Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Heba por Yami_Bet

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mi amado faraón, fuiste mi mayor tesoro, mi más grande amor, el único que ocupa mi corazón.


Durante este tiempo he intentado ser fuerte, sonreír de vez en cuando, lograr vivir….


Tu partida dejó un gran vacío en mi interior, no sé cuánto más pueda soportar, por favor vuelve, regresa, quédate conmigo.


Ya no siento el vínculo que existía entre nosotros y eso carcome mi alma, ¿me habrás olvidado?, por favor dime que no es así, que me extrañas tanto como yo a ti.


Mi abuelo en su preocupación por verme tan ausente me propone acompañarlo a una expedición en Egipto, hallaron una nueva pirámide y lo invitaron a participar en la investigación.


Yo no quiero ir, no sé si pueda soportarlo, yo sé que mi abuelo lo hace con la mejor intención, pero no estoy listo, no quiero más sorpresas, no quiero llorar más.


Soy honesto con él y me mira con tristeza, me dijo que lo pensara, que no decidiera precipitadamente, que me permitiera ser libre y dejar el dolor atrás, después de eso se marchó a su habitación a preparar sus cosas.


Me quede sentado el sillón mirando a la nada, tal vez mi abuelito tenía razón, debía cerrar aquel ciclo y comenzar a vivir, no como la Julieta de un romeo caído que quiere alcanzarlo para ser feliz a su lado, sino como yugi el rey de los duelos de monstruos, porque siendo relista solo hay un rey de los juegos y ese eres tu mi amado faraón.


He tomado una decisión, voy a ir con mi abuelito, subo las escaleras y me acerco a su habitación, toco la puerta con cautela, me siento apenado con él, no se merece que lo arrastre con mi amargura, el merece lo mejor, porque él siempre me ha dado lo mejor, abro la puerta despacio, espero no sea demasiado tarde.


-Abuelito..
-¿Que pasa Yugi?
-Lo he decidido, voy a ir contigo.
-Qué bueno, me alegra escuchar eso porque reserve nuestro vuelo.
-Osea, como. ¿Sabías que diría que sí?
-No, pero anhelaba que aceptaras.
-Gracias abuelito.
-No hay de que mi pequeño.


Después de eso, fui a mi habitación, comencé a empacar mis cosas, no tenía mucho tiempo, casi era hora de partir.


A la mañana siguiente partimos al aeropuerto y por alguna razón me sentía muy nervioso, algo me decía que debía prepararme, pero..¿De qué?, Qué habrá en esas pirámides que me tiene todo inquieto.


-Listo Yugi!
-Listo abuelito.
-Sé que no estás en tu mejor momento, pero créeme, esto será muy bueno para ti, ya lo veras.
-Gracias, yo también lo espero.
-Bueno es hora de irnos, andando Yugi, el calor del desierto nos espera.


Es momento de abordar el avión y mi abuelito parece un niño pequeño que está a punto de recibir un regalo, jaja está muy emocionado.
Pronto nos encontraremos en ese lugar….. Espero haber tomado la decisión correcta aunque algo me dice que no será así.


Después de unas cuantas horas llegamos a Egipto, hacía un calor insoportable al menos para mí, mi abuelito estaba más tranquilo, creo que ya está acostumbrado a estos climas.


Cuando bajamos del avión ya estaban esperándonos sus colegas, eran unas personas muy amables y estaban muy emocionados porque mi abuelito acepto ser parte del nuevo proyecto.


-Que tal caballeros, como han estado.
-Bienvenido Dr. es un gusto tenerlo de vuelta.
-No podía perderme esto por nada del mundo.
-Nos da gusto que haya aceptado.
-Por cierto caballeros, él es mi nieto Yugi.
-Mucho gusto Yugi, mi nombre es Mat Anderson y él es mi compañero Kaleb Willson.
-Es un gusto conocerlos, mi abuelo no deja de hablar de ustedes, dice que son un equipo
excepcional.
-Gracias por considerarnos de esa manera Dr. Les parece si vamos directo al campamento?,
seguro quieren descansar un poco antes de ingresar a las majestuosas pirámides.
-Perfecto! No podría esperar menos de ti Anderson.
-Usted siempre tan efusivo Dr.
-Por supuesto, yo aún soy joven.
-Vamos entonces, dijo Kaleb quien hasta el momento se había mantenido a raya de la conversación.


Después de esa calurosa bienvenida note que el Sr. Anderson me miraba de forma extraña, honestamente me sentí un poco incómodo con su mirada, él lo noto y se disculpó en el momento.


-Discúlpame si te incomode Yugi, solo es que creo que te pareces a alguien que conocí hace un par de días.


-Está bien Dr. no se preocupe, entiendo, sonreí sin darle mucha importancia pero algo dentro de mi decía que su respuesta no era del todo honesta.


Es así como llegamos al campamento, saludamos al resto del equipo y dormimos una pequeña siesta, he de confesar que desde que llegamos me sentí realmente inquieto, mi corazón latía sin parar, esa sensación de que no debía estar aquí se hacía cada vez más fuerte.


¿Pero porque?, ya todo termino, gane ese duelo por él aunque al mismo tiempo te perdí, acaso hay algo más que deba pasar?


Carajo!! Mis estúpidas ideas, será mejor que vaya a comer algo y ver dónde está mi abuelito.


Salí de la tienda pero no tenía idea por dónde empezar a buscar, camine hacia una tienda que estaba cerca de donde nos quedamos y me pareció escuchar la voz de mi abuelito iba a acercarme, pero lo que escuche me dejo helado.


-¿Dices que has encontrado nuevos muros?
-Así es, al parecer es un fragmento de la historia no encontrada sobre el faraón sin nombre.
-Pero Anderson como sabes que es el.
-Ahora que lo mencionas es un muro muy curioso..
-¿Porque lo dices?
-El muro no contiene una historia sobre su reinado, más bien parece una historia de amor.
-Lo que dice mi colega Anderson es verdad, pero hay algo muy extraño en ese muro.
-¿Qué es lo que quieres decir Kaleb?
-Hay dos jóvenes, son muy parecidos, uno muestra seguridad y el otro bondad, estamos seguros
que uno es el faraón sin nombre, pero el otro chico no tenemos idea de quien podría ser.
-Su hermano, tal vez.
-Lo pensamos en algún momento, pero desciframos algo de lo que está escrito, Tú eres mi luz y yo tu oscuridad, Te amo.
-Pero lo más extraño del asunto, el otro chico es muy parecido a su nieto.
-Que estás diciendo Anderson!
-Yo también lo creí irreal pero hace un momento entre para seguir la investigación y algo me dice que su nieto no está aquí por casualidad.


Seguía sin creer lo que escuchaba, sentía que mi corazón iba a estallar, no podía esperar tenía que ver esos grabados yo mismo.


Entre en la pirámide sin la supervisión de nadie, arriesgándome a caer en una trampa o perderme en el interior.


No sabía hacia donde iba pero esa noche estaba seguro que obtendría las respuestas que necesitaba.


Entre en una cámara, note que habían dejado equipo de grabación y un par de lámparas, tome una y comencé a iluminar a los alrededores y entonces lo vi, el muro del que tanto estaban hablando.


En él se observaba la cosa más irreal, Atem estaba sentado en su trono y un joven parecido a él estaba sentado en el suelo, descansando su cabeza sobre sus brazos encima de las piernas de mi faraón, ese chico se veía feliz y Atem también.


Mire la inscripción y pude entender lo que decía Heba…. así que él es Heba, tu más grande amor.

Un momento! Como rayos entendí lo que dice! Yo no sé egipcio antiguo!

Mis ojos se llenaron de lágrimas y de repente empecé a temblar algo no andaba bien, tal vez había algo que habíamos pasado por alto, o tal vez solo yo, un escalofrió recorrió mi espalda y una visión llego a mí.


Todo paso tan rápido tu despidiéndote de Heba, diciéndole lo mucho que lo amabas y el suplicándote que lo dejaras ir contigo que juntos podrían enfrentar cualquier situación, te miró a los ojos y te pidió que no lo apartaras de tu lado, esa batalla era de los dos no solo tuya, lo dijo con tanto dolor que pude sentir como si fuera yo el que estuviera a punto de perderte.


Tu solo le sonreíste, te acercaste a él y lo besaste, te amo fueron tus últimas palabras antes de marcharte, dejándolo atrás, con un corazón destrozado y el sabor amargo la despedida, la misma despedida amarga que tuvimos tu y yo.


Siempre creí que yo era tu versión futura, pero ahora lo entiendo todo.


El dolor que sentí por Heba no fue por ver tu dolor por dejarlo atrás, no fue por esa dura despedida, era más que eso, un dolor más profundo.


Mi corazón empezó a acelerarse con mucha intensidad sentía que el aire se me iba y mis piernas flaqueaban al darme cuenta de la cruda verdad, yo nunca fui tú, y la ira poco a poco invadía todo mi ser.


Me mentiste Atem!! Tú los sabias! Porque no me lo dijiste! Porque me dejaste sufrir de esta manera, porque! Dime porque…


Caí rendido al suelo, no podía dejar de llorar, el dolor de nuevo se apodero de mí, al comprender que por segunda vez el me dejo atrás.


Porque yo soy Heba tu amado Heba.


Aun entre lágrimas lanzo una promesa al cielo, esperando ser escuchado por el universo.


Cueste lo que me cueste te encontrare, porque ahora sé que tú y yo siempre estuvimos
destinados.


A pesar del Tiempo.
A pesar de la distancia.
Tú y yo somos uno.
Te amo, hoy y siempre.


Heba


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).