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My moments with you por shiki1221

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos, son propiedad de K?hei Horikoshi, sólo la historia es de mi autoría. Este es un regalo de cumpleaños para Daniela Nara. Felicidades en tu día

Notas del capitulo:

Es la primera vez que escribo de este fandom y de esta pareja. espero haya quedado bien XD

 

One shot: My moments with you

La primera vez que Katsuki Bakugo se cruzó por el camino de Shoto pasó prácticamente desapercibido. Aquellos ojos fríos y distantes mantenían una marcada indiferencia a todos a su alrededor. Si acaso se podía excluir a Miroriya y eso sólo por tener una peculiaridad sospechosa. Similar a la de All Might, aquel al que debía superar a como diera lugar. Con eso en mente dedicó contados pensamientos hacia su persona. El escandaloso chico de las explosiones no era alguien por quien desvelarse ni mucho menos. Mas debió reconocerle algunos méritos. No estaba intentando darle más atención de la requerida y pese a ello había un pequeño “pero” , palabra que pronto se repetiría seguidamente en su mente al tratarse de aquel rubio.

No hubo nada en particular que pusiera la vista de Shoto nuevamente en Katsuki. Empero, sólo bastó con aquella pequeña duda plantada para irse abriendo paso. Era curioso. Alguien que era, casi literalmente, una bomba humana entró sigilosamente a su vida. No era su fuerte la paciencia y el silencio, pero interrumpió su cotidianidad como si se tratara de una hoja cayendo de un árbol. Un suave bamboleo, tranquilo y constante, sin apuro y sin una pizca de rudeza. Cualquiera hubiera esperado algo intenso y sumamente llamativo. Atribuyó aquel despiste de su parte a tener personalidades diferentes. No veía capaz de convivir con él más allá de lo estrictamente necesario e incluso de eso también puso sus respectivos “peros” al imaginárselo.

La siguiente vez que podía mencionar que le prestó atención fue durante la prueba orquestada por All Might. Aquella en la cual debían dividirse en héroes y villanos. A simple vista quedó visible una rivalidad entre Midoriya y Katsuki. El protagonismo en esa ocasión se lo llevó nuevamente Deku. Su alocada maniobra les dio la "victoria", pero al parecer hubo un detalle que pasó por alto. Shoto se cuestionó si alguien más vio la sorpresa y el horror en el rostro de Bakugo. Para alguien que tenía sus explosiones tan perfectamente calculadas que su rival se colocara deliberadamente en la línea de fuego fue sorpresivo. Esas explosiones pudieron matar a Izuku. ¿Éste al menos meditó las consecuencias para el otro si salía herido de gravedad? ¿O si en el peor de los casos moría? Supuso que no. Deku estaba decidido a probar algo para sí mismo y no reparo en que el daño que le estaba causando a su propio cuerpo podría ser causa de remordimiento para el otro.

Demasiado atormentado por sus propios demonios, Todoroki no se permitió explorar más sus pensamientos. Todos esos avistamientos de las cualidades de aquel aspirante a héroe quedaron como pequeñas anécdotas. Fueron archivados en su memoria como "datos relevantes sobre Bakugo". Detalles que tendría en cuenta en caso de verse en la necesidad de enfrentarlo. Dudaba que fuera ese el caso. A simple vista cualquiera diría que habían tres palabras ideales para describir a Katsuki Bakugo: psicópata, pirómano y villano. Para todos menos para Shoto. Y Midoriya, pero él tenía años de ventaja como para conocerlo. Todoroki en cambio estaba aprendiendo. Disfrutaba de su tiempo agregando datos nuevos que se develaban ante él cada nueva oportunidad con Bakugo.

¿Cuándo comenzó a disfrutar de descubrir nuevas cosas del otro?

No lo sabía con certeza.

¿Importaba?

No lo suficiente como para perder el sueño en eso.

Comenzó a divagar sobre aquel chico de rubios cabellos. ¿Por qué gastaba su tiempo en pensar en él? Quizás por su compleja manera de ser. Fácilmente juzgada de manera errónea. Sólo con perspicacia, que muchos parecían carecer, se podía ver al héroe en él. No uno convencional. No era lo que todos esperaban; alguien de discursos sobre el amor y la amistad, de pasado impecable y sonrisa plástica imperturbable. Estaba seguro de que se convertiría en un héroe, pero en uno de los que aprenden a las malas a reponerse de las equivocaciones. Alguien que enmendaría sus errores cuando alcanzara la madurez suficiente para juzgarse a sí mismo.

De su entereza para hacerle frente a los obstáculos no dudaba. Sabía que le gustaba darlo todo en cada cosa que hacía; estudios, peleas e inclusive en la cocina. Era increíble la minuciosidad que ponía eligiendo los ingredientes más adecuados. Shoto agregó como nota mental la palabra “impredecible” para describir al otro. Había ganado su atención, pero no iba a demostrarlo. Aún tenía varios asuntos pendientes más prioritarios que modificar el statu quo que tenía por el momento con él. Y entre esas prioridades se dio otro momento difícil de obviar: cuando tuvieron que medir sus habilidades entre ellos.

Todoroki estaba sentado reflexionando acerca de su reciente pelea contra Mirodiya. Había usado su poder de fuego, aquel al que tanto desprecio le tuvo durante un largo tiempo. La sensación de la batalla no se desvanecía. Su cuerpo aun parecía estar hormigueando por las palabras del otro chico. Parte del peso cargado en su pecho pareció desvanecerse. Se sintió estúpido por no conseguir asimilar algo tan básico como su propio quirk. En ese instante, Bakugo entró a aquella sala rompiendo con todas sus reflexiones anteriores.

―Ese tipo parece estar obligado a sacar los problemas de los demás y golpearlos directamente ―comentó reflexionando acerca de su pelea contra Izuku―. ¿Eres su amigo de la infancia? ¿Midoriya ha sido siempre así? ―preguntó Shoto con curiosidad.

―¿Acaso me veo como si me importara una mierda un nerd como él? ―gritó el rubio mientras pateaba la mesa lleno de frustración tras rememorar al mencionado―. No me importa su parloteo, tus problemas en casa o tus sentimientos. Nada de eso me importa. ¡Ven contra mí con todo lo que tengas!

Tras ese breve intercambio de palabras fueron a la área para luchar entre ellos. Un intercambio de ataques se sucedió, pero algo iba mal. Todoroki sabía que estaba fallando en algo importante. No estaba dándolo todo. Estaba hiriendo el orgullo de Bakugo. Lo sabía. Aún tenía demasiadas cosas en la cabeza y con la atención dividida entre su previo enfrentamiento con Deku y el actual contra Bakugo, no estaba al cien por ciento para ninguno. Era mejor parar la pelea dejándose vencer. Ya le daría su correspondiente revancha algún día. Podía jurar que aquel rubio aceptaría si le decía con sinceridad que quería luchar con todo su poder. Sin dudas. Ni pensamientos dirigidos a terceros, sólo ellos dos.

Fueron varios momentos los que podía registrar en ese corto periodo de tiempo. ¿Quién diría que despertar en plena madrugada le daría tanto tiempo para pensar? ¿Tantos recuerdos tenía de Bakugo? Sería mentirse a sí mismo decir que siempre estuvo al tanto del tiempo dedicado a él. También podría enumerar sus sonrisas. Y no sólo contarlas con números cual simple estadística, también podría ir un poco más lejos y clasificarlas. Sin embargo, prefirió parar ahí. Suficiente tenía por esa ocasión al menos, ya otra noche de insomnio retomaría el recuento de momentos que él quería destacar de Katsuki, por el momento sólo iba a…

―¿Qué haces despierto aun? ―interrogó el rubio mirándolo fijamente sin abandonar su cómoda posición.

―Nada ―respondió con simpleza mirando hacia su pecho donde descansaba la cabeza del otro―. Sólo pensaba ―agregó al ver la insistencia de aquellos ojos al mirarlo en busca de una respuesta.

―¿A estas horas se te ocurre pensar? ―preguntó levemente irritado. No por ser despertado, sino por el burdo intento de mentirle.

―Es silencioso de noche y puedo oír lo que pienso ―explicó acariciando levemente el cabello del otro.

―¿Insinúas algo? ―interrogó Bakugo torciendo una sonrisa amenazante. Sin embargo, tomó aire un momento y volvió a mirar al otro―. ¿Qué tienes? ―preguntó de manera seria aun, pero más calmada.

―Sólo pensaba ―repitió su respuesta anterior. Indeciso de decirle todos los pensamientos que le dedicó en el tiempo que llevaba despierto.

―Mejor piensa cuando sea de día ―aconsejó rascándose la cabeza sin saber cómo hacerlo hablar sin ser demasiado invasivo. Otro detalle para la lista de Todoroki, no sólo con su quirk tenía cálculos precisos para no herir a un contrincante, también lo hacía para saber hasta dónde meterse en la privacidad ajena―. Si tienes algo que decir deberías hacerlo directamente ―comentó antes de recostarse en la cama nuevamente.

―Tú nunca te guardas nada, ¿verdad? ―preguntó acomodándose de manera que pudiera abrazarlo y tenerlo nuevamente apoyado en su torso.

―Por supuesto ―asintió con voz segura.

“Mentiroso” . Pensó Todoroki sin expresarlo en voz alta, pues no era el momento de desvelar al otro con charlas insulsas.

―Te amo ―soltó repentinamente Shoto en un susurro intimo directamente en el oído de Katsuki.

Dos palabras que erizaban la piel del otro cuando eran pronunciadas de esa manera tan única, dedicada sólo a él como si fuera todo lo que existía en esos momentos para el otro. Sujetó la mano de su amante y sonrió aprovechándose de la complicidad de las sombras para ocultar tanto como fuera posible detalles que no quería revelar.

―Yo también, pero ya duérmete ―respondió de manera casual como si no tuviera importancia―. Eres tú el obsesionado con alcanzar a nuestros compañeros y desvelados no lo conseguiremos.

Más momentos. Más y más detalles de Katsuki quería ver Shoto. Para muchos podían ser insignificantes, pero cuando se ama a alguien como él lo hacía. ¿No era normal atesorar los detalles? Él lo hacía. Le daba gusto y no sentía molestia alguna de perder el sueño por dedicarle ese tiempo al rubio.

 

OWARI

 


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