Capítulo 1
—¡Felicidades! —La sonrisa de Rido Kuran era tan amplia y segura que Kaname tuvo que aguantar las ganas de golpearlo, pero ese hombre no se lo hacía muy fácil— Mis mayores deseo en tu nueva vida
La banda tocaba una hermosa y suave melodía pero nada de eso mejoraba la tensión de ambos hombres, aunque esto no parecía ser apreciado por nadie más en aquel gran salón, todo seguía normal aunque Kaname no podía evitar la sensación de que todo se iba deteniendo a su alrededor.
—Te desearía lo mismo pero sé que tus deseos son medios perversos —Luego de apretar su mano se alejó aunque la sonrisa de aquel hombre no desapareció y eso le hizo correr un escalofrío por su espalda
Su relación con el mayor no era la mejor, alguna vez cuando pequeño le admiro, representaba todo lo que quería ser cuando creciera, pero al pasar los años lo empezó a ver tal y como era -un hombre ambicioso- sin compromisos que solo buscaba divertirse y conseguir sus pervertidas metas- y aquello no se podía llamar vida.
No era lo que se esperaba de un Kuran y él debía cumplir con eso.
—Pues entonces te alegrará saber que conocí alguien que me puede ayudar en cuanto a eso —El mayor sonrió con picardía antes de señalar a la entrada
Y ese fue el primer golpe para Kaname.
Ahí en la entrada se encontraba su ex amante, Kiryuu Zero, su cabello plateado se encontraba húmedo y vestía un elegante traje negro el cual resaltaba su piel clara y el hermoso tatuaje que tenía en el cuello.
Trago el nudo en su garganta mientras rogaba que no se notara el bulto que se estaba formando en sus pantalones, con solo verlo podía recordar cómo se sentía su piel, como sus cuerpos parecían encajar y como el cuerpo de aquel chico reaccionaba a su tacto. ¡Diablos podía incluso recordar cómo esté suplicaba ser tomado cada vez que lamía aquel tatuaje!
No lo había visto hace más de un año pero parecía que este aún tenía la capacidad de generar grandes reacciones en él.
—¿Así que esto se acabó? —La voz de Zero era fría y no lo podía culpar llevaban diez años en una aventura, pero ya se les había terminado el tiempo, ambos sabían que aquel día llegaría y lo había hecho
—Así es —Respondió antes de ver como el menor tan solo tomó sus cosas y se alejó cerrando la puerta del baño con un golpe
¿Qué le podría decir?
"Lo siento" Aquello solo hubiera sido patético y no solucionaba nada, él igual debía terminar eso y por desgracia lo hizo más tarde que temprano.
El apellido Kuran venía junto a un gran peso, su familia esperaba grandes cosas de él, incluida su boda con Yuuki Cross, hija de un gran empresario y director de grandes escuelas con quién uniría fortunas y daría la siguiente descendencia de la familia.
Ese era su destino y lo que se esperaba de él.
—Zero ya me informo que se conocen —La voz de su tío sonó nuevamente sacándolo de sus pensamientos y haciendo que creciera aún más su deseo de golpearlo— No quería venir, es un chico muy bueno y quería evitar la tensión pero no podía permitirlo —De un camarero que pasaba cerca a él tomó dos copas mientras mantenía aquella sonrisa de suficiencia— A un chico así no se le puede negar —La sonrisa en sus labios se amplió aún más mientras le observaba de manera burlona— Bueno, es lo que yo creo
Kaname se paró derecho y apretó sus puños evitando alzarlos para chocar contra la mejilla del mayor, le costaba respirar y sabía que cualquier que lo conociera vería que estaba perdiendo el control.
—Kaname —La suave voz de Yuuki sonó al mismo tiempo que está se colgaba del brazo de este antes de sonreír coquetamente al mayor— Rido, no lo había visto ¿Te has olvidado de mí?
—Jamás olvidaría a mi futura sobrina, pero he estado con las manos algo ocupadas —Indicó a la puerta donde aún se encontraba el menor de cabello plateado— Entenderás que el amor no solo le llega a los jóvenes
—¿Ese... No es Zero? —Pregunto la menor mirando al chico y luego a Zero sin ocultar su mirada desconcertada y casi molesta— El chico que a veces te ayudaba en el trabajo
—Claro que sí y gracias a mi sobrino es que nuestros caminos se cruzaron —El mayor sonrió y luego hizo una señal de disculpa— Es un chico que sabe hacer bien su trabajo pero tiene otros buenos talentos, así que permítanme no quisiera que se aburra de este pobre viejo
—Qué mal gusto —Murmuró Yuuki mientras observaba como el mayor se iba con el peli-plateado quien aceptaba gustoso su copa— Esperaba mejor gusto de tu tío cariño
Sin contestar tan solo se dejó guiar por la menor quien no dejó de presumir aferrada a su brazo donde sus amigas -era algo a lo que estaba acostumbrado y normalmente sabía seguirle el acto a la menor pero en esta ocasión no podía- su mente no dejaba de ir una y otra vez al pensamiento de aquel chico.
¿Cómo Rido había dado con Zero?
Normalmente era un chico muy frío y no le agradaba mucho la gente. No le gustaba salir, no tenía citas, ni frecuentaba sitios donde se pudiera conocer a gente como su tío. Y estaba seguro que él no se lo había presentado.
Entonces... ¿Cómo se las había arreglado para tenerlo?
Su tío no era una persona que fuera de fiar, era conocido por ser coqueto, jugar con la gente hasta que lograba sacar todo beneficio de ellas y luego las desecharlas.
¿Qué tanto sabía el mayor de él y Zero?
Y lo más importante ¿Qué esperaba sacar de todo esto?
Sin poder controlarlo se volteó y vio a Rido hablando muy cerca del menor, mientras mantenía una de sus manos en su cintura acercándolo más a su cuerpo de manera muy íntima sin importarle las miradas curiosas que iban en su dirección. Pero cuando vio como el mayor guiaba al peli-plateado al baño de los hombres asegurándose de ir solos, su sangre comenzó a hervir.
Parecía que quería restregarle en la cara a quien había obtenido y lo que podía hacer con él.
—Tu tío no ha cambiado nada ¿He? —Preguntó su padre mientras se acercaba a él con una copa en su mano— Hizo una escena parecida para mí fiesta de compromiso, solo que en esa ocasión era con una chica que trabajaba para la familia —Luego le puso la mano en el hombro y lo hizo caminar alejándose del baño, alejándose también del grupo de gente hasta una ventana— Le gusta ser el centro de atención aunque sea tú ceremonia de compromiso le encanta estar en la boca de todos y al parecer encontró un nuevo juguete que le acompañe a hacer locuras
—Eso no importa, solo espero que Yuuki no se sienta incómoda —Comentó mirando a donde la menor se encontraba hablando con sus amigas para luego volver a ver a su padre quién le observó en silencio por un momento— Ella estaba ansiosa por todo esto
—Me parece bien que te preocupes de ella —El mayor lo miró con seriedad sintiendo que quería atravesar su alma, se sintió como cuando era un niño y le reprendía— Ya era hora que dejaras todas las tonteras y se hicieran responsables de tus deberes para con la familia—Luego se volteó dándole la espalda— Casi temo que terminarás como Rido, me alegro que recapacitaras
Aquello lo atravesó y por instinto Kaname miró hacia el baño. Quizás hubiera sido odiado y casi abandonado por su familia pero en aquel momento él tendría a Zero a su lado y no su tío.
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Zero no pudo evitar rozar su trasero contra el bulto en la pelvis del hombre mayor, mientras esté apretaba su cuerpo contra la muralla del baño y besaba suavemente su nuca generando ondas eléctricas que llegaban directamente a su pene. Podía escuchar como había gente entraba y salían del baño, pero esto no parecía importunar al mayor y él ya había perdido toda la sangre de su cabeza así que no era capaz de pensar con coherencia.
—¿Estas ansioso, ángel? —Pregunto Rido contra su odio antes de comenzar a lamer y morder el lóbulo de su oreja, torturándolo
—¿D... De quién será la culpa...?—Apenas pudo contestar antes de sentir como sus piernas temblaban y casi ya no soportaban su peso, aunque no parecía gran problema ya que el mayor tenía tomada con firmeza su cintura— Rido... Por favor...
—Adoro cuando súplicas —Susurró antes de bajar hasta el hombro del menor aún cubierto con ropa y le mordió con fuerza mientras su mano sacaba el miembro palpitante de Zero y comenzaba a masturbarlo con rapidez— ¿Te correrás para mí, Ángel?
Solo basto unos segundos más y una nueva mordida más dura para que el menor sintiera el éxtasis recorrer su cuerpo y se corriera en la mano del mayor.
Sus piernas no soportaron su peso, pero Rido mantuvo su peso mientras recuperaba parte del aliento, un acto que para ellos era tan íntimo, dejando escapar un suspiro Zero término de apoyar su cuerpo contra el del mayor y cerró los ojos sintiendo como este comenzaba a caricias sus brazos, su pecho y sus piernas haciendo que en estas partes volviera la sangre.
—¿Vamos? —Sonrió con coquetería Rido antes de besar el tatuaje de Zero— La fiesta recién está iniciando
—La verdad no creo que ya importe eso —Zero sonrió antes de voltearse y ver al mayor— Pensé que sería divertido, pero no siento tal emoción
—Eso es porque aún no ves que ha iniciado el juego, Ángel —Quitó parte del cabello del peli-plateado de sus ojos— Te prometo que te divertirás
Ambos salieron del baño justo en el momento en que el único ocupante que quedaba se retiró, cruzando miradas cómplices ordenaron sus ropas y peinaron sus cabellos, antes de salir de aquel lugar. Aunque nada de lo que hicieron logró evitar que muchos miradas fueran en su dirección.
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Kaname quería un momento a solas aunque no precisamente solo, desde que Rido y Zero habían entrado al baño juntos y salido sin un poco de disimulo los rumores habían comenzado y Yuuki ya había dejado en claro que odiaba no ser el centro de atención, más aún cuando la opinión general era aprobando la buena figura de Zero. No podía culpar a los chismosos, Zero era un chico guapo con apariencia rebelde y muy sensual en la intimidad pero era la fiesta de compromiso y debía tener a Yuuki Feliz.
—Zero —Llamó tan fríamente como pudo, estaban solos en el estacionamiento, la fiesta ya había acabado y todos los invitados se retiraban para dar paso a la cena familiar pero cuando esté se volteó a verlo con aquellos ojos color amatistas sintió la necesidad de acercarse— ¿Qué estás tramando?
—Pues retirarme —El menor alzó los hombros como quitándole importancia aunque sus ojos no brillaron en su dirección como alguna vez lo hicieron pero no dejaban de ser llamativos— Aunque Rido insistió mucho para que me quedara, no quiero seguir importunando
—¿Me refería a que haces con él? —Preguntó acercándose más al menor y aguantando el deseo de cogerlo por los hombros, hacer que su mirada cambiará a una de deseo y buscará que olvidará a su tío
—Pues —El menor mostró una sonrisa casi traviesa y bajó el tono de su voz— ¿Puedes hacerte una idea? —Zero cogió el casco de su moto y montándose en esta miró por un buen rato al mayor— Fue divertido verte de nuevo y lamento el pequeño desliz pero tu tío sabe doblegar a cualquiera, tú me entiendes
Sin más que decir se colocó el casco y arrancó en la moto mientras una amplia sonrisa se dibujan en sus labios, Rido tuvo razón, aquello había sido divertido.
Pero el juego recién estaba iniciando.
Mientras tanto Kaname no pudo evitar apretar los puños con fuerza mientras volvía a la casa, aquella sería una cena muy larga y su cabeza no estaba para fingir ser un Kuran, debía hacerlo, hacía un año había tomado una decisión y ya era demasiado tarde para volver atrás.