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broken » minvkook por YodaVirus

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Notas del fanfic:

Historia publicada en diversas plataformas. AO3, Wattpad, y aquí.

No es un trío, son los protagonistas, así que están en el título, solo dos de ellos terminarán juntos, hagan sus apuestas.

Notas del capitulo:

Posiblemente los capítulos sean más largos conforme avance la historia.

Inicio cliché.

—¿Cuándo se celebrará la boda?

Sonríe con las mejillas rojas, todo el amor dejándose entrever en sus ojos brillantes mientras se relame los labios ansiosamente. —En un mes.

No puede evitar mostrar un poco de su desconcierto. —¿Tan pronto?

Asiente, sin tomarse a mal la sorpresa de su amigo. —Será un matrimonio por lo civil, solo invitaremos a amigos cercanos y familia, celebraremos en la casa de mi tío, esa que está en la playa, ¿te acuerdas? Y mi madre decidió que encargaría la comida a un banquete de chefs que trabajan para una de sus viejas amigas.

Cómo no acordarse de esa casa en la playa. Visitó por primera vez ese lugar cuando tenía diecisiete, JiMin lo había convencido de escaparse a la playa por una semana entera. Fiestas locas, noches de películas y series, se alimentaron horrible, alcohol y grandes cantidades de comida chatarra cada mañana, pero fue la semana más divertida que vivió jamás.

Asiente con la cabeza, afirmando que, en efecto, la recuerda. Sabe que su expresión no es del todo buena ahora, él aún no ha aprendido a esconder sus emociones de JiMin, pero al parecer la emoción de su inminente matrimonio es tan grande, que todo lo demás pasa desapercibido para él, puesto que sigue hablando sobre lo ansioso que está por casarse de una vez con la mujer que ama.

TaeHyung sigue asintiendo, sonriendo cada vez que la mirada de JiMin se posa en él, tratando de mostrar que está feliz con él y por él, que se alegra muchísimo, y lo hace, en serio, pero no puede ignorar el dolor de su corazón al saber que, si llegó a tener alguna esperanza de que, luego de todo el tiempo que han estado juntos como amigos, JiMin se llegase a enamorar tanto de él, como él lo está de JiMin, esas esperanzas tontas ya no están, y solo queda la cruda realidad que le destroza el corazón.

—A SunHee le haría muy feliz que tú nos fotografiases, Tae, y a mí también.

Vuelve a asentir, ensanchando más su sonrisa. No puede negarse, pese a que una parte de él le dice que lo haga, que no puede estarse haciendo esto, que no debe, porque de alguna u otra manera llegará el momento en el que no pueda más, y pondría en riesgo la felicidad de su mejor amigo, aun a pesar de eso, no puede negarse, nunca ha sabido decir que no a su JiMin.

—Claro que sí —se aclara la voz y trata de ignorar el nudo en la garganta que hace que su hablar suene un poco extraño, pero de nuevo, JiMin está tan feliz y sumido en su emoción que no lo nota, cosa que, en un día normal, haría enseguida—, les tomaré las fotos más hermosas que nadie jamás pueda tomar.

—Lo sé —su sonrisa es brillante, tan brillante y hermosa como siempre—, eres muy talentoso y siempre has sabido encontrarme mi lado bueno, pese a que nunca lo he tenido.

TaeHyung desvía la mirada, avergonzado. No es talentoso, solo es bueno fotografiando a JiMin, porque de alguna manera, con el ojo de su cámara, es la única forma de captar su magnificencia y mostrar lo que JiMin siempre ha sido, la luz más brillante entre la oscuridad.

—Pero, JiMinnie —no puede evitar tratar de disuadirlo de su decisión de celebrar su casamiento en un mes—, entiendo que quieras casarte lo más pronto posible, pero una fiesta como la que quieres trae muchos gastos y...

Hasta hace cinco meses, él había llegado a prestarle dinero para terminar los pagos de su casa, la cual al parecer ahora venderá para poder comprar una casa en la que pueda vivir con su futura esposa.

—No te preocupes, ya encontraré la forma de conseguir dinero —sonríe nuevamente, desviando la mirada. TaeHyung sabe que debe seguir insistiendo, porque el camino al que se dirige JiMin no es nada bueno, pero calla y lo ve sonreír, con todo el amor y felicidad que le causa su inminente matrimonio—, ya que es nuestra boda, SunHee y yo decidimos no escatimar en gastos.

—Entiendo.

—Es hora de irme, ella debe estar esperando, hoy la llevaré a cenar.

Se pone de pie al igual que el otro, llevándolo a la puerta de su departamento. Se despiden con un abrazo, y JiMin se va tan rápido como llegó, pero esta vez, en lugar de dejar detrás de sí a un TaeHyung rebosante de felicidad, lo deja hecho un mar de lágrimas que no paran de salir una detrás de la otra, mientras sostiene su pecho justo en el lugar en el que su corazón late frenéticamente, roto en pedazos.

Cierra la puerta, tratando de calmarse y respirar, pero solo termina ahogándose con sus propias lágrimas. La presión en su pecho aumenta mientras su cabeza va y viene con un solo pensamiento, "JiMin se va a casar" el cual no hace más que romper su corazón más y más.

Cae al suelo, justo contra la puerta, y llora abiertamente al fin, dejando escapar todo su dolor con cada alarido, gritando sus penas mientras cada memoria compartida con JiMin viene a su cabeza, junto a aquellos pequeños momentos en los que ingenuamente pensó que había algo en sus ojos que le decía que podrían llegar a ser algo más, pero que se esfumaba tan pronto como aparecía. Fue tan tonto de su parte tener esperanza...

Unos brazos lo toman de repente, y trata de calmarse, sabiendo que debió haber estado molestando a su compañero de piso todo el tiempo, pero contrario a recibir palabras crueles como solía ser, recibe un abrazo cálido que le sorprende tanto que su llanto se calma por un momento.

—¿Jeon?

A su compañero de piso jamás le agradó que lo llamase por su nombre, así que siempre ha tenido que llamarlo por su apellido. Jeon mantiene el rostro oculto de su vista, pero al escuchar su nombre, alza la mirada, y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

—Está bien, TaeHyung —dice, con una voz tan gentil y melodiosa que no se parece en nada a los comunes gruñidos y gritos de siempre—, puedes desahogarte.

Solo lo piensa un minuto, y de pronto se encuentra lanzándose a sus brazos, llorando todo lo que quiere, y encontrando un extraño pero reconfortante consuelo en la persona que jamás imaginó.

 

Notas finales:


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