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Como convertirte en nada. (Eren x Reiner) por AyameKiryu

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Notas del fanfic:

Quiero escribir algo corto porque mi inspiración murió pero amo mucho a Eren y además no se, quiero regresar gradualmente,  no mori.

ojala pudieran dejar rvewa, luego eso da o quita las ganas de seguien adelante con estos trabajitos, gracias 

 
Por un tiempo Eren lo fue todo para mi, ¿Quién diría que ese chico de mirada perdida y espectaculares ojos verdes que parecían cambiar de tonalidad con los rayos del sol acabarían conmigo?, Eren, ojalá algún día logres encontrar la paz.
 
Mi nombre es Reiner Braun, solía ser un estudiante universitario común y corriente, estudiaba la carrera en contabilidad y mi pasatiempo favorito era el futbol americano, llevaba viviendo un par de años ya en la ciudad de Dusseldorf gracias a la beca que había conseguido por destacar en preparatoria, gracias a esta podría cursar tranquilamente la universidad, claro, con algunas limitaciones de por medio pero vivía bastante cómodo en un pequeño departamento de dos habitaciones que compartía con un chico llamado Bertolt Hoover, con el tiempo nos habíamos vuelto buenos amigos, asistía a la misma universidad que yo y al igual que a mi sus padres lo apoyaban con el alquiler del departamento compartido que quizás no estaba en la mejor zona de la ciudad, pero si estaba al pie de la avenida principal lo cual era bastante ventajoso para ambos, no teníamos que exponernos a la potencialmente peligrosa calle continua ni a las que le seguían, en fin, tenia todo para pasar una estancia agradable durante mi vida universitaria, pero todo cambio cuando vi a ese chico por primera vez, Eren Jaeger.
 
La ventana de mi habitación daba a un callejón y no a la avenida principal, frente a esta se encontraba una escalera de emergencia, a su vez y por debajo, contenedores de basura varios, y obviamente las ventanas de los departamentos del edificio conjunto, el edificio era viejo, supe que el alquiler era considerablemente mas barato que el de mi piso, pero también que la gente que lo habitaba en su mayoría solían ser problemáticos así que mis padres insistieron en que compartiera con otro estudiante y en el otro lugar donde los requisitos de alquiler eran un poco mas específicos; estos datos simplones referentes a la vista de mi ventana son relevantes ya que ahí fue donde lo conocí.
 
Una noche cualquiera, no, una noche especial, un 7 de marzo a las 9:30pm para ser exacto fue el momento exacto donde conocí al chico que me arrastraría a situaciones que jamás creí que viviría y que de alguna retorcida manera no me arrepiento de haberlas experimentado; yo estaba estudiando para un examen...si les soy sincero ahora mismo no puedo recordar de que era, solo recuerdo que al alzar distraído mi mirada hacia esa oxidada escalera de emergencia lo vi, un hombre, no, un niño, unos 17 o 18 años como máximo, el cabello casi hasta los hombros de color chocolate y la mirada perdida en algún lugar de la pared, su frente estaba pegada a la baranda de color negro y su mano se escurría cansada entre los barrotes sosteniendo lo que yo supuse era un porro entre los delgados y largos dedos, sus ojos eran de un color verde apagado, la mirada cansina y ligeramente desorbitada me decía que el no estaba para nada en sus 5 sentidos, no vestía nada mas que unos boxers negros ajustados y ni siquiera estaba calzado, aun con esa descuidada apariencia me pareció un chico demasiado atractivo y sorpresivamente con buen físico, no supe por cuantos minutos lo estuve observando, jamás se enteró y lo único que me pudo sacar de mi enmismamiento fueron un par brazos blancos asomarse por la ventana, una mano se posiciono sobre la cabeza del muchacho y otra en uno de sus brazos para luego jalarlo dentro de la habitación de la manera mas tosca que uno pueda imaginar, el grito fue tan desgarrador como corto ya que el agresor se encargo de ahogarlo de inmediato, vi esos preciosos ojos encenderse por un segundo, como si la lucidez volviera a ellos y de inmediato volver a apagarse para no volverlos a ver el resto de la noche, ni por semanas consecutivas, pero ese segundo basto para que la imagen de los mismos taladrara mi cerebro y se quedara ahí para siempre, ¨un prostituto¨ pensé, pero después creí que jamás lo descubriría, sin embargo el mundo pequeño es.
 


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