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Poké-school por Cat_Game

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Notas del fanfic:

Si estáis interesado/a en meter a vuestros Pokémon al instituto, no esperes más. La Poké-School acepta a todos los Pokémon de todo el mundo, y os regalará un lugar especial para ellos y un montón de drama y aventura.

Notas del capitulo:

En este fic todos los Pokémon se representan como humanos, estudiantes de un instituto, pero parte de una familia con sus entrenadores.

Pareja:

Arbok (F) x Wigglytuff (F)

Temática: Yuri, Romántico

Advertencia: Para todo público

Resumen:

Arbok está enamorada, pero no sabe si aceptarlo o no. Su entrenadora Pokémon es una mujer sin un estátus reconocible en el mundo de la Élite, y por ello ha hecho amistad con Venomoth y su grupo de amigas venenosas. Sin embargo, desde la llegada de una hermosa Wiggltuff, Arbok deberá tomar una decisión; si continuar como la chica ruda y cruel o si aceptar sus sentiminetos e iniciar una hermosa relación con Wigglytuff.

¿Ganará el amor o el deseo por pertenecer a la esfera del poder?

¡Ring! ¡Ring! ¡Por fin! La campana de la clase suena, ¿cuánto tiempo más nos iban a tener aquí escuchando al profesor hablar sobre fortalezas y desventajas? ¿A quién le importa tal cosa? Son chorradas, te digo; deberían ser nuestros entrenadores quienes aprendieran esto. Pero, va, qué más puedo hacer.

 

—Arbok —la pija de Venomoth pronuncia al acercarse a mi lugar. Su cabello lila ajustado en dos coletas hace que sus ojos grises luzcan mejor en su piel clara—, ¿vas a venir con nosotras al centro comercial? Quedamos ir de shopping, ¿lo olvidas?

 

Ya, claro. Y es que los Pokémon de entrenadores con dinero no tienen idea de lo difícil que es aparentar ser como ellos. Mi entrenadora no es rica, tampoco tiene un renombre como otros, aunque trabaja para una organización de locos que quieren conquistar el mundo; aun así no tiene ni un centavo para vivir como reina. Lo único bueno es que me ha enseñado sobre la belleza, y yo soy hermosa. Mi cabello largo, lacio y entre negro con rayos morados oscuros hacen que mi piel pálida y ojos café oscuro se vean de poca madre. Además, con todo el ejercicio y entrenamiento constante, mis tetas están en su lugar correspondiente, mi cintura es quizá de sesenta centímetros y mis caderas y piernas largas y estéticas hacen que mi figura alta resalte como si fuera una especie de modelo. Bueno, por lo menos tengo eso; aunque sea pobre, soy perfecta como mi entrenadora.

 

—Sí —le digo a Venomoth—, vale. Dame unos minutos.

 

Arreglo mis cosas a toda prisa; los cuadernos ridículos con el libro que nos ofrece la escuela. Pongo todo sin orden en la mochila negra y elegante que mi dueña me regaló el año pasado; y es que me cabrea un poco que sus regalos sean bonitos y parezcan lujosos cuando no lo son. ¿Cuándo se va a conseguir un trabajo decente? Camino junto a las pijas que acompañan a Venomoth y…antes de salir miro hacia la izquierda para ver al resto de los compañeros de clase. Ahí es cuando veo a la estúpida gorda esa que hace que el uniforme escolar se despilfarre como un trapo mal acomodado. La gorda tiene el cabello rosa claro y esponjoso, sus ojos son de un azul perfecto, casi como el celeste; su tez es rosada, con los mejillas sonrosadas, su rostro regordete es hermoso y casi inocente. ¿D-De verdad pensé eso? ¡Ah! ¡Me cago en la…! ¿Cómo una gorda como esa me puede quitar la atención así del shopping con Venomoth y sus amigas las ricachonas?

 

Al final, decido salir junto a las otras chicas ricas y esculturales y dejar pasar esos pensamientos que me atormentan de poco en poco. Además, sé que Wigglytuff, la gorda esa, no es entrenada por nadie importante en el mundo de las Ligas o las Élites; no tiene nada qué ofrecer. Nada…y me lo repito para que se quede grabado en la cabeza.

 

El día se me pasa como agua, ni me doy cuenta en qué momento ya estoy de vuelta en casa y acostada en la cama de mi habitación. Escucho que mi dueña tiene música a todo volumen; así que uso la almohada para cubrirme e ignorar sus jodidos grupos de música pop. ¿Cómo terminé con una tipa así?

 

—¡Arbok! —la voz de Jessie, mi dueña, suena detrás de la puerta de mi habitación—, ¿oye, me escuchas? ¿Ya lavaste el uniforme para mañana? No voy a estar detrás de ti cada que descuides tus quehaceres; ¿crees que tengo mucho dinero para pagar el instituto?

 

Me tiento a gritar: “pues no lo pagues más y ya”, pero luego recuerdo que gracias a ese cole he podido conocer diferentes Pokémon de otras partes del mundo, y que también he sincronizado mis ataques en combate con las órdenes de Jessie. Pero la puerta se abre y Jessie entra con descaro; su cabello rojo está estilizado hacia atrás, su cuerpo está cubierto por una blusa de tirantes y un shorts corto de verano. Bueno, algo tenemos en común ella y yo; somos guapas, con cuerpos esculturales como modelos de revista…¿o de pasarela? ¡Ah! No lo sé, pero Jessie me ha enseñado a cuidar mi cuerpo y a lucir siempre perfecta.

 

—¿Arbok, no me escuchaste? —me pregunta otra vez.

 

—Sí —digo a través de la almohada; y mi voz suena con pequeño siseo de molestia.

 

—Entonces, ¿está limpio?

 

—Sí —repito con la almohada en la cara.

 

—Vale, entonces ya hay que dormir para que mañana no llegues tarde.

 

Muevo los ojos de arriba-abajo para expresar mi disgusto por lo obvio de su comentario. De pronto, la almohada es retirada y Jessie me ve a la cara; sus ojos verdes me contemplan con ese amor que sólo ella puede transmitir, como de respeto, como si yo fuera su familia. No puedo evitar sonreír y Jessie besa mi frente y me pide que duerma bien. Acepto sus acciones, así que me acomodo con las sábanas y la almohada; cierro los ojos cuando Jessie apaga las luces de la habitación y relajo mi cuerpo. Aunque, antes de dormir, pienso en Wigglytuff, en la gordita del salón, ¿sus entrenadores la querrán igual que Jessie a mí?

 

Y, sin previo aviso, recuerdo aquél día que la encontré en el baño junto a Venomoth y sus amigas pijas; cuando Wigglytuff lloraba a chorros y pedía que ellas se detuvieran. Y yo sólo entré y me quedé como estúpida, fría, sin poder hacer más; Venomoth y las otras destrozaban su uniforme, rompían sus cuadernos, cortaban su cabello esponjoso y golpeaban su cuerpo. La llamaban por palabras hirientes, “cerda”, “asquerosa”, “marrano de matadero”, “gorda sucia”. Y yo…en lugar de ayudarla, para no sentirme fuera del grupo, acepté las acciones de Venomoth y sus amigas y me burlé de ella. Y como nadie más vio lo que pasó, la directora no tomó cartas en el asunto, y Wigglytuff fue llamada mentirosa. Desde que entró, en el curso pasado, nunca la he visto hablar con otros, a excepción del Pikachu de primer año que le habla a todos ese rubio eléctrico, pero es un saludo de cortesía, nada más. A pesar de toda esa mierda, he visto que Wigglytuff es capaz de mostrar un rostro suave y tierno, ¿por qué? Yo no podría.

 

¡Bang! ¡Bang! ¡Bang! Abro los ojos y encuentro la canción del “Bang-Bang” en mi teléfono sonando como si estuviera desesperado. Apago la alarma, y salgo de cama. Me acerco al baño, tomo el cepillo de dientes y abro el agua caliente de la ducha. Me toma casi media hora en alistarme por completo; arreglo mi cabello largo y me pongo el uniforme. El uniforme es mono, con una camisa azul marino, una falda tableada hasta las rodillas de color rojo oscuro y un blazer de color gris con detalles en rojo y azul marino. Los chicos llevan corbata, las chicas llevamos adorno como un moño de prendedor grande; pero muchos cambiamos el estilo, así que yo sólo dejo la camisa abierta y muestro el escote.

 

De camino al colegio, escucho las conversaciones ridículas entre Jessie y Mimikyu, el menor de nosotros, luego me coloco los auriculares de chícharo de mis audífonos y le doy play al botón táctil de mi teléfono. El sonido eléctrico y rítmico suena en mi cabeza para ignorar lo que me rodea; hasta que llegamos a la entrada del cole. Jessie aparca el coche y yo bajo a toda prisa sin despedirme; pero me quedo plasmada. Es la primera vez que veo a Wigglytuff llegar; ella baja del autobús y camina con el resto de estudiantes que están en la lista de transporte colectivo. Nadie la acompaña, no hay ningún entrenador a su lado, ni otro Pokémon que camine junto a ella.

 

—¡Arbok! —la voz de Jessie me saca del trance—, ¿me escuchaste?

 

—Sí, nos vemos más tarde —replico como si supiera de lo que hablábamos.

 

—Te digo…algún día vas a causarme arrugas en la cara por tu actitud de niña rica —Jessie continúa con su reclamo, pero la ignoro.

 

Camino hacia el interior de la escuela y sigo los pasos de Wigglytuff; a pesar de que Venomoth y sus amigas destrozaron su cabello, ella ha sabido acomodarlo y peinarlo para que luzca perfecto y bonito. Es como una especie de algodón de dulce, esponjoso y rosado claro que pareciera tener sabor. Wigglytuff toma hacia la derecha, hacia los casilleros y yo también; ella se detiene en el casillero A2-34, y yo en el A2-36. Sus mejillas rosadas adornan su rostro tierno con el labial de un rosa caramelo que muestra ese día. ¿Por qué no dice nada? ¿Por qué no busca vengarse del grupo de Venomoth?

 

—Arbok, buenos días —Venomoth interrumpe mis pensamientos al colocarse junto a mí junto a su grupo de amigas—, tengo pases para ir a la feria hoy, ¿quieres venir? Nidorina y Roselia tuvieron esta idea de poca madre.

 

—¿Ah sí? —digo al aire al acomodar mis libros y chucherías en el casillero—, ¿qué idea?

 

—Vamos a grabar un vídeo para humillar a la gorda de nuestra clase.

 

Ante las palabras de Venomoth, cierro el casillero con fuerza y contemplo a la chica frente a mí; por supuesto que contengo las ganas de golpearla y decirle que es una abusiva. Pero no lo hago. No lo hago porque son tres contra mí, y son de las chicas más populares del cole, y porque sé que Venomoth es de una familia de ninja famosa de la región Kanto. Y sé que aunque Jessie sea parte de un grupo organizado de locos, no tiene poder como esos que están en las esferas más altas.

 

—Veré si termino el estudio, chicas —miento—, y les mando un mensaje para confirmar, ¿estamos?

 

—Bien —sonríe Venomoth—, nos vemos en clase, Arbok.

 

Las tres pijas se van y lo único que hago es suspirar para calmar el enojo. Miro hacia la izquierda y noto que Wigglytuff me contempla; sus ojos azules llenos de una tristeza palpable. Agacha la mirada con rapidez, cierra el casillero y toma hacia la derecha, hacia los baños. Mi reacción es correr detrás de ella y entrar al baño de las chicas del primer piso.

 

En el baño hay un grupo de chicas de tercer grado, y de entre ellas está la bellísima Gardevoir rodeada de sus amigas también hermosas. Hasta ese momento me doy cuenta de algo, Wigglytuff tiene esa aura de belleza como esas jóvenes, como si fueran hadas o seres mágicos. Obviamente Gardevoir y sus dos amigas abandonan el baño al verme entrar; bueno, sí, yo sé que no soy la mejor de las opciones para socializar, pues la fama que me cargo con ser amiga de Venomoth no es la mejor. Pero me conformo, ya que Wigglytuff y yo hemos quedado solas.

 

Doy unos pasos hacia el espejo de los lavamanos y contemplo por el reflejo el rostro de Wigglytuff; sé que está llorando, porque las lágrimas caen de manera silenciosa y hace como si buscara algo en su mochila rosa. Muevo mi cuerpo una media vuelta y acorto la distancia.

 

—¿Qué quieres? —pregunta con una voz armoniosa pero dolida Wigglytuff—, ¿has venido a continuar lo que tus amigas hicieron?

 

—No —hablo con un tono fuerte y sincero.

 

—¿Entonces? ¿Por qué no me dejan en paz y ya?

 

—Quiero pedirte una disculpa.

 

Wigglytuff mueve su rostro y me contempla con asombro.

 

—¿Qué? —pregunta.

 

—Por no haberte ayudado. No estuvo bien lo que hizo Venomoth con sus arpías, y tampoco quiero que pienses que yo voy a hacerte daño.

 

—¿No vas a grabar un vídeo de mí?

 

—No. Eso lo harán ellas… —y me doy cuenta de la mierda que digo; así que tomo el brazo de Wigglytuff y descubro que su piel es suave y deseosa—, es lo que ellas dijeron. Pero no voy a dejar que lo hagan.

 

La reacción de Wigglytuff es de miedo, por lo que da un paso hacia atrás y topa con la pared que sobresale para separar los cubículos. Yo vuelvo a acercarme y toco sus hombros para contener sus movimientos.

 

—Es verdad —continúo—, no voy a dejar que te sigan haciendo esto. Estuvo mal, lo sé…pero…estaba asustada, ¿sabes? Por favor, créeme.

 

—¿P-Por qué te creería?

 

Mierda, no había ninguna razón para que las palabras de una tipa como yo tuvieran validez, menos si me juntaba con Venomoth y su banda de locas. Pero, me dolía ver a Wigglytuff así, con su rostro lloroso. No era justo, así que debía hacer algo por ella. Y lo hice. Me acerco hasta su rostro, siento sus tetas cerca de las mías, sujeto su rostro y la beso en la boca; en sus labios suaves y pintados de un color rosa caramelo.

 

Primero Wigglytuff responde el beso con un movimiento leve, luego intenta alejarse; pero yo acreciento la caricia y con mi mano consigo abrir su boca para meter la lengua. Wigglytuff tiembla, lo puedo sentir, pero responde la caricia; ahora toca mi cintura con su mano derecha y mi brazo con la izquierda.

 

Cuando rompemos el beso, Wigglytuff está tan sonrosada que no puedo evitar sonreír.

 

—¿P-Por qué me besaste? —pregunta ella con su voz tersa.

 

—Pues —y yo de idiota busco una manera de que no suene tan cursi; pero la miro a los ojos y me armo de valor—, porque me gustas.

 

Puedo ver los ojos de Wigglytuff brillar con emoción; y sé que yo también estoy así. Desde su entrada a clase, no he podido evitarla; siempre termino con la mirada en ella, en sus acciones, en sus ojos de ese azul celeste tan brillante. Y cuando Venomoth y las otras la humillaron, yo no pude hacer nada…todo por seguir un estúpido estándar que se espera de una tipa como yo. Me había metido en la cabeza que no puedo estar enamorada de una chica como Wigglytuff, gordita, pero hermosa, y con un corazón amable como el de ella. Pero no puedo seguir ignorando lo mucho que ella captura mi atención y lo mucho que deseo estar a su lado.

 

—¿T-Te gusto? Pero…somos chicas…y…tú —Wigglytuff dijo al agachar el rostro—, tú eres muy bella. Eres amiga de Venomoth y de las otras chicas de su grupo. 

 

—Wigglytuff —levanto su rostro al hablar—, me gustas mucho. Desde que entraste a clases con nosotros…¿no es obvio? Siempre te sigo con la mirada.

 

—Pensé que era porque me odiabas.

 

—¿Odiarte? Es todo lo contrario.

 

—¿Y por qué no me ayudaste cuando tus amigas me hicieron daño?

 

—Por estúpida. Porque deseaba el estatus que ellas tienen, y porque quería ser reconocida como ellas, por algo más que sólo sus habilidades. Tan sólo mírame, no soy la mejor de mi tipo, y mi entrenadora no es ni reconocida como alguien buena…¿sabes? Pero ella me quiere. Y eso es lo importante. Y yo…me enamoré de ti.

 

—¿Aunque soy gorda?

 

—Eres hermosa, Wigglytuff.

 

De pronto, Wigglytuff sonríe y sé que mis palabras causan esa sonrisa de timidez. Tomo su mano y acomodo su cabello rosa, para después besar su mejilla.

 

—¿Vamos a clase? —pregunto con calma.

 

—Sí, vamos a clase. ¿Entonces? ¿No te molesta?

 

—Venomoth y sus compinches pueden decir lo que quieran, pero no voy a seguir callando, ni mucho menos voy a dejar que te hagan daño —revelo con seguridad—, así que si intentan hacerte algo, hablaré con la directora, le diré lo que hicieron aquí. Aunque no quiero meterte en problemas, no sé quién es tu entrenador, pero Venomoth es parte de la élite que creó esta escuela.

 

—Lo sé —resuelve Wigglytuff.

 

—Por eso…lo mínimo que puedo hacer es defenderte ahora.

 

—G-Gracias —Wigglytuff me abraza con fuerza y respondo el mimo.

 

Salimos del baño tomadas de la mano, vamos por los pasillos y puedo sentir las miradas de algunos estudiantes; pero no me importa. Llegamos al salón de clase y el día se pasa como una bengala de murmullos; Venomoth y su grupo no dejan de hacer comentarios, como si algo estuviera mal que ahora me sentara junto a Wigglytuff. Y al término de la clase hago una estupidez; giro en mi asiento hacia atrás y veo a las tres chicas venenosas, para después mostrar con mi mano una seña ofensiva.

 

—Traidora —Venomoth grita por toda el aula—, ahora estás con la gorda esa. Qué asco.

 

—Que te den —replico al colocar mis útiles en la mochila y salir junto a Wigglytuff.

 

Pero si las cosas fueran tan fáciles, entonces esta vida no estaría llena de gente como Venomoth. Venomoth y sus amigas salen del salón y se cruzan en nuestro camino.

 

—¿Ahora qué, Arbok? —Venomoth inicia la conversación—, ¿vas a ser amiga de esta cerda? 

 

—Se llama Wigglytuff, y será mejor que dejes de llamarla así —respondo sin miedo.

 

—Ten cuidado, Arbok, gracias a nosotras tienes un lugar junto con tu entrenadora. ¿Quieres perderlo todo por ella?

 

—Sí. Prefiero estar con ella con contigo. Le hiciste daño, y todavía tienes los cojones de venir a decirme qué hacer con mi vida. Si nos molestas, le diré a la directora lo que pasó en el baño la vez pasada.

 

—Ja, —Venomoth sonrió como si estuviera satisfecha—, queda claro que la chusma siempre será chusma. Quédate con tu algodón, Arbok; disfruta de la vida sin fama. Vámonos, chicas.

 

Por fin, Venomoth y sus cómplices se alejan por el pasillo. Yo me acerco a Wigglytuff y tomo su mano con un apretón para hacerle saber que todo está bien. Wigglytuff sonríe y descubro una mueca dulce e inocente. Mi corazón palpita y sé que quiero acapararla. Ambas caminamos juntas hacia el otro lado, y lo único que pienso es que me siento en las nubes, feliz, a sabiendas de que estoy con la chica que robó mi corazón. ¿Y qué va a pasar? No lo sé. Sólo sé que de ahora en adelante estaremos juntas.

Notas finales:

Si deseas inscribir a tu Pokémon, por favor, puedes hacerlo de la siguiente manera:

En un comentario, deja el tipo, sexo, nivel, gremio y apodo de tu Pokémon; si quieres puedes especificar el juego donde lo conociste. Debes especificar el nombre de entrenador y sexo del mismo. Una vez con esto, puedes agregar una sugerencia de qué tipo de aventura te gustaría que tu Pokémon pasara en la Poké-School.

Recuerda que se le asignará un salón y grado dependiendo de su gremio y nivel. De lo contrario, no podrá ingresar al instituto y convivir con los Pokémon que ya son parte del curso. También, del mismo modo, si especificas que no cuentas con una cantidad alta de dinero (en el juego o de manera ficticia) se le puede otorgar una beca; esto podrá repercutir en la manera de interacción con otros Pokémon, ya que Poké-School es un instituto prestigioso y que tiene muy marcada las clases de élite. Pero, descuida, esto podría agregar más sabor a la historia de tu Pokémon.

Cuando se publique un fic con tu Pokémon se especificará en las notas iniciales su origen, el nombre de su entrenador y el tipo de aventura que estará por vivir.

¡Recuerda, tu Pokémon podrá ser parte del instituto! 

 


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