Amarte es mi pecado, parte 1
La gente dice que amarte es un pecado. Si por quererte voy a ir al infierno, que sea contigo siempre.
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Cuando Molly llegó al pequeño pueblo de Brighton, no tenía amigos; hasta que conoció a su amigo para toda la eternidad (literalmente): scratch, un fantasma gruñón que siempre pensaba en comer. Pero, la que cambió su vida para siempre, fue su amiga Libby. Han sido amigas desde entonces. las más cercanas, sin exagerar. Han pasado los años, ellas ahora tienen 16 años, y tanto sus cuerpos como sus sentimientos han madurado formándose más que una simple amistad entre ambas.
No sabían que su amor, ante los ojos de los demás, sería considerado un pecado...
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Pasos y gritos se oían por las calles de Brighton.
—Macarrones con queso, !!con litros y litros de queso fundido!! ¡¡igual nachos y papas con aderezo!! —
Decía gritando aquella voz que se entremezclaba con el aire áspero, y el clima para nada agradable de la mañana.
Aquella voz, que era un poco raspoza y nada amistosa. se hacia cada vez mas presente a la hora de avanzar por las calles del pequeño pueblo. Ansiando en ser correspondida, pero sin recibir respuesta alguna a sus culinarias peticiones.
muchos pensarían que aquella voz que se escuchaba entre la niebla, despertaría a mas de una persona con tan estridentes gritos. pero eso no seria un problema, dado que nadie mas podría escucharlos; bueno, excepto una persona: una persona que durante cierto tiempo habría respondido sin hacer tanto rodeo, pero que a día de hoy y tras haber convivido con aquella, durante mas de tres años, ya no le tomaba tanta importancia, o a la mayoría, que este le tenía que decir.
Mientras gritaba y grritaba,la voz espectral, seguía los pasos que parecían ser de una persona, una persona que caminaba con mucha prisa.
con tono de frustración al ser ignorado por mas de tres cuadras, la voz fue cambiando su tono a uno más espectral. sin previo aviso, Grito demasiado fuerte, tratando que aquello que perseguía se detuviera o, minimo, le hiciera algún gesto; aun que fuese de desinterés:
—!!Molly McGee!!!
Para su fortuna, lo que estaba intentando alcanzar se detuvo tras aquel grito, quedándose inmóvil.
—¿¡como te atreves a ignorarme de una forma tan cruel!?
decía la voz que poco a poco se iba manifestando en un ente de energía y plasma frente a aquella persona que tanto perseguía.
—oh, scratch, sigues aquí, pensé que te habías ido, hace como cuatro cuadras —
la que decía esto, era molly mcgee, quien con aires de desinterés y apurada, miraba al espectro, pues, desde que salieron de casa, se encaminaron rumbo a la escuela.
scratch, asi se hace llamar aquel ente; todo el camino hablaba sobre macarrones con queso y diferentes platillos, y eso a Molly ya la tenía un poco Mosqueda.
—en realidad fueron tres cuadras—
—como sea scratch, ¿solo piensas en comer o también piensas en otras cosas?
—No me pidas que deje de ser hombre, molly mcgee.
ese comentario le dolió tanto a scratch, que para representar su indignación y, asi hacer que molly se disculpara, cruzo los brazos y se dio la vuelta con el mentón en alto como una diva.
molly dando un suspiro largo y hondo, observa y analiza la situación. En verdad se había pasado al quejarse asi de su amigo, que tantas veces la había librado de problemas que ella misma o incluso, que el mismo scratch provocaba.
—perdón scratch, solo que... bueno, tengo un monton de preocupaciones ahora mismo. Y llegar a la escuela es una de ellas.
el fantasma volvio la mirada hacia ella, viendo como su amiga con una cara cansada casi como demacrada, trataba de sonreírle como muestra de perdón, ya que a pesar de las diferencias o los comentarios, ellos eran amigos para toda la eternidad.
—hey, tranquila, no pasa nada. tampoco puedo pedirle mucha empatía a una adolescente de 16 años.
Scratch le corresponde la sonrisa a Molly mientras ella trata de mantener la suya.
cuando molly conoció a scratch, solo tenía 13 años de edad. Su amistad escaló demasiado rápido y su relación se fue transformando cada vez mas en la de un hermano y hermana que se cuentan todo, hasta lo mas intimo. sin embargo, como toda persona, la pequeña molly fue creciendo, y como todo adolescente, prefería guardarse sus propios problemas para ella sola, que contárselo a sus padres. inclusive esta etapa de su vida hizo que molly perdiera un poco, esa comunicación que tenía con su amigo de ultratumba.
Molly empieza a retomar el paso al mismo ritmo que antes mientras scratch le intenta seguir el paso otra vez, ya que tras su pequeña discusión, perdió tiempo valioso y si no se apuraba, llegaría tarde al colegio. Tenía que llegar lo antes posible.
—wow...molly, tranquila, que sea un fantasma, no significa que no pueda cansarme, trata de caminar un poco mas despacio
gritaba el fantasma gruñón mientras le seguía el ritmo a su amiga.
—si voy mas despacio no podré llegar a tiempo.
—¿a la escuela?
—si.
—pues que yo sepa tus clases son de lunes a viernes.... y hoy es sábado.
La chica detuvo el paso al escuchar lo que scratch le había dicho. no lo podía creer, se había levantado temprano un sábado, ¿¡Qué clase de persona psicópata se despierta un sábado por la mañana!?
— okey, molly, ¿Qué sucede?, últimamente estas muy distraída, mas de lo que acostumbras ser. no es que me interese pero...
scratch la mira pero ella no reacciona, se había quedado en shock. Scratch se empieza a preocupar por su amiga así que empieza a sacudirla con mucha fuerza para que pueda volver en sí.
—Qué...¿Qué paso scratch?
—Dímelo tu, realmente eres una distraída de lo peor...aunque, yo un tonto por seguirte.
Molly después de procesar todo, tira su mochila al suelo y se pone de rodillas abriendo su mochila donde revisando entre sus cuadernos y libros saca un montículo de hojas donde de una forma no tan visible se puede observar que en ellas están plasmadas palabras entre las mas cursis y las mas específicas llegando a lo literal y lo exagerado.
esto llama la atención del fantasma que ve como la joven pasa una tras otra las distintas páginas adornadas con brillantina de todos los colores, pegatinas y oraciones escritas con diferentes colores de plumones.
scratch y su curiosidad no dudaron en preguntarle a molly sobre aquellas notas que tanto miraba. una mirada que jamás había visto en la joven:
—¿Qué es todo eso?
—emmmm...poemas...
murmuro molly haciendo que su cara se hiciera de un color rojizo y pusiera las hojas en su pecho.
—¿poemas? ¿para quien?
la curiosidad del fantasma hizo que molly se pusiera mas roja de lo que ya estaba; realmente a scratch le gustaba ver como su amiga se ponía mas nerviosa, incluso al punto de sentirse asustada; eso podría servir para su informe semanal para el consejo fantasmal, pensaba scratch.
—bueno...poemas...poemas...
la cara de molly no podía ponerse mas roja, pero lo logro: parecía un tomate a simple vista, un tomate humano.
a su amigo fantasmal le daba tanta risa verla asi, seria una buena oportunidad para vengarse por haberlo hecho caminar un sábado en la mañana...bueno, aunque molly nunca le dijo que la acompañara. scratch, después de tanto tiempo junto a la humana, se acostumbro a acompañarla la mayor parte del tiempo, que ahora lo hace de manera inconsciente. Pero todo menos cuando ella va al baño, porque los fantasmas también tienen sus límites.
Entre murmuros y balbuceos por parte de la nerviosa molly, dio una bocanada grande de aire, suspiro para poder tranquilizarse y armandose de valor; se puso firme y empezó a hablar:
—son poemas para Libby...
El fantasma no quedó sorprendido. desde que es amigo tanto de Libby como de molly, veía que su amistad iba evolucionando con el paso de los años y conforme iban creciendo.
tras todo eso, scratch transforma su cara que fingía sorpresa, a una de malicia, mientras se frotaba sus manos como si se tratara de un supervillano apunto de cometer una fechoría; solo que en vez de tener planes de conquistar el mundo, el fantasma quería ver la reacción de su amiga al pronunciar el nombre, con tanto nerviosismo y con las mejillas super rojas de su otra mejor amiga.
scratch estaba decidido a llevar su plan acabo. hacer que molly mcgee hirviera de la pena. De cierta manera seria una venganza por acostumbrarlo a seguirla y hacerlo despertarse un sábado temprano.
—disculpa molly, no te escuche bien...¿podrías repetirlo?
—poemas para Libby...
—¿como?—. scratch se aguantaba las ganas de soltar una de sus típicas carcajadas de burla, pero era casi inevitable, puesto que la cara de molly era irreconocible debido al color de sus mejillas y su rostro entero.
—¡¡¡POEMAS PARA LIBBY, FANTASMA MALPARIDO!!!
—JA,JA,JA. debes ver tu cara ahora mismo, esta para morirse de la risa, y yo ya estoy muerto, ja, ja, ja. eres un graaaaan tomate.
scratch no paraba de reírse; lo que el consideraba gracioso a molly le parecía molesto.
—vete al diablo scratch...no lo entenderías...
molly, totalmente enojada decide tomar rumbo de regreso a su casa dejando al insensible scratch con un nudo en su inexistente garganta.
no debió burlarse de lo que molly le había dicho, ella había confiado en él, y no por nada molly entre todos sus amigos de la escuela, consideraba a un fantasma como su número #1. el sentimiento de culpa invadió a scratch, que decidió ir tras molly para enmendar las cosas.
—molly...este, yo. Discúlpame molly, me pase con lo que hice. no debí burlarme por el hecho de que hicieras poemas para Libby, solo se me hizo un poco tierno el hecho de como reaccionaste a la hora de confesármelo. sabía que entre Libby y tu había algo mas que una amistad, pero no sabia que te expresaras como ella lo hace; la poesía es la especialidad de Libby, y la tuya es.. bueno... ser tu.
molly recupero un poco las ánimos y sobre todo, la sonrisa al escuchar las disculpas de scratch:
—es por eso que hice los poemas... ella es tan romántica cuando se expresa, que hace que mi corazon se acelere, aun sin ser nada oficialmente...
—¿Cómo que nada oficialmente?, ¿ya andaban o algo asi? ¿por que no me lo dijiste?
—Aun no teníamos claros nuestros sentimientos, scratch. pero ayer en la escuela, a la hora de la salida, me dejaron una carta. La carta estaba firmada por Libby.
volviendo a registrar en su mochila, molly, le entrega la carta a scratch. una carta de papel opalina de color verde y muchas calcomanías de tortugas; si la carta no estuviera firmada por Libby, aun se sabría que es de ella por la forma en la cual esta decorada. la carta, decía lo siguiente:
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para: Molly ❤
No tenía planeado conocerte, mucho menos enamorarme de ti, llegaste tan de repente aquella mañana bailando por todo el salón, y ha sido mi momento más bonito; Tú sabes quién eres...una persona de hermosas cualidades. Eres la razón principal por la cual escribo esta carta, porque has dejado un legado de deseos permanente en mi corazón que seria difícil olvidarte por más que quisiera; quiero recordarte todos los días que no te olvides de quererme nunca. Hay besos que se vuelven poemas en tu boca, Donde se escriben mis mas íntimos poemas de amor, enmarcadas en un Tú y Yo. el deseo y las pasiones irán de la mano, porque siempre me ganan las ganas de besarte y hacerte mía, Y me aprieto el pecho para desgarrarme el corazón ,pero es en vano mi intención, mi pecho está deseoso con que aceptes este corazon mío como tuyo. seamos una sola para el resto de nuestras vidas, mi querida molly. esperaré tu respuesta. pero si mis deseos de besarte son mas fuertes que mi propia razón, yo te buscare y pondré a tus pies mi corazon.
con cariño y amor infinito: LIBBY ❤ 🐢
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Al terminar de leer la carta, scratch entendía cada vez mas el amor que Libby y molly se tenían. cuanto habían cambiado aquellas niñas que siempre llamaria "mejores amigas".
desde ese momento scratch trataría de velar por la felicidad, no solo de molly si no también la de Libby, asegurándose que su futuro sea dichoso y puedan estar juntas el resto de su vida y no vida.
—buno, debo admitir que Libby es buena con las palabras. pero ella no dice nada sobre escribirle tú una carta o un poema o algo parecido.
—lose. eso lo decidí yo, ella sabe usar las palabras para enamorar a cualquiera; quería devolverle el gesto. expresarle con mis propias palabras lo que siento por ella, lo que me hace sentir cada vez que siento su mano en mi mejilla, su...
scratch sabia a donde llegaría esta conversación por lo cual, antes de que las hormonas de la adolescente mcgee se dispararán, decidió pararla de una vez:
—tranquila, no es necesario que me digas detalladamente lo que te hace sentir la amante de las tortugas.
Scratch siguió preguntándole más cosas a Molly.
—entonces. ¿por que saliste temprano un sábado en la mañana y lo peor, pensando que había escuela?
—me pase toda la noche leyendo poesía, cartas de amor e incluso me vi telenovelas mexicanas que mi mama tenia guardadas en su closet, todo para poder absorber el romance y poder transcribirlo. perdí la noción del tiempo, pensé que era día de escuela y camine lo mas rápido que pude.
—déjame adivinar, ¿para poder esperarla en la entrada de la escuela y entregarle tus poemas?.
scratch se cruzo de brazos al escuchar todo lo que le decía molly, se quedo sin palabras, él sabia muy bien, como ella se llegaba a obsesionar en crear estrategias o planes para que todo saliera perfecto; la primera vez que lo presencio, fue cuando no había nadie para tocar en el tazón de Brighton y tuvo que idear un plan para traer a una estrella como lo era Kenny star.
—no exactamente. tenia planeado entrar a escondidas a la escuela, pasearme por los conductos de ventilación, aterrizar frente al casillero de Libby y meter todas las cartas que le hice en el. fácil y rápido, entrar y salir—
Todo ese plan, en la cabeza de molly sonaba mucho mas épico.
—eso es muy cobarde de tu parte—. le reclamo a la joven mcgee.
—soy una estratega nata scratch—. voltio a ver a su amigo fantasma con una sonrisa de oreja a oreja.
el viejo fantasma no pudo evitar soltar una pequeña risa acompañada de una cálida sonrisa.
—te complicas demasiado la vida niña.
—solo quería darle una respuesta rápida a Libby, eso es todo
dio otra sonrisa de oreja a oreja, pero con signos de cansancio. realmente quería llegar a su casa a descansar.
tenían un rato caminando y conversando con rumbo a su casa. realmente molly se veía cansada, de tanto caminar, por lo cual sus pasos se hicieron cada vez más lento. el sueño la estaba invadiendo, pues era algo obvio, se quedo despierta a altas horas de la noche ideando los poemas mas cursis y mas románticos, que, hasta el mas cursi de los poetas hubiera padecido diabetes debido al excesivo romanticismo que estas poseían.
mientras los dos amigos avanzaban. también los puestos y distintos negocios del pueblo empezaban a abrir. todo indicaba que seriá un día normal y tranquilo como era siempre en el pequeño pueblo de Brighton.
después de tanta caminata, por fin llegaron a casa, dispuestos a pasar el sábado, que daba indicios de ser uno de los mejores sábados en la historia de los sábados; haciendo absolutamente nada. ya tuvieron suficiente acción al caminar por mas de siete cuadras y regresar otras siete cuadras mas para volver a donde habían empezado.
mientras tanto, molly tendría todo el fin de semana para planear una mejor carta para Libby y asi expresarle su amor.
cuando uno es adolescente, la palabra amor siempre se manifiesta de muchas maneras, el amor puede ser tan abstracto en la edad adolescente que uno no sabe expresarse como uno quisiera. el amor esta ahi, solo que uno no ha tenido la suficiente madurez para entender lo que significa un "te amo". eso lo sabia de sobra la pequeña y gruñona masa de plasma, scratch, que, antes de ser un fantasma que se la pasa comiendo hasta en la basura las 24 horas del día, el también fue un humano que supo el valor del amor, y aun lo entiende estando muerto.
cansados a plena luz del día, suben hasta su habitación, donde molly a punto de desfallecer se lanza enrollándose en sus sabanas y junto a sus osos de peluche. scratch por su lado, tratando de relajarse en su casa de muñecas, reflexionaba sobre lo ocurrido con Molly y sus poemas.
poco a poco, ambos, empiezan a entrecerrar los ojos, quedándose profundamente dormidos y siendo participes del mundo de los sueños.
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3 horas después
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el timbre de la casa empezó a sonar varias veces, como si alguien estuviera desesperado en que le abrieran.
la señora mcgee fue la única que atendió los llamados del timbre.
la señora abrió la puerta con tranquilidad recibiendo a aquella visita que tenia el honor de estar en su humilde morada.
una chica alta, con ojos cafés resplandecientes, un cabello desarreglado pero a la vez lacio dejando ver los cabellos quebrados que la hacían única. Libby habia idona visitar a molly.
Libby para el ultimo grito de la moda, no era la mas buena, siempre el mismo suéter, los mismos pantalones y sus mismas botas. han pasado los años y parece que a ella no le han afectado. bueno, unos dicen que cuando uno crece es propenso a pensar y actuar diferente, de eso se trata crecer. pero eso si, el amor por las tortugas se lo llevaría a la tumba.
—¡¡hola Libby!!—
dijo la mamá de Molly abrazado a la chica de cabello despeinado con una sonrisa cálida y cordial.
—hola, señora mcgee. ¿se encuentra molly en casa?
—claro hija pasa, ella esta en su cuarto, no ha salido desde que hoy temprano se levanto, pensando que hoy había escuela.
dejando entrar a Libby, se.encamino hacia el cuarto de molly, Que era anteriormente el ático, pero con un poco de decoración, Molly lo nombró su cuarto...
como decía en su carta de confesión, si sus deseos de besar a molly eran mas grandes y veloces que la respuesta de la joven mcgee, ella daría el primer paso.
no importaba si ella estaba roja como un tomate, estaba decidida a demostrarle a molly que sus sentimientos hacia ella, van mas allá que besos y abrazos, ella quería todo con ella, su futuro y su vida las ponía en las manos de la joven mcgee. no importaba que fuera un pecado, ella daría todo por ella, incluso si su respuesta fuese un NO, ella la amaría hasta el final...
los segundos se convirtieron en horas para la chica amante de las tortugas cuando empezó a abrir la puerta que conducía al cuarto de molly. ella ya estaba decidida, a pesar de su miedo, el miedo de amar tanto a molly...
continuara...