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Retroivailles por Dids

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Notas del capitulo:

Retrouvailles: La alegría de reencontrarse con alguien después de mucho tiempo.




//Este es mi propio final de Supernatural, no podia aceptar que la serie haya terminado de esa manera asi que decidi escribir mi propio capítulo. Tiene lugar luego del 15x20 asi que contiene spoilers, leer bajo su propio riesgo. Espero que lo disfruten.

 

Es imposible calcular cuánto tiempo se quedaron sobre el puente observando el agua correr bajo sus pies, el tiempo transcurría diferente en aquel lugar, podrían haber pasado minutos, así como años hasta que ambos hermanos se subieron al impala y siguieron su camino. Ninguno lo dijo en voz alta pero el tener al otro a su lado en aquel vehículo que consideraban su hogar, les transmitía la más pura felicidad que habían experimentado.  

No hicieron falta palabras, ni tampoco las hubo, solo la música sonando a todo volumen mientras se alejaban del puente con una sonrisa en ambos rostros. Finalmente estaban juntos, libre y en paz.  

La casa Winchester se lazaba en todo su esplendor cuando bajaron del auto, era algo gracioso como ahora había dos Baby estacionados en la vereda. La primera en salir por la puerta fue Mary, había escuchado el motor desde adentro de la casa y no tardo en ir corriendo a abrazar a sus hijos con lágrimas en los ojos. John, en cambio, se recostó en el marco de la puerta observando la escena con una gran sonrisa en el rostro. Otra vez no hicieron falta palabras mientras la familia se reunía una vez más, solo que en esta ocasión era para siempre.  Comieron entre risas y anécdotas, ni Mary ni John preguntaron el cómo habían llegado al Cielo o cuanto tiempo había pasado desde la última vez que se vieron, ya tendrían tiempo para eso, solo se dedicaron a comentarles a sus hijos los cambios que Jack y Cas habían hecho en el lugar.  

Al escuchar el nombre de su amigo, el menor de los Winchester no pudo evitar girarse para preguntarle a su hermano si estaba al tanto de aquello, obteniendo una pequeña sonrisa como respuesta mientras seguía comiendo. Desde que Bobby se lo había contado no se animaba a decirlo en voz alta, a Dean aun le costaba asimilar la posibilidad de que el ángel se haya liberado del Vacío, el hecho de que aún no se le haya aparecido de repente, como solía hacer en la Tierra, le hacía dudar sobre qué tan cierto era que Castiel se encontraba en el mismo Cielo que él.  

Luego de la comida los cuatro integrantes de la familia se dirigieron al Roadhose. Explicar el cómo funcionaba el Cielo era complicado, no había un sentido lógico en cuantos lugares u objetos que aparecían y al parecer tampoco había una explicación lógica del como viajaban las noticas, pero de todas maneras el Roadhose estaba repleto de sus seres queridos esperándolos con cerveza y música. Todas y cada una de las personas que perdieron a lo largo de los años se encontraban en aquel bar. Esta vez hubo palabras de sobra mientras los dos hermanos eran rodeados por varios pares de brazos.  

La sonrisa en el rostro de Dean se incrementó mientras giraba levemente con Jo en sus brazos y le daba un beso en la cabeza a Charlie, volvía a tener a dos de las chicas más importantes de su vida. 

Sam, en cambio, comenzó a llorar mientras apretaba a Jess contra su pecho. El golpe de emociones que lo ataco en cuanto la vio fue imposible de describir. Se veía igual de hermosa que el ultimo día en la que la vio tantas décadas atrás. No hubo un solo día en que el cazador no la recordara, a pesar de haber amado a Eileen y a su esposa, la rubia tenía un lugar especial en su corazón que nadie podía ocupar. 

Jody se acercó a ambos con una cerveza en cada mano y el menor de los Winchester no pudo evitar abrazarla con un poco más de fuerza que su hermano. Hace unos años había asistido al funeral de la mujer, aún recuerda esa llamada de Claire contándole lo sucedido y como tomo el primer vuelo para juntarse con las chicas. Al igual que como su hermano, la vida de la sheriff había terminado en una cacería, dando su vida por la de alguien más. 

A comienzos de la noche, bajo el cielo iluminado por la galaxia, Sam y Dean volvieron a encontrarse lado a lado en el capot del impala. Aún quedaban varias personas en el Roadhose pero la música había bajado y las charlas eran más tranquilas. Ambos hermanos habían salido para tomar un poco de aire luego de tan calurosa bienvenida, a ninguno de sus conocidos les sorprendió que Dean haya esperado a su hermano para aparecer. 

—Estaba esperando que Cas apareciera, aunque sea solo a saludar. —el pelilargo suspiro mientras elevaba la mirada observando el pasar de un cometa. 

—Tú sabes, Sammy, el bastardo seguramente tiene mejores cosas que hacer. — el tono del cazador reflejaba lo enojado y decepcionado que estaba sobre aquel tema. Toda su familia había ido a recibirlos, pero aún no había señales de su mejor amigo.  

—Hola Dean. —la cerveza del mayor se congeló a mitad de camino hacia sus labios al escuchar aquella voz ronca. Frente a ellos se encontraba el ángel observando con el mismo rostro indiferente que tenía cada vez que aparecía. —Sam. —cuando la vista de Castiel se fijó en el nombrado una pequeña sonrisa adorno sus labios, lo que llevo al menor de los hermanos a despegarse del capot y envolver a su amigo en un abrazo que fue devuelto automáticamente. 

Dean en cambio demoro unos segundos más en reaccionar, y pese a que no tenía la misma sonrisa radiante que su hermano, se permitió suspirar tranquilo cuando estuvo en contacto con el cuerpo del ojiazul. 

—¿Dónde diablos has estado? —el primero en hablar luego de separarse fue Dean ganándose una mirada seria de su hermano por la elección de palabras, pero aun si no dijo nada al respecto, él también tenía ganas de saber la respuesta del ángel. 

—He estado un poco ocupado. —Castiel les dio una sonrisa de disculpa mientras guardaba ambas manos en los bolsillos de su gabardina.

—¿El Cielo te mantiene muy ocupado?  

—Si y no. —al ver el rostro confundido de los Winchester por su vaga respuesta, el ángel tomo aire antes de comenzar a explicar la situación. —Aparecí aquí sin entender nada, lo último que recordaba era al Vacío llevándome, y fue entonces cuando Jack apareció, me conto como acaban de vencer a Chuck y como había absorbido sus poderes. Me dio la opción de bajar a la Tierra con ustedes, pero no lo hice, ambos estaban bien, podían empezar una nueva vida lejos de los problemas del Cielo y me encontré a mí mismo en paz sabiendo que se tenían el uno al otro, así que me quedé aquí ayudando a Jack a preparar el paraíso que merecían. Fue bastante sencillo dado que ambos teníamos ideas muy similares sobre qué cambios queríamos hacer, creo que hicimos un buen trabajo. —al decir la última frase, dejo de observar a los hermanos para ver el paisaje que los rodeaba con una sonrisa. La paz y alegría que transmitía ahora aquel lugar era muy diferente a los años anteriores en los que había estado ahí. Luego de unos segundos los volvió a mirar con una sonrisa triste dirigida especialmente a Dean. —Todo cambio cuando me entere de tu muerte. —el mayor de los hermanos trago saliva y desvió la mirada hasta que Castiel siguió hablándole a Sam. —Se que no soy tu hermano, que no tenemos el mismo vinculo, pero tenía que asegurarme que estuvieras bien. No quería que te sintieras solo o que estuvieras desprotegido, así que baje a la Tierra para observarte.  

—¿Por qué no apareciste? Es decir, si estabas ahí ¿por qué no viniste a hablar conmigo? —el menor no entendía la decisión tomada por su amigo. En el tiempo que estuvo solo no había tenido ningún indicio de que Castiel estuviera ahí con él. 

—Estabas teniendo la vida normal que tanto merecías, si aparecía eso podía terminarse, preferí mantenerme en silencio cuidándote y permaneciendo a tu lado. Luego de un par de años me encontré haciendo lo que más me gustaba, cuidando a Sam y Dean Winchester, solo que esta vez fue más sencillo. —Dean no entendía la burla en la voz del ángel, pero al parecer su hermano si ya que noto como su cuerpo tembló ligeramente al esconder la risa. —Tu hijo es increíble, Sam, has hecho un gran trabajo con él. —el mencionado sonrió con orgullo y nostalgia, lo que más extrañaba de la Tierra era a su hijo, pero esperaba que pasara mucho tiempo para volver a encontrarse.  

—¿Él...? 

—Está bien. Es un hombre estupendo, te extraña, pero lo está haciendo bien. —con aquella respuesta el cazador más joven estaba tranquilo sabiendo que había preparado a su hijo de la forma correcta para que se maneje en la vida.  

—Eres como un hermano para mí, Cas, gracias por todo. —con esas palabras el ángel se volvió a encontrar envuelto por los brazos del más alto, quien lo abrazo con fuerza durante unos minutos para luego irse diciendo que iría a buscarle una cerveza. Los tres presentes sabían que aquello era una excusa para dejar a su hermano y el ángel solos, pero fingieron que no era así.  

—¿Y ahora qué harás? ¿Te volverás a ir? —luego de unos momentos el humano decidió romper el silencio que los envolvía. No había notado hasta ese instante la distancia que mantenía con el ser alado, se preguntaba si aquella distancia era la misma de siempre pero dentro suyo recordaba con exactitud la cantidad de veces que le había hablado a su amigo sobre el espacio personal, aunque con el paso de los años y con la evolución de la relación que mantenían hasta él mismo se encontró invadiendo el espacio personal del contrario. Ahora la situación era diferente, a pesar de ambos estar apoyados en el capot del impala parecía como si el ángel había intentado poner la mayor distancia entre los dos.  

—Si. —el cazador no había esperado aquella respuesta tan firme, siendo completamente honesto consigo mismo no estaba de acuerdo con la idea de que el ángel vuelva a alejarse, por más que el tiempo pasara diferente en el Cielo no quería pasar más tiempo sin su amigo. Luego de tanto tiempo finalmente podían estar los tres juntos en paz. —Tengo que seguir cuidando a tu sobrino. —Castiel siguió hablando al notar el rostro de su protegido, después de todo lo que habían pasado juntos no quería que el contrario pensaba que lo estaba abandonando. —No volveré a permanecer tanto tiempo en la Tierra, pero tampoco me quedare aquí. Necesito asegurarme que este bien, que sus hijos estén bien y los hijos de sus hijos, será mi nuevo trabajo en la Tierra, no puedo interferir mucho, pero los protegeré, oficialmente soy el ángel de la guarda de los Winchester o algo así dijo Gabe.  —alargo la respuesta utilizando un tono de voz pacífico y sonriendo un poco al recordar las bromas que su hermano mayor le estaba gastando al respecto. 

—Detente ahí ¿Jack está trayendo a todos del Vacío? ¿Cómo es eso posible? —los recuerdos del hombre con gabardina siendo absorbido por aquella entidad seguían frescos en su mente. Personalmente no había lidiado con el Vacío, pero si tenía el suficiente poder como para llevarse a la mismísima Muerte sin que esta pudiera defenderse entonces era mejor no meterse en su camino.  

—Ha estado trayendo de vuelta a varios de nuestros...conocidos, Crowley está en el infierno con Rowena y Gabe está aquí, no comprendía por qué Jack los trajo de vuelta hasta que me dijo que ellos habían dado su vida por ustedes así que decidió darles otra oportunidad, al igual que a mí. —desvió la mirada del rostro del cazador y se dedicó a observar el bar frente a ellos. —En cuanto Jack me trajo de vuelta pensé que el Vacío aparecería en cualquier momento para volver a llevarme, pero no fue así, según parece le tiene miedo. A los pocos días de haber nacido tenía el suficiente poder para traerme de vuelta con solo una oración, ahora que tiene los poderes de Dios puede hacer eso y mucho más con solo chasquear los dedos, es impresionante. —al hablar del nephelin una sonrisa de orgullo decoraba su rostro y cada palabra fue dicha con el pecho inflado. No solo había orgullo en su voz, sino también cariño y respeto por aquel pequeño que consideraba su hijo.  

—Me preocuparía si fuera otra persona, tanto poder solo en uno puede ser peligroso, pero se trata de Jack, confío en que nuestro niño sabrá cómo hacerlo bien. —era una de las pocas veces en la que el cazador admitía el cariño que le tenía al menor en voz alta, quizás al principio no estaba muy contento cuando el niño nació y los problemas que sucedieron ese día, pero ahora, al igual que su hermano, lo quería como un integrante más de su complicada familia. 

La sonrisa que recibió del ángel lo hizo contener la respiración durante unos segundos. Como tantas otras veces a lo largo de los años, se quedaron observando los ojos del contrario en silencio. No era un momento incomodo hasta que Dean recordó las últimas palabras del ángel hacia él. No se había detenido a pensar en aquel discurso hasta ese momento, por la sencilla razón de que el aceptar que su mejor amigo estaba enamorado de él y no había tenido tiempo para darle una respuesta no era una opción, claro que ahora el protagonista de aquella escena estaba parado al lado suyo sonriéndole de la misma forma que cientos de veces atrás.  

—Cas...yo... 

—Está bien. —el cazador fue interrumpido antes de que siquiera pudiera decir una oración. —No tiene que decir nada. —la sonrisa que el ángel tenía anteriormente en el rostro se mantuvo de la misma manera. —Lo que dije no fue para obtener una respuesta a cambio, lo hice para salvarte. Me hubiera gustado poder darte más tiempo, que tengas la vida normal que merecías, pero era mejor dejar de interferir y permitir que la vida siga su camino. El confesarme no estaba en mis planes, pensé que nunca te lo diría, así que no sientas la obligación de decir algo, yo no espero nada solo quiero que todo sea como siempre fue entre nosotros, no me gustaría que estuvieras incómodo.  

—No lo estoy, hombre, no lo estoy. —se apresuró a contestar cuando el ángel dejo de hablar. Estaba sintiendo demasiadas cosas en ese momento, pero ninguna de ellas era incomodidad por estar cerca del ojiazul. —Solo para ser claros, tú quieres que seamos siendo amigos como siempre. —no sabía qué respuesta estaba esperando o cual prefería, si tomaba la decisión equivocada podía pedir una amistad de años y a una de las personas más importantes para él. 

—Exacto, lo único que cambiaría es que ahora sabes que te amo, pero el resto seguiría siendo lo mismo. —la naturalidad y despreocupación con las que fueron dichas esas palabras las hizo sonar como la mejor idea. 

Den se tomó unos momentos en analizar la situación. Aun no terminaba de comprender lo que había sentido la primera vez que Castiel le había dicho que lo amaba, pero frente a él se encontraba el ángel ofreciéndole la posibilidad de seguir como antes, disfrutar la compañía del otro sin detenerse a pensar en las demás cosas, quizás en un futuro estuviera listo para aclarar su mente, pero por el momento solo iba a dejarse llevar. La única respuesta que dio fue asentir con una pequeña sonrisa en el rostro y despegar su cuerpo del auto para pasar uno de sus brazos por los hombros del ángel y caminar juntos hacia el bar. 

—Vamos a buscar la cerveza que Sam te prometió.  

Stairway to Heaven estaba sonando cuando Jack apareció en medio de la velada justo cuando Sam se reía de algo que le había dicho Donna, y Dean hablaba con su padre aun con el brazo sobre los hombros del ángel. A pesar de tener los poderes de Dios, seguía siendo el mismo niño inocente y puro que fue desde que nació, ni siquiera había cambiado su forma de saludar. Quien diría que ese joven hombre, de apenas tres años, era el nuevo Dios y estaba haciendo un mejor trabajo que el anterior. El mayor de los hermanos Winchester lo recibió con una palmada en el hombro y orgullo en la mirada para luego pasar su brazo libre sobre los hombros del menor e introducirlo a la conversación que estaba manteniendo con su padre y el padre del niño, Castiel. Ahora si todo era perfecto para el cazador, todos los que alguna vez había considerado familia estaban a su lado. 

Quizás tenía que ser un poco triste reconocer que todas las personas que estaban ahí eran porque habían muerto en algún punto de la historia, algunos más de una vez, pero dentro de esas cuatro paredes se respiraba un aire de alegría por finalmente reencontrarse que te hacia olvidar el cómo habían llegado. Quizás de eso se trataba todo al final, de encontrar la paz junto a las personas que amas y te aman de vuelta. 

 


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