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Con solo verte sonreír, soy feliz [SasuNaru] por FioreHikari

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Notas del fanfic:

¡Gracias por leerlo!

Notas del capitulo:

Sasuke Uchiha al finalizar la batalla con su mejor amigo en el valle del fin intenta comprender los sentimientos que tiene hacia Naruto Uzumaki.

¿Amistad, agradecimiento o amor? ¿Cuál es?

No importa, tu felicidad es mi felicidad. No quiero volver a lastimarte.

"Vivir sin decir tus sentimientos es igual que no estar vivo, eres humano, di lo que sientes y no esperes porque nunca sabes que podría pasar al día siguiente"

 

» Pareja principal:

               - Sasuke x Naruto [SasuNaru]

—¿Qué es un amigo para ti? —

 

          Habíamos terminado nuestra batalla y te lo pregunté una vez más, no sé qué esperaba, no sé qué quería, no sé qué soñaba escuchar, pero tu respuesta fue el punto medio para hacerme bien y mal.

 

A pesar de todo tú fuiste, eres y serás mi salvación.

 

—No puedo explicar algo así con palabras, ni yo lo entiendo . . . solo te veía cargar con todo eso, con tanto dolor y simplemente no podía ignorarlo, me dolía . . . me dolía muchísimo—

 

          Hubo un “click” en mí. Aunque no lo dijera siempre me fije en lo que hacías y pensaba que eras un idiota, pero ambos sentíamos el mismo dolor, tú me entendías y yo también lo hacía sin embargo el orgullo no nos dejó expresarnos.

 

          Llegaste tan lejos por mí, el único lazo que no pude romper por más que intentara. El único capaz de encender el fuego en mi interior.

 

          Intenté matarte, la primera la evitaste; tuve la oportunidad de hacerlo y me arrepentí alegando que fue por un capricho, seguí persistente pero la oscuridad no puede acabar con la luz.

 

           ¿Cuantas cosas hice mal? Demasiadas ¿Cuánto daño te hice? Pero tú jamás dejaste de ver algo bueno en mi interior.

 

Y yo . . . soy tu destrucción.

.

.

.

—Sasukeee—

 

—¿Naruto? ¿Qué haces aquí? Las visitas no son permitidas y tu esta... —

 

—No te hagas. Yo se que te alegra que este aquí 'ttebayo—

 

           El Uchiha estaba en prisión por sus actos cometidos y su mejor amigo no lo dejaría solo en esos momentos, sin respetar las reglas establecidas se metió dentro de aquel recinto para estar junto al chico.

 

—Me dieron de alta en el hospital, de camino a mi casa vi un puesto de sandías y una rodó ¡Plaf! Se reventó en el piso y el color rojo que se vio me hizo recordar que te gustaban los tomates— Contaba el rubio con total animo olvidando el lugar donde estaba y con su única mano hacía señas explicando todo lo que le había pasado.

 

          Sasuke se mantuvo callado escuchando esa molesta e infantil voz que tenía el contrario, él estaba "inmovilizado" y sin poder verlo, pero ya imaginaba su típico comportamiento al hablar de aquel híper-activo joven.

 

—Con lo que había en gama-chan decidí comprarte unos para dártelos, luego me dijeron que estabas en prisión, pero no querían dejarme verte— Hablaba con total normalidad ante la "mirada" del contrario.

 

           Los barrotes de fierro los separaban.

 

—No es necesario Naruto, deja de preocuparte por mí—

 

—No voy a hacer tantas cosas por las puras teme. Gasté mi dinero, vine hasta acá pasándome la seguridad— Hablaba en un modo de queja ante la persistencia del otro —. . . E hice un intento de ensalada con tus tomates— Confeso sacando la caja con lo mencionado que estaba guardado en una bolsa que traía dejando con sorpresa al azabache.

 

—... Naruto— Murmuró.

 

—Así que te la vas a comer quieras o no— Ordenó extendiendo su intento de comida con cierta vergüenza por lo que había hecho. Aparto la mirada para que no lo notara.

 

—Dobe... —

 

—¡Sé que puede saber mal! Sakura-chan lo hubiera hecho mejor, pero ¡Comételo igual! —

 

—... No puedo usar mi brazo usuratonkachi—

 

—¡No importa! ¡Com-- ¿Ah? — Volteo al recordar ese pequeño detalle riendo nervioso e incómodo —hmp . . . Te daré de comer, pero no te quejes— Declaró tratando de no mirar a su amigo.

 

          Sasuke solo hizo una pequeña mueca simulando una leve sonrisa.

 

—Abre la boca— Pronuncio mientras usaba su brazo para acercar los palillos con uno de los gajos de tomate a los labios del Uchiha, este solo le hizo caso.

 

          No eres capaz de dejarme y yo tampoco, de una u otra forma nos volvemos a encontrar. Tu molesta voz no cambia y me haces recordar cuando éramos un equipo, el equipo siete.

 

          Kakashi me ayudaba, Sakura me apoyaba y tú me alegrabas; cada uno a su manera, volví a tener lo que tanto quise y no lo supe apreciar, la culpa todavía esta mí.

 

          Gran parte de mis recuerdos se enfocan en ti, Naruto.

 

          Iluminas mis días desde hace tanto; sin embargo, me esforzaba por no recibir tus rayos.

 

Yo soy la luna de la noche y tú eres el sol de los días.

.

.

.

—No solo fui yo como sexto, si no Naruto también. No lo olvides—

 

          ¿Otra vez? Naruto ¿Hasta cuándo dejaras de ayudarme? Tienes demasiada influencia en mi vida. Perdiste un brazo y estuviste a punto de morir ¿Hasta dónde piensas llegar?

 

. . .

 

          El viento soplaba, el despido de Kakashi y Sakura; una simple despedida y un especial gesto, respectivamente. Se alejaba a cada paso más de ellos y la aldea que lo vio ver este mundo y ahora él solo lo vería en total plenitud, se remendaría de ese modo; la pérdida de su brazo, su penitencia.

 

—No creí que vendrías a despedirme—

 

            Naruto no dijo nada, extendió su brazo para darle lo que había conservado consigo hacía tanto tiempo atrás desde que perdió a su mejor amigo.

 

—¿Aún lo tenías? — Preguntó con cierta sorpresa, esa vez la había dejado a un lado del rubio que estaba inconsciente al final de su primera batalla en el valle del fin. La banda que representaba que el Uchiha formaba parte de la Aldea de la Hoja.

 

—Te lo devuelvo—

 

          Sasuke extendió su único brazo con el objetivo de tomar lo que su amigo le daba, solo la conservaría hasta su próximo encuentro.

 

          Al haber viajado tanto, al ver todo lo que sucedía puedo darme cuenta que esto que nos ha pasado no es tuyo y mío, más personas son así en este modo...

 

          Pero no muchos pueden ser como tú, casi nadie se atrevería a hacer lo que haces por los demás, lo que has hecho y haces por mí Naruto.

 

Yo era la guerra y tú la paz.

.

.

.

—Usuratonkachi—

 

         Sasuke caminaba por una de las pequeñas aldeas entre el país del fuego. Estaba regresando a Konoha luego de recibir el "mensaje" de Naruto sobre una de sus aleatorias misiones que llegaba a tener, donde había conocido a Chino.

 

         Su rostro no expresa emoción alguna, pero por dentro le fastidiaba de lo que se había enterado, no puede ser cierto ¡Naruto aparece hasta en su sopa! Suspiró.

 

          El breve encuentro con el Raikage lo hizo enterarse de la acción que había cometido hacia un tiempo atrás el Uzumaki.

 

¿Fuiste capaz? — Pensó mientras ingresaba a un establecimiento, necesitaba procesar un poco aquella información.

 

          Sasuke podía sentir el olor a tabaco dentro del lugar, normal entre unas personas. Costumbres, lo que sea, no le interesaba eso ahora.

 

         Una chica lo atendió, él solo pidió agua para beber.

 

         ¿Arrodillarse? Lo había hecho por él, por su vida. En estos momentos el azabache seguro estaría muerto por una u otra cosa, pero la principal razón de estar vivo no fue el "ganar" sus combates sino que también fue Naruto, ese idiota de cabello rubio a pesar del daño que le hizo él nunca pudo acabarlo, nunca pudo terminar con ese lazo.

 

—Naruto... — Murmuró para seguidamente sorber el vaso de agua que ya le habían dado.

 

         Antes, ahora y seguramente después se seguiría preguntando lo mismo ¿Porque siempre estuvo tras de él? ¡Por dios! Cualquier persona coherente sería capaz de detestarlo incluso Sakura que lo ama llego a pensar en matarlo; sin embargo, su otro compañero no lo hizo.

 

          Chasqueo la lengua en forma de protesta al pensar en ello, en sus breves encuentros se lo cuestionaba a este y solo recibía la respuesta de "Porque eres mi amigo".

 

          Aquello no satisfacía sus dudas ¿Porque? No le cuadraba ¿O esperaba otra respuesta? Acaso . . . No, no puede ser. Se conformaba con la última respuesta que le dieron al término de su batalla final.

 

          Sus ojos negros se cerraron ante tales conclusiones que tenía, unos breves minutos se quedó de esa forma, parecía dormido ante la vista de los demás; sin embargo, solo meditaba todo, lo necesitaba.

 

         Ya lo había dicho antes, desde niños se había fijado en ese chico ¿Había algo más?

 

         Frunció levemente el ceño, agradeció, dejo unas cuantas monedas sobre la mesa, se levantó y se retiró. No soportaba demasiado ese olor a tabaco que inundaba sus fosas nasales, no lo dejaba pensar con claridad.

 

         Su caminata era a un paso normal, no faltaba mucho para que pudiera llegar a Konoha. El propósito de su viaje se había ido por el caño, unas cosas se le aclararon y al fin y al cabo la culpa dentro de sí mismo no se iría. Lamentablemente lo que más lo "atormentaba" eran sus pensamientos hacia el joven que lo salvó.

 

          Sasuke iba tan metido en su mente que no se dio cuenta que justo allí estaba la persona que lo distraía de la realidad, Naruto. Un momento ¿Estaba fuera de la aldea? ¿Y con Gaara? Podía escuchar levemente la conversación entre ambos.

 

—Gaara, no puedo hacer eso—

 

—Pero... Naruto—

 

—A mí me gusta Sakura-ch- —

 

—Naruto— Interrumpió Sasuke sin importarle lo demás, observando al chico que al escuchar su nombre se giró con emoción para comprobar de quien era esa voz con una sonrisa en sus labios.

 

—¡Sasuke! ¡Por fin regresaste 'ttebayo! — Exclamó escapándosele esa muletilla mientras se acercaba más al azabache. Este solo le sonrió fugazmente para volver a su misma expresión habitual.

 

—¿Interrumpo? —

 

—No— Se limitó a decir el chico de la aldea de la arena —Tengo que regresar con mis hermanos para irme. Hasta luego— Se despidió de ambos para dirigirse de nueva cuenta a la aldea, en la entrada lo esperaban Kankuro y Temari.

 

          Se detuvo un momento, giro su cuello con afán de ver al chico rubio.

 

—Sigamos siendo amigos, Naruto—

 

—Por supuesto, Gaara— Respondió ante la proposición junto con una sonrisa que fue respondida de la misma forma por el pelirrojo.

 

          Uchiha y Uzumaki se quedaron viendo al otro hasta que lo perdieron de vista junto a sus hermanos.

 

—¿Qué sucedió? —

 

—¿Ah? Nada— Respondió sin mucho entusiasmo —Bueno solo que no entiendo como dos hombres podrían estar juntos ‘ttebayo... — Su expresión se volvió pensativa, lo que sucedió con Gaara lo había dejado pensando, pero de todas formas al final lo dejarían como si nunca hubiera pasado.

 

          Sasuke quiso responder sin embargo el otro continúo hablando.

 

—¡Te imaginas! — Exclamo tomando con sus dos manos los hombros del azabache, definitivamente este último no entendía todo el escándalo que podía hacer ese chico —Ver a dos hombres como pareja sería raro. Aún recuerdo cuando pensé que Kakashi-sensei era uno de esos . . . también Sai— Comentó con su usual actitud mientras ahora se abrazaba así mismo como una forma de "protegerse".

 

—Eres un exagerado, dobe. Que no te importe y ya— Respondió con simpleza para dirigirse a la entrada de la aldea.

 

—¡Lo tomas a la ligera, teme! — Reclamo mientras lo alcanzaba —Pero ahora que regresaste vamos a poder ser de nuevo un equipo— Cambio de tema abruptamente con cierta ilusión en su voz.

 

—Todavía voy a estar fuera, es lo mejor—

 

           Naruto suspiro ante esa respuesta, lo miro a forma de queja y comenzó a hablar de todo lo que paso mientras el azabache no estaba en la aldea, aunque ya se lo hubiera contado por medio de "cartas", este solo lo escuchaba y respondía en momentos. Una conversación durante su pequeña caminata hacia la cercana entrada de Konoha.

 

           No entiendo lo que siento al estar cerca de ti, contigo puedo mostrar más emociones que con los demás y ello no es algo nuevo, desde hace tiempo atrás era así ¿Era acaso por tu personalidad? ¿Por esa sonrisa que ocultaba tu dolor? ¿O por la forma en la que me tratabas?

 

            No lo sé . . .

 

            Esa actitud tan característica tuya es demasiado molesta; sin embargo, también ilumina y alegra la vida de los demás, lo sé, porque lo hace con la mía. Antes podre haber sido popular entre las personas, pero tú Naruto, tú tienes una belleza que yo no tengo.

 

             La belleza ayuda al desastre, complementos.

 

Tú eres la belleza y yo el desastre.

.

.

.

.

.

          Sasuke Uchiha, ya era usual que él estuviera fuera de la aldea, caminaba a donde lo llevara y metido en sus pensamientos al ser el mismo su única compañía. No podría saber que era lo mejor en estos momentos ¿hubiera estado bien quedarse en Konoha durante ese día tan especial para su mejor amigo? ¡Cielos! Debería haberse quedado, debería estar ahí junto al chico que lo salvo de la oscuridad . . . debería felicitarlo cara a cara por su matrimonio con la mujer que amaba, Hinata Hyuga.

 

         Inhalo profundamente para finalmente exhalar, su única mano se dirigió a donde guardaba las pocas cosas que siempre llevaba e iba reponiendo durante sus paros en las aldeas de paso. Removió para encontrar lo que buscaba, hojas de papel; tomo una y guardo las demás.

 

          Con ese pedazo cuadrado de papel se encamino hasta un árbol y se sentó al pie de este, tomo un poco de la tinta que también tenía para esos momentos de mandar mensajes ¡Todo listo!

 

           Pero...

 

           No sabía que escribir, tenía tantas palabras en mente, tantas cosas que decirle al Uzumaki, tantas formas de querer expresarse y aun así ninguna de ellas coincidía con el momento feliz que tendría ahora su querido amigo.

 

           Sus ojos se posaban fijamente en el papel, solo podía pensar en una persona y la que sería su compañera durante toda su vida. Le dolía ¿Porque?

 

          Con paciencia dibujo sobre la hoja que tenía, una pequeña escritura, una simple palabra, el punto final de sus dudas sentimentales.

 

 

          "Felicidades" fue lo que escribió, guardo las cosas que sobraban y se quedó viendo lo que había hecho. Sin más que hacer cerro sus ojos y con algo de delicadeza doblo la hoja 2 veces.

 

          Invoco un halcón y le dio la nota para dejarlo volar hacia su destino, esa ave se alejaba tal y como él se alejaba del chico rubio.

 

          —Felicidades, Naruto— Habló con una leve sonrisa mientras miraba alejarse la nota que había escrito.

 

          Sakura la recibiría, la última huida que tendría el Uchiha. Ese mensaje era dirigido hacia la nueva pareja y mandarlo directamente a ellos sería interrumpir el momento que atesorarían de por vida. Además, que no se sentía con el valor suficiente de acabar con la esperanza que tenía con el dueño de sus confusiones.

 

          Ya no tenía más que hacer, volvió a emprender su caminata tratando de olvidar lo acontecido.

 

          Todo había acabado, esas dudas ya no deberían... no, definitivamente ya no debe tenerlas.

 

          Perdido.

 

          Naruto, no te entiendo ¿Qué pasa por tu cabeza? ¿Cómo tomas tus decisiones? ¿Cómo... es que la elegiste?

 

          Me duele y aún no sé porque o más bien ¿No quiero aceptarlo?

 

          Sea lo que sea que sienta por ti, lamentablemente yo no te merezco. Eres demasiado para mí y aunque me hayas perdonado todo lo que te hice yo jamás seré capaz de perdonarme por los daños que le hice a las demás personas y menos a ti Naruto, él único que siguió intentando por mi verdadero ser.

 

Yo fui la muerte de unos, perdición; pero tú eres la vida de muchos, redención.

 

Me redimiste, me rescataste.

.

.

.

.

         Era casi medio día y el sol estaba a poco de llegar a su máximo apogeo en el cielo. El color amarillo que emanaba, que recuerdos.

 

—¡Sasuke! Es mi primer día como Hokage y tú me llamas 'ttebayo— Reclamo con los brazos cruzados colocándose frente al mencionado que estaba sentado sobre el pasto del ese bosque cercano a Konoha.

 

—hmp supongo que eres un clon ¿O dejaste sola la oficina? —

 

—Y tú ya debes saber la respuesta, teme— Contesto aún a modo de reclamo.

 

          Sasuke no mostraba ninguna expresión en su rostro, se levantó con calma para estar a la misma altura que su amigo. Los rayos del sol los iluminaba a ambos.

 

—En fin, felicidades— Sus labios formaron una sutil pero sincera sonrisa mientras su mano se depositaba sobre el hombro del rubio que ahora lo miraba confundido —Por cumplir tu sueño, Naruto—

 

—Sasuke... — Murmuro mientras su expresión se tornaba a manera de sentirse bien, como siempre, él había esperado estar así, reconocido —Gracias— Finalizo para sonreírle a como acostumbraba, una sonrisa que poco a poco se apagaría.

 

—Soy feliz— Pensó admirando el rostro sonriente del Uzumaki, esa sonrisa iluminaba más que el fuerte sol sobre ellos.

 

             Sin previo aviso lo abrazo, lo rodeo con el único brazo que tenía, algo de fuerza en la presión, pero era mayor el calor entre ellos dos. Naruto solo correspondió la acción, la sensación, el aroma, la atracción, todo ello era demostrado en un pequeño acto.

 

             Fueron segundos lo que duró, parecieron minutos y no por lo incomodo sino todo lo contrario, era un momento que al menos uno de los dos no olvidaría.

 

             Se separaron tranquilos, se miraron y Naruto se esfumó, un clon.

 

—Usuratonkachi—

.

.

.

             Naruto se encontraba de pie fijándose en los papeles que ya tenía sobre el escritorio, apenas empezaba sus labores y con fuerza.

 

              Una extraña y cálida sensación apareció de pronto por su piel, era agradable. Sin pensarlo toco su hombro como si de esa forma pudiera retener el sentir de esos momentos.

 

              Los recuerdos llegaron ¿El clon ya había desaparecido? Definitivamente.

 

              Se sentó en la silla de su oficina, se giró para ver el paisaje por la ventana, un cielo azul. Sus labios formaron una sonrisa sin su consentimiento.

 

—Debí haber ido en persona— Murmuró suspirando y fijándose en el sol a través de su ventana.

 

              Un astro que Uchiha y Uzumaki observaban desde lejos.

 

 

              Ya tienes una familia, ambos la tenemos por separado, ya nos hemos alejado.

 

              Hasta ahora no me he podido enmendar del dolor que te pude causar  por ello solo puedo ayudarte a cumplir tus sueños de lejos físicamente pero cercanos espiritualmente.

 

              Proteger la aldea que tanto amas a pesar del daño que te provocaron, que nos provocaron, que provocaron a muchos.

 

Yo el dolor y tú la felicidad.

.

.

.

No importan mis sentimientos

 

Porque

 

Con solo verte sonreír, soy felíz.

 

Tu sonrisa es la que quiero proteger.

 

 

 

 

 

.

 

 

.

 

 

.

 

 

.

 

 

.

 

 

.

 

 

.

 

 

.

 

 

—Na-Naruto . . . —      

 

               El cielo grisáceo, las oscuras nubes, el humo que se combinaba con el ambiente, las infraestructuras destruidas, los aldeanos probablemente ya están evacuados pero la aldea estaba... destruida, desbastada. Konoha ha caído.

 

               ¿Qué había pasado? Sasuke observaba su alrededor tratando de recordar todo lo que había sucedido, estaba demasiado herido, ello lo demostraba los profundos rasguños que emanaban la sangre que se liberaba de su cuerpo y la muerta que se pegaba a su piel.

 

               ¿Dónde estaba Sarada? ¿Boruto? ¿Sakura? Maldita sea su chakra ya casi era nulo. Se fue levantando con la poca fuerza que todavía mantenía, lo sabía, no pudieron contra el enemigo.

 

                Tosió y por instinto llevo su mano hasta sus labios, la retiro y la observo cubierta de sangre. Lo comprendió, no le quedaba mucho, pero tenía que terminar con esto.

 

                Su vista estaba gastada, pero logro distinguir a una persona en el suelo, se dirigió hacia ella como pudo.

 

—No, no puede ser—

               Cada paso era una tortura, no solo física, sino que también psicológica. No podía ser cierto.

 

                Se seguía negando ante la realidad, su paso seguía y se limpiaba los ojos con el afán de borrar esa imagen, de no verla, de que cambiara. Por favor, es una pesadilla ¿verdad?

 

               Su corazón se lo decía, su conciencia se lo gritaba, su ser se lo suplicaba, no vayas, pero él quería hacerlo, lo necesitaba, insistía en comprobar que esa persona delante de sí mismo no fuera Naruto.

 

              Sasuke detuvo su paso observando lo que estaba sobre el piso, sus ojos negros con una mirada perdida viendo ese cuerpo tendido abajo suyo. Fue bajando lentamente y sus rodillas tocaron el suelo.

 

            Observo detenidamente, esos pies que usaban sandalias ninja . . . las reconocía.

 

—Maldición—

 

            Se fijó, ese pantalón casi negro, dañado por una batalla, muchas personas podrían usarlo ¿Cierto?

 

—No te engañes—

 

             Subió más, la piel con tono bronceado que tenía aquella mano izquierda lastimada, había peleado sin lugar a dudas; se posó en la derecha, estaba vendada.

 

—Por favor... que esto sea un genjutsu—

 

            ¡No podía seguir! Sus ojos se cerraron con fuerza y los abrió donde menos hubiera querido. Aquel color naranja, esa forma de vestir, la blanca tela sucia que estaba debajo de ese cuerpo, la sangre que cubría, las heridas fatales que poseía.

 

—No puedes perder una batalla... ¿Verdad Naruto? —

 

            La gota que derramó el vaso. Los labios que tenía esa persona . . . y las singulares marcas que tenía en las mejillas, tres que lo identificaban.

 

—Deja de jugar conmigo, usuratonkachi—

 

            Rubio... cabello rubio pero sus ojos estaban cerrados, lo sabía, eran azules.

 

—Sas-Sasuke—

 

—Naruto— Pronuncio como pudo por el nudo en la garganta que tenía y llevo su mano hasta la mejilla de este, la acaricio con suavidad con su pulgar. Su piel se sentía dañada, la sangre sobre esta, una extraña sensación —Te pondrás bien— Continuó mientras a duras penas podía levantarlo con su único brazo, lo había sentado junto a él mismo, el aroma a sangre que desprendía era notorio.

 

—Sasuke… No creo que pueda ponerme de pie 'ttebayo— Abrió sus ojos y le sonrió levemente, estaban tan cerca que podían distinguirse perfectamente

 

—No digas eso— Respondió conteniéndose de liberar alguna lágrima, lo apego más a sí mismo, lo podía sentir, el cuerpo cálido de Naruto se enfriaba, su temperatura bajaba.

 

—Hace frío, aunque estés cerca de mí . . . y me duele todo el cuerpo— Murmuraba con lo que podía —No pude Sasuke, no pude proteger a la aldea— Su expresión se volvió triste ante su declaración, se fijó en el Uchiha —Perdí—

 

—Diste todo de ti, es suficiente Naruto— Trato de consolarlo —Preocúpate por ti mismo al menos una vez en tu vida—

 

—En estos momentos pienso en que debí tomar decisiones diferentes ¿Eso sucede cuando llega el final? —

 

—Deja de hablar así Naruto... — Aunque se lo negara ya sabía lo que pasaría, ya era inútil hacer algo.

 

—Te quería Sasuke— Dijo con una pequeña y nostálgica sonrisa —No mueras por favor, cuida a todos—

 

                No podía seguir escuchándolo, con cada palabra él se desmoronaba más y más, el dolor ya era insoportable en su alma.

 

—Eres mi mejor amigo, pero te quiero y lo seguiré haciendo— Declaró dándole un último vistazo a su amigo y dedicándole una sonrisa final.

 

               Naruto fue cerrando sus ojos, la llama de su interior se apagaba a cada segundo. Su alma era liberada de lo terrenal para pasar a lo espiritual.

 

                El séptimo Hokage de la aldea de la Hoja había llegado a su final.

 

—¡Naruto! No... por favor— Sus ojos se abrieron ante la desesperación de verlo así, esa expresión tranquila en su rostro que tenía. No supo que hacer y lo apego a su cuerpo, No aguanto más y sin previo aviso las lágrimas cayeron por sus mejillas. No quería separarse del cuerpo del Uzumaki, lo abrazaba como si eso lo pudiera regresar a la vida.

 

                  Sasuke cerraba con fuerza sus ojos y sus dientes, no soportaba todo ese dolor. La persona que lo complementaba, la persona que lo salvo, la persona que luchaba por él, la persona que nunca lo abandono, esa persona insoportable que tanto quería, si, la persona que era capaz de hacerlo sentir tantas emociones y sentimientos diferentes. Esa persona se había marchado de su vida.

 

—Te amo, Naruto— Murmuró aferrándose lo más que podía al cuerpo inerte, no podía alejarse de él por más que quisiera. La sonrisa que no pudo proteger.

 

                    Te vi desmoronarte desde hace mucho ¿Estabas insatisfecho con tu vida? ¿Hubiera sido correcto meterme? ¿Decírtelo? ¿Te hubiera lastimado? Eso es lo que menos hubiera querido hacer.

 

                    Has dado todo lo que tenías, eras capaz de hacer lo que sea por cualquier persona, aunque eso te dañara a ti mismo.

 

                     Ni siquiera pude decirte mis sentimientos ¿Porque? Recién me di cuenta al final, me lo quise negar por años haciendo una familia aparte, pensando inútilmente que de esa forma te olvidaría, que así comprobaría que nunca sentí amor por ti. Fui un iluso al creer eso, jamás podría olvidarte, jamás podría olvidar lo que siento por ti, la persona que amo.

 

                  Falle en protegerte, en cuidarte, en defenderte, en no permitir que alguien más borrara la sonrisa en tu rostro, pero... no pude, ni eso fui capaz de hacer. Solo he servido para lastimarte y eso lo detesto.

 

                 Espero que en otra vida podamos estar juntos... porque no decirte lo que sentía fue igual que estar muerto, debí pensar que algo así podría pasar, pero no, solo me conforme con verte sonreír.

 

Aun así, cada momento contigo era mi vida,
mi felicidad.

 

Yo fui tu mejor amigo
y tú la persona que amé.

 

Te amo, Naruto

 

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"Vivir sin decir tus sentimientos es igual que no estar vivo, eres humano, di lo que sientes y no esperes porque nunca sabes que podría pasar al día siguiente"

 

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Notas finales:

Esta idea la tenía hace mucho, la verdad considero que Naruto no se daría cuenta fácilmente de sentir algo por Sasuke, teniendo en cuenta la época en la que viven y actitud de este. Sin embargo, Sasuke es diferente, pero de la misma forma como que decir "me gustas" no es algo tan sencillo para todas las personas si tienes en cuenta a la sociedad, por ello decidí darles ese pensamiento y adaptarlo a sus personalidades. Espero haberlo hecho bien.

El final fue algo imprevisto, me dolió escribirlo, pero considero que fue un mejor cierre que el otro que tenía planeado.

 

Espero que te haya gustado :D


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