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El chico del apartamento del frente por Dreamer Boy

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Notas del fanfic:

Capítulos: 12 

Publicación: Viernes

Géneros: BL, Lemon, Clímax, Psicólogico, Rape.

 

Con cariño, Dreamer Boy.

Dicen por ahí que cuando dos personas se encuentran es porque sus vidas ya estaban predestinadas a conocerse, pero nunca pensé que este sería mi caso...

 

 

-Arghh- Bufo al llegar a mi casa, son las siete de la noche y siento que he estado una eternidad por fuera. Mi madre como de costumbre no está, la única que me recibe es Ganesh, mi pequeña gatita, aunque no es tan pequeña si la detallo bien,  una persa gris cenizo con unos ojos verdes grandes que me miran como si supieran todos mis pecados –Estás muy gorda, señorita- le digo mientras la cargo y me la llevo para mi cuarto. No recordaba la escenita que tenía montada aquí: cubiertos sucios, mi ropa de ayer, unas cuantas revistas de Nintendo en el piso y… -Bueno, eso es algo que prefiero ni mirar- digo con un tono de voz tímido mientras recojo la pobre camiseta quien fue víctima de mi calentura matutina.  Cuelgo mi morral en el perchero y me tumbo en la cama recordando el día tan extraño que tuve.

 

Me desperté a eso de las 5 a.m. ganándole nuevamente a mi alarma –Lenta- siempre le decía triunfante mientras me paraba en mi camino a la ducha, el agua fría nunca me había gustado así que preparaba mi baño cálido y húmedo que a veces ocasionaba mucha irritación en mi piel; pero bien que lo disfrutaba. Mi casa siempre ha vivido en las tinieblas, o bueno, al menos desde que mi padre falleció y mi mamá empezó a tener sus vívidas aventuras de colegiala tardía. Al regresar a mi habitación me poso sobre el borde de la cama y es aquí donde empieza mi reflexión cotidiana sobre la existencia humana y mis intereses –No vale la pena frustrarse por nada- susurró mientras me recuesto mirando las estrellas y lunas de neón que se posan en mi techo formando la constelación de Sagitario, siempre he sido un fanático de la astrología aunque sea amateur al respecto, por eso cuando era un niño hostigué constantemente a mi padre para decorar mi cuarto con cuánto astro se encontrase y he aquí el resultado final.

 

Madrugué más temprano de lo habitual, no porque tuviera clases o algo productivo qué hacer, eran vacaciones y  todo este sacrificio solo era debido a Nintendo y sus crueles directos, y claro, como buen aficionado no me lo podía perder en tiempo real. Encendí mi laptop y abrí YouTube, aún faltaban 30 minutos para el inicio de la transmisión así que empecé a navegar por mis redes sociales para leer las noticias y así al menos poder estar más conectado con la globalización y sus innovadoras maneras de volvernos unos siervos del capitalismo. Pero esta vez fue una de las tantas excepciones, ya que en mi inicio de Twitter solo encontré cuerpos apoteósicos jugueteando entre sí, no pude evitar sentir como lentamente mi cuerpo se incendiaba bajo una ola de pensamientos y envidia por esas personas que disfrutaban de su sexualidad tan fácilmente. –Bueno, aún tengo tiempo de sobra- me dije mientras lamía mi dedo índice y lo frotaba lentamente formando círculos sobre mi tetilla izquierda, entré al perfil de la persona causante de este momento, cuyo usuario era  @twinkparadise_69 – ¡Qué curioso nombre!- balbuceé mientras bajaba entre hilos hasta que encontré un vídeo que me llamó completamente la atención:

 

Había un chico en pijama durmiendo plácidamente hasta que un señor, de unos 40 años diría yo, lo despertaba poniéndole su miembro viril en la cara, me prendió mucho eso, y más cuando de una sacudida le rasgaba su pijama dejándolo a la merced de su intruso. Cuán sucio me sentía mientras me sacudía el pene al son de los gemidos del chico rubio, solo me imaginaba el estar ahí y ser empotrado por semejante hombre, me estremecí ante tal pensamiento y sentí una electrizante sacudida que empezó en mi nuca y terminó en mi trasero -¿Y sí…? – pensé en voz alta mientras me metía dos dedos a la boca y los introduje posteriormente dentro de mí -¡Ah!- solté un alarido de placer al estimular mi próstata al ritmo de mi masturbación. Sudaba mares y estaba tan dilatado que opté por meter un tercer dedo, lo cual ocasionó que terminase eyaculando sobre mi abdomen y pecho al mismo tiempo que aquel chico el cual recibía una descarga de semen en su rostro. –Vaya sincronía, eh -  Me reí mientras agarré la camiseta con la que dormí, limpié mi cuerpo y me dispuse a ver el tan anhelado directo.

 

Al pasar de las horas salí, quedé de encontrarme con Clara mi compañera tediosa de la universidad quién solamente quería restregarme sus avances en el proyecto de investigación y bufar sobre lo poco útil que le estaba siendo. Me miré frente al espejo, donde siempre veía el reflejo de un Simón con estatura promedio, cabello azabache como la noche y ondulado, mi curvatura me favorecía para las fotos pero realmente solo era un delgado promedio, y claro, mis lentes que no podía dejar pasar por mi maldita miopía. Me puse unas bermudas grises con un suéter de rayas a blanco y negro, Vans azules y ya estaba listo para mi romántica cita estudiantil. –Adiós má- Grité a una puerta que no me respondería y acaricié a mi gata antes de partir. En lo que esperaba el ascensor vi un montón de cajas frente a la puerta del apartamento del frente –Un nuevo inquilino- le susurré a la vieja chismosa que espiaba a través de la ventana. Estuvimos toda la tarde en mi café favorito, Pergamino, hasta que a eso de las 5:00 p.m. mi archinémesis se vio obligada a irse debido a que su madre la esperaba para cocinar juntas –Cuídate, Clarita- le dije hipócritamente mientras le daba una última mordida a un trozo de red velvet.

 

De llegada a mi conjunto, saludé a Esteban y Andrés, mis amigos de infancia quienes estaban más concentrados en capturar a un  Zekrom con sus celulares, que en mi presencia –Así que hay evento hoy, los dejo para que ganen su Liga Naranja- dije sarcásticamente, ya que aquel Pokémon no era de esa generación, me fui sin esperar respuesta alguna, la verdad me sentía bastante agotado como para ponerme a capturar Pokémones. En mis audífonos sonaba Boys de Charli XCX, desde aquellas noches en las llamadas con mi hermandad la traía bastante pegada, ensimismado con la música no vi a la persona que estaba al frente y termine chocándome y dándome un putazo en toda la cabeza –Auch, deberías mirar por donde caminas- gruñí con un tono de voz molesto mientras alzaba la vista para ver a un hombre sonriente: más alto que yo, con hombros grandes y unos ojos cafés que me hicieron olvidar lo que acababa de suceder –Disculpa, niño. ¿Estás bien?- Me dio la mano y me ayudó a ponerme de pie, su tacto era fuerte y sus manos callosas me hicieron cosquillas, me puse nervioso de forma automática –S…sí, adiós, y no soy un niño- le dije y salí corriendo hacia el ascensor viendo como las dos puertas se cerraban ante mi vista mientras él me miraba con curiosidad y se despedía con la mano.

 

Notas finales:

¡Mucho gusto! Espero lo disfruten, es mi llegada a este mundo. Un abrazo fraternal :) 


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