio su frente con la de Pain.
—Yo también te amo —Murmuro, y volvió a gemir al sentir como el sexo de su amado se movía con más facilidad en su interior de nuevo —Dilo otra vez —Susurro viendo de reojo la rosa que estaba tirada en el suelo.
Pain la tomo de nuevo, con media sonrisa la puso sobre el pecho del azabache.
—“Las rosas de este color combinan con tus lindos y suaves labios”—Le dijo en voz alta, sabiendo que estaban escuchando detrás de la puerta, Itachi se rió y lo abrazo para después besarlo.
—Eres tan cursi...—Se lamento.
—No te hagas que tú también, —Le dijo y ambos se sonrieron, Pain volvió a moverse, arremendiendo de nuevo dentro de el, Itachi gimio —Incluso cantas —Le dijo con burla.
—¡Idiota!.
Fine.