Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Draco's Plan por JennVilla

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Todos en el Gran Comedor estaban en un silencio sepulcral.

— ¡Harry Potter! —llamó Dumbledore— ¡Harry! ¡Levántate y ven aquí, por favor!

Draco vio cómo Granger empujaba a Potter para que este se adelantara. Bufando con diversión, se giró hacia Blaise y con su mueca marca Malfoy, dijo:

— ¿Has visto cómo se ha puesto Potty? Parece víctima de un Petrificus Totalus.

— ¿Será que por primera vez puedes dejar de balbucear por Potter, y dejarme escuchar? —dijo este en un susurro.

—En ningún momento he balbuceado, idiota —susurró Draco también—. Sólo te estoy mostrando cómo Po-

Se interrumpió al ver a Potter avanzando hacia el viejo director, como si caminara a su propia muerte.

—Bueno... Cruza la puerta, Harry. —dijo Dumbledore con gesto serio.

— ¡Já! Al parecer Potty dejará de ser el niño dorado de Dumbledore. —se mofó Draco.

— ¡Cállate, Draco! —exclamó Pansy al lado suyo.

—Pero, ¿qué les pasa a ustedes dos? ¿Ya no se puede hablar aquí? —Draco preguntó, indignado.

—Necesito escuchar los cuchicheos, Drake —explicó Pansy—. Al parecer todos piensan que Potter metió su nombre en ese Cáliz.

Draco, por un momento, quedó en silencio. Potter salía del Gran Comedor por una puerta que, al parecer, daba a otra sala en donde se encontraban los otros campeones.

—Definitivamente Hogwarts está lleno de estúpidos —empezó de nuevo el rubio—. Potter es un tonto insufrible, lo sé… ¿Pero arriesgarse a participar en un Torneo en donde todo está pensado para alumnos de sexto en adelante? ¡Es absurdo!

— ¿Así que tú crees en Potter? —dijo Theodore sonriendo sutilmente.

A Draco le ponía de los nervios esas sonrisitas de Nott, aunque nunca lo admitiría, claro está.

—No, ni de asomo. Sólo estoy dando por sentado un hecho lógico. Potter, y ninguno de nosotros que estamos en cuarto año, somos así de estúpidos.

—Potter sólo está buscando más fama, eso es lo lógico. —dijo Greg, quien ya se había levantado y acercado a los demás.

El Gran Comedor empezaba a vaciarse. Granger y la Comadreja estaban discutiendo, mientras caminaban rápidamente hacia la salida. Draco observó todo con interés.

—Draco —Greg se acercó tímidamente a él—, ¿vamos a robar algo de las cocinas? No quedé satisfecho con la cena de hoy.

—Eres un cerdo, Goyle —reprendió Pansy—. Comes, hablas y piensas como cerdo —continuó ella haciendo gestos—, cada día lo confirmo. ¡Y tú también, Crabbe! —dijo señalando a Vincent.

— ¡Yo no he dicho nada! —exclamó él levantando sus manos.

— ¡Suficiente! —dijo en voz alta Blaise— Estoy harto de sus cuchicheos. No pude escuchar nada de lo que decían los demás.

—No te preocupes, querido —respondió Pansy—, todo era lo mismo… Potter es un tramposoPotter esto, Potter aquello Ugh… —y con una mirada cómplice, se dirigió a Draco— Drake, vámonos juntos, necesito hablarte de algo a solas. —enfatizó mirando a Greg y Vincent.

Draco, sabiendo lo que se le venía, sólo pudo suspirar con resignación.

Mientras se alejaban, Pansy se sujetó de su brazo y girando ligeramente la cabeza, dijo:

—Blaise, cariño, ¿necesitas invitación?

Blaise se alejó casi corriendo de los otros tres. Draco se divertía viendo cómo Pansy y Blaise parecían no soportar a los demás Slytherin salvo a él y a Theo. Solían decir que ellos cuatro eran superiores a los demás, y eso, para el pequeñísimo ego de Draco era más que reconfortante.

Ya con Blaise a la par de ellos, Pansy dijo a bocajarro:

— ¿Qué piensas hacer Draco? Ahora todo se complica con Potter.

—Ya he pensado en otro plan.

— ¿Te importaría compartir información con nosotros? —dijo Blaise suavemente.

—No hay necesidad, no se preocupen. Confíen en mí.

Pansy bufó fastidiada y se separó de Draco para alejarse a zancadas en dirección a las mazmorras.

— ¿Y ahora qué le pasa a ella? —preguntó Draco extrañado.

—Pasa que nos ves la cara de tontos, Draco —respondió el italiano—. Mierda, ¡somos tus amigos!

— ¡Eso lo sé, por eso les digo que confíen en mí!

—No Draco, bien sabes que con Potter participando en ese Torneo, todo se va al carajo con tu maravilloso plan de conquista.

— ¡Shhh! Cállate imbécil —se apresuró a hablar Draco cuando vio que ya habían llegado a su destino. No había ni rastro de Pansy—. ¡Sangre Pura! —susurró furiosamente la contraseña para poder ingresar— ¿Alguna razón por la que tengas que ir gritándolo para que todo Hogwarts se entere, Zabini?

—Ni te atrevas a enojarte, Draco. Además, yo hablo como se me venga en gana.

—Pues ya te puedes ir haciendo a la idea de lo que te haré, si vuelves a abrir así tu bocaza. No necesito que nadie más sepa de esto.

Ya en la Sala común, pudieron ver a Pansy sentada rectamente en un sillón.

—Te he escuchado, Draco. Y déjame decirte que eres un idiota.

—Pansy... —advirtió Draco.

Pansy ni que mierdas, escúchame bien, Draco Malfoy. O nos dices ya mismo cuál es tu nuevo plan, o nos encargaremos de arruinarte todo con Potter. O por lo menos yo lo haré.

—No se atreverían. —Draco levantó las cejas con asombro.

Blaise, sentándose elegantemente junto a Pansy y cruzando los dedos de sus manos, observó a Draco fijamente.

Aparte de las enigmáticas sonrisas de Theodore, las miradas penetrantes de Blaise solían dejarle desarmado. Draco sabía que, a Blaise, a diferencia de Pansy, se le escapaban pocas cosas.

—Draco, ¿te das cuenta que esto puede ser alguna trampa o jugada del Señor Tenebroso para Potter?

—Voldemort. —corrigió Draco.

Pansy se estremeció y el rubio le dio una mirada exasperada.

—Oh, perdone su Majestad por tener miedo a un psicópata. —se defendió la chica.

—En nada cambia si dices su nombre o no. —replicó él.

Blaise seguía imperturbable, el moreno también llamaba a Voldemort por su nombre, pero más bien en pocas ocasiones. Pansy aún no superaba el temor, y seguía creyendo en esa tonta superstición que Draco aún no terminaba de entender bien.

—Draco, esto-

—Ya lo sé Blaise, estoy al tanto de todo lo que ese loco puede hacer —Draco le interrumpió—. Pero no voy a dejar de seguir con mi propósito.

Pansy rio incrédula.

—A ver, Draco. Para eso, necesitas a Potter vivo, ¿sabes?

—No insultes mi inteligencia, Pans, sé bien lo que hago.

Sus dos amigos aún le miraban con aprensión.

—Está bien… —suspiró Draco después de un rato, fastidiado— Por ahora sólo les diré esto...

E inclinándose de manera conspirativa, y logrando captar más la atención de los otros dos, empezó con voz suave:

—Vi cómo Granger y Weasley discutían, y algo me dice que, al parecer, uno de ellos -a no ser que los dos- no está muy contento con Potter.

— ¿Y por qué crees eso? —preguntó Blaise.

—Sólo es intuición, Blaise. Para eso necesito investigar más. Y si es así, por ese hueco me meteré.

— ¿Eh?

—Pansy, dulzura, me refiero a que me iré por ese lado. Por sus eternos perros guardianes.

—Ya veo...

—No, no lo ves... y por eso no me esforzaré más con ustedes. Estoy cansado.

—Draco, ven para acá. —exigió Pansy.

Pero Draco sólo quería irse a su cama y empezar a pensar bien sus próximos movimientos.

—Buenas noches, mañana, si así lo deseo, les contaré más. —dijo alejándose por las escaleras para bajar a los dormitorios, con paso digno.

Pudo oír cómo Pansy empezaba a levantar la voz pero al parecer Blaise la hizo callar. Draco agradeció el mutuo entendimiento que compartía con Blaise. Siempre había sido así. Desde niños, en sus infantiles conspiraciones, Draco sólo necesitaba insinuar ciertas cosas para que el otro lo comprendiera y así poder seguir en lo suyo.

Ya en su habitación, Draco se preparó para la cama. Y al acostarse comprendió que por más que quisiera, no podría emplear tiempo en pensar en algún plan. Les había dicho que tenía uno, claro, pero la verdad era que estaba asustado.

¿Por qué Potter había sido seleccionado para el Torneo?

¿Quién habría puesto su nombre en el Cáliz? Porque era obvio que Potter no había sido, eso lo tenía seguro.

¿Era alguna treta de Voldemort? ¿Habría algún mortífago infiltrado en Hogwarts?

Y con este último pensamiento, se quedó dormido, para enseguida empezar a soñar con lo mismo de cada noche, desde su tercer año en el colegio.

Unos hermosos ojos verdes le miraban con amor y adoración; Draco sabía que eran los de Potter... Harry, se corrigió él mismo. Sólo en su cama y en sus sueños, se permitía pensar en él como realmente deseaba.

Su Harry.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).