Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Melancolía por Kijimi

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hace tiempo que escribí esta historia, pero apenas me animé a publicarla.

Espero que les guste. <3

Notas del capitulo:

Sin más, los dejo con la introducción.

Prólogo

Cuatro años atrás

 

¿Qué es la melancolía?Es un estado anímico permanente, vago y sosegado, de tristeza y desinterés, que surge por causas físicas o morales.



La última vez que Sasuke Uchiha vio a Naruto Uzumaki, tenían 12 años. 

En aquel entonces, ambos asistían a la misma escuela en la pequeña ciudad de Konoha, un lugar apacible, escondido entre altas montañas cubiertas de bosques.

No que le importara mucho, pero Sasuke recordaba a Naruto como un rubio de ojos azules y de carácter alegre, casi revoltoso, que solía romper cualquier indicio de paz con su sonrisa contagiosa y las cicatrices en forma de bigotes de gato que marcaban sus mejillas.

Oh, sí, y claro que también recordaba a Naruto como su eterno rival, aquel que no perdía la oportunidad de retarlo en cuanta cosa se le viniera a la cabeza. 

¿Cómo olvidar la vez en la que casi fueron expulsados por liarse a golpes estilo ninja en el patio principal de la escuela? Aunque más bien había parecido una mala copia de la película Karate-kid, Sasuke había vencido, por supuesto. 

O cuando llegaron al extremo de competir por quién podía comer más tazones de ramen. Aquella vez Naruto había ganado, pero sólo porque a Sasuke le desagradaba demasiado el sabor del caldo condimentado con tantos ingredientes juntos.

O la vez que… Bueno, Sasuske prácticamente se había obligado a sí mismo a borrarlo de sus recuerdos, pero en una ocasión se encontraban discutiendo en pleno partido de baloncesto por quién era capaz de anotar más puntos, cuando uno de los compañeros de Naruto tropezó y empujó al rubio, haciendo que Naruto perdiera el equilibro y sucediera lo inimaginable.

Naruto había terminado inclinándose hacia el frente, y Sasuke ni siquiera había tenido tiempo de reaccionar cuando unos labios chocaron contra los suyos y se quedaron ahí, presionando suavemente contra su boca mientras media escuela era testigo del beso más impensable de la historia.

Diablos. Aún tenía fresca la imagen de Naruto tan cerca de su rostro, abriendo mucho sus ojos azules a la vez que una avalancha de gritos resonaban contra los oídos de Sasuke y su mente intentaba procesar lo que estaba pasando.

Obviamente se habían separado de golpe, escupiendo y maldiciendo al otro mientras varias chicas se lamentaban por haber perdido la oportunidad de ser las primeras en besar a dos de los chicos más populares de la Academia.

—¡Sasuke-Teme! ¡Eres un idiota, mira lo que provocaste! —había dicho Naruto, mientras hacía muecas y se limpiaba la boca con la manga de su camiseta.

—Es tu culpa, dobe, eres demasiado torpe. —Sasuke había replicado, llamándolo con ese mote hostil que sólo usaba con Naruto, e incluso llegando a considerar lavarse los dientes con enjuague antibacterial.

Sasuke aún sentía escalofríos al recordar que su primer beso había sido con el revoltoso de Naruto Uzumaki… Si a aquello se le podía llamar beso, claro estaba.

Aunque ya había transcurrido mucho tiempo desde entonces. 

  Era bien sabido que los padres de Naruto habían fallecido en un aparatoso accidente cuando éste era muy pequeño, y circulaba la historia de que habían dado sus vidas para proteger al pequeño rubio, logrando que éste saliera casi ileso, siendo las cicatrices en sus mejillas el único indicio de que había estado involucrado en aquella tragedia.

Pero ni eso había impedido que Naruto creciera con una personalidad alegre y hasta algo torpe, siempre con una enorme sonrisa y causando algún destrozo por donde pasara. 

De hecho, el rubio había quedado al cuidado de su tío Iruka, y parecía que ambos congeniaban y se llevaban bastante bien. Por eso, fue una verdadera sorpresa cuando corrió la noticia de que al acabar el ciclo escolar Naruto se mudaría a la enorme ciudad de Suna para vivir con otro de sus tíos, Jiraija.

Y así transcurrió el tiempo, sin que nadie en Konoha volviera a saber nada del extrovertido y terco Naruto Uzumaki.

 

Hasta ese día, casi cuatro años después.




Aquella era una mañana especialmente cálida en Konoha.

—Nee, nee, Sasuke, ¿has escuchado ya? 

Sasuke apartó la vista del libro que estaba leyendo para mirar a Kiba Inuzuka, su compañero de clase y quien se había acercado a su pupitre para hablarle de algo sin importancia.

—¿Qué cosa? —Sasuke preguntó sin verdadero interés, sabiendo que de todos modos Kiba no pararía hasta decirle lo que sea que lo tuviera tan emocionado.

Definitivamente, nada podía ser tan importante como para interrumpir su lectura matutina, justo antes de que diera inicio la primera clase del día.

—Naruto Uzumaki vuelve a Konoha. —Kiba anunció con entusiasmo— ¿Lo recuerdas? ¡íbamos juntos en la escuela Secundaria! 

Sasuke no era alguien que dejara ver sus emociones, pero hubiera jurado que hasta Kiba notó la expresión de sorpresa que se dibujó en su cara.

—¡Ves, Sasuke! ¡Sabía que tú también te pondrías feliz! Hace mucho tiempo que no sabemos nada de Naruto. ¡Seguro tiene un montón de cosas interesantes que contarnos! —Kiba no pudo evitar seguir diciendo con gran alegría.

Y de no ser porque alguien se acercó a ellos en ese preciso instante, Sasuke hubiera dejado escapar un comentario mordaz acerca de que no le interesaba en lo más mínimo lo relacionado con aquel dobe.

—Buenos días, Sasuke-kun. —Saludó Sakura Haruno, una compañera de su misma clase. Tenía las mejillas rojas, y sus dedos jugueteaban con un mechón de cabello rosa con aire apenado.

—Sakura. —Fue todo lo que dijo Sasuke, sin molestarse en mirar a la chica. Ya tenía suficiente con que aquellos dos osaran  interrumpir su lectura, así que prosiguió a centrarse en el libro que intentaba acabar.

Sakura pareció querer decir algo más, pero en cambio sus labios temblaron y agachó la cabeza con cierta tristeza.

—Esto… —Kiba, en medio de los dos, se sintió terriblemente incómodo, por lo que sonrió con nerviosismo tratando de aligerar el ambiente—. Nee, nee, Sakura, ¿lo has escuchado ya? ¡Naruto regresa a Konoha!

—¿Qué? —Sakura miró a Kiba, entre confundida y sorprendida.— ¿Naruto…? ¿El mismo Naruto que fue trasladado a Suna hace varios años?

—¡Sí, sí, Naruto! ¡Naruto Uzumaki vuelve a Konoha! —Kiba gritó, cansado de repetir lo mismo una y otra vez.

Varias cabezas voltearon a mirarlos con curiosidad, entre ellos Hinata Hyuuga, una tímida chica cuyo cabello azul llegaba casi por debajo de su espalda.

—Naruto-kun… —murmuró con timidez —Escuché que Naruto-kun ha…

Justo en ese momento la puerta del aula se abrió, dando paso a un hombre joven de cabello grisáceo cuyo rostro era casi cubierto por un cubrebocas. 

Se trataba de Kakashi Hatake, profesor de Literatura, quien se notaba bastante sonriente aún por debajo de aquella tela.

—Hola a todos —saludó con su característico buen humor, sosteniendo un pequeño libro en su mano— Espero que hayan estudiado suficiente para el examen sorpresa de hoy.

—¡No podemos estudiar si es un examen sorpresa!

—¡No es justo, Kakashi-sensei!

Una ola de comentarios se dejó escuchar a modo de quejas unánimes, por lo que el maestro prosiguió a dar un par de golpecitos en el pizarrón para recobrar la atención.

—Calma, calma. Antes de empezar la clase quiero darles una buena noticia. —Prosiguió Kakashi. 

Todos en el aula guardaron silencio de golpe. 

Kakashi sonrió satisfecho. Al mismo tiempo, unos pasos, apenas perceptibles, se acercaban lentamente desde el otro lado de la puerta.

—Como les decía, el día de hoy les tengo una noticia importante. Algunos ya lo sabrán, pero un alumno que hace tiempo era compañero suyo ha regresado a Konoha para incorporarse al curso. Adelante, ya puedes pasar. —Dijo Kakashi.

La puerta volvió a abrirse y todo el mundo permaneció callado. Algunos miraron con sorpresa, y otros más llenos de visible curiosidad, al chico que en ese momento entraba al aula, caminando a paso lento hasta situarse al lado del profesor.

—Vamos, no seas tímido. Puedes presentarte —Lo animó Kakashi, al ver que el chico permanecía callado y estático, con la mirada perdida hacia ningún punto en particular.

—Mi nombre es Naruto Uzumaki. Encantado de conocerlos. —Dijo, con un tono de voz carente de emoción y tan bajo, que apenas se logró escuchar.

Tenía el cabello rubio un poco revuelto, sus ojos eran azules y sus mejillas estaban marcadas por cicatrices en forma de bigotes de gato.

Sin duda, se parecía mucho a Naruto Uzumaki.

Pero había algo diferente en él.

Sus ojos azules, que antes solían ser tan expresivos y llenos de vida, ahora parecían… Vacíos. 

No había ningún rastro de su personalidad extrovertida, incluso su voz exasperante estaba totalmente apagada.

Y aquella sonrisa contagiosa tampoco estaba, su rostro se veía tan inexpresivo que transmitía una sensación de tristeza. 

Sasuke, quien había dejado su lectura matutina desde que el chico había entrado, miró fijamente al rubio.

Sí, ése chico definitivamente se parecía a Naruto Uzumaki, sólo que ahora era más alto y sus facciones ya no eran las de un niño de 12 años. Vestía el uniforme negro de la preparatoria, la camisa blanca y la pequeña corbata roja al igual que todos los alumnos masculinos. 

Pero su mirada permanecía ida, como si fuera un muñeco carente de vida que respiraba sólo por inercia.

Todos en el salón continuaron en sepulcral silencio, y por un instante la mirada perdida de Naruto se topó con los ojos negros de Sasuke, quien lo observaba fijamente y con el ceño fruncido desde su pupitre.

Joder.

¿Quién demonios era ése y en dónde estaba el bullicioso Naruto Uzumaki que recordaba?

Notas finales:

Gracias por leer. <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).