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El peor de los momentos por Millie24

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Notas del fanfic:

Holis :3

Esta es la primera vez que escribo un drabble, y bueno, sé que no debería pasar de las mil palabras pero pues me resulta difícil escribir tan poquito.

El "drabble" está basado en esta imagen; por favor mírala para que te hagas una idea de lo que va. Te recomiendo abrirla en el navegador.

Sin más que decir.

¡A leer!

El peor de los momentos

 

Caminaba entre los escombros del Seireitei, removiendo algunas rocas y restos de construcciones que la batalla contra Ywach había dejado. Los cuerpos inertes de cientos de shinigamis y quincys se encontraban desperdigados por doquier, ignoraba si estaban solo inconscientes o muertos, pero ciertamente eso le daba igual, lo único que quería era encontrar a ESE shinigami.

Bufó por lo bajo; llevaba varias horas buscándolo; la paciencia nunca había sido su fuerte y ni siquiera podía sentir su reiatsu. Frunció el ceño hastiado, también estaba débil por la pelea contra Askin. De no ser por Urahara tal vez no la hubiera contado. El rubio le agradeció el haber colaborado en la guerra; lo último que le dijo fue que ya podía volver junto con Nelliel a hueco mundo, pero él lo ignoró, aún tenía asuntos pendientes con esa fresa.

Un par de minutos después sus felinos ojos se fijaron en un punto color naranja en el piso. No tardó en darle alcance de un solo salto. Torció una amplia sonrisa burlona cuando finalmente lo encontró. El shinigami no se veía tan mal, y por el leve movimiento de su cuerpo podía apostar que aún estaba con vida.

– Oi, shinigami… –Habló con un especial tono gutural que hizo salir su voz más gruesa de lo usual. Sí, estaba feliz de verlo vivo. Pensó que al fin podía enfrentarse contra Kurosaki y ésta vez no perdería.

De una patada mandó el cuerpo de Ichigo varios metros más allá, haciéndolo quedar boca arriba; acto con el que consiguió hacerle abrir los ojos.

Ichigo había perdido la conciencia después de arremeter con toda su fuerza contra Ywach; ahora mismo sentía el cuerpo entumecido; sus músculos se contraían en leves espasmos. Recordaba haber sentido un profundo temor de no haber aprovechado la ventaja que le dio Aizen para derrotar al quincy. Lo dio todo de sí. Por un segundo pensó que había muerto, pero al ver el cielo azul y dar una profunda calada de aire comprendió que había ganado. No pudo evitar reír realmente feliz por eso.

– ¡¿De qué te ríes, bastardo?!

Giró el rostro despacio encontrándose con esos ojos celestes de gato que tanto le gustaban; desde que conoció a ese arrancar le era imposible pensar en algo más que no fuera él.

– Grimmjow... estás bien… qué bueno. –Tosió un poco mientras se incorporaba despacio. Con la mirada buscó a Zangetsu; su espada se hallaba un par de metros más allá, cerca del arrancar.

– ¡Por supuesto que estoy bien! ¡¿Qué te crees?! ¡Soy el rey por una razón!

Grimmjow llevó su mano hacia pantera al ver al shinigami recoger la zanpakuto; estaba listo para desenfundar su propia espada en tanto Kurosaki hiciera el primer movimiento. Ambos sabían lo que iba a pasar; tenían que luchar para probar quien era el mejor. Al diablo el resto. Las heridas, el cansancio, el poco reiatsu, el lugar… sólo quería chocar sables con Kurosaki otra vez.

Se perdió tanto en esos pensamientos que no notó cuando el shinigami arremetió en contra de sí. Estaba tan agotado que apenas atinó a cubrirse el rostro con los antebrazos.

Esperaba sentir el dolor de ser atravesado por esa zanpakuto; sin embargo cuando su espalda dio contra uno de los escombros abrió los ojos de nueva cuenta. Ichigo estaba en frente de sí, a una distancia muy poco prudente, incluso podía sentir la respiración del otro golpear su rostro.

Dirigió su mirada hacia su vientre, justo al lugar donde se apreciaba el hueco distintivo de un hollow.

– Kurosaki… ¿qué mierda crees que haces? –Cuestiona con una expresión algo descolocada. Pantera, su propia zanpakuto le atravesada su hueco como impidiéndole moverse de la roca; ni siquiera notó cuando se la había quitado.

– ¿Tienes idea de cuánto tiempo deseé volver a verte, Grimmjow?... y ahora, te tengo aquí…

Abrió más los ojos; no tanto por la pregunta, sino por lo que el pelinaranja hacía. Se quedó en una especie de shock cuando Ichigo le abrió las piernas, colocando una de ellas sobre un hombro.

– ¿Eh?… ¡Agh!, ¡¡Deja de decir tonterías, idiota!!

Gritó eso, pero su cuerpo seguía sin moverse. El corazón palpitaba fuertemente en su pecho. Era una sensación similar a cuando iba a tener una pelea gloriosa, no obstante esa sensación no era provocada por eso.

– Kurosaki, te lo advierto… déjame ya.

– No… He estado esperando demasiado tiempo por esto. Tú… me gustas, Grimmjow…

Habló bajito lo último. Ahora que lo tenía así, tan cerca y en esa posición; los nervios le invadieron, dejando su mente en blanco. No sabía qué más hacer o decir; esa valentía que tuvo hasta hace poco le abandonó en el peor de los momentos.

– Jeh… ja, ja… ¡JA, JA, JA, JA…!

Reaccionó al ver al espada reír realmente divertido. Frunció el ceño por eso, aunque debía admitir que Grimmjow riendo tan de cerca sólo hacía que le gustase todavía más. Apretó la mandíbula y lo presionó más contra esa columna o lo que fuera que estaba detrás.

– ¡DEJA DE REÍRTE, IMBÉCIL!

– Aahh Kurosaki, ¡qué divertido eres!

Grimmjow se retiró una lagrimilla del ojo derecho. Aun soltaba pequeñas risillas por todo eso, y la cara de Ichigo sonrojado de la vergüenza pese a la posición lo hacía aún más divertido.

– Tsk; eres un idiota, ¡ni siquiera sé por qué me gustas!, ¡debí suponer que harías algo como eso!, ¡eres tan…!

Ichigo calló enseguida, o más bien fue callado por el arrancar. Cuando su mente al fin conectó se dio cuenta de que Grimmjow lo había callado con un beso. Parpadeó varias veces, veía el rostro contrario con los ojos cerrados y una expresión serena. Sus labios se sentían dulcemente atrapados en los contrarios; pensó que eran más suaves de lo que había imaginado. No fue sino hasta que se separaron que notó que se había quedado sin aire.

– No pudiste escoger un peor momento para decirme eso, ¿verdad? Ju. Tú también me gustas, fresa… pero no creas que seré yo quien te abra las piernas. Así que anda, muévete.

En su rostro traía una amplia sonrisa socarrona que poco a poco fue desdibujándose al ver a Ichigo negar con la cabeza; retomando esa actitud que tenía cuando le empotró contra ese muro.

– Tardaste mucho en volver, Grimmjow. Si no te lo decía ahora tal vez nunca hubiera podido; así que debes hacerte responsable por todo ese tiempo perdido.

– De… ¿De qué hablas?... ¡No me jodas, Ichigo! ¡¡Quítate!!

Esta vez fue el turno de Ichigo para reír; la expresión de Grimmjow al imaginarse como un pasivo no tenía precio. Sí, jugaría un rato más con él, por lo menos hasta vengarse por esa patada y por todos esos años en que creyó no volvería a verlo cuando perdió sus poderes.

 

OWARI

Notas finales:

Como dije al principio. Me resulta ultra difícil escribir tan poco jsjsj. Aun así espero que les haya gustado. 

Si no viste la imagen al principio. Aquí te la dejo de nuevo; debes abrirla en el navegador.

Link: GrimmIchi

Por último. Si eres ficker te invito a participar en este proyecto de revivir nuestra bella OTP; y si nunca has escrito pero quieres hacerlo y tienes maravillosas ideas, ¡yo te doy una mano!

Sin más que decir, espero nos leamos pronto. Bye bye :D


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