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- Mi respiración era pesada, apenas podía ver mi silueta gracias a un pequeño agujero en el techo, pero no sabía dónde me encontraba, como una habitación infinita no sabía si caminaba en círculos o todo recto. Aun así, si no podía encontrar una salida, ni siquiera una pared que me dijera que tan grande era el lugar, no me detendría. Estaba cansado de caminar, aun así, no me detuve en ningún momento, temía que el frio del lugar me congelara… solo decidí seguir. -
[…]
Tal vez era demasiado tarde, ya era poco más de una semana que se encontraba en esa cama, sujetaba su mano con cuidado para no mover la intravenosa. Todos los días venía después de la escuela, se había vuelto mi rutina.
-Iorin, traje unos bocadillos, deberías comer algo o te enfermaras- dijo Tamaki abriendo una bolsa de papas fritas. Tamaki se había ofrecido ser mi acompañante en lo que Riku se encontraba en el hospital.
-Está bien, no tengo hambre- dije tratando de convencerme, había un vacío en mi estómago que no me dejaba comer.
-Si sigues así Mikki se va a enfadar- se quejó Tamaki entregándome una manzana. – Ya verás que Riku despertará pronto y podremos bailar de nuevo.
-...- me quede en silencio, envidiaba ese entusiasmo de Tamaki, no sé si era fortaleza o solo se había resignado después de una semana.
Habían pasado un par de horas y Tamaki se marchó, tenía un ensayo de Mezzo, las otras dos unidades estaban salvando al grupo en lo que Riku seguía en coma.
- ¿Cuándo más me harás pagar? - apenas deje escapar mi voz, ver todos los días a Riku se había vuelto cansado, solo quería que despertara y disculparme por todo, quería verlo nuevamente brillar. Me senté a su lado y solo volví a llorar.
El día siguiente se repetía, me apresuraba con Tamaki para llegar al hospital, había bajado un par de kilos en ya casi dos semanas, de alguna manera buscaba castigarme de cualquier manera, sabía que esto lastimaba a mis compañeros, siempre me mantuve firme ante cualquier situación, pero ¿Cómo podría manejar esto?
-Iorin, hoy tenemos el día libre, podemos ir todos a ver a Rikkun, tu puedes tomar un descanso- Tamaki siempre insistía en que debía darme un tiempo, era evidente que esto me estaba haciendo bien, pero quería estar para el día que él despertara. Al llegar ya se encontraban todos, incluso la manager había dejado flores, el día pasó como todos, a diferencia de que los demás intentaron crear un ambiente más animado, poco a poco se acostumbraban a la situación.
Para entender la situación deberíamos retroceder un mes atrás, aunque no soy consiente en que momento esto estaba calando en Riku.
[…]
Había despertado con un leve dolor de cabeza, sin dudas con solo tomar una copa de vino era capaz de emborracharme, debo tener cuidado. Me acercaba a la cocina por un vaso con agua, pero una conversación me hizo frenar.
- Iori, ¿cuándo piensas contarme sobre esa relación? – logré esconderme para escuchar la conversación, al parecer eran ambos hermanos Izumi, ¿aún seguía bebiendo Mitsuki-san?, sonreí bajito al saber lo que debía aguantar Iori
- ¿De qué hablas hermano? - Iori respondió algo nervioso
- ¡Oh vamos! ¡No le puedes ocultar nada a tu hermano mayor! – Mitsuki regaño a su hermano.
- De verdad no entiendo y ya es hora de que tomes un baño, pronto despertaran los demás
- ¿ah? ¿Te preocupa que los demás lo sepan? Pero todos los saben. Iori, yo los he visto, ambos… besándose- Me sonroje de sobremanera ¿nos había visto? ¿Dónde? ¿Cuándo? Era cierto, que estaba en una relación con Iori, pero él me pidió que no se lo dijera a nadie, asumí que era porque Iori es muy tímido, las muestras de afecto no eran lo suyo y que sepan que el menor del grupo se enamoró del centro... es un problema que Iori no quería meterse al bolsillo.
- ¿Besarme? ¿Con quién? – dijo algo nervioso, parece que ya no va a poder esconderlo más, al menos no de su hermano mayor
- ¡¿EH?! ¿No es solo con Riku? ¿No me digas que hay más? Vaya hermano que tengo jajaja – Mitsuki empezó a reírse fuerte, era seguro que estaba muy tomado, tal vez con una siesta lo olvide, me pregunto si seremos afortunados
- Hermano, voy a serte sincero, pero escúchame bien, vamos siéntate y deja de hacer ruido- Iori se cercioro de que nadie escuché, yo logré esconderme sin que me notará, me causo mucha curiosidad lo que iba a decir
- Veras, no sé cuánto tiempo Riku cargaba con esos sentimientos, pero no quería lastimarlo y que esto complique las cosas, incluso podría en riesgo su salud, así que decidí iniciar una relación con él… - No sé cuál de los dos estaba más sorprendido, si Mitsuki o yo, empecé a sentir una punzada en el pecho y el aire empezó a hacerse más pesado.
- Iori… ¿estás hablando en serio? – Mitsuki se puso de pie y con voz seria le pregunto, bien era algo que también preguntaría, temía la respuesta de Iori y yo empezaba a perder el aire
- …. – se mantuvo en un silencio, uno muy largo, escuche un sonido fuerte, al parecer Mitsuki abofeteo a Iori, a su preciado hermano menor – Iori, yo no te deje crecer de esa manera, no puedes burlarte de esa forma de los sentimientos de las personas, ¿Crees que le haces un favor a Riku al aceptar una relación? Vas a ir y arreglaras el malentendido- Mitsuki estaba ebrio, pero al parecer aún se mantenía sobrio, mientras yo, solo tomé una copa y con un dolor en la cabeza y ahora en el corazón, empecé a llorar.
- Vamos hermano, no hagas alboroto de esto, que los demás van a despertarse, no es como lo piensas… - Iori intento controlar a su hermano, yo solo quería ir a mi habitación.
- Realmente soy un tonto…- utilicé mi inhalador y lloré hasta quedar dormido
Habían pasado unos días desde que escuche el rechazo de Iori, me costaba mirarlo, pero seguía estar en esa relación asfixiante con él, ¿hasta qué punto podría aguantar?, ¿en algún momento él sentirá algo por mí? Estaba en el punto en que empezaba a crear otro yo, uno que amaba tanto a Iori, amaba como a veces acariciaba mi cabello, amaba su alentándome a ser mejor, pero otro yo me preguntaba si aquello era real o era vacío.
Hoy era mi visita de rutina en el doctor, me había advertido que debía mantener un peso y que había bajado demasiado, que incluso mi estado había empeorado, le pedí que era un pequeño estrés y que no lo mencionara en el informe a la manager. Al salir de la intervención, me acerque a Iori, él siempre me acompañaba a mis consultas, siempre esperaba paciente.
- ¿Qué tal te fue? - preguntó, yo solo le mentí, diciendo que estaba todo bien, solo debía tener cuidado con el cambio de clima ¿en qué momento empezaron las mentiras?
- Bien, ¿te apetece ir a comer algo, hoy es nuestro día libre, Mezzo se encuentra de viaje.-
- Hoy… quede con Tenn-nii - agache la cabeza, otra mentira más – ¿podría ir ahora? – Iori había sujetado mi mano, la cual aleje de inmediato, no quería esos, no quería tocarlo más, mi estómago se revolvía al sentir su tacto, me dolía y no quería que lo notara.
- Uhmmm… tu hermano otra vez, bien, Nanase-san, hoy necesito hablar contigo, así que llega temprano – Iori me miro a los ojos, con algo de dolor en ellos, ¿será que le pondrá fin a esto? Trague seco e intente mostrarle una sonrisa, fallando en el intento. El suspiro y removió mi cabello, yo solo quería escapar.
Eso fue peligroso, estuve a punto de decirle todo, me senté en una banca y las lágrimas volvieron a salir, trate de animarme lo más que pude, fallando una vez más, solo termine recurriendo a mi inhalador.
- Oye, ¿te encuentras bien?... ¿eh? ¿Riku? – de alguna manera Toma-san siempre encontraba la forma de salvarme
- ¡Toma-san! ¿Me harías compañía por un momento? - le pedí casi suplicando, a lo que accedió de inmediato, se veía preocupado –Riku, te veo un poco pálido ¿estás bien? - me agradaba la compañía de Toma-san, podía ser yo mismo,
- Estoy bien, Toma-san eres muy amable - sujete su brazo y apoye mi cabeza en su hombro, él era como un hermano mayor para mí.
– Riku... ¿tal vez hay algo de lo que quieras hablar? – el seguía preocupado, sin dudas no podía engañarlo, respire profundo y decidí contarle – Lo que sucede es que me gusta alguien y aquella persona no siente lo mismo – dije casi burlándome de mi mismo, era curioso con él, siempre podía minimizar mis problemas
- Y... ¿aún no te has confesado? Tal vez sienta lo mismo y no eres consiente – reí bajo, una punzada toco en mi – lo hice, esa persona aceptó salir conmigo para no lastimarme y ahora se fuerza a ser amable conmigo – agache mi cabeza para que no me viera llorar
- Entonces no es una batalla perdida, ahora que tienes oportunidad podrías utilizar todas tus armas para conquistar a esa persona, ¿te tiene triste que sus acciones sean falsas? Riku, si esa persona se toma esas molestias es porque te estima lo suficiente para aceptar una relación, tal vez su amor no sea el mismo, pero tienes una oportunidad, no te desanimes – Escuchar a Toma me calmo, en cierta manera necesitaba soltar
- Riku… - sin darme cuenta Toma-san me abrazo, realmente era una persona preciada, pude escuchar su lagrimas – No dejes que esto te lastime, has pasado por muchas cosas… solo, me pone triste verte así – correspondí al abrazo de Toma-san
- Muchas gracias Toma-san – nos mantuvimos abrazados un momento, luego de ello fui a casa a escuchar lo que Iori tenía que decirme, cuando llegué él no estaba ahí, poco después llego enfadado, tomo mi mano y me arrastro a su habitación
- Nanase-san ¿qué es lo que exactamente siente por mí? - Iori tenía una mirada aterradora, no había soltado mi muñeca y empezaba a doler su agarre
- Iori ¿Qué sucede? Me estas lastimando – me queje tratando de soltar su agarre
- Nanase-san, estos días estabas tan extraño, yo solo me estaba preocupado… yo, llame a tu hermano y me entero que no te encontrarías con él, entonces te vi, aferrado a Inumaru-san – Iori se veía desesperado
- Iori, cálmate, no es… - el me arrincono a la pared y me beso con fuerza, mordió mi cuello, no entendía nada, quise separarme y el presiono con más fuerza, empecé a llorar y un ataque se acercó – ¡Iori! – lo empuje con fuerza, él aun continua sujetando mis muñecas pero nos alejamos los suficiente, mi tos empezó a empeorar y no me dejaba explicar las cosas – Iori … yo, solo … Toma-san es un amigo… - tocia con más fuerza, Iori se asustó y busco mi inhalador, pidiéndome disculpas – Iori… yo no te entiendo.. soy yo… quien está preocupado de… lo que tu sientas- Iori me entrego el inhalador, pero el aire se me iba, no podía controlarlo, me molestaba no poder arreglar las cosas, empezaba a respirar entrecortado y ver borroso, entonces Iori salió a pedir ayuda, solo saque mi celular para ver quien llamaba, era Tenn-nii, no quería contestar, pero termine haciéndolo por accidente, sentía que iba a perder el conocimiento – Tenn-nii, Tenn… -
- ¿Riku? – al no poder responder, mi hermano empezó a llamarme con más fuerza y en algún momento perdí el conocimiento.
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