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Un Papá Para Kiki por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

El pequeño Kiki, de verdad quiere una familia, aunque sea poco comun, es su mayor deseo

Es un Shaka X Mu. 

No se como ponerle en los personajes. Lo siento.

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azucar, ¿Como estan?. Espero que esten bien, sigan las atenciones de seguridad, mantengance a salvo, y coman muy bien. Difruten la lactura. Ammu se va.

Las mañanas en el santuario de Atena no siempre pueden ser tan tranquilas y hermosas como la de este día.

Después de un entrenamiento algo riguroso con su maestro, un pequeño Lemuriano de cabellos naranjas que le llegan hasta poco más debajo de la nuca, tiene una estatura baja debido a su condición de niño, unos ojos morados tirándole al lila, un poco grandes. Como la gente de Jamir el posee dos tikas o más bien puntitos en la frente en vez de cejas de un color morado.

El pequeño quien respondía al nombre de Kiki, se encontraba vagando por la zona cercana del santuario, siendo este lugar un bosque muy pacifico aun después de tener prácticas de santos y aspirantes de estos, tan próximos y derramamiento de sangre.

A veces la belleza se encuentra tan cerca de la carnicería sin importar el tiempo y eso es algo que tocaremos en esta bella historia.

Estando en una roca sentado pensando en muchas cosas, aunque por un momento desearía alejarlos, pues todo esto le ha causado un dolor que no se compara con el entrenamiento a aspirante de Santo de Aries.

Su mirada de diviso hacia el cielo, recordando la causa de su dolor.

Cerrando sus ojos, fue como aquellas imágenes comenzaron a dispararse.

---Flash Back---

Una tarde mientras iba de regreso con su maestro después de hacer algunas compras, observaba los alrededores, con su típica sonrisa dulce y adorable de un niño de ocho años, que se sentía realmente contento estar disfrutando una probada de una vida normal y más el estar acompañado de la única figura paterna que había conocido dese siempre.

La mayoría de las veces las sonrisas que demostraba se las dedicaba a aquel caballero de Atena que poseía unos bellos cabellos de color lila y lisos atados a la mitad con un lazo.

Este también devolviéndole las sonrisas, mientras llevaba en sus manos aquellos víveres que necesitarían durante toda una semana en la torre que ellos utilizaban para vivir en Jamir, cuando reparaban las armaduras y también entrenaba al pequeño en esa maestría.

Sin embargo a veces esos pequeños momentos de alegría pueden traer con ellos una amargura que en vez de ser efímera se puede quedar con nosotros por mucho tiempo

-Maestro, hoy hemos comprado muchas cosas- Decía el pequeño mientras caminaba con los brazos para atrás, mirando al hombre a su lado.

-Tenemos un gran encargo de reparación- Levantando su mirada hacia adelante, mientras salía del pueblo de Jamir.

-¿Me dejara ayudarlo esta vez? Maestro- Sonrió con unos ojos iluminados de par en par, esperando la respuesta tan deseada por él.

El mayor solo le sonrió tenuemente, mientras le acaricia la cabeza –Creo que ya estás listo para comenzar a ayudarme en más cosas-.

Kiki, al escuchar aquello, se emocionó tanto que corría alrededor de Mu, pues esa noticia la esperaba con ansias desde hace mucho tiempo y al fin podría hacer algo más que solo mirar o pasarle las herramientas celestiales.

Pero un llanto lo hizo distraerse de su festejo, a lo cual miro algo confundido lo que estaba pasando.

Un pequeño niño Lemuriano, se encontraba sollozando en el piso, cubriendo su cara con sus manitas.

Parecía que estuviera perdido o asustado, no se sabía con exactitud pero su expresión siendo de miedo lo definía por completo.

A Kiki, eso le preocupo un poco, aun siendo un niño, el que lloraba era más joven que él, pensó en ir a ayudarlo, pero se detuvo al ver como una mujer adulta, rápidamente se agacho hacia el niño y lo abrazo con fuerza a lo cual el pequeño respondió, con llanto a mas fuerte a estar con ella.

-¡¡¡MAMÁ!!!- Llorando el pequeño, mientras abrazaba con toda la pequeña fuerza que tenía.

-Ya, ya, no pasa nada… Mamá ya está aquí- Lo mira a los ojos –Mamá te cuida y nada malo va a pasarte.

-Aquí estabas- Un joven hombre de igual ascendencia Lemuriano, se acercó a la bella escena de madre e hijo.

-¡¡¡PAPÁ!!!- El niño corrió a sus brazos, este a lo cual lo cargo con alegría.

-No vuelvas a darnos esos sustos, por favor- Aquel hombre sonreía al ver a su pequeño ya en sus brazos.

Aquella pequeña pero hermosa familia, se fueron del lugar. Con esa pequeña escena se demostraba sin duda todo el amor que se tenían todos.

Todo niño eso es lo que quiere tener una familia, que lo cuide y proteja.

Una madre que se preocupe por él, lo cuide y le enseñe los modelas requeridos.

Un padre, que le enseñe como defenderse, tener la valentía que se necesita para realizar lo que desea.

El amor y la fuerza de una familia.

Aquello le llego a su pequeño corazón, que por un momento pensó -¿Por qué yo no tengo una madre?-

Aquella pregunta lo invadió, e emociones y sensaciones nuevas completamente desagradables para él.

Él sabía de antemano que no era hijo de su maestro Mu, si no que él lo encontró fuera de la torre, lo cuido y crio como su fuera suyo.

Pero no era lo mismo.

El caballero de Aries noto el cambio abrupto de su pequeño discípulo después de ver aquello, a veces el silencio es mejor compañero que alguna palabra de aliento.

Lo llamo, para sacarlo de sus pensamientos, el solo asintió, siguió el camino hacia aquella torre que lo vio crecer.

Siguió así su vida, pero aquel sentimiento no se fue, si no se afijo más en su corazón.

Algo que su maestro noto, y el trato de hacer que olvidara aquello, sin embargo se dio cuenta que no funcionaba.

Le dolía ver a su niño de esa forma, sin alegría, sin mucho entusiasmo. En su corazón aquel pequeño de ocho años era su hijo, para él lo era, pues al cuidarlo y criarlo lo fue y lo seguirá siendo.

---Fin Flash Back---

Ahora volviendo a la actualidad, el pequeño discípulo de Aries, miraba con tristeza el cielo, sintiéndose mal por aquello que su corazón sufría.

-¿Una familia?- Aquella pregunta fue lo que salió de sus labios.

Llevando sus brazos hacia atrás de su nuca – ¿Tengo una familia?-

El joven, siguió pensando ahora cerrando los ojos para mayor concentración en su ser, cosa muy atípica en el pequeño.

-Mi maestro Mu…- Abriendo los ojos, mirando hacia el frente –Él ha sido como un padre para mí- Su sonrisa volvió a estar en su cara –Además también tengo al patriarca Shion… Antiguo maestro de mi maestro…- Se pone un poco pensativo.

-Eso lo convierte en mi ¿Abuelo?- Deja escapara una leve risita.

Sin duda la idea de ser el “Nieto” del patriarca, le agrado.

Pero poco a poco, sus pensamientos volvieron a intensificarse con algunas dudas.

-Aunque...- Se cruza de brazos haciendo un leve puchero –A veces el maestro Mu, se comporta más como una mamá, que como un papá-.

Comienza a recordar varias veces que según ratifica su teoría.

Cuando se ensucia por comer algo, siempre lo limpia con algún pañuelo.

Sobreprotegiéndolo, al momento de tener que entrenar o empezar a reparar alguna armadura.

Quedándose a su lado cada noche que él tenía miedo de más pequeño.

Velar su sueño aun con el cansancio de su entrenamiento cuando el más joven enfermaba.

Su tierna sonrisa volvió, mostrando todos sus dientes tan blancos, cortesía de la buena higiene que Mu le enseño a tener en todo momento.

-Yo ya tengo una mamá-

Eso fue lo que más le alegraba decir que ya tenía a alguien que lo quisiera de esa forma. Aunque en su pequeño corazón temía que tal vez su maestro no lo considerada un hijo, pero negó esos pensamientos con una interrogante.

-Pero…- Se mostró pensativo de nueva cuenta –Aunque tenga a una mamá y un abuelo, me haría falta un padre ¿Verdad?-.

Cruzo sus brazos y piernas sobre esa roca.

-¿Quién podría ser un buen padre?- Una cara seria se intensificó –Y sobre todo ¿Quién querría mucho a mi Maestro?-

El joven Lemuriano, se quedó pensando por un rato. Hasta que en su mente comenzaron a estar las imágenes de varios caballeros dorados, con los cuales su maestro convive casi a diario y él ha tenido la posibilidad de conocerlos desde que Mu volvió a sus deberes de caballero dorado de Aries.

-Si tuviera que escoger…- Cruza sus pequeños brazos regordetes sobre su pecho.

-El señor Aldebarán podría ser un buen padre para mí- Diciendo esto sonriendo y rápidamente, imaginándose como seria aquello.

 

Notas finales:

Buenos dias, tardes o noches. Depende a que hora lo esten leyendo, disfruten, cuidense mucho y lean yaoi es bueno para el alma. Ammu se va.


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