Abre mis ojos y bebe el líquido de mi interior, destrózame por dentro completamente. Aunque sé que no soy alguien común, espero que mi pequeño ser sea suficiente para satisfacerte. Lame la sangre que comienza a aparecer tras dejar una marca con aquel cuchillo, su sabor metálico y de hierro te encanta ¿Verdad? Sírvete con las lágrimas que en este momento caen por mis mejillas. Deléitate con mi dulce saliva. Toma cada uno de mis cabellos y arráncalos si eso te complace, toma aquel objeto filoso y deja una marca en mi mejilla. Después de que me serviste como mayordomo, entregándote a mi temporalmente por un contrato injusto, ha llegado la hora de tu venganza, ahora prefieres experimentar sobre el dolor en vez de hacerme trizas de una vez. ¿Crees que seré doblegado por tu fuerza animal? Ni siquiera lo pienses, porque, aunque me tortures y me lastimes, nada me puede hacer más daño que tu rechazo. Aunque mi cuerpo quede destrozado, todo mi ser ahora pertenece a ese hombre al que debo llamar “amo”.
Aunque para ser sincero no creo tener tan buen sabor como todos creen, pero si me das de probar, aunque sea un poco de tu cariño o amor inexistente quisa te sirva como si fuera un adobo y me diera un gusto acaramelado
Perdóname, sé que actuar de esa forma no era una buena idea, aquel hombre de cabello gris me advirtió sobre ti, me dijo que acabaría completamente mancillado y que el collar que fue puesto en mi cuello tarde o temprano me ahorcaría, pese a que el me haya advertido todo eso, prefiero quedarme a tu lado como si fuera un niño bueno, ese que nunca antes fui en el pasado, quizás solo con mis padres y hermano. Creo que estaba tan sobreprotegido en aquella mansión que mi papá temía romper aquella burbuja de inocencia que crecía a mi alrededor, esa burbuja que reventaron sin piedad aquellos miembros de la organización, lo perdí todo y me convertí, siendo violado y maltratado una y otra vez en el alimento perfecto para ti.
Ahora pienso en ese hombre que alguna vez fue cercano a mi familia y mientras más lo hago, me siento más seguro de que debió haber sentido pena de que todos mis antecesores hayan acabado de la misma triste manera, muertos antes de tiempo, asesinados por desconocidos. Torturados hasta el cansancio.
Se que, si encuentra este lugar, no dudará ni un solo segundo para rescatarme y extenderme una mano amable, esa que siempre me negué a tomar. Tratará de recurrir incluso al raciocinio para terminar el contrato que pesa sobre mi de la manera más humana posible, está realmente equivocado, porque ahora, en este momento que veo de frente el mal, no estoy seguro de que mi corazón anhele ser salvado antes de caer en las garras de ese demonio.
Lo siento, lo siento, sé que este será y siempre fue mi destino, por haber sido una persona cruel que nunca dudó en jalar el gatillo ahora seré castigado por un demonio que acabará conmigo, nunca jamás nadie sabrá que ocurrió con el último que conservaba mi apellido. Solo espero que ella pueda vivir sin mi cariño, que consiga a alguien más con el que pueda encontrar la felicidad que yo nunca le podría haber dado como su esposo, aquella joven hermosa de ojos verdes y cabello rubio, la misma que nunca podría haber aprendido a amar como si fuera una mujer, porque en lo mas profundo de mi corazón siempre será una hermana para mí. Mis últimas palabras de arrepentimiento serán para ella, porque rompí mi promesa y no podré convertirme en el hombre que la proteja de todo mal que se avecine.
Hasta el final de mis días evitaré quedar como alguien que murió dando lástima. ¿Podré ser un niño malo que escapa de su cruel destino? Ni siquiera esa duda puedo permitirme.
Lo que nunca podrás cambiar es que a pesar de todo el daño que me estás haciendo y el próximo, no puedo dejar de quererte.
Aquel que ahora comienza a parecerme un extraño trata de acercarse a mí, sus ojos dorados no me dejan en paz, sé que lo único que quiere es disfrutar con mi cuerpo maltratado, porque darle fuertes golpes cuando el otro hombre volteaba no era suficiente para él, solo quería quitarme mi orgullo y denigrarme más, ahora me pregunto ¿qué tan bajo he caído? pero por algún motivo el sigue defendiéndome, tratando de anestesiarme cuando el extraño toma un bisturí para abrir mi estómago y probar mi sangre, esa que desde la primera vez lo llevó al éxtasis solo con un poco. Aun lo recuerdo, sus ojos fríos que quedaron completamente embelesados con el sabor de otro que no era tu amo. Sigo sin creer que acabaste con la vida del que tanto te quiso solo por un capricho.
Trata de arrancarme la ropa con fuerza, pero Sebastian lo detiene, no porque en realidad le importe, si no porque quiere dejar en claro quien es el que manda dentro de estas cuatro paredes.
Pero entonces me sorprendo nuevamente, el ojirojo no desea devorarme solo físicamente y comienza a tocar sitios donde se siente más que dolor, donde se siente bien y me nubla la cabeza ¿Hace cuánto que no me sentía así? Desde que mi padre acariciaba mi cabeza antes de dormir y mi madre besaba mi frente con ternura, creo que es una sensación parecida. Me hace pensar que mi cuerpo no está lo suficientemente destrozado y roto como para que no te aproveches de él. Pero eso no importa, lo que realmente espero es que le sepa bien y que lo disfrute hasta el final
¿Sería mejor que algún otro extraño tome mi mano con dulzura y me apartara del sufrimiento? No, porque a pesar de que me dañe solo lo quiero y lo necesito a él.
En este instante solo estoy esperando el final. Y solo pido no quedarme atrapado aquí completamente solo, terminar igual que mi hermano que solo se convirtió en un portal para unos desconocidos que solo ansiaban poder.
En el momento que Undertaker pudo ayudarme a escapar traté de retribuirle, le ofrecí mi lastimado cuerpo y él lo rechazó ¿Será porque está tan usado que no es como antes? ¿Acaso doy tanto asco que este cuerpo destrozado no puede hacer feliz a nadie, ni siquiera a quien me salvó?
Sé que él hombre de cabello azabache está buscándome, junto con ese hombre que trató de devorarme sin permiso, espero que si me encuentra vuelva a detenerlo, porque solo estoy dispuesto a ser comido por él.
Quizás nunca debí haber huido, así que una vez más me encuentro escapando, solo que ahora lo hago de aquel hombre que una vez me ayudó. Sé que en el fondo él no me puso en una jaula porque sabía que soy tan lamentable que huiría de nuevo para encontrarme con el que me hace tanto mal.
Le ordena con voz profunda que deje la habitación y el hombre de ojos dorados trata de convencer, pero no lo logra. unas ganas sobrehumanas de golpearle se apoderan de mí y escupo en su cara, mientras al mismo tiempo le enseño mi dedo medio, trata de golpearme, cierro los ojos esperando el impacto, pero Sebastian lo detiene, Se va totalmente enfadado, susurra algo en su oído y abandona la habitación. Puedo ver lo mucho que le molesta, cierra la puerta detrás de si y e acerca a mi tembloroso ser, no bajo mi cabeza, a pesar de todo lo que ha ocurrido, una parte de mi se sigue reusando a mostrarse dócil y manso. Toma mi barbilla con cuidado y fuerza un beso, siento como trata de devorar mis labios, abro la boca para respirar y el introduce su lengua, aquella húmeda parece danzar junto a la mía, cierro los ojos completamente hechizado, aunque está mal y duela porque el solo quiere satisfacerse por un momento es tan embriagador que me llega a doler hasta el alma, entonces las cosas se aclaran ante mí, él nunca me ha querido, solamente esta haciendo uso de todo mi ser, desde las partes de mi cuerpo hasta mi alma ingrata que le dio la espalda a la luz.
Repentinamente es un animal, sus garras parecen destrozar mi piel, duele muchísimo y las lágrimas amenazan con salir, pero trato de aguantar, la sangre sigue brotando de una de mis heridas, esa que está en mi pecho, cerca de mi corazón que parece querer devorar igualmente, pero de forma literal. Se abre paso en mí, es muy doloroso y parece que también sangra, aun así, el no se detiene, estoy seguro de que le gusta, le excita sentir aquel olor a hierro, le encanta la fricción que crean nuestros cuerpos al estar unidos, la forma en la que mis paredes lo aprietan y envuelven su miembro. Gime despacio con su masculina voz ronca y descarga toda su fuerza sobre mi cuerpo, sus manos que siempre vi enguantadas con anterioridad ahora están desnudas, me, muestra sus garras, y me obliga a abrir la boca, la lamo con cierto temor hasta que el está satisfecho y sus ojos brillan cargados de lujuria. Es un espectáculo aterrador. Pero repentinamente me besa desesperadamente, como si quisiera robarme el alma con aquella caricia en medio de un mar de desilusiones que me envuelve, quiero decirle que continúe que me lastime, que no se detenga. Mis ojos ya están completamente abiertos y puedo comprender que claramente para el no soy nada más que un alimento. Atrás quedaron las dudas de que en algún momento podría ser más para él. Pero si ya lo tengo claro, entonces ¿Por qué me duele tanto?
Porque creí que podrías ser distinto…y me equivoqué.
Nuevamente me escapo de aquella deplorable situación, ahora me siento como un corazón roto andante, me duele muchísimo, hasta que finalmente lo entiendo, de nada sirve escapar, porque al final lo que más temes te atrapará y no te soltará hasta que te otorgue el final que los pecadores no esperan, la muerte.
Quisiera saber como se sentirá cuando me inyectes ese veneno, espero que te sea imposible lavarte las manos y deshacerte de toda culpa. Cuando veas mi cuerpo sin vida, partido, roto y agónico sin conciencia en manos de otros demonios que no sean tú, porque ya pude darme cuenta de que no te conozco más, ya no eres quien fue mi mayordomo, al que amé en secreto durante muchos años, porque te has convertido en una bestia.
Cuando llegué a casa, él ya no estaba solo, entre tantas personas no podía diferenciar más que ojos hambrientos mirando en mi dirección, según tengo entendido, “Claude” llamó a sus conocidos para que se dieran un festín conmigo, porque sabían que regresaría y porque después de tantos golpes mi carne estaría tierna y suave, mi cuerpo aun continuaría -a pesar de estar colapsado- siendo un manjar que disfrutarían con el ojirojo comería mi alma.
Lo siento, lo siento, espero que esto lo compense y sea suficiente, lo que degustarán será mi propio corazón latiente y deseoso de amar nuevamente a pesar de estar roto con la idea de no ser compartido con nadie más que el que me muestra sus colmillos, quizás en otro momento pude haber deseado no seguir sufriendo, pero ahora ya no exijo nada más que solamente tu devores mi cálido corazón, no quiero terminar como si fuera un inútil.
Perdóname, porque en realidad no quiero quedarme solo y por eso haré esto, sé que, aunque duela muchísimo mientras estés disfrutando la comida su sabor, podré partiré en paz, aunque mi alma jamás encuentre el descanso y caiga para siempre en tus fauces.
Esa es mi maldición, la que pronuncio con mis últimas fuerzas, que nunca puedas olvidarme y que matarme te torture por toda la eternidad, que nunca encuentres la satisfacción alguna, es la que pido mientras mi cuerpo es destrozado y se pierde en la oscuridad.