Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rosa Blanca por ladydevimon

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Saint Seiya y lost canvas les pertenecen a asus respectivos creadores.

Masami Kurumada y Shiori Teshirogi.

disfrutenlo!

Notas del capitulo:

es mi primer fanfic en este fandom! hace muy poco me meti al fandom de saint seiya y pues despues de leer Lost Canvas y en especial el gaiden de Albafica me agrado esta pareja... espero que sea de su agrado.

-Cuál es tu nombre?- pregunto el infante curioso.

-Albafica- respondió el otro un poco nervioso por la cercanía del rubio quien río divertido llamando su atención – que es lo divertido? – pregunto esta vez Albafica.

-Es que… siempre te había visto muy solo y creí que darías miedo- respondió el aprendiz de Aries – me alegro de poder hablarte!- dijo el niño antes de darle una rosa blanca y salir corriendo dejando a un asombrado peliazul con la rosa.

Desde aquella vez ya había pasado mucho tiempo, sin embargo aquellos niños que intercambiaban un par de palabras escritas en un papel habían dejado de ser unos niños y habían dado paso a una edad adulta y con ello a tener algo más que una inocente amistad, aunque claro que lo mantenían en secreto pues como caballeros al servicio de la diosa Athena debían centrar su prioridad en proteger a la diosa – un claro pretexto para que sus metiches compañeros no metieran las narices en lo suyo- aunque ello no evitaba que las clandestinas citas nocturnas no tuvieran lugar.

Pero nada era eterno y lamentablemente algo en ellos de los decía, era un día soleado y junto a la poca paz que se podía apreciar en el santuario, pues la guerra santa ya había iniciado trayendo consigo las inevitables muertes de los santos y con ello el mayor de los temores del santo de Aries quien veía desde su templo como eran sepultados algunos de los fallecidos santos de plata o bronce, su corazón se estrujo al pensar que quizá esta sería la última batalla que libraría al lado de su amada rosa, no quería pensar en lo difícil que sería para ambos perder al otro, cerró los ojos dejando que el fresco aire acariciara su rostro y se llevase sus pensamientos, cuando de repente unos brazos rodearon su cintura.

-se lo que piensas- dijo Albafica con voz quebradiza – no quiero que pienses en ello- murmuro escondiendo su rostro en la espalda de su pareja.

-sé que no debería pero me es difícil no pensar en ello… el dios Hades ha poseído a aquel chico Alone, la guerra ha comenzado y temo perderte- respondió entrelazando sus manos, después, un gélido soplo del viento trajo consigo la llegada de un maligno cosmos al santuario haciendo estremecer a sus cuerpos, y entonces el peliazul soltó su cuerpo y comenzó a descender las escaleras - espera! Albafica! – grito el guardián de la primera casa deteniendo a su amante.

-si no lo hago llegarán al santuario o peor por Athena! Regresare… - dijo dándole una cálida sonrisa, aquellas que solo el rubio era digno de ver, a pesar de que no quería soltar la cálida mano del peliazul, lo hizo viéndolo descender hasta perderse poco a poco, apretó la mano y las enorme necesidad de ir tras él lo apodero por un segundo, sin embargo debía confiar en su pareja.

Shion había visto con seriedad como el cielo se tiñó de rojo, como el cosmos de su amado peliazul se hacía más débil y como el pueblo que había sido su mayor confidente y refugio para sus salidas nocturnas era atacado, quizá, todo ello no le había dolido tanto como el ver al hermoso caballero entregar hasta la última gota de su sangre para derrotar al juez del inframundo, vio con dolor y tristeza como su amado moría lentamente frente suyo y con un gran dolor en su pecho tomo el inerte cuerpo del bello santo y camino con él en brazos hasta el santuario.

-Shion… no llores… te amo… - fue lo último que dijo antes de caer muerto en los brazos de su amado.

-por favor despierta… no me dejes solo… - rogaba el joven rubio mientras atraía más hacia su pecho el cadáver de Albafica.

Entonces, una mano se situó sobre su hombro, levanto la vista para ver a su mejor amigo viéndolo con un gran pesar, negó con la cabeza ante el hecho de haberlo perdido, le dolía en el alma el saber que ya no vería esos brillantes ojos azules o sentir la suavidad de los azulados cabellos del santo. Quería gritar, maldecir pero no podía. Sentía que estaba dentro de una pesadilla y que al despertar estaría su bella rosa a su lado, pero aquello causo que ardiera su pecho.

-sé que duele, pero debes dejarlo ir- hablo el caballero del onceavo templo entrando a la habitación del templo de piscis – permíteme crear un ataúd para él- dijo Degel viendo a los castaños ojos del carnero, quien asintió levemente.

Después de retirarle la armadura y colocarle una delgada túnica, el caballero de acuario creo un frio ataúd que encerró el inerte cuerpo del fallecido bajo la atenta mirada de un destrozado Shion y un preocupado Kardia que veía el dolor en los ojos de su pareja al crear aquello para su amigo, pues solo ellos sabían de la relación de Piscis y Aries, así como ellos sabían de su relación con acuario. Luego de ello una lápida nueva había sido colocada y aun después de 243 años el dolor seguía presente y una rosa blanca siempre estaba presente en la tumba de su amada rosa.

Notas finales:

espero que les haya gustado!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).